Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
Junio es el mes del orgullo, una época sinónima de desfiles, arcoíris, diamantina y, obviamente, fiestas. Es el momento en que las personas que forman parte de la comunidad LGBTQ se reúnen, se desinhiben y pueden ser ellas mismas en todo su esplendor queer.
Para algunos, incluyéndome, celebrar lo que somos puede resultar aterrador y puede hacernos sentir vulnerables. Puede hacernos sentir que la única manera segura de abrirnos y mostrar nuestro verdadero yo es a través del alcohol o de las drogas, lo cual no es posible o seguro para quienes tenemos problemas de adicción.
No confío mí cuando bebo, es una dura realidad que he aceptado a base de muchas malas decisiones e incluso peores consecuencias. Para mí, no consumir nada implicó pasar un año alejada de todo lo relacionado con la bebida hasta que fui capaz de aceptar que la gente con la que estoy puede beber pero yo no. Me resultó extremadamente difícil, en especial en la mayoría de los festivales del Orgullo, porque muchos de los eventos LGBTQ se celebran en recintos donde el alcohol está muy presente. Quería sentir la emoción de formar parte de la comunidad, pero en lugar de eso, sentía que no encajaba.
Sin embargo, mientras más tiempo pasaba sin beber ni drogarme, más me daba cuenta de que hay muchas personas LGBTQ navegando en esas aguas no alcohólicas. En 2017, aproximadamente 19,7 millones de adultos estadounidenses (de 12 años o más) sufrieron trastornos provocados por el consumo de sustancias, y las estimaciones generales de la población LGBTQ son más altas, a pesar de que las cifras específicas siguen sin ser claras. El Dr. Brian Hurley, director de Medicine Addiction en el condado de Los Ángeles, dijo que los datos a largo plazo sobre la población LGBTQ son difíciles de analizar, debido a que hace poco que se ha incluido la orientación sexual en las encuestas gubernamentales, “y muchas de las personas trans siguen siendo invisibles para la mayoría de esas encuestas”.
Formar parte de una minoría sexual y de género es generalmente estresante en un mundo heteronormativo”, dijo Hurley. “Vemos tasas elevadas del consumo de alcohol, tabaco y otros estupefacientes”.
Teniendo esto presente, cada vez más celebraciones del Orgullo están teniendo en cuenta a las personas que se abstienen de ese tipo de sustancias. En el WorldPride de Nueva York de este año, quienes no beban podrán participar en el desfile con un DJ y hacer un crucero por el río. La organización Houston Pride acoge el evento Skate Sober, la noche oficial sin alcohol del Orgullo, donde puedes patinar en un ambiente libre de sustancias. En Dénver existe un Baile queer específicamente exento de alcohol (Queer n’ Sober Dance). En San Francisco, el club de country Castro Country Club alberga un escenario para el público que no bebe y que permite disfrutar de un picnic con buena música. Sin embargo, a estos eventos les siguen superando aquellos en los que el alcohol o las drogas sí están presentes.
Pero no importa lo que celebres, siempre hay una buena manera de pasártela bien sin tomar alcohol o drogas. Aquí van algunos tips para celebrar la Marcha del Orgullo libre de cualquier sustancia que puedas imaginar.
ANTES DE IR A LA MARCHA
Encuentra a un amigo
Las lecciones más importantes las aprendemos en preescolar, y esta es una de ellas. Es importantísimo rodearte de amistades que saben que vas a abstenerte de tomar alcohol y drogas durante el Orgullo, y que sepan identificar las señales de advertencia por si en algún momento te sientes incómoda: los desencadenantes para el consumo de sustancias podrían ser el sentimiento de soledad o aislamiento, y esa es una manera de adelantarse a esas sensaciones.
