Artículo publicado por VICE México.
Aplaudo la decisión de un futbolista como Osvaldo Alanís de irse a Europa, de buscar trascender en otro futbol, tengo la fortuna de conocerlo personalmente, un joven tímido, alejado de las cámaras, no muy aficionado a los reflectores, con unas condiciones muy interesantes que incluso lo llevaron a convertirse en titular indiscutible de Chivas, y que a pesar de varios llamados a la selección, quedó fuera en los últimos metros en la carrera rumbo a Rusia 2018.
Voló a España, donde estaba arreglado con el Getafe antes de la Copa Del Mundo, quizás el hecho de no haber podido llegar al mundial hizo que su decisión de emigrar creciera con mayor intensidad para demostrar que estaba listo, que el futbol mexicano ya le quedaba chico y que quería hacerse de un nombre y competir en una de las mejores ligas del mundo. Con toda la comodidad de jugar en su país, en un cuadro grande, seguramente con un gran sueldo, en su idioma, con su mariachi y su tequila.
Todo parecía indicar que la puerta de Alcalá se le cerraba. Esta semana se dará a conocer la noticia de la llegada de Osvaldo a otro equipo español, logrará quedarse, quizás en otra división, con el mismo idioma, diferentes costumbres, con la torta ahogada sustituida por la fabada, y ese traje charro podrá esperar encerrado en su clóset. Alanís está confiado en que conquistará España y ese sueño nadie se lo puede quitar.
Serán más fuertes las ganas de salir y demostrarle a todos aquellos que no confiaron en él que estaban equivocados, así somos los humanos, pero sin duda con mayores ganas de poder demostrarles a quienes no le tuvieron confianza, desde lo más íntimo de su personalidad, y sin decirlo abiertamente, el tiempo le dará la razón.
Son muchos los futbolistas mexicanos que han dejado atrás la zona de confort, Miguel Layún es el ejemplo perfecto, capitán y campeón del América, su mentalidad está muy por encima de su futbol, y con esto ha logrado jugar en Italia, Inglaterra y España, triunfado, no por la cantidad de títulos que ha conseguido, sino por las metas que se ha trazado y cumplido.
Nunca hay que bajar los brazos, defiende tu sueño.
Luis Carreño https://ift.tt/eA8V8J
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