Artículo publicado originalmente por LatFem.
La tracción de la lucha feminista empuja hitos que marcan la historia política argentina y hasta latinoamericana. Por primera vez, un presidente electo con el 48 por ciento de los votos anunció que el Ejecutivo enviará un proyecto de ley para despenalizar y legalizar la interrupción voluntaria del embarazo, una de las demandas dentro del programa político de los feminismos y deuda de la democracia. Un murmullo en las redes sociales advierte lo obvio: ¡pero es un ONVRE! Otro dato de la realidad un tanto más relevante pero casi con la misma linealidad: ¡Por primera vez en la Argentina un presidente estará abiertamente a favor de legalizar el aborto!
Así como Mauricio Macri no habilitó ningún debate sino que tuvo que responder a la realidad política y nombrar la palabra aborto en la apertura de sesiones 2018, Fernández se ubica a la altura de la época con algo más que una mención al pasar: con realidad efectiva.
Empezó la campaña electoral hablando únicamente de despenalización para consolidar un discurso que aborda este derecho como un tema de salud pública y derechos humanos. Primero respondió a la prensa cuando le preguntaron sobre el tema, después lo abordó en el debate presidencial televisado. Ahora con este anuncio deja ver una estrategia propia para dar un mensaje al interior del Congreso y sumar votos del peronismo. “Ordenar la tropa” es el dialecto dentro del parlamento. Una forma de darle su propio peso y volumen político a la iniciativa que ya tiene una fuerza transversal y llega luego de que los feminismos lograran la despenalización social del tema. ¿Cómo va a apropiarse un movimiento tan potente que trasciende todas las fronteras e internacionalizó el pañuelo verde como símbolo de una lucha?
“Quisiera que el debate no sea una disputa entre progresistas y conservadores, entre revolucionarios y retrógrados, es un problema de salud pública que debemos resolver y hay que asumirlo así”, dijo el próximo presidente en una entrevista este domingo en Página 12. El anuncio de un proyecto propio lo hizo después de participar de la presentación del libro “Somos Belén” de Ana Correa, en la Facultad de Derecho. La publicación cuenta la historia de la joven presa 29 meses en Tucumán por un aborto espontáneo.
Aunque el proyecto del Ejecutivo no está ni siquiera escrito y recién sería presentado en marzo, la reacción y las resistencias a la voluntad política del presidente electo ya se sienten: dos días después de la entrevista a Fernández tanto los diarios Clarín como La Nación jeraquizaron en sus tapas los dichos en Facebook de Víctor Manuel Fernández, a cargo de la Arquidiócesis de La Plata y en contra de que se amplíen derechos para la mitad de la población. Esa es la verdadera advertencia y alarma que debe encenderse lejos de poner la lupa sobre la biología del primer mandatario o el análisis quirúrgico de sus palabras que no lleva a ningún camino.
Es importante aclarar que, de confirmarse este anuncio y si el debate se abre a comienzos del 2020, todos los proyectos con estado parlamentario deben abordarse juntos. Así lo señala el reglamento. Las audiencias públicas de 2018 enriquecieron el proyecto presentado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Por ejemplo, la causal “graves malformaciones fetales” fue eliminada de la propuesta legislativa a raíz de los cuestionamientos de organizaciones que trabajan sobre derechos de las personas con discapacidad. Y el nuevo texto incorpora la definición de “persona gestante”. Suma, en su artículo 7, “asesorías”, para las personas que pidan al momento de reclamar un aborto un espacio de información objetiva y precisa sobre la práctica. Recoge, de alguna manera, la idea de “consejerías” que estaba presente en la sanción de Diputadxs.
Todos los proyectos presentados a lo largo de la historia fueron perfectibles y sufrieron modificaciones. Siempre se trata de llegar a consensos y acuerdos.
