A lo largo de noviembre, las redes sociales de los colombianos han mostrado, como siempre, fotos de perritos y gaticos, publicaciones de tías, canciones que comparten los melómanos y declaraciones públicas de amor de los que están enamorados. Sin embargo, cada vez con más intensidad, también han mostrado llamados al paro nacional de este 21 de noviembre. Estos llamados van desde insultos al Gobierno hasta mensajes de resistencia ante la militarización de la ciudad. ¿Qué nos comunican estas publicaciones si las examinamos en conjunto? ¿Qué permiten saber o predecir de lo que va a pasar el jueves 21 de noviembre y en adelante?
A través de herramientas de social listening se pueden interpretar (o escuchar) las menciones en redes sociales sobre un tema, para luego medir, clasificar y analizar estos datos, en relación con las tendencias, preguntas y comentarios que surjan de la conversación; así se empieza a ver qué causa curiosidad e interés o sobre qué hablan los usuarios. A eso se dedica Data Freaks, un laboratorio de cuarenta personas que lleva operando cerca de un año y tres meses en Bogotá. Data Freaks utiliza la data para distintos propósitos, como predecir comportamientos futuros de los usuarios que participan en la conversación y de la sociedad en general si la muestra es representativa, o reconocer patrones que se repiten para tomar decisiones eficientes. Cuando trabajan con el sector público lo hacen en temas de manejo de crisis, con monitoreo en tiempo real; también trabajan con políticos para entender cómo los perciben las audiencias y qué pueden hacer estos para mejorar su imagen.
Hace unos días, VICE le pidió a Data Freaks que hiciera un análisis de la conversación en torno al paro. A través de la plataforma Social Studio, de SalesForce, el laboratorio hizo seguimiento de los hashtags y palabras clave que se han generado relacionados con este desde el 24 de octubre. Encontraron, por ejemplo, que desde esa fecha al 20 de noviembre en la mañana se habían realizado 335.000 publicaciones alrededor del tema; esto es más que cualquier otro tema durante la misma fecha de estudio, seguido por la conversación acerca de las elecciones locales y regionales del 27 de octubre.
Hay varios elementos en esta ecuación que vale la pena definir, según lo que nos explica Sebastián Caro, cofundador y CEO de Data Freaks, antes de adentrarse más en los resultados del estudio. Lo que se buscó medir fue el sentimiento de la conversación frente al paro y los temas cercanos, como el desempeño del Gobierno; es decir, hay algoritmos de inteligencia artificial que leen cada vez que alguien hace un comentario o un trino en plataformas digitales (solamente información pública) y clasifican las palabras de acuerdo con cómo están escritas. Si por ejemplo alguien escribe “Uribe hijueputa” se califica como negativo y si alguien escribe “Uribe es el mejor presidente de la historia” se clasifica como positivo; así, la calificación de las publicaciones como “positivo”, “negativo” o “neutro” está completamente relacionada con el tipo de palabras que se utilizan. La clasificación ocurre gracias a un proceso de aprendizaje supervisado: la plataforma de inteligencia artificial va aprendiendo a medida que uno le va enseñando qué es sarcasmo, qué son palabras negativas, etc.
Dentro del mar de publicaciones, se les asigna más peso a las más relevantes. Los rangos de relevancia están dictados por la interacción que tiene una publicación en una plataforma digital: son calificados por los algoritmos de 1 (menor relevancia) a 10 (mayor relevancia). Cuando un algoritmo detecta que hay una publicación que tiene mucha interacción, normalmente le da más relevancia y tiende a mostrarla mucho más, pues reconoce que hay un grupo de gente que interactúa mucho con esa publicación. Y esto tiene que ver con el posicionamiento de los temas de conversación y hashtag, algo que también se observa y se mide. Así, posicionarse es justamente que los rangos de relevancia sean mejor calificados: que un tema en específico tenga mayor impacto e interacción que otros.
Aunque Caro precisa que “es necesario tener extrema precaución a la hora de interpretar los análisis de redes sociales basados en Big Data”, nos comparte cuatro grandes hallazgos de Data Freaks tras escuchar la conversación sobre el paro.
No hay contenidos relevantes a favor del Gobierno
“Al medir el sentimiento de la conversación agregada (es decir, la clasificación de las publicaciones entre negativo, positivo o neutro), nos encontramos con varios datos inusuales. En primer lugar, es importante resaltar que los comentarios y publicaciones negativas llegan al 68.8% del total de la conversación, mientras que los contenidos entendidos como positivos solo corresponden al 31.2%.
"Lo inusual de esta medición es que no identificamos contenidos relevantes a favor del Gobierno Duque. El 68.8% de las 335.000 publicaciones que la plataforma clasificó como negativas están relacionadas con reclamos al Gobierno, mientras que la proporción positiva se da para apoyar la marcha”.
#YoNoParo no se posicionó dentro de la conversación
“Teniendo en cuenta todas las tendencias que se han registrado y el volumen de los numerales usados con respecto a la marcha del 21 de noviembre, se encontró que, a pesar de que se promovió el numeral #YoNoParo, este no logró posicionarse dentro de la conversación. Se encontró tanto volumen de menciones dentro de los principales numerales (#ParoNacional, #Paro21Noviembre, #YoNoMarcho), que este no generó ningún cambio en los análisis encontrados”.
Por la marcha y contra el Gobierno
“Asimismo, se encontró que los tweets positivos han estado a favor de promover la marcha y la salida dicho día, mientras que los tweets con sentimiento negativo son los que muestran los verdaderos motivos que tienen los usuarios para salir a marchar (Gobierno Duque, líderes sociales, el accionar del Ministerio de Defensa, posible reforma pensional y reforma laboral, entre otros)”.