Beck Gee-Cohen, director de programación del centro Visions Adolescent Treatment de California, nos dijo que acompaña a los adolescentes a su programa del Orgullo para mostrarles que pueden pasársela bien sin consumir ese tipo de sustancias. “Ir con personas que saben que no estás consumiendo nada —lo hagan ellas o no— es lo más importante”, dijo Gee-Cohen. “Se debería tener esa conversación antes de ir y decir, ‘Ey, puede que me sienta incómodo en algún momento, ¿podríamos ir checando que estamos todos bien?’”
Elegí a un amigo y le dije que iba a hacerle unas cuantas preguntas basándome en la realidad, en plan de, “¿Podrías reafirmarme que no soy menos por no hacer todas esas cosas cuando voy de fiesta?”. Si tus amistades no son de beber ni drogarse —como las mías— les pido que me pregunten cómo estoy a lo largo del día, pero especialmente cuando salimos de noche y la fiesta se vuelve más loca. Algo que me ayudó fue el hecho de saber que había alguien a mi lado animándome.
“En mi primer Orgullo sin beber, tuve mucho miedo. No tenía ni idea de cómo iba a hacerlo”, dijo Gee Cohen. “Fui con varios amigos que tampoco consumían drogas y que llevaban más tiempo que yo sin hacerlo —simplemente hacían payasadas, me hacían reír y me ayudaron a continuar con la fiesta".
LLEVA LO QUE NECESITES CONTIGO
Asegúrate de llevar bebidas sin alcohol para que no tengas que depender de lo que vendan ahí. No todos los eventos te permiten llevar tus propias bebidas: si se da el caso, valora la posibilidad de hacer otra cosa.
Si llevas tus propias bebidas te ahorrarás esa pregunta tan molesta: “¿por qué no estás tomando?”. Muchas personas preguntan eso como si fuera lo mismo que preguntar por tu color favorito, ¡en lugar de algo tan personal! No pasa nada si no das detalles de por qué no bebes, a nadie le importa y estás en tu derecho de querer o no compartirlo. Me gusta tener una respuesta preparada como, “Hoy decidí que no voy a beber”, “estoy tomando antibióticos” o “cuando tomo, me transformo”.
Existen las excepciones: que te inviten a una bebida es un clásico para ligar. Si te deja elegir, pide algo no alcohólico de manera que las dos puedan disfrutar del swag del Orgullo. ¡O también pueden mantenerse hidratadas y que les regalen cosas!
Organiza tu propia fiesta libre de sustancias
Si no hay eventos del Orgullo en tu zona que incluyan maneras de celebrarlo sin que eso implique beber o drogarse, ¡organiza uno! Probablemente sea más fácil organizarlo durante el día, especialmente si vas a invitar a participantes, y no solamente a participantes que no usen drogas. Si tu fiesta tiene un tema o se trata de un evento específico, la atención podrá centrarse en algo más que en la bebida.
Incluso si decides que no hay ninguna temática, explícale a los invitados que se trata de un evento sin alcohol ni drogas. Decide si quieres que asistan niños o mascotas, y ofrece varias bebidas sin alcohol.
Céntrate en ti y en tu abstinencia de sustancias
La preparación mental es tan importante como una mochila llena de agua mineral. Empieza la celebración pensando que va a ser una experiencia positiva y con la mentalidad de pasar cada minuto con tus amistades y tu comunidad. Gee-Cohen recomienda que recuerdes, “ Me la voy a pasar bien, voy a estar presente y voy a disfrutar”.
Eso supuso un punto de inflexión para mí. La primera manera que tuve de abordar esos eventos fue el miedo: asumí que no había manera de que pudiese disfrutarlos sin ir borrachísima, lo cual suponía una profecía que yo misma cumplí. Me llevó tiempo darme cuenta de que en gran medida las experiencias eran las mismas, pero que tenía más control sobre ellas y era capaz de recordarlas.