Otro dato político para tener en cuenta de cara a un debate 2020. Los dos nombres que suenan para el futuro Ministerio de Salud de la Nación tienen posiciones a favor de que el aborto sea un derecho garantizado por el Estado. El diputado por Tucumán, Pablo Yedlin, ex titular de Salud de esa provincia votó a favor del proyecto de la Campaña en 2018. Y el otro nombre que suena para ese espacio que volverá a ser Ministerio: Arnaldo Medina, Vicerector de la Jauretche, concejal electo del Frente de Todes en Florencio Varela, ex director del Hospital El Cruce y hombre de Ginés González García.
Una ley empujada por el feminismo
La historia parlamentaria del derecho al aborto no comienza en 2018 cuando, por primera vez, se logró el debate en las dos cámaras y la sanción de Diputadxs. El primer proyecto presentado en el Congreso para revertir la criminalización y que el Estado garantice el derecho a interrumpir un embarazo fue en 1937.
En 1992 la Comisión por el Derecho al Aborto presentó un proyecto de ley de Anticoncepción y Aborto a través de la diputada de la UCR, Florentina Gómez Miranda. En la genealogía parlamentaria hasta la saliente Ministra de Seguridad Patricia Bullrich llevó una iniciativa al Congreso.
No hay dudas que la construcción legislativa más transversal, federal y persistente es aquella presentada por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto. El 28 de mayo de 2007 presentaron su primer proyecto de interrupción voluntaria que pretendía despenalizar y legalizar el aborto por decisión de la mujer hasta las doce semanas de gestación. Fue en una fecha del calendario feminista, Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres. Desde entonces comenzaron un trabajo subterráneo de incidencia parlamentaria con activistas que difundían y compartían los argumentos a diputados y diputadas de todos los bloques. El último 28 de mayo la Campaña presentó por octava vez en el Congreso el proyecto. Ese día se cumplieron 12 años de la primera vez que la Campaña había presentado el proyecto. El tema no llegó a debatirse en comisiones pero estuvo en boca de todes les candidates a presidentes. Nunca se había presentado una propuesta en año electoral.
Qué dice el proyecto de la campaña
La Campaña es una articulación federal y transformadora integrada por más de 700 organizaciones sociales, de derechos humanos, académicas, científicas, religiosas, culturales, artísticas, sindicales y políticas.
El último texto que acordó la Campaña de manera transversal es el resultado de cuatro meses de trabajo de la comisión redactora que tiene como punto de partida para la discusión las presentaciones anteriores y la sanción conquistada en junio de 2018 en Diputadxs. Así como también los aportes de las regionales de la Campaña.
El año pasado se logró un récord histórico: 71 avales. El Frente para la Victoria (FpV) fue el bloque que más rúbricas aportó: un total de 38. El oficialismo sumó 22 avales y el Frente de Izquierda (FIT) fue el único bloque que firmó de manera unánime.
Después de una intensa plenaria en la ciudad de Córdoba en marzo se hizo público el articulado.
En el art. 1 garantiza el acceso al aborto a mujeres y personas no binarias y varones trans de manera voluntaria hasta la semana 14 de gestación. Luego de la semana 14, será necesario alguna causa (riesgo a la vida y salud o violación) para que se realice el aborto (sin ningún tipo de plazo y sin denuncia judicial. En casos de violación declaración jurada de la mujer o persona gestante)
El texto define salud según la Organización Mundial de la Salud (OMS): el completo bienestar físico, mental y social. Garantiza el aborto sin distinción de origen, nacionalidad, estado de tránsito, residencia y/o ciudadanía de la persona que lo solicita.
La interrupción del embarazo se debe garantizar dentro de los 5 días corridos en que se solicita el aborto, no se necesita autorización judicial y la persona solicitante tiene derecho a contar con la supervisión de un profesional de la salud. Garantiza el acceso a la información sobre el aborto, la cual debe ser pertinente, precisa, laica, actualizada y científica. En el idioma o lengua que la persona gestante se comunique y en formatos accesibles. La persona gestante puede solicitar una asesoría pero no es obligatorio ni condición necesaria para la realización del aborto.
Florencia Alcaraz https://ift.tt/eA8V8J
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