Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
El hongo Massospora no puede vivir fuera de las cigarras. Los científicos finalmente han descubierto lo que hace: apoderarse del cuerpo de las cigarras y enviarlo a una búsqueda frenética de sexo.
Las cícadas periódicas viven hasta 17 años bajo tierra antes de emerger como adultos. Según el estudio, publicado en la revista Fungal Ecology el 24 de junio, el Massospora las infecta justo antes de que emerjan, lo que hace que su abdomen comience a desprenderse.
Las cigarras macho infectadas, pierden el control de sus cuerpos, e intentan aparearse con cualquier cosa que encuentren, batiendo sus alas de la misma forma en que lo hacen las hembras en los rituales de apareamiento.
Estos intentos de apareamiento no ayudan mucho a las cigarras, ya que para entonces el hongo ya se ha comido sus genitales y trasero. Desafortunadamente, el hongo sí se ve beneficiado, pues esta conducta ayuda a propagar sus esporas y a infectar a más cigarras.
"El hongo se propaga como una enfermedad de transmisión sexual", dijo el autor principal del estudio, Matthew Kasson. "Y se puede contagiar de macho a hembra y de macho a macho".
Un grupo de investigadores de la Universidad de Virginia Occidental capturaron y analizaron unas cigarras infectadas, con esto identificaron dos compuestos que creen que son los responsables de la pérdida de control sobre sus cuerpos: la catinona, una anfetamina que normalmente se encuentra en las plantas, y la psilocibina, el compuesto psicoactivo de los hongos alucinógenos.
Sin embargo, antes de comenzar a pensar en comer cigarras para intentar drogarte, los investigadores advierten que la psilocibina es solo uno de los muchos compuestos que se encuentran en este hongo, entre los cuales hay otros que pueden ser dañinos.
Este descubrimiento podría sentar las bases para el desarrollo de nuevos medicamentos para los seres humanos. Anteriormente, la catinona se había encontrado solo en las plantas y la psilocibina, solo en los hongos alucinógenos. Después de secuenciar el genoma, los investigadores no detectaron las mecanismos normales para producir estos compuestos, lo que significa que podrían producirse de una manera completamente nueva.
"Esto podría significar algún tipo de avance para la medicina", dijo Kasson. "Estos compuestos psicoactivos son medicamente importantes".
Debido a que no es posible cultivar este hongo en un laboratorio, los científicos dependen de las cigarras ya infectadas para aprender más sobre todo esto.
Los investigadores aún no están seguros de cómo afectan exactamente estos compuestos a las cigarras, pero se ha encontrado que compuestos similares afectan el comportamiento de otros insectos. Una anfetamina similar a la catinona ha demostrado aumentar la agresividad en las hormigas, mientras que algunos han teorizado que la psilocibina podría funcionar como protección contra los depredadores. Para averiguar cómo afectan exactamente el comportamiento estos compuestos, los investigadores necesitarían hacer pruebas en formas purificadas de ellos, algo que no pueden hacer sin el permiso y la supervisión de la Administración para el control de drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
Madeleine Gregory https://ift.tt/eA8V8J
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