Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
Durante muchos años, asocié el síndrome premenstrual (PMS) con un momento en que no tenía ningún interés en el sexo. Es decir, quería comer chocolate y carbohidratos, pero lo que sentía hacia mi pareja era o una furia total por dejar el asiento del escusado levantado o querer estrangularlo incluso con solo rozarme. El dolor en los senos, el estómago inflamado y las migrañas provocadas por las hormonas y el estreñimiento tampoco ayudaban.
Pero luego, después de pasar dos embarazos y algunos años de lactancia –que hicieron que mis hormonas y ciclos se volvieran inestables– noté que algo extrañamente increíble comenzó a suceder. Me daban los síntomas comunes de PMS, donde incluso la idea de tener sexo me causaba náuseas. Y luego, un día antes de que llegara mi periodo, me ponía muy caliente y quería tener sexo.
Durante el acto, tenía un orgasmo después del orgasmo, como si mi cuerpo liberara todo lo que había guardado esa semana de PMS. Efectivamente, al día siguiente, comenzaba a sangrar. No estaba segura de qué hacer, pero definitivamente era algo que mi esposo y yo notábamos (y disfrutábamos) cada mes.
Hace poco, mis amigas y yo estábamos platicando sobre el síndrome premenstrual y el sexo (porque, por supuesto), resultó que no era la única que experimentaba el fenómeno y varias me contaron historias casi idénticas.
"Siempre me pongo caliente justo antes de que comience mi periodo", dice mi amiga Katie Smith, de Bowdoinham, Vermont. "Cuando era adolescente me hacía sentir un poco extraña. ¡De adulto, me encanta! No hay nada como un orgasmo para aliviar mis cólicos e irritabilidad".
Mi amiga Jordan (que pidió omitir su apellido), de San José, California, tenía una historia similar a la mía, donde la tendencia comenzó a suceder a medida que crecía, después de que sus hijos nacieran. "Antes de que naciera mi hijo –que ya tiene nueve años– mi deseo sexual raramente era determinado por mi ciclo, excepto, por supuesto, cuando ovulaba", dice Jordan. "Entonces, cuando mi hijo cumplió dos años, noté algo curioso: después de los primeros cuatro o cinco días de PMS en los que mi esposo sabía que probablemente no querría tener sexo, me di cuenta de que tenía una feroz necesidad de hacerle el amor, justo el día antes de que llegara mi período".
Jordan dice que incluso puede saber cuándo llegará su período en función de su repentino aumento de apetito sexual. Otra amiga, Amanda Finch, de Queens, Nueva York, está de acuerdo con ella, incluso dice que cree que tener sexo hace que llegue su periodo. "Si tengo relaciones sexuales el día 27 o 28, cuando estoy muy, muy caliente, mi período llega 12 horas después", me dice Amanda, y agrega que algo le dice que tener sexo "hace que las cosas se muevan allí" y que llegue el flujo. Comparto la experiencia de Amanda: a mí a veces me llega el periodo horas después de haber tenido sexo, como si las contracciones producidas por el orgasmo lo provocaran.
Sé que desde un punto de vista puramente científico, los orgasmos no provocan el periodo. Solo aparece en mi libro favorito sobre el sistema reproductivo, Our Bodies, Ourselves, que he estado leyendo
desde que era adolescente. Si no concebimos durante la ovulación, escriben los autores del libro, "el cuerpo lúteo [estructura endocrina involucrada en la ovulación y el embarazo prematuro] se reabsorbe en el ovario... y los niveles hormonales disminuyen; este es el desencadenante que causa la menstruación".
Pero ya sea que el sexo afecte o no el momento exacto de nuestros periodos, querer tener sexo (y orgasmos) en abundancia justo antes de que lleguen nuestros periodos definitivamente es algo común, al menos para algunas mujeres. Y como siempre he sido adicta al sistema reproductivo femenino (no me juzguen), tuve una compulsión persistente por llegar al fondo de esto. Así que me puse en contacto con Leah Millheiser, obstetra/ginecóloga y profesora asistente en la Universidad de Stanford, que pudo esclarecer la situación.
Ella me dijo algo muy importante. "Primero, comencemos con este hecho", dice Millheiser. "Las investigaciones nunca han mostrado resultados consistentes cuando se trata de determinar cómo el ciclo menstrual afecta el deseo sexual".
Sin embargo, Millheiser reconoce que la excitación el día anterior al periodo es muy común para algunas mujeres, e incluso tiene algunas teorías sobre el porqué. "Aquí hay factores biológicos y psicológicos en juego", me dice Millheiser. "Algunas mujeres están muy 'de humor' justo antes o incluso durante sus períodos debido al riesgo reducido de embarazo. Otras mujeres disfrutan del sexo durante este tiempo porque les ayuda con sus síntomas de PMS, como los cólicos", explica.
Por supuesto, Millheiser sería negligente si no agregara que muchas mujeres ven un aumento notable en su deseo sexual durante la ovulación (semana tres en un ciclo de cuatro semanas), que puede explicarse por ese impulso evolutivo persistente para procrear. "Esto puede tener que ver con el hecho de que son más fértiles durante ese tiempo", dice. Pero aunque la excitación durante la ovulación parece ser un hecho para muchas mujeres que conozco, la mayoría no habla mucho sobre la calentura del día anterior a su periodo.
La explicación de Millheiser de por qué algunas mujeres ven ese aumento de excitación un día antes del período concuerda bien con mi experiencia y la experiencia de muchas de mis amigas. El sexo parece aliviarle los cólicos a muchas mujeres, y sin duda, una ventaja adicional es que es mucho menos probable que quedes embarazada un día antes de que llegue la menstruación. Tal vez tener eso presente, junto con el hecho de que estás a punto de sangrar y probablemente no quieras tener relaciones sexuales durante unos días, sea suficiente para aumentar el apetito sexual.
"Es difícil asociar realmente la libido con una hormona específica, dado que hay muchas cosas que impactan el deseo sexual", dice Connie Liu, obstetra/ginecóloga en el Gallup Indian Medical Center en Nuevo México.
Liu tiene una explicación diferente para ese aumento del deseo sexual antes del periodo: lo atribuye a las fluctuaciones hormonales. "El periodo de una mujer se produce con un cambio descendente en la hormona progesterona; creo que es razonable pensar que hay algunos efectos secundarios relacionados con eso, incluido el aumento del apetito sexual", explica.
La explicación de Liu coincide exactamente con mi experiencia: una semana de sentir esos terribles síntomas de PMS –y muy probablemente provocados por los altos niveles de progesterona durante la fase lútea de mi ciclo; y luego, ese día antes de sangrar, lo que se siente como un cambio rápido (y encantador) en mis hormonas.
Aún así, Millheiser y Liu enfatizan que no hay una tendencia constante cuando se trata de esta investigación. "Es imposible aplicar una visión general cuando se trata de interés sexual y el ciclo menstrual", dice Millheiser.
Por supuesto, todos los cuerpos son diferentes e incluso cambian a lo largo de la vida. Imagino que mi cuerpo ha cambiado y cambiara, sobre todo en unos años cuando esté cerca de la menopausia y todo vuelva a estar fuera de control.
Cualquiera que sea el caso, para mi es muy real el hecho de querer tener sexo justo antes del periodo. Y si alguna vez satisfago o no mi curiosidad sobre el "porqué", voy a seguir adelante y disfrutar al máximo.
Artículo publicado originalmente en octubre 2017.
Wendy Wisner https://ift.tt/eA8V8J
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