Este artículo se publicó originalmente en TONIC US.
Si alguna vez has tenido problemas de sueño, es probable que alguien que conozcas o alguna guía en internet te haya dicho que intentes fumar un poco de hierba. Tanto en la comunidad del cannabis como en la cultura popular, se cree que algunas cepas o productos promueven un sueño rápido y profundo; el insomnio es una de las causas más comunes por las cuales la gente busca marihuana hoy en día.
Pero si le preguntas a cualquiera que haya investigado más sobre los efectos de la marihuana sobre el sueño, te dirá en seguida que casi todo el conocimiento aceptado en torno a la hierba y el sueño es dudoso y, en el mejor de los casos, simplificado. En verdad, dice Jeffrey Raber, fundador de The Werc Shop —un laboratorio experimental de marihuana— "no sabemos mucho de nada en concreto" sobre trastornos del sueño y la hierba. Esto no significa que el cannabis no tenga utilidad para dormir, añade Raber, sólo que los consumidores deberían cuestionar las narrativas comunes sobre el tema y acercarse a este método con un conocimiento sólido y cierto grado de precaución.
¿La índica es mejor que la sátiva para dormir?
Quizás la línea más antigua, más común y más simple que se sigue en el mundo del cannabis es que, para dormir bien, se necesita una cepa índica en lugar de una sativa. High Times, Leafly y otros medios especializados publican regularmente listas de índicas, y alguno que otro híbrido de vez en cuando, que deberían dejarte inconsciente. Sin embargo, Raber y otros investigadores coinciden en que esta narrativa se basa en anécdotas imprecisas de los usuarios. Muchos testimonios pueden estar influenciados por anécdotas ajenas y pueden haber construido un efecto placebo alrededor de esa exageración y expectativa.
"Las personas son más propensas a comprar índicas para dormir", dice Marcel Bonn-Miller, un psicólogo que estudia los efectos del cannabis sobre la ansiedad y el sueño, "pero eso no necesariamente significa que las índicas sean mejores que las sativas para dormir; no hay ningún elemento que señale alguna diferencia de efecto entre las dos variedades. Bonn-Miller cree que las personas sólo compran índicas, porque otras personas les dicen: "'Deberías usar esta para dormir', y es lo que terminan comprando".
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En verdad, Bonn-Miller y otros investigadores señalan, la diferencia entre índicas y sativas puede ser completamente superficial y engañosa. Dos índicas podrían tener compuestos similares con efectos radicalmente diferentes en el sueño. La misma índica en dos tiendas diferentes puede no tener un perfil químico similar; es posible que una ni siquiera sea una índica. Y la calidad de un lote a otro de índica, aún del mismo productor, podría variar significativamente en sus efectos reales sobre el sueño.
Esto habla de qué tan impredecible resulta el uso del cannabis (toda la planta) para atender problemas del sueño. Como señala el investigador de farmacología cannábica Ryan Vandery, la hierba pura es químicamente compleja y en última instancia poco confiable; es difícil precisar cómo un lote afectará el sueño de un individuo a detalle. Incluso algunos distribuidores reconocen estas limitaciones hoy en día, como Dina Browner —alias la Dra. Dina—un elemento de la escena de dispensarios en California. "Por lo general, cuando compras una bolsa de hierba, no puedes elegir los compuestos de su estructura", dice ella.
¿El THC o el CBD te ayudan a dormir mejor?
Investigadores han estudiado algunos de los componentes del cannabis y descubrieron que tienen, como lo expresa Vandery, "un efecto directo y bastante pronunciado sobre el sueño". El THC, explica, claramente hace dormir a la gente más rápido de lo habitual y puede reducir el sueño MOR —la etapa en que soñamos—, lo cual podría ayudar a personas con trastorno de estrés postraumático (TEPT) o ansiedad, quienes a menudo soportan pesadillas que alteran su descanso. El CDB también puede ayudar a contrarrestar la depresión y la ansiedad, fomentando un sueño más tranquilo y reparador.
Pero esta investigación está en su infancia, especialmente cuando se trata de estudios humanos, señala Bonn-Miller. Vandery también advierte que el hecho de que sepamos cómo funciona un compuesto en general, no significa que sepamos cómo utilizarlo mejor para los trastornos del sueño. Para empezar, señala Kymron de Cesare del laboratorio de pruebas de cannabis Steep Hill, la falta de sueño podría ser el resultado de cualquier cosa, desde una mente inquieta hasta una pierna inquieta. Cada problema puede requerir una mezcla de compuestos diferente y aún incierta. Algunos podrían estar más allá de los límites de la hierba o sus componentes. Además, señala Vandery, la biología individual, debido a factores hereditarios o ambientales, podría producir una variación intensa de los efectos de persona a persona, misma que aún no entendemos por completo.
