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lunes, 8 de julio de 2019

Personas nos hablan sobre ese 'gran ex' que nunca olvidarán

Artículo publicado originalmente por VICE Canadá.

Hace unos meses, en un concierto, la entonces novia de mi mejor amigo me gritó al oído que su ex estaba allí. Le aseguré que sabía dónde estaban todas las salidas del lugar y que podíamos salir de allí en 10 segundos, pero ella solo se rió. No te preocupes, dijo, él es el más importante, pero no el único.

Toda la gente que conozco tiene un "gran ex", y al parecer, esos entran en una categoría completamente diferente a nuestras demás parejas. Son personas de nuestro pasado que, sin importar con cuántas personas más hayamos salido después, dejan una marca permanente.

La mayoría parece desafiar las reglas estrictas del apego, como el mío: salimos durante poco tiempo, pero la ruptura me tumbó durante meses. En ese momento, vivía según la regla de Charlotte York en Sex and the City: "Se necesita la mitad del tiempo total que saliste con alguien para superarlo" o algo aún más cliché: "el tiempo cura todas las heridas". Esperé a que el dolor expirara como un yogurt olvidado atrás del refrigerador.

Pero este tipo de exnovios(as) desafían las reglas, porque no hay una línea de tiempo universal, según el Dr. Amir Levine, profesor asistente de psiquiatría en la Universidad de Columbia y reciente coautor de Attached. Poner fin a las relaciones más cortas puede ser incluso más doloroso que terminar las relaciones de años porque "romper una relación en su punto máximo, puede ser de las cosas más dolorosas que te puedan pasar", le dijo Levine a VICE.



El Dr. Matthew Johnson está de acuerdo en que Charlotte estaba equivocada, a pesar de que las relaciones más largas signifiquen que sus vidas podrían estar más conectadas. "Algunos romances cortos y muy apasionados se arraigan a las personas porque experimentaron solo los niveles más altos de amor hacia esa persona... y nunca tuvieron que pasar por las partes más difíciles de la vida que son necesarias para lograr un amor duradero", dijo Johnson, quien estudia el desarrollo de relaciones íntimas en la Universidad de Alberta.

La duración de las relaciones pueden no ser sinónimo de su significado, pero el momento es clave, según Levine, y especialmente cuando eres joven. "Hemos tenido muchas experiencias juntos", dijo Rohina, de 23 años, quien conoció a su ex en su primer día de orientación universitaria en un país desconocido y tuvieron una relación intermitente durante cinco años. Robert, de 25 años, y su gran ex "se guiaron entre sí durante todo este cambio de ir a la universidad".

Las primeras rupturas tienen la oportunidad de convertirse en las importantes. "Una vez que rompes con alguien, sabes que es muy doloroso, y como ya has pasado por eso, sabes que vas a superarlo", dijo Levine. "Pero cuando te rompen el corazón por primera vez, no tienes un marco de referencia".

Jane dice que el ex más importante que tuvo llegó en un momento significativo, no solo porque era joven, sino porque iba en la secundaria y estaba experimentando una relación intensa mientras exploraba su sexualidad, su identidad de género y la enfermedad mental de él y su pareja. "[La relación] sucedió cuando era más vulnerable de lo que probablemente volvería a ser", dijo Jane, de 23 años, cuyos padres no apoyaron la relación. "También he llegado a ver esto como una pieza en el rompecabezas más grande de que los niños LGBTQ + caigan en relaciones poco saludables porque no cuentan con el apoyo de la comunidad".

Sarah Crosby creó y organizó Recalculating, un podcast canadiense sobre las diversas transiciones de la vida a partir de las rupturas y descubrió que el tema de la vulnerabilidad surgía una y otra vez. "Creo que la gente se avergonzaba mucho más de las rupturas", dijo Crosby sobre las personas que entrevistó en el programa, quienes a menudo se lamentaban de ser demasiado vulnerables o no lo suficientemente vulnerables en ese momento. "Tenía la sensación de que la mayoría de las personas no sentían que estaba bien llorar por otra cosa que no fuera la muerte".

Un sentimiento de vergüenza, según Johnson y Levine, es parte de por qué poner una ruptura en una línea de tiempo puede ser tan peligroso. "Lo que sucede muchas veces es que no solo la persona sufre porque está pasando por una separación, sino que también sufre porque siente que no lo está haciendo lo suficientemente rápido o que algo anda mal con él/ella", dijo Levine. "La biología es muy poderosa aquí, [por eso] cuando ya podemos 'seguir con nuestras vidas' es porque ya lo decidimos".

Denise, de 62 años, ha estado con su esposo durante décadas, pero un hombre con el que salió en la universidad aún se destaca porque las razones por las que terminaron la llevaron a una gran transformación personal. "Comencé a darme cuenta de que había muchos abusos en su familia", dijo, razón por la cual rechazó su propuesta de matrimonio. “Diez años después, me di cuenta de que era porque en mi familia también había abusos y los había suprimido profundamente. Y eso se convirtió en una pieza importante de sanación en mi vida que me cambió por completo".

Denise dice que por eso dudaba empezar a salir con su actual marido, y Levine enfatizó que la vulnerabilidad puede ser tanto una fuente de sufrimiento como una parte del proceso de curación. "Mi ex fue la primera persona que me hizo sentir segura con los hombres de nuevo y como que podía confiar en la gente de nuevo", dijo Caitlin, de 25 años, que había estado en relaciones traumáticas y abusivas antes. Ella y su ex más importante anduvieron durante seis meses y dijo: "a largo plazo, me hizo poner a las personas en un estándar más alto". Estos detalles de introspección se filtraban en cada conversación, algo con lo que Crosby cree que la generación más joven es particularmente buena, para bien o para mal. Robyn, de 33 años, siente que "nunca fue capaz de amar con tanta libertad o facilidad" que con su gran ex, a quien conoció en el campamento de verano a los 14 años y tuvo una relación a larga distancia durante cinco años. "Creo que siempre será un recordatorio de la pureza y la posibilidad en el amor joven", dijo.

Estos exes no son solo personas, son las ciudades a las que nos mudamos, las oficinas que nos sofocan, los espejos a través de los cuales nos conocemos a nosotros mismos. "Creo que, más que nada, le lloras a la persona que eras cuando estabas con esa persona", dijo Crosby.

Rohina piensa, en cierto sentido, que estos exes están arraigados a nosotros. "Es como cuando pones el pulgar en arena o en un molde de arcilla", dijo. "¿Qué tan profundo llega? ¿Qué tanto forma tu escultura?".

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