Artículo publicado originalmente por VICE Reino Unido.
Goal Click es un proyecto con una idea simple: mandar unas cuantas cámaras desechables a jugadoras de futbol de todo el mundo para que puedan documentar sus experiencias. Este año, la empresa de fotografía social mandó cámaras a un grupo de futbolistas durante el entrenamiento previo al Mundial Femenino de Futbol —incluyendo Tailandia, Nueva Zelanda y el Reino Unido— y les pidió que sacasen fotos de sus vidas. Y además de ser futbolistas profesionales, también saben tomar buenas fotos.
Hablamos con Matthew Barrett, director ejecutivo y cofundador de Goal Click, sobre las 21 fotos que se tomaron antes del Mundial Femenino de Futbol.
VICE: Hola, Matt. En primer lugar, cuéntame: ¿Cómo empezó Goal Click?
Matthew Barrett: Empezó hace unos cinco años, con una idea muy simple, la intención de encontrar a una persona de cada ciudad del mundo a la cual le proporcionaríamos una cámara para capturar una historia, y darle así el poder y el control de que lo haga ella misma. Mientras este proyecto global de Goal Clik continúa, nos estamos centrando en series fotográficas específicas, ya sea una ciudad en concreto, un país, una cuestión en especial o un torneo.
VICE: ¿En qué se diferencian las fotos del Mundial de Futbol Femenino de las que has recibido de torneos masculinos?
Matthew Barrett: Esta es la primera vez que profundizamos en el mundo del futbol profesional femenino. En particular, lo que me gusta de todas estas fotos es la variedad de situaciones que abarcan. Cuando empezamos con el proyecto, una de las cosas que más nos preocupaba era: ¿Serán muy parecidas? ¿Se reflejará la acción en el campo de entrenamiento? Pero todas las fotos que nos enviaron muestran que la situación de las categorías es bastante dramática.
Matthew Barrett: Puedes subir de categoría en el futbol masculino, pero cuando te encuentras en el nivel más alto, todo se vuelve muy parecido. Cuando tratas con futbolistas femeninas a las que les une el ser las mejores en el juego, es sorprendente la diferencia que hay en cuanto a las condiciones de las instalaciones y de la calidad del campo.
¿Por qué crees que el formato de la cámara desechable funciona?
Creo que lo que hacen las desechables es crear igualdad entre ellas, ya que tienen la capacidad de conseguir una visión y un sentimiento estándar. También hacen que sus compañeras bajen la guardia. Hay una gran cantidad de fotos que no las podría haber tomado una persona ajena al equipo, las cámaras desechables le dan cierto toque natural y no intrusivo. Y del mismo modo que todos nuestros proyectos, también le da mucha intencionalidad a las fotos. Solo hay 27 fotos en el carrete, así que consigues una colección de fotos intencionadas que realmente pueden contar una historia a través de la cual logras ver el lado más íntimo de las jugadoras.
¿Qué es lo más interesante que podemos aprender de estas fotos?
Me ha sorprendido la proximidad de los vínculos que existen entre todas las jugadoras. El hecho de que existan esos sentimientos tan fuertes es algo que llama mucho la atención.
Otra cosa que tienen en común las historias son las fronteras. Con suerte, esta será la última ocasión en la que nos lleguen historias de chicas que empezaron jugando con chicos hasta que no les permitieron jugar más, o de todos los clichés de no contar con un equipo o con el apoyo suficiente. Espero que si volvemos a llevar a cabo este proyecto dentro de cuatro u ocho años, estas historias queden olvidadas en el pasado.
Este artículo apareció originalmente en VICE UK.
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Ruby Lott-Lavigna https://ift.tt/323NzIQ
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