Para la gente familiarizada con los 12 pasos y otros programas de recuperación, el pre-Orgullo es un buen momento para ir a reuniones , o incluso puedes organizar uno por tu cuenta después de todos los eventos. Esas reuniones pueden ser una fuente de responsabilidad y estabilidad para aquella gente con problemas de adicción y puede ayudar a mantener las fiestas del Orgullo en perspectiva. ¿Qué quiero decir con ‘en perspectiva’? Cuando tengo la tentación de beber, pienso en cómo odiaba levantarme con remordimientos al día siguiente, y en cómo el alcohol me estaba arruinando la vida. Las enormes ganas de evitar esos sentimientos anulaba ese deseo de intentar animarme bebiendo.
EN LAS CELEBRACIONES DEL ORGULLO
¡Ya estás ahí! ¡No has consumido nada y eres queer! ¿Y ahora qué?
Encuentra a otras personas que se abstengan de tomar alcohol o drogas
Encuentra otros espacios libres de alcohol y drogas o puestos (si están al alcance) donde puedas conectar con gente que entienda por lo que estás pasando. Si esos puestos existen en tu celebración del Orgullo, también es posible que encuentres recursos disponibles para tus amistades LGBTQ, como por ejemplo programas y encuentros específicos sobre la abstinencia del consumo de drogas y alcohol. Ese compañerismo es parte de lo que hace que el Orgullo sea un evento tan especial para todo el mundo.
El Orgullo sin alcohol o drogas es divertido porque puedes recordar todo lo que ves y las experiencias que tienes con la gente que conoces. “No veía muchas cosas cuando me drogaba durante el Orgullo. Terminaba quemándome porque estaba inconsciente en alguna parte”, dijo Gee-Cohen. Ir allí y prestar atención al desfile, pasear por los puestos, interaccionar con la gente que hay fuera celebrando su existencia, conocer nuevas amistades y profundizar la conexión con tu comunidad.
Sé activo
En entornos donde tengo que estar predispuesta a salir de fiesta, los períodos de actividad pueden hacer que mi cerebro se centre en antojos u otros patrones de pensamiento problemáticos o que me incomoden. Si puedes, encuentra alguna manera de ayudar con el voluntariado en los eventos del Orgullo, ya que es una manera gratificante de contribuir mientras te mantienes ocupada.
Ponte en contacto con los organizadores del Orgullo de tu zona para saber si tienes alguna oportunidad de contribuir, ya sea mediante la preparación de los eventos, ayudando a recoger o asegurándote de que los desfiles marchan sin inconvenientes. Los eventos del orgullo en las ciudades grandes, como Nueva York, Los Ángeles y Seattle, tienen enlaces en sus páginas web para las actividades específicas de voluntariado.
Se trata de estar…orgulloso
¡Estás en un evento que se llama el Orgullo por una razón! Estás ahí para celebrar cada uno de tus aspectos, y especialmente aquellos que pueden hacerte sentir vergüenza, tanto si se trata de tu género como de tu orientación sexual, la relación con tu salud mental o tus problemas con las adicciones. “No todo es una vergüenza, no todo es dolor. Contamos con fuerza, diversión, vidas fabulosas y prosperidad”, dijo Gee-Cohen.
Saber cuándo irse
Saber cuándo es el momento de largarse (no pasa nada por largarse) se basa en ser consciente de tu entorno. Quizá lo has pasado bien por la mañana, pero estás empezando a sentir cansancio por la tarde y empiezas a decaer. Quizá se está haciendo tarde, y la gente empieza a estar a tope con la fiesta. “Cuando veo a alguien llorando o vomitando, es mi señal para irme”, dijo Gee-Cohen.
También está bien no ir a la Marcha si crees que es mejor esperar a que te encuentres en una etapa mejor de tu recuperación y prefieres unirte en un futuro. Me llevó un tiempo averiguar que también me enorgullece mi capacidad para evitar las drogas y el alcohol —y de que mi comunidad también está orgullosa de mí. Es una parte de mi identidad de la que no me puedo desprender, y venerarla es parte de su esencia.
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