Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
Después de que nació su segundo hijo, Britney Asbell, de 29 años, se obsesionó con la idea de que alguien podía irrumpir en su casa o que ésta podía incendiarse. En ese tiempo, también desarrolló una fijación con la caja fuerte donde estaba guardada el arma de la familia. "Simplemente me sentaba y pasaba la primera o las primeras dos horas de mi día repitiendo el código [de la caja fuerte]", dijo. "Ese era mi comportamiento compulsivo entonces. Tenía que saber ¿Y si pasaba algo y yo me veía en la necesidad de proteger a mis hijos?
Entre los trastornos de salud mental que afectan a las nuevas madres, el trastorno obsesivo compulsivo posparto podría ser el más incomprendido, si es que se lo reconoce. Se cree que el TOC posparto afecta a entre el 2 y el 3 por ciento de las personas que han dado a luz recientemente, mientras que en el caso de la población general afecta a solo el 1,08 por ciento, según una investigación publicada en el Journal of Clinical Psychology. La razón aún no se sabe con claridad.
El TOC posparto es muy diferente a la depresión posparto. Es importante diferenciar entre los dos para que las madres puedan recibir el tratamiento que necesitan, y que así puedan estar saludables y felices en su nuevo rol. La DPP se caracteriza por tristeza intensa, pérdida de interés en cosas que antes eran placenteras, culpa, impotencia y falta de motivación, dijo Margaret Howard, profesora de psiquiatría, comportamiento humano y medicina en la Universidad Brown.
"El trastorno obsesivo compulsivo, sin embargo, se caracteriza por pensamientos no deseados e incesantes que causan una angustia significativa", explicó Howard. El TOC posparto también es distinto de la psicosis posparto, que se caracteriza por delirios, alucinaciones o sentimientos extremos de euforia. La poca investigación que hay hasta ahora sobre el TOC posparto muestra que las personas que la padecen no quieren dañar a sus hijos. Al contrario, pueden verse consumidos por el temor de causarles un daño intencional a sus hijos o de que algo malo les suceda accidentalmente.
Para Asbell, madre de tres niños, estos pensamientos se repiten una y otra vez en su cabeza. Un pensamiento como: '¿Y si dejo caer al bebé por las escaleras?', podría fácilmente resultar en horas dedicadas a pensar en esa pregunta, tratando de imaginar cada escenario que pudiera desarrollarse a partir de tal suceso.
Los síntomas del TOC posparto son muy específicos. Los pensamientos intrusivos son una parte normal de la experiencia de haber dado a luz recientemente, ya que la gran mayoría (entre el 70 y el 100 por ciento) de las nuevas madres reportan al menos algún pensamiento relacionados con dañar a su bebé accidentalmente. Sin embargo, como señala BMC Psychiatry, el TOC materno es diferente de la experiencia típica, ya que da inicio por lo regular inmediatamente después del parto, debido a lo frecuentes y angustiosos que se vuelven esos pensamientos intrusivos, y la manera en que las personas los enfrentan. Este gran volumen de pensamientos aterradores es lo que transforma los nervios normales de los nuevos progenitores en una ansiedad inmanejable para las personas con TOC posparto.
Stephanie Saunders, una madre de 28 años, dijo que sus pensamientos intrusivos se hicieron más pronunciados y discapacitantes aproximadamente cinco meses después del parto de su hija. "Me quedaba petrificada pensando que si me paraba en el balcón con ella, de alguna manera se caería por la barandilla y moriría, y que yo no podría protegerla", dijo. El temor a no ver una luz roja y terminar en un horrible accidente automovilístico le dificultaba salir de casa. Comenzó a evitar los eventos sociales, preocupada de que cuando su hija comenzara a llorar, las otras madres asumieran que era una madre incapaz.
"La respuesta a estos pensamientos angustiantes es desarrollar comportamientos o incluso rituales mentales, como contar o repetir ciertas palabras una y otra vez, que se cree que 'neutralizarán' los pensamientos obsesivos", dijo Howard. A veces, los comportamientos a los que recurren los individuos para sentirse un poco reconfortados con respecto a los pensamientos obsesivos son obvios: lavar y desinfectar excesivamente la casa para lidiar con el miedo a los gérmenes, por ejemplo. Otras veces, esos comportamientos pueden parecer cosas 'normales' para las nuevas mamás, como revisar constantemente la respiración del bebé. Evitar situaciones que causan ansiedad, como la hora del baño o salir de casa, también son comportamientos compulsivos comunes.
Las compulsiones incluso pueden presentarse de maneras sutiles, como el monitoreo del pensamiento, según Jenny Yip, psicóloga clínica y miembro de la International-Obsessive Compulsive Disorder Foundation [Fundación Internacional para el Desorden Compulsivo Obsesivo] o IOCDF. El monitoreo del pensamiento es lo que se conoce como una compulsión encubierta, lo cual puede incluir la revisión repetida de los pensamientos para determinar si son 'correctos' o 'buenos'. Como madre de gemelos con antecedentes de TOC en la infancia, después de dar a luz, Yip comenzó a experimentar pensamientos obsesivos en torno al temor de que pudiera amar a un bebé más que al otro. Cayó en el hábito de verificar compulsivamente los pensamientos que tenía sobre sus bebés para controlar su ansiedad.
