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miércoles, 25 de julio de 2018

Brain Freeze: ¿Qué tanto daño hace que te congeles el cerebro?

Estamos en épocas de calor en las que odiamos salir a la calle porque sudamos, nos sofocamos y nuestra piel se quema por los intensos rayos solares. Además, el bochorno citadino no ayuda a pasar un rato agradable al aire libre. Por ello buscamos formas para refrescarnos. La cerveza es una opción pero está prohibido beber alcohol en la vía pública y en tu trabajo o escuela seguro no te dejarán hacerlo. Así que decides comprar algo con hielo. Mientras más frío mejor.

Helados, nieves, frapes, raspados y paletas de hielo, parecen ser un pequeño oasis en el desierto urbano. Estás tan acalorado que das el primer sorbo como si no hubiera un mañana, tratando de reducir lo más pronto posible tu calor corporal. Pasan unos segundos y de pronto ¡Boom! Tu cabeza quiere estallar. La frente te duele, incluso sientes malestar en tu nuca. Te llevas una mano a la cabeza mientras pasa el dolor. Segundos después la molestia se ha calmado. Ahora seguirás consumiendo tu helado con mucha desconfianza.

Lo que ocurrió en tu cuerpo fue una situación que se presenta comúnmente cuando pruebas algo muy frío llamada “Brain Freeze”, o congelamiento cerebral. Es un proceso tan popular que existen retos entre jóvenes de todo el mundo que sorben en un instante una buena cantidad de hielo para sentir cómo su cerebro se congela. En redes sociales muestran videos del dolor que experimentan mientras su amigos se ríen con su sufrimiento momentáneo.

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Pero, ¿realmente se congela tu cerebro cuando bebes una bebida fría demasiado rápido? Consultamos a Cristopher Casarrubias Martínez, médico cirujano de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, para que nos explicará qué es es el Brain Freeze y qué provoca en nuestro cerebro.

“El término médico de esta condición es ‘ganglioneuralgia esfenopalatina’. Se trata de un mecanismo de defensa de nuestro cerebro para protegerse contra los cambios repentinos de temperatura”, explica Casarrubias Martínez.

Esto se genera, explica el médico, cuando sorbes un líquido bastante frío, ya que cerca de la garganta y hacia el paladar existen unas arterias que con la baja temperatura provocan el aumento del flujo de sangre y presión hacia el cerebro. Es decir, el cerebro se llena de demasiada sangre y no puede sacarla con la misma rapidez con la que entró.

“El cerebro no siente dolor a pesar de sus millones de neuronas, sentimos dolor porque el ganglio esfenopalatino, está relacionado con el nervio trigémino que se encarga de dar movimiento y sensibilidad a la cara y estructuras de la cabeza, éste permite que la información de nuestra frente y paladar llegue a nuestro cerebro, cuando un estímulo frío causado a la arteria cerebral anterior provoca cambios en el flujo y presión de sangre en los lóbulos parietales y frontales. Por eso nos duele la frente”.

— ¿Qué es lo más grave que nos puede ocurrir con esto?

— A pesar de que el congelamiento repentino hace que te duela la cabeza, no tiene efectos mayores a largo plazo. Lo peor es que te desmayes y al caer te pegues en la cabeza. Es una medida de protección del cerebro: se apaga como una computadora o un automóvil cuando detecta una temperatura extrema como mecanismo de seguridad.

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Pero el Brain Freeze no sólo es una práctica común entre los adolescentes tipo Jackass que buscan diversión a partir del dolor, también es usual que lo hagan con animales. Si entras a YouTube, y tecleas “Brain Freeze” en el buscador, en fracciones de segundos aparecerán decenas de videos y compilaciones que muestran a mascotas, sobre todo a gatos, experimentado esa sensación después de lamer un helado o una paleta de hielo.

Un gato gris lame lo poco que queda de una paleta de hielo rápidamente. Instantes después alza la vista y clava su mirada en un punto ciego mientras abre totalmente su hocico, no emite ningún sonido. Se ha quedado pasmado, como si le hubieran puesto pausa a su cara de susto. A los cuatro segundos reacciona y continua lamiendo el trozo de madera que sostenía a la paleta.

El video es una compilación de grabaciones similares. Tiene más de 4 millones de reproducciones. Algunos usuarios comentan que les causó gracia lo que vieron durante los más de dos minutos y medio que dura el video, mientras que otros señalan que se trata de crueldad contra los animales e invitan a denunciar ese tipo de prácticas.

En otro video, un joven de unos 15 años sorbe intensamente un frappé de moka durante algunos segundos, animado por su amigos, luego lo bebe directamente, casi al instante comienza a gritar, mientras aprieta su cabeza con sus manos. Da algunos pasos sin sentido, brinca, camina de nuevo. “¡Esto sí duele!”, dice mientras se hinca. Sus amigos sólo se ríen. “Esto es para YouTube”, comenta uno de ellos.

Pero el Brain Freeze es tan popular que supera los retos de las redes sociales y ha formado parte del guión de películas y series famosas. Un ejemplo es un capítulo de Dragon Ball, cuando Bills, uno de los personajes principales, sufre congelamiento de su cerebro al probar helado: “¡ay no puede ser, comí muy rápido y ahora se me congeló el cerebro!”, dice mientras no deja de apretar su cabeza con sus manos.

Otro es en la película Dumb and Dumber, realizada en 1994 y protagonizada por Jim Carrey y Jeff Daniels. En una de las escenas ambos amigos experimentan esa situación luego de ingerir a través de un popote sus respectivas bebidas. Incluso, como si fuera una escena de Requiem for a Dream, se muestra en la pantalla como el hielo entra por su sistema y sube a su cerebro para cubrirlo completamente de hielo.

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Aunque sus efectos han sido estudiados desde hace bastantes años, fue en 1988 cuando la International Headache Society señaló que el Brain Freeze es un ”cefalea por estímulo frío” que aunque se presenta segundos después de ingerir una bebida con mucho hielo, sus efectos desaparecen después de unos 30 segundos.

Finalmente, se le pregunta al médico cómo podemos disminuir el dolor que nos causa esta condición. “Una forma para calmarlo es tomar algo tibio o inhalando y exhalando de manera calmada para que ingrese aire caliente a tu nariz, eso va regulando la temperatura de esa zona para que pase el efecto. También puedes lamer tu paladar con tu lengua y así calentarlo”.

A pesar de que no es una práctica sumamente peligrosa, no se recomienda hacerla porque es probable que si te desmayas o pierdes la conciencia puedas morderte la lengua y causarte una lesión que te genere problemas mayores a largo plazo. Además, ¿a quién le gusta que le duela la cabeza?

Rogelio Velázquez https://ift.tt/eA8V8J

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