Este artículo contiene SPOILERS para Avengers: Infinity War, incluido el spoiler más importante: Ant-Man no sale en la película.
Mientras crecían las expectativas por Avengers: Infinity War —la película más más Marvel de todos los tiempos, el crescendo de una franquicia que ya abarca 18 películas (con muchas más por venir)— los fans tenían muchas preguntas. ¿Cómo podrían los hermanos Russo meter a decenas de héroes en una sola película? ¿Podrían la diversión y alegría características del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) soportar una épica de la longitud de Titanic? ¿Sería comprensible la atiborrada trama, o se disolvería en una bruma de comentarios ingeniosos y secuencias de batallas repletas de CGI? ¿Valdría todo la pena?
Bueno, lamento decir que no fue así. Porque si bien Anthony y Joseph Russo dieron todo lo que tenían, hay un gran agujero en el centro de la película. Scott Lang, también conocido como Ant-Man, ni siquiera sale en la película.
Hay una razón en el universo para todo esto: Ant-Man y Hawkeye tienen familias a las que cuidar, así que no pueden acompañar al escuadrón fugitivo de Avengers de Captain America o unirse al equipo alineado con el gobierno de Tony Stark. Puedo aceptar esa excusa para Hawkeye, que honestamente no habría sido de mucha ayuda en una confrontación cósmica contra el ser más poderoso del universo. Además, el personaje de Jeremy Renner es secundario en el mejor de los casos. No veo a muchas personas clamando por su presencia.
¿Pero Ant-Man? Millones de personas se enamoraron del adorable granuja, quien, como todos recordamos, fue manipulado para formar parte de un plan ideado por Hank Pym (Michael Douglas) para sabotear su antigua compañía y finalmente ganar una batalla dramática contra el malvado Yellowjacket (Corey Stoll). Las audiencias de todo el mundo quedaron cautivadas por la vibra del adorable granuja de Paul Rudd y se quedaron boquiabiertos al ver la capacidad de Ant-Man de hacerse muy pequeño y comunicarse con las hormigas, sin mencionar su poder adicional de hacerse realmente grande que nos fue mostrada en uno de los giros más inesperados de Captain America: Civil War.
Todos esperábamos ver cómo Ant-Man interactuaría con Falcon, contra quien luchó en una de las muchas secuencias de acción inolvidables de Ant-Man. ¿Intercambiarían golpes de manera entretenida? ¿Tal vez Falcon haría algún comentario sobre el pasado de Lang como ladrón o su cautivadora falta de profesionalismo como héroe? ¿Cómo interactuarían las habilidades de Ant-Man con las de Doctor Strange? Bueno, gracias a los genios (sarcasmo) de Marvel, nunca lo sabremos.
En su lugar, nos quedamos atrapados con los mismos personajes que poblaron las entregas anteriores de Avengers. Iron Man está aterrorizado de morir. Thor medita qué curso tomar. A Star-Lord le gusta el rock de los ochenta. Scarlet Witch y Vision están en un romance que a nadie más en el universo le importa. Captain America tiene barba ahora. QUÉ ABURRIDO.
Y no sólo Ant-Man desapareció. ¿No pudieron Hank Pym y Tony Stark haber tenido algún tipo de rivalidad como genios inventores, por no mencionar a los tipos que tenían relaciones complicadas con el padre de Tony? (No me molestaré en resumirlo, porque estoy seguro de que todos están familiarizados con cómo Howard Stark traicionó a Pym). ¿Qué hay de Luis (Michael Peña), cuyos momentos cómicos habrían sido apreciados durante las partes más serias de Infinity War, como la parte donde todos mueren? ¿Por qué se les niega a los fans la oportunidad de ver si Lang y Hope Van Dyne (Evangeline Lilly) aprenden a respetarse mutuamente o, si me atrevo a decirlo, a involucrarse sentimentalmente?
Ese último punto es el más irritante. Seguramente algunas escenas de Lilly y Rudd, que son la pareja más sexy del UCM, habrían generado aún más expectativas para Ant-Man and the Wasp, que saldrá a finales de este año. Pensé que Marvel trataba de crear sinergia. No, al parecer tratan de faltarle el respeto a sus personajes más queridos y de paso a sus fans.
Uf, lo siento, pero necesito analizar la lógica detrás de la ausencia de Ant-Man, que NO TIENE SENTIDO. ¿Me están diciendo que Scott Lang, que estaba tan cautivado por Captain America para luchar contra los otros Avengers, no querría involucrarse en la defensa de la Tierra de la mayor amenaza jamás conocida? No, lo siento, no me lo creo, es un insulto a todo lo que representa el personaje; o debo decir representaba, porque obviamente los escritores del UCM lo han transformado en un cobarde irreconocible.
Por supuesto, los fans seguirán siendo leales a Marvel, en particular dado que la próxima película de la compañía es Ant-Man and the Wasp, que estoy seguro de que no necesito decirles que ha estado causando revuelo en los sitios de cultura geek. (¿Vieron las nuevas imágenes de Rudd montando una hormiga voladora?) Pero no estoy seguro de por qué los directivos insisten en mantener aislados a los personajes de Ant-Man en su pequeño callejón dentro del UCM. Deben descender de su torre de marfil y echar un vistazo a los cosplayers de Ant-Man y Wasp en cada convención, a los niños con camisetas de "Soy Scott Lang", a la devoción, casi de culto, que los fanáticos de Ant-Man le dedican al personaje. Mientras Marvel produce películas dedicadas a personajes oscuros como Guardians of the Galaxy, el estudio no ha podido ni siquiera darnos una película propia de Hank Pym que sirva como precuela de Ant-Man, y mucho menos una película sobre Eric O'Grady, que estoy seguro de que no necesito contarte que se convirtió en Ant-Man después de Lang en los cómics. Esperemos que rectifiquen esto pronto.
Y esperemos que Ant-Man tenga un buen papel en la secuela de Infinity War. Porque si no lo tiene, Marvel podría descubrir algo que no es infinito: la paciencia de los fans.
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Este artículo fue publicado originalmente por VICE US.
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