Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
A todos nos encantan las mascotas gorditas: un gato que milagrosamente se puede sentar aunque sea bastante exigente o un perro salchicha con cara de globo que, gracias a una extraña condición médica, lo tuvieron que desinflar. Nos reímos de esas criaturas hermosas, que hacen del infierno del internet un mejor lugar, sabiendo que su tamaño es justo lo que los hace especiales.
Pero el miércoles nos presentaron a una mascota que nos hizo dar un paso atrás y reemplazar nuestra risa bondadosa por una cara de preocupación. Les presentamos a Little White Socks, un perro en Taiwán que, de alguna manera, pesa 50 kilos:
El perro colosal fue adoptado por la primaria Wenhua para servir como su perro guardián, de acuerdo con el Daily Mail. Pero desde hace más de ocho años, cuando asumió su cargo, los alumnos, maestros y trabajadores de la cafetería supuestamente lo han alimentado implacablemente; y no con croquetas sino con toda la basura que los niños comen hoy en día. Lo han catalogado como el Godzilla del mundo canino, una encarnación viviente de la bestia de Sandlot. Pero en realidad, él pobre solo está demasiado gordo.
Con 50 kilos, Little White Socks corre el riesgo de lastimarse las articulaciones, contraer diabetes o enfermedades del corazón (si es que no las tiene ya) y sufrir un trastorno digestivo, entre otras muchas enfermedades mortales. Se ha vuelto tan peligrosamente gordo que la escuela tuvo que pedirles a los estudiantes y al personal que dejaran de alimentarlo y lo pusieron a una "dieta estricta".
Al final del día, puede que los niños de la Primaria Wenhua quieran mucho a Little White Socks, y por eso le compartan de todo lo que comen. Pero hay otras formas de cuidar y consentir a un perro sin atiborrarlo de comida hasta que parezca que va a explotar. Por ejemplo, sacarlo a pasear o jugar a lanzarle un frisbee. O si lo anterior es muy trabajoso, con una caricia tienen suficiente.
Querido Little White Socks, aunque seas hermosamente gordo, esperamos que tus compañeros de clase puedan guardar sus golosinas o lo que sea, y ayudarte a volver a un tamaño decente y saludable.
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