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jueves, 31 de mayo de 2018

Nenas violadas y embarazadas en provincias que les niegan el aborto: ¿cuáles son sus consecuencias?

Artículo publicado por VICE Argentina

El pasado 15 de mayo se dio a conocer un caso emblemático en la provincia de Salta. Una nena de 10 años concurrió al hospital por dolores de estómago y fue en ese momento dónde se enteró que estaba embarazada. Su madre supo, en ese instante, que ese embarazo fue producto de una violación por parte del padrastro de su hija, es decir, su pareja. El gobernador de esa provincia, Juan Manuel Urtubey, le negó el derecho abortar a pesar de que en la Ley Nacional se ampara el aborto no punible en este tipo de casos.

Actualmente en Argentina es posible acceder a un aborto legal y seguro en determinados casos. Esta ley fue garantizada en el 2012. El Ministerio de Salud de la Nación publicó en el 2015 una guía de cómo debe realizarse un aborto en muchos hospitales del país. La ley dice que es posible realizarse un aborto si el embarazo afecta la salud de la mujer o fue producto de una violación. Salud no quiere decir solamente ausencia de enfermedades. Para la ley argentina, salud significa un estado de bienestar físico, psíquico, mental y económico.


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A medida que iban pasando las horas y el revuelo iba en aumento el gobernador Urtubey cambió el protocolo provincial, firmó el decreto por el que Salta adhiere al protocolo nacional sobre aborto no punible, y permitiría actualmente a la menor interrumpir el embarazo no deseado.

En los últimos días, se conoció otro caso que causó polémica en la provincia de Mendoza. Una niña de 11 años quedó embarazada después de haber sido víctima de una violación por parte de su padrastro. El hecho fue denunciado por una maestra y actualmente quedaron detenidos su padrastro y su mamá, por supuesta complicidad. Otra vez, Mendoza no se encuentra adherida al protocolo de aborto no punible, y se le reclama al gobernador de la provincia Alfredo Cornejo la inmediata aplicación del protocolo.


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En ambos casos, se dice que las niñas quieren continuar con el embarazo. ¿Puede una niña de 10 u 11 años tomar esta decisión? ¿Qué pasa en el estado psicológico de ellas luego de haber sido víctima de una violación por parte de su padre/padrastro? En VICE hablamos con Rodrigo Navarro, especialista en psicología infantil y trabajador social que nos explicó cómo funciona la mente de una niña y las consecuencias que tendría al tomar este tipo de decisiones.

VICE: ¿Qué nos podrías decir ante este tipo de hechos?

Rodrigo Navarro: Para empezar hay que dejar en claro que siempre la violación genera un trauma, no existe abuso sexual sin trauma. La mente de una niña no está preparada para tener relaciones sexuales, menos aún, relaciones no consentidas. A esa edad una niña no es capaz de consentir ese acto porque no tiene las herramientas cognitivas para acceder a ese consentimiento.

¿Cómo perjudica a una niña un trauma de este tipo?

El trauma es un impacto emocional de tal magnitud que no se puede asimilar, lo que genera es confusión, muchas veces estos tipos de abusos, por parte de padres, padrastros, tíos, etc, no son hechos aislados, son cosas que se repiten a menudo, y la confusión por parte del o la menor entra en juego: “el que me tiene que dar amor, me está haciendo daño”.

Estas niñas se cuestionan muchas cosas, el nivel de autoestima es bajísimo, se preguntan por qué le pasó a ella, confunden el cariño que les da un mayor frente a un abuso, claramente porque hubo un trabajo fino de por parte del abusador. Entonces en ese estado no puede decidir si quiere continuar con un embarazo no deseado.

Muchos hablan de mujeres, pero son niñas ¿físicamente lo soportarían?

Que esté biológicamente apta no significa que lo esté psicológicamente. Una puede estár biológicamente apta para engendrar, pero no para parir o ser madre, una nena de 10 años que llega a parir se puede descaderar, le quedarían cicatrices de por vida.

A parte de lo traumático que puede ser una violación, llevar adelante estos embarazos serían sumar más problemas psicológicos…

Lo mejor que le puede pasar a esas nenas es abortar y no seguir adelante con un deseo que seguramente viene de la mano de adultos. Existen adultos que quieren que esas nenas tengan un hijo fruto de una violación y no tienen en cuenta que el hecho de tenerlo es nuevamente traumatizante. Esto significa no respetarle su infancia. Una nena de 10 u 11 años tiene que estar jugando, yendo a la escuela, haciendo cosas que un embarazo no le va a permitir.

Por otra parte, existe una mujer se entera que su hija fue violada por el hombre que ella ama. Eso también es traumático para ella porque se siente culpable por algo que no vio o no reparó. En esos casos primero viene la negación, entonces pueden pensar: “de algo malo saldrá algo bueno”.


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Las madres de las niñas violadas tienen que aceptar que eso sucedió y que no pudo proteger a su hija y que tiene que poder hacerlo a partir de ahora. Cuando las madres se enteran de algo así tienen que decidir si van ser leales a su hija o a su pareja y muchas veces eligen ser leales a su pareja y lo niegan, cuando tienen pruebas irrefutables como es un embarazo, emigran lo terrible del hecho, entonces aparece esa cuestión de intentar tapar mediante una negación, pensando que criando un bebé ajeno va a salvar la familia. Luego también existen otras cuestiones que pueden influir como amenazas, cuestiones económicas, etc.

Sabemos que los hechos son doblemente traumáticos cuando quedan cicatrices. Un embarazo mantiene presente el trauma vivo permanentemente y luego el trauma del parto cuando emocionalmente no puede hacerlo por la edad que tiene, y por último el niño en sí le recordaría permanentemente la violación, con lo cual sería una extensión de una cicatriz. Eso es imborrable.

¿Existe dentro de los parámetros de la psicología una edad para ser madre?

Es una cuestión cultural, de acuerdo el medio en el que se mueva la mujer, el grado de instrucción que pudo tener. Una cosa es una persona que pudo desarrollarse emocionalmente con la posibilidad de elegir, pero si hablamos de niñas vulnerables, esas niñas no tienen la posibilidad de detenerse a pensar si eso lo quieren o no, el hecho está ahí.

Una mujer esta preparada para ser madre cuando puede elegir serlo, cuando sabe a que se expone. Por otra parte a esa edad la sexualidad está latente, a una niña de 10 u 11 años no le interesa el sexo, en la niñez el sexo no te importa, te empieza a importar en la pubertad, cuando descubrís al otro eróticamente, a esas nenas les robaron su infancia.

La maternidad es una elección y eso tiene que estar claro dentro de esta cuestión de despenalización del aborto.

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