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lunes, 23 de abril de 2018

Puede que la música cure la cruda

¿Existe algo peor que pasar un domingo de cruda que te destruye todas las endorfinas, teniendo que trabajar el lunes y tras pasar los tres mejores días del año en un festival de música? ¿Se te ocurre algo más horrible que levantarte temprano después de haber ido a un concierto con un dolor de cabeza insoportable y de repente te acuerdas de que habías quedado de comer con alguien en menos de media hora? Varios estudios han demostrado que escuchar música cuando te sientes mal tras una noche de fiesta no sólo te puede calmar y distraer, sino también puede reducir las náuseas y los dolores de cabeza.

Antes de que vayas corriendo a abrir el cajón de las medicinas, prueba darle un respiro a tus órganos vitales y escucha tu disco favorito, aunque es más recomendable poner una lista de reproducción de Spotify con música relajante, como la de Enya, por ejemplo.

“Hay gente que piensa que la música puede ser tan eficaz como las drogas, aunque, para la mayoría, lo mejor es combinarla no con drogas, sino con remedios naturales”, indica el doctor Alexander Mauskop, director y fundador del Headache Center de Nueva York. “Está demostrado que la menta, al igual que tomar un suplemento de magnesio, disminuye el dolor. Se puede probar también con el café y muchos otros líquidos”.

Efectivamente, el café siempre funciona, igual que las papas hash brown.

Lógicamente, no todos los géneros musicales tienen propiedades curativas. Un estudio reciente señala que muchos de ellos pueden ayudar a disminuir los dolores, pero no son necesariamente los que te imaginas. Mauskop hace referencia a dos estudios importantes publicados en la revista académica Pain (“Dolor”, un nombre muy apropiado) que destacan la capacidad de la música para eliminar las molestias físicas.


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En el primer estudio, realizado en 2008, la música “agradable” es la única que disminuye el dolor, por lo que habría que evitar el rock pesado. En cambio, en el segundo, las personas sometidas a un nivel de dolor bajo tienden a ver cómo este disminuye escuchando tanto música alegre como música triste. Es decir, no tendría relevancia el tipo de lista de reproducción, una buena noticia para todos los que nos excusamos en la cruda para no salir de la cama en todo el día y ponernos sensibles con artistas como Sufjan Stevens.

Además, no hay que ponerla muy alta. Mauskop recalca que a mucha gente subirle mucho el volumen le puede provocar migrañas y dolores de cabeza.

Todavía no existe una investigación que aclare por qué se cree que la música tiene propiedades curativas, pero de momento se deja entrever que consigue aliviar el dolor, además de actuar como una mera distracción. Un estudio de 2011 de la Universidad de Edimburgo concluyó que escuchar música puede reducir la necesidad de tomar analgésicos después de una operación, ya que calma a los pacientes a la vez que atenúa las sensaciones. El ensayo se ha basado en otro estudio reciente que manifiesta que la música puede ayudar a reducir la presión arterial, el sufrimiento que puede ocasionar el dolor, las náuseas y los vómitos.

Estos estudios demuestran que, incluso si la música no es tu pasión o si todo lo que escuchas es la lista de las cuarenta canciones más famosas, también puede curarte la resaca. “Hay personas que responden mejor a la música, pero no son necesariamente aquellas que están más familiarizadas con ella, ya que puede funcionar incluso con aquellas que no la escuchan a menudo”, comenta Mauskop.

Dale una oportunidad. No tienes nada que perder, salvo la sensación de que tu cuerpo se desintegra y que jamás volverás a ser humano.

Es posible que, en un futuro, podamos saber a ciencia cierta cuál es la mejor forma de usar la música para aliviar el dolor. Por ejemplo, ya sabemos que algunas frecuencias afectan al cerebro de manera positiva. Un trabajo de investigación de 2015 de la Universidad de California, en Berkeley, sugiere que la música puede actuar como antiinflamatorio y, la música clásica en especial, puede ayudar a concebir el sueño, lo que puede convertirse en la mejor forma de combatir los dolores en los próximos años y conseguir un futuro libre de crudas.

Por último, la mejor parte de escuchar música al estar crudo es la capacidad que tiene para levantar el ánimo de manera inmediata. Todos sabemos que la música nos puede hacer sentir mejor después de tener un mal día en el trabajo o pasar por una ruptura y la musicoterapia, un campo de la medicina que está en crecimiento, sostiene que la música alegre puede animar a los pacientes que sufren enfermedades o se están recuperando de operaciones serias, por lo que parece lógico que pueda hacer lo mismo con la cruda.

Esta es una buena noticia, ya que mejorar el estado de ánimo es la clave para superar una cruda y, posiblemente, disfrutar de poder tirarte en la cama con tu laptop y atascarte de botanas mientras te recuperas.

Katherine Gillespie https://ift.tt/eA8V8J

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