Artículo publicado originalmente por VICE Noticias Estados Unidos.
En la campaña electoral, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo en repetidas ocasiones que "el mundo se está riendo de nosotros".
Cuando acudió a la Asamblea General de las Naciones Unidas para pronunciar un discurso el martes ante la asamblea de 192 líderes, su advertencia de campaña resultó ser profética.
Trump abrió su discurso jactándose que "en menos de dos años, mi administración ha logrado más que casi cualquier otra administración en la historia de nuestro país".
Esa declaración fue recibida por una rara oleada de risas audibles que se propagaron a través de la multitud de líderes y diplomáticos.
"No esperaba esa reacción", dijo Trump, "pero está bien".
Luciendo un tanto apagado, Trump procedió a amenazar y elogiar democracias y tiranos por igual, mientras establecía una visión de un mundo en el que "naciones fuertes y soberanas" persiguen libremente sus propios intereses nacionales.
"Honro el derecho de cada nación en esta sala a seguir sus propias costumbres, creencias y tradiciones", dijo Trump. "Estados Unidos no les dirá cómo vivir, trabajar o rendir culto. Sólo les pedimos que a cambio honren nuestros derechos soberanos".
El año pasado, Trump causó polémica al criticar al líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, como "un hombre cohete" en una "misión suicida para él y su régimen" y señaló que Estados Unidos estaba preparado para "destruir a Corea del Norte en su totalidad".
El martes, Trump se atribuyó el mérito de la diplomacia con Kim que siguió a esas declaraciones, incluida la cumbre que sostuvo en junio con el mandatario norcoreano en Singapur.
"Tuvimos conversaciones y reuniones altamente productivas", dijo Trump.
El presidente estadounidense no amenazó específicamente con destruir a nadie esta vez, pero sí emitió advertencias contra Irán, Siria, Venezuela y China. Dedicó un tiempo considerable a los líderes "corruptos" de Irán, a quienes acusó de alimentar los combates en la guerra civil de Siria y de desestabilizar gran parte de Medio Oriente.
"Los líderes de Irán siembran el caos, la muerte y la destrucción", dijo. "No respetan a sus vecinos o fronteras, ni los derechos soberanos de las naciones".
Trump prometió que continuaría la campaña estadounidense de presión económica sobre Irán y que su administración trabajará para presionar a otros países para que no compren las exportaciones petroleras iraníes.
También dio un golpe a los países exportadores de petróleo luego de un reciente repunte en los precios mundiales de los energéticos, amenazando con retirar cualquier garantía de seguridad militar estadounidense si no averiguan cómo recortar los precios.
Los precios del crudo alcanzaron un máximo de cuatro años el martes, en parte debido a la amenaza de sanciones de Estados Unidos sobre las exportaciones petroleras iraníes.
Las 15 naciones productoras de petróleo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) están "robándole" al mundo, aclaró.
"No vamos a tolerar estos precios horribles por más tiempo", dijo Trump. "Defendemos muchas de estas naciones por nada".
Trump elogió al gobierno de Arabia Saudita por sus reformas al principio de su discurso, el miembro más grande e influyente del cártel petrolero de la OPEP, con la mayor capacidad de producción adicional. Trump no explicó esa discrepancia.
El mandatario aplicó una presión similar a los miembros de la alianza militar de la OTAN el año pasado, antes de que eventualmente —y de manera caótica— llegara a un acuerdo de política formal conjunta el verano pasado.
Imagen de portada : El presidente Donald Trump espera para dirigirse a la 73ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la sede de la ONU, el martes 25 de septiembre de 2018.
Greg Walters https://ift.tt/eA8V8J
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