Se reprocha la censura del Gobierno
“Los tweets negativos son usados para increpar al Gobierno de querer censurar la protesta social y de encubrir sus verdaderas intenciones de promover los cambios en los temas mencionados (reforma laboral y pensional)”.
¿Qué esperar?
Aparte del análisis de la conversación en redes sociales, Data Freaks también puede hacer algunas predicciones informadas sobre lo que tendrá lugar el jueves 21 de noviembre, y en adelante. Según los datos extraídos, se espera una movilización masiva. Caro explica que “a diferencia de otro tipo de marchas sectorizadas, como la de los estudiantes, este paro no contempla una resistencia visible en redes sociales que apoye al Gobierno. La percepción de las personas alrededor de la militarización de Bogotá y la deslegitimación de la protesta han radicalizado las posturas y no han tenido efecto para desincentivar la movilización”.
Por otro lado, ante la pregunta de quién o cuáles actores podrían salir fortalecidos del paro, no hay una respuesta clara por parte de Data Freaks. Lo que sí responden es que “es poco probable que el Gobierno salga bien parado después del 21. En caso de que la protesta se vea afectada por la Fuerza Pública, es muy probable que favorezca la marcha en vez de aplacarla”. En ese caso, contemplan la posibilidad de que líderes políticos como Gustavo Petro, Iván Cepeda y Jorge Enrique Robledo, caras visibles en la promoción del paro nacional, salgan favorecidos; no obstante, “el liderazgo en redes sociales de estos personajes no significa que sin ellos la marcha pierda fuerza, la conversación es general y masiva, aunque sus cuentas sobresalgan en términos de alcance”. Es decir, el paro no depende solo de los políticos que la impulsan.
Caro resalta la indignación general que se escucha en redes sociales como prueba de que el paro irá más allá del 21. “El sentimiento positivo apoya el paro y el sentimiento negativo está en contra del Gobierno de Duque. Al ver tanta indignación, me atrevo a decir que el paro se va a extender más allá del 21: la gente va a salir a la calle por varios días. A no ser que el Gobierno nacional se pellizque, se ponga las pilas y empiece a actuar para negociar directamente con los actores que hacen parte del paro, no creo que pare en un día, se van a citar otros días”, predice.
Algo que podría tranquilizar parcialmente al Gobierno es que la cantidad de menciones sobre el paro en redes sociales es alrededor de la mitad que la de Chile. Por eso, Caro plantea que es probable que la movilización del jueves no sea tan masiva como lo que se ha visto en Chile. Aún así, el descontento contra el Gobierno es notable: “Es raro encontrar ese sentimiento porque es 100% negativo en contra del Gobierno de Duque. Hay tendencias positivas impulsadas por actores que están a favor del Gobierno, #YoNoMarcho o #YoNoSalgoAMarchar, que salieron mal. Intentaron desmentir ‘mitos’ del paro y les dieron más argumentos para machar”, analiza Caro.
Que la movilización no alcance el volumen de participación de Chile puede tener que ver con el miedo, una emoción que se identificó ampliamente entre la ciudadanía que no saldrá al paro, e incluso en las empresas que se suman al paro para proteger a sus empleados. “El miedo se está moviendo, sobre todo, hacia los encapuchados: que se agarren con el Estado y todo se salga de control. Hay actores muy radicales que hablan de incendiar el congreso y de salir a la calle, de agarrarse con los militares”, plantea Caro. En todo caso, también hay actores en redes sociales que buscan disipar el miedo y ofrecer claridad. Esto se ha visto principalmente frente a la militarización de Bogotá: “Dicen que la militarización es simbólica porque los militares no pueden disparar sino balas de salva. Un ejemplo que está circulando es que si usted sale a marchar y le pega y le escupe a un militar, él no le puede disparar. Así limitan el miedo y aumentan la confianza para que la gente salga a la calle, mostrando que los militares no son una medida violenta sino apenas simbólica”.
El miedo, entonces, es la principal razón por la que las personas han dicho que no salen al paro. Incluso, precisa Caro, hay muchas personas que quieren salir a marchar, pero no lo hacen por miedo a que les pase algo. Por otro lado, en el hashtag #YoNoMarcho se muestran varias razones de por qué la gente no marcharía. “Son personas afines al Gobierno que dicen que no existe la reforma pensional y solo era un borrador o que el salario de los jóvenes lo propuso el director de un gremio y no el Gobierno”.
Finalmente, concluye Caro, hay una tendencia que les interesa, pero no saben cómo medir: “Nos hemos dado cuenta de que muchas de las personas que manifiestan públicamente que van a participar del paro no saben por qué lo van a hacer. La gente se queja mucho del Gobierno, pero no hay argumentos, más allá de ‘el peor gobierno de la historia’”. Eso nos pone a pensar en si la gente tiene claro por qué va a salir a marchar o si es porque lo escucharon en redes y hay bombo al respecto”. O, expuesto de otra forma: Caro añade que, dentro del universo de las menciones, el asesinato de líderes sociales y el de menores son las principales razones para parar; sin embargo, es mayoría la cantidad de personas que mencionan salir a marchar sin una razón más allá del rechazo al Gobierno de Duque. “Mi conjetura es que esa es la principal razón para parar y luego las otras dos. La más mencionada es la inconformidad con el Gobierno de Duque”. Para Caro, entonces, la ciudadanía ve el paro como una opción para protestar frente a un Gobierno que no los escucha.
Santiago Cembrano https://ift.tt/eA8V8J
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