Según Howard, la prueba de detección del TOC posparto es el primer paso si el médico cree que su paciente podría estar en riesgo; a esta debe seguir una entrevista clínica que confirme el diagnóstico. Si el diagnostico es positivo, un método de tratamiento comprobado es la terapia de exposición y prevención de respuesta, dijo Yip. Esta terapia especializada es la recomendada por el IOCDF para la mayoría de las personas con TOC, y se enfoca en la identificación de los detonantes del pensamiento obsesivo. Luego, en un entorno terapéutico, se enseña a los individuos a desencadenar estos procesos de pensamiento y a elegir intencionalmente no involucrarse en comportamientos compulsivos, lo cual, con el paso del tiempo, disminuye esos comportamientos y la ansiedad.
Desafortunadamente, las personas con TOC posparto a menudo no son identificadas, dijo Yip. Esto suele ser resultado de una evaluación inadecuada: la evaluación regular por trastornos de ansiedad como el TOC la realiza tan solo 20 por ciento de los proveedores de atención médica. Y, con tan poca información precisa y disponible para las nuevas mamás sobre el TOC posparto, su miedo a ser juzgadas o algo peor, les impide buscar ayuda.
"Todo el punto del período posparto inicial es la vinculación", dijo Yip. "Se supone que debe ser pura felicidad. En lugar de eso, atraviesas un período realmente difícil donde surgen imágenes horribles e intrusivas que interfieren con el período de vinculación".
Este fue el caso de Asbell, quien tuvo estos problemas después de los nacimientos de sus tres hijos, pero no reportó sus pensamientos intrusivos hasta su tercer período posparto. Después de su segundo hijo, se acercó a su médico ocho semanas después del parto, tras experimentar lo que ella llama un arranque de ira, en él lanzó un juguete a través del vestíbulo de su casa para liberar emociones reprimidas y abrumadoras. Le era difícil hablar al respecto. Tenía miedo de que pudieran percibir su acto de enojo, aunque no estuviera dirigido a sus hijos, como una razón para quitarle a los niños. Debido a que sentía que ser honesta acerca de sus sentimientos y acciones sería 'sobrepasar los límites', mantuvo en secreto sus pensamientos obsesivos.
No recuerda haber sido examinada formalmente, pero le dieron una prescripción médica para tratar la depresión posparto. Sin embargo, sus síntomas empeoraron. Cuatro meses después del parto, sufrió un ataque de pánico y fue aceptada en un programa parcial ambulatorio para personas con DPP. Esta fue la primera vez que cruzó por su mente que podía tener tendencias obsesivo compulsivas. Permaneció en terapia durante toda la duración de su tercer embarazo y después del nacimiento de su hijo. Fue en este punto que finalmente se sintió cómoda expresando sus pensamientos intrusivos y, entonces, fue diagnosticada con TOC posparto.
Muchas personas en su posición podrían temer ser hospitalizadas, lo que, desafortunadamente, no es un miedo infundado, según Yip, quien explicó que todavía hay médicos que no han recibido la instrucción adecuada sobre el TOC posparto y bien podrían sugerir la hospitalización o retención por 72 horas para evaluación psiquiátrica. Para las nuevas mamás que lo único que quieren es cuidar de su recién nacido, este puede ser un pensamiento aterrador.
Ella no quiere que la gente tenga miedo de hablar. Más bien, sugiere que los padres que crean que están experimentando estos síntomas deben comenzar haciendo su propia investigación para prepararse para su cita de seguimiento. "Si acudes a tu médico con el fin de obtener ayuda, te sugeriría encarecidamente que [busques] información sobre el TOC posparto", dice ella. "Llévale la información a tu médico y dile: 'Oye, estos son mis síntomas y creo que esto es lo que estoy experimentando'".
Ser autodidacta y abogar por ti mismo es difícil en un momento de vulnerabilidad en la vida, pero a menudo es necesario. Lindsey Aerts, una mujer de 36 años que sufrió un TOC posparto después de tener a su primer hijo, no recuerda haber sido evaluada adecuadamente en su cita de revisión a las seis semanas del parto, y se encontró buscando en Google "¿Tener pensamientos aterradores significa que los llevaré a cabo?", antes de recurrir a su doctor nuevamente tres meses después del parto. Ahora, junto con Asbell y Saunders, ha decidido llevar esta discusión a las redes sociales para difundir el problema con el hashtag #PPOCD.
"Afortunadamente, siento que recibí el tratamiento que necesitaba pero conozco a muchas mamás que no están en la misma situación", dice Aerts sobre su experiencia luego de ser canalizada con un psiquiatra y diagnosticada con TOC posparto.
En última instancia, parece que el TOC es una padecimiento bastante incomprendido en general. Yip señala a los medios de comunicación como responsables, pues se centran en gran medida en los comportamientos como llevar a cabo conteos o lavarse las manos una y otra vez, sin ofrecer al público una visión de los pensamientos perturbadores y obsesivos que pueden conducir a estos reconfortantes comportamientos compulsivos. La esperanza es que, con expertas como Yip y Howard, haciendo consciencia entre los profesionales al cuidado de la salud de los nuevos padres y con más personas compartiendo sus propias historias en línea, menos personas sufran en silencio.
"Una vez que comencé a compartir mi experiencia, varias amigas e incluso algunas desconocidas me dijeron: 'Gracias a que compartiste tu experiencia, me sentí menos sola'", dijo Asbell. "Me hizo pensar que entre más mujeres compartieran sus experiencias, más mujeres podrían obtener la ayuda que necesitan".
Mary Sauer https://ift.tt/eA8V8J
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