La investigación existente también muestra que el cannabis y sus compuestos pueden tener efectos adversos sobre el sueño. En ciertos estudios, el CBD parece promover la vigilia en lugar del sueño. Y diferentes dosis de THC pueden producir efectos muy diferentes; con la dosis incorrecta podría, por ejemplo, aumentar la ansiedad de alguien en lugar de suavizarla. El THC también puede tener efectos duraderos, lo que provocaría una somnolencia continua por la mañana. Ese efecto tipo cruda, dice Vandery, es la razón por la cual los investigadores abandonaron el THC como una posible ayuda para dormir en los años 70. (Aunque vale la pena señalar que la prevalencia y la gravedad de las "crudas de marihuana" sigue siendo un tema de debate entre investigadores).
Además, el uso a largo plazo del cannabis puede desarrollar tolerancia a sus efectos para mejorar el sueño en las personas, reduciendo su utilidad e incluso generando una abstinencia que dejaría a las personas con un sueño peor cuando dejen de usarlo. En teoría, la dosis correcta o la frecuencia de uso podría mitigar estos efectos negativos en potencia. Pero la investigación sustantiva aún no se encuentra en una etapa en la que cualquier persona con la que haya hablado pueda ofrecer consejos reales sobre esos elementos.
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Esta imagen desordenada rara vez llega a las personas que buscan ayuda para dormir porque, como señala el doctor en cannabis Jordan Tishler, los vendedores y defensores acérrimos tienden a aferrarse a las sugerencias de que algo cannábico puede ayudar con el sueño como prueba de que es así y omiten los hallazgos contradictorios. Esta es la razón por la cual personas como Browner insisten en que el CBD es un confiable auxiliar del sueño: "El CBD se siente como si alguien que amas te diera un agradable y cálido abrazo", dice ella, y rechaza la idea de que promueva la vigilia, como sugieren los investigadores. La mayoría de los investigadores con los que he hablado atribuyen esto a una mezcla de falta de información y avaricia de la industria. "La persona en el dispensario no le va a decir a alguien que quiere comprar, 'No, no deberías comprar esto'", dice Vandery.
Ninguno de los investigadores —que advierten o delimitan los beneficios y daños— está implicando que la hierba no tiene utilidad para dormir. La mayoría de los investigadores sólo cree que necesitamos más estudios en humanos sobre estas experiencias de sueño, incluso sobre compuestos que hallamos en el cannabis, más allá del CBD y el THC, como los terpenos —compuestos que dan a la marihuana su aroma y sabor— que probablemente tienen efectos importantes en el cuerpo humano, y cómo estos compuestos actúan entre sí con respecto a diferentes estados de sueño.
Hasta que tengamos esos estudios (que son difíciles de llevar a cabo por las prohibiciones legislativas en general), Tishler argumenta que los productos de marihuana no deben comercializarse como auxiliares del sueño definitivos. Hacerlo, dice, mermará el posible valor medicinal del cannabis en el futuro por este u otros problemas. Por ahora, sugieren Bonn-Miller y otros, que quienes padecen problemas de sueño deben enfocarse en tratamientos bien entendidos y efectivos, como la terapia cognitivo-conductual, que ayuda a abordar las raíces del insomnio.
Consejos para la práctica
Sin embargo, para cualquier persona que esté dispuesta a explorar el cannabis para dormir, los investigadores sí tienen algunos consejos: duda de los testimonios, sugiere Tishler, o de afirmaciones de cualquier vendedor o fabricante. Experimenta con diferentes variedades o productos, Raber recomienda, de forma metódica y paciente, hasta que (si tienes suerte) encuentres algo que funcione para tu cuerpo y necesidades de sueño. Comienza con una dosis baja, advierte Bonn-Miller, y sube gradualmente para encontrar un punto óptimo sin arriesgarte a los efectos adversos. Idealmente, Vandrey considera, todo esto debe hacerse bajo la opinión de un médico que comprenda tus problemas de sueño y sólo de manera intermitente o a corto plazo para evitar la tolerancia o la dependencia.
Esto puede sonar frustrante e irracional. Debería ser más fácil para las personas descubrir cómo una sustancia tan promocionada ayudará o perjudicará su sueño. Desafortunadamente, es justo donde se encuentra la ciencia hasta hoy. Y podría decirse que es mejor comenzar con esta expectativa que probar alguna cepa o producto auxiliar del sueño, descubrir que no funciona y hasta entonces que el vendedor te diga ah sí, no funciona para todos, necesitas probar más productos hasta que encuentres el adecuado para ti. Pero "si estás usando algo", dice Raber, "y funciona, sigue así".
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