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viernes, 4 de mayo de 2018

Hablemos de machismo en el futbol

Artículo publicado por VICE México.

Recuerdo el recreo en mi escuela. Los hombres jugábamos futbol en el patio, muchas veces ocupándolo casi todo. Lo que no notábamos durante el partido era a las mujeres alrededor, esquivando balonazos, sin espacio para jugar. Esto no es casual: es el reflejo de la sociedad en que vivimos. La ocupación de los espacios no es neutral, mucho menos parejo. Así como ocurría en el patio de mi escuela, esto sigue sucediendo en todos lados.

Hace unos días, María Fernanda Mora —colega y amiga mía— fue agredida sexualmente durante una transmisión en vivo. Mientas cubría en vivo el triunfo de las Chivas (uno de los equipos con más aficionados de México) para el canal de televisión de paga Fox Sports, un grupo de aficionados del rebaño aprovechó para rodearla y manosearla. Uno de ellos le “agarró un glúeteo” y luego le “metió la mano entre los glúteos en dos ocasiones más”, según ella misma explicó más tarde en un comunicado a través de su cuenta de Twitter.

La reacción de la periodista fue la de cualquier persona que se hubiera sentido atacada y la aplaudo: interrumpió su reporte para voltearse y enfrentar a su agresor golpeándolo con la misma mano con la que empuñaba el micrófono. Como si esa violencia no fuera suficiente, en los días siguientes al ataque María Fernanda recibió insultos a través de redes sociales. Comentarios del tipo: “¿Por qué lleva un pantalón tan apretado?”, “Fue su culpa, no debería vestirse así en un lugar con hombres borrachos”. Lamentable.

Esto pasó entre aficionados de las Chivas, pero igual pudieron haber sido hinchas de los Pumas, el América o los Colibríes. No podemos seguir minimizando el machismo. Ejercer el periodismo como mujer en este país de por sí ya es difícil. En el futbol, como en muchos ámbitos, las mujeres saben que la organización y la lucha es la única salida para pelear contra la violencia machista en la sociedad. Tenemos que unirnos a su lucha, cada quien desde su trinchera. Tratemos todos —periodistas, futbolistas y aficionados—, que sea lo menos difícil para todas ellas, empezando con la educación y lo que le decimos a nuestros hijos en casa.

A lo largo de mi trayectoria en diferentes medios de comunicación, mi relación con las mujeres periodistas ha sido siempre de admiración y respeto. He tenido la fortuna de trabajar con profesionales preparadas e inteligentes como Verónica Rodríguez, Jimena Sánchez, Mónica Arredondo, Adriana Monsalve, Ana Cathy Hernández, Marion Reimers, Aline Arnot, Katia Kastorena, Cristina Romero, Mariana Velázquez de León, y ellas son solo algunas de las tantas periodistas que hoy ocupan las pantallas de los programas deportivos más importantes de México. Mis respetos para todas ellas, que ejercen esta labor tan bonita pero tan complicada de llevar a cabo en México, donde abundan los hombres periodistas a quienes todavía les cuesta trabajo aceptar que una opinión femenina sobre deporte tiene el mismo peso y validez que las suyas.

Quizás no podamos cambiar realidades tan drásticas como que en Irán hace apenas unos días un grupo de cinco mujeres hayan tenido que vestirse de hombres para entrar a un estadio y poder disfrutar de un partido de futbol. Pero los amantes del futbol sí podemos aportar mejores actitudes y más respeto para que las reporteras no tengan que enfrentar agresiones sexuales mientras realizan su trabajo. Y sí podemos evitar que más niñas lleguen a su casa con el rostro triste después de la escuela porque sus compañeros no le permitieron jugar futbol en el recreo, porque “eso es cosa de hombres”.

El machismo es en una forma autoritaria de ejercer poder. Aunque tenga un formato democrático, eso que ejerce el hombre de manera patrimonial es el motor de la violencia y la desigualdad. Hagamos que el patio del recreo sea un lugar para que puedan jugar todos por igual.

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Fer Gay https://ift.tt/eA8V8J

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