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viernes, 5 de julio de 2019

Incendios forestales 'sin precedente' ardieron en el Círculo Polar Ártico en junio

Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.

En todo el Ártico, más de 100 incendios forestales están liberando nubes de dióxido de carbono y otras emisiones dañinas a la atmósfera.

Los incendios han estado ardiendo en el Círculo Ártico en Siberia y Alaska durante semanas. Aunque el fuego es una parte natural de algunos ecosistemas árticos, los científicos consideran que este evento "no tiene precedente" para el mes de junio, en función de su tamaño y las emisiones de dióxido de carbono.

"Estos son algunos de los incendios más grandes del planeta, con algunos de más de 100,000 hectáreas", dijo Thomas Smith, profesor de geografía de la London School of Economics, en un correo electrónico. "La cantidad de CO2 emitido por los incendios del Círculo Polar Ártico en junio de 2019 es mayor que todo el CO2 emitido por los incendios del Círculo Polar Ártico en el mismo mes desde 2010 hasta 2018 en conjunto".

Solo en Alaska, ya se han producido 369 incendios forestales este año, los cuales han consumido 262,434 hectáreas. Todos los días se producen nuevos incendios, los cuales contribuyen a los 115 que siguen ardiendo hasta el momento de escribir este artículo. Debido a las condiciones cálidas y secas, se espera que Alaska presente más incendios forestales a lo largo del mes. Con la esperanza de prevenir nuevos incendios, Alaska ha instituido una prohibición de fuegos artificiales en gran parte del estado y ofrece un mapa interactivo de los incendios forestales actuales.

Mark Parrington, un científico que estudia las emisiones de incendios forestales en el Centro Europeo para Previsiones Meteorológicas de Mediano Alcance (ECMWF, por sus siglas en inglés), dijo en un correo electrónico que en junio de 2019 los incendios forestales en el Ártico lanzaron 50 megatones de dióxido de carbono. También explicó que en los primeros dos días de julio, el Círculo Polar Ártico ya ha liberado de 4.5 a 5 megatones de CO2.

"Los datos del [Sistema Global de Asimilación de Incendios] muestran que los incendios típicos del Círculo Polar Ártico ocurren en julio y agosto, por lo que ha sido inusual ver incendios de esta escala y duración en esa parte del mundo en junio", señaló Parrington.

A medida que la crisis climática continúa exacerbando los fenómenos meteorológicos extremos y los desastres naturales, se esperan enormes incendios en todo el oeste de Estados Unidos. Parece contradictorio que los incendios forestales masivos hayan azotado estos paisajes helados. Algunos incendios forestales en el Ártico son normales, pero las temperaturas extremas y el calentamiento rápido están creando incendios fuera de control.

"No solo los combustibles se están volviendo más secos e inflamables en condiciones más cálidas, sino que en muchos lugares la creciente presencia de arbustos tiene el potencial de aumentar la actividad de los incendios", dijo Merritt Turetsky, profesor de la Universidad de Guelph, en un mensaje directo de Twitter. "Estos ecosistemas tienen el potencial de liberar carbono que tiene de cientos a miles de años de antigüedad debido a las condiciones extremas que provocan los incendios".

Con los veranos más calurosos y secos, estos incendios son fáciles de iniciar: un rayo o las chispas de una fogata podrían encender fácilmente la vegetación seca. En Alaska, algunos de estos incendios pueden ser combatidos por equipos de bomberos. Sin embargo, otros están demasiado alejados de la civilización para combatirlos. Eso significa que no afectarán a las comunidades, pero también significa que continuarán creciendo sin restricciones, dijo Smith.

Sin embargo, los incendios forestales no tienen por qué devastar a las comunidades para afectar a los humanos. El humo no se queda quieto: los científicos de ECMWF han rastreado el humo de los incendios forestales canadienses que se desplazan a través del Atlántico, por ejemplo. Los incendios en el Ártico se dan en un suelo rico en carbono, lo cual libera el carbono almacenado y contribuye a un circuito de retroalimentación que los vuelve cada vez más calientes.

Este efecto de calentamiento del cambio climático hace que los incendios forestales del Ártico sean más probables, dijo Smith, ya que el Ártico se está calentando más rápido que el resto del planeta. Junio de 2019 fue el más caluroso que se haya registrado, según lo anunciaron científicos durante la semana.

"En esta parte remota del planeta, los incendios son mucho más una función del cambio climático que de los cambios en la administración de la tierra, debido a la baja densidad de población en el Círculo Polar Ártico", explicó Smith.

Este artículo apareció originalmente en VICE US.

Madeleine Gregory https://ift.tt/eA8V8J

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