Artículo publicado originalmente por Motherboard Estados Unidos.
La idea de un asteroide dirigiéndose a la Tierra típicamente es percibida como un mal presagio. Por otro lado, algunos científicos y empresarios consideran este escenario cada vez más como una oportunidad potencial. Redirigir deliberadamente los asteroides a las inmediaciones de nuestro planeta podría permitirnos estudiarlos de cerca, o incluso extraer sus minerales.
Dado que estos objetos están repletos de recursos valiosos, hacerse de una colección en las cercanías podría generar grandes avances en el vuelo espacial, por no mencionar la investigación científica que podría resultar de tener acceso fácil a estos cuerpos extraterrestres.
Un artículo reciente publicado en Acta Astronautica sugiere que los asteroides podrían ser capturados en la órbita terrestre con el aerofrenado, una maniobra que utiliza la resistencia atmosférica para desacelerar y posicionar objetos en trayectorias estables alrededor de un planeta. El aerofrenado ha ayudado a colocar a naves espaciales interplanetarias en órbita alrededor de Marte y Venus, y a frenar las naves espaciales que regresan a la Tierra.
Dirigido por Minghu Tan, un estudiante de doctorado de la Universidad de Glasgow, el artículo aborda inmediatamente la preocupación más obvia relacionada con este escenario: ¿Qué pasa si ocurre algún error en el proceso de redirección y un asteroide impacta accidentalmente en la Tierra? Es suficientemente malo que los dinosaurios no se enteraran de su roca espacial del Apocalipsis, pero lo que sería especialmente vergonzoso es que los humanos nos golpeamos a nosotros mismos en la cara con uno.
Tan y los coautores del artículo sugieren mitigar este riesgo seleccionando asteroides de menos de 30 metros de diámetro para el aerofrenado, así se destruirían al entrar en la atmósfera si la maniobra fallara. Tan me dijo también, en un correo electrónico, que un asteroide redirigido podría colisionar con una nave espacial en órbita alrededor de la Tierra. Es por eso que "se requieren estrategias precisas de orientación y control", dijo.
Suponiendo que tales medidas de orientación estuvieran en su lugar, el documento traza dos estrategias posibles para capturar asteroides pequeños con técnicas de baja energía de aerofrenado. En cada caso, Tan y los coautores imaginan un encuentro, lejos de la Tierra, en el que una nave espacial aplica la fuerza suficiente para poner a un asteroide en un camino en el cual se acerque a la atmósfera de nuestro planeta, y se inicie la captura.
La nave espacial podría permanecer acoplada con el asteroide durante su viaje, en caso de que se necesitaran correcciones en el curso de vuelo. El equipo identificó al asteroide 2005 VL1 como un objetivo potencial particularmente bueno para dicha misión, porque tiene el tamaño y la velocidad ideales para ser redirigido, y teóricamente no perdería tanta masa durante el aerofrenado como otros asteroides que también son candidatos, lo cual lo convierte en una elección económica.
Otros conceptos para las misiones de redirección de asteroides han intentado mitigar la posibilidad de impactos accidentales eligiendo objetivos más alejados de la Tierra. Dirigir un asteroide para órbitar alrededor de la Luna, una estrategia que la NASA ha considerado, parece menos existencialmente peligroso que aerofrentarlo en la atmósfera de la Tierra, pero ambos escenarios tienen ventajas y desventajas.
En última instancia, las recompensas de las misiones de captura de asteroides tendrán que superar los riesgos actuales antes de que estos conceptos futuristas rindan frutos, pero nunca está de más tener todos los cálculos listos mientras tanto.
Becky Ferreira https://ift.tt/eA8V8J
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