Páginas

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Tras matar a su esposa y a su suegra enfrente de sus hijas, Juan sigue libre

El feminicidio en México es un problema que nos debe importar a todos. Del 1 de enero al 25 de septiembre se han reportado 1354 feminicidios, principalmente en el Estado de México con 138, Guanajuato con 117, Veracruz con 112.

Cuando creo que ya conté la historia más triste, llega algo que me hace saber que la barbarie, la saña, y el odio crecen todos los días en contra de quienes solo buscan vivir.

San Juan Ixhuatepec en Tlalnepantla de Baz, Estado de México, es uno de esos lugares que me inspiran temor. El 8 de septiembre llegamos acudiendo a un llamado de justicia, ahora hecho por los hermanos e hijos de Brenda y Herminia, quienes fueron asesinadas a plena luz del día el 25 de agosto.

Su hogar se encuentra encañado en una de las múltiples colonias que visten de techos y luces los cerros de la zona conurbada entre el Estado de México y la capital. Una casa morada llena de cuartos donde viven familias que rentan era el lugar que Herminia Mendoza y su esposo habían elegido para formar su hogar, ambos originarios de Veracruz, padres de cuatro hijos.

Brenda Velazquez Mendoza era la tercera hija de la pareja y acababa de cumplir 24 años, era madre de dos pequeñas de cuatro y dos años.

En 2013 Brenda conoció a Juan de Dios. Era un sujeto que para su familia y la mayoría de los vecinos del lugar resultaba desagradable. “Cuando empezó a salir con él le cuestionamos y la regañamos”, me comentan los hermanos de Brenda.

En 2016, Brenda denunció a Juan después de que él la apuñalara por celos. Entonces acudió a la Agencia Especializada en Violencia Familiar, Sexual y de Género (AMPEVIS) de Tlalnepantla. Estuvo resguardada unos meses, pero el sujeto nunca fue castigado. Después, como el albergue sólo era transitorio, Brenda salió del lugar sin recibir justicia.

Después de aquella denuncia, Brenda regresó a vivir con Juan de Dios. Sus hermanas la reprimieron una vez más, sin embargo, uno de sus defectos era que todo se lo callaba, “Lo que sí nos dijo fue que Juan de Dios la había amenazado con lastimar a las niñas. Creemos que por eso seguía con él”, me dicen.

El 7 de agosto de 2018, Herminia —la madre de Brenda— fue operada de la matriz. Esto llevó a la joven madre a acudir al cuidado de su mamá. “Siempre estaban juntas; mi mamita siempre estaba preocupada por su hija, porque decía que de todas era la única que no estaba estable. Y a mamita le angustiaba la relación con Juan de Dios”, recuerdan sus hermanas.

Brenda acudió a cuidar a su madre y se llevó a sus dos hijas con ella. Juan de Dios estuvo algunos días en casa de su suegra Herminia. Sin embargo, la dueña de la casa le pidió a Herminia el 24 de agosto que sacaran al sujeto de aquel lugar, ya que todo el tiempo la pasaba ahí y hacía mucho ruido.

De acuerdo con las hermanas de Brenda, ella ya no soportaba estar con Juan de Dios, pero las amenazas del sujeto la obligaban a permanecer a su lado: de acuerdo con ellas, Juan amenazó con matar a sus padres y a sus hijas si Brenda lo abandonaba. “Ante la falta de respuesta en aquella ocasión que lo denunció y que le hizo saber a las autoridades que la amenazaba con las niñas, mi hermanita no sabía qué hacer, cómo alejarse de él”, detalla una de las hermanas.

El 25 de agosto Brenda se encontraba lavando ropa en el patio de la casa. Herminia la acompañaba mientras veía jugar a sus nietas. Eran aproximadamente la cinco de la tarde de ese sábado, cuando algunas de las vecinas vieron llegar a Juan de Dios. De acuerdo con su testimonio, el sujeto subió las escaleras y empezó una pelea con Brenda.

Herminia, de 42 años y aún resentida por su operación intentó defenderla. Entonces Juan de Dios apuñaló a Herminia. Brenda intentó defender a su madre y él arremetió contra ella también. Las niñas fueron testigos de como su papá atacaba a su madre y abuela. Una de las hermanas escuchó y salió: “Yo grité. Él se regresó y le dio una puñalada más a mi mamita. Tuve miedo y me metí al cuarto; él se marchó”.

Al salir, la temerosa mujer empezó a tocarlas, pero ninguna respondió. Ya les había arrancado la vida.

Mucha gente fue testigo de lo que sucedió. Llegó la policía pero él ya no estaba. Un vecino intentó detenerlo pero él lo atacó con el arma. Nadie ha querido atestiguar por el miedo que el sujeto les inspira. La Fiscalía del Estado de México no ha girado la orden de aprehensión y Juan de Dios sigue libre.

Aquel 8 de septiembre de 2018 que acudimos a ese lugar, todavía pude oler la sangre que se derramó por la decisión de un sujeto. Un altar con las fotos de ambas acompañan el pequeño cuarto donde Julio, Celena y Alma —hermanas de Brenda— me hacen saber que no creen en la justicia. En diferentes ocasiones les han corregido errores en la carpeta, por lo que han decidido alejarse de aquel pequeño patio que fue testigo de cómo un sujeto con todo el cinismo y sin importarle nada les arrebató a dos de sus mujeres. Han decidió irse del San Juan Ixhuatepec lleno de dolor, donde la vida sigue, donde la justicia no llega.

Eres madre, padre, hermana, hermano, hija, hijo. De una mujer víctima de feminicidio, desaparición, o intento de feminicidio búscame, ayúdame a visualizarlas y contar su historia. Voces de la Ausencia.

@FridaGuerrera

fridaguerrera@gmail.com

FridaGuerrera Villalvazo https://ift.tt/eA8V8J

No hay comentarios:

Publicar un comentario