Artículo publicado originalmente por Garage Estados Unidos.
La semana pasada, sentada en la primera fila de la presentación de Math Studios F/W 19-20; durante la Conferencia Internacional Futurum Moscú, un evento de Mercedes-Benz Fashion Week Russia que presenta las colecciones de diseñadores emergentes; observé a un mar de hombres desfilar por la pasarela, ataviados todos con elementos muy típicos de la moda masculina, como chamarras bomber en azul marino, gabardinas en azul rey y muchos pantalones negros de vestir. No había nada fuera de lo común hasta que mis ojos se fijaron en los pies de los modelos mientras desfilaban, llevaban calcetines blancos con sandalias negras. Solo surgió una pregunta en mi mente: ¿por qué?
Ilkin Bakhshiev, el diseñador de @Math_Studios, me dijo: "Nuestra ropa tiene un enfoque bastante rígido y queríamos darle un toque lúdico y de soltura... Usar sandalias con calcetines siempre es considerado como algo de mal gusto en Rusia y queríamos modificar y cambiar un poco ese estereotipo".
Mi primer recuerdo de haber visto calcetines con sandalias es de cuando, a fines de los años 90, mi hermana se ponía unas sandalias con velcro de Adidas y sus calcetines gruesos hasta la rodilla después de su práctica de futbol: un flashback que asocio con la imagen de chicas adolescentes vistiendo uniformes de fútbol en color azul y blanco, y con el pelo recogido en coletas altas. Tiempo después, a principios de la década de 2000, una nueva versión se hizo popular fuera del campo de futbol: las sandalias Adidas Adilette, cuya suela era más suave y tenían una banda a rayas.
Aunque en algunos lugares del mundo, la combinación estilística ha sido considerada como de mal gusto o como una ofensa a la moda, esa tendencia tiene una historia bastante larga que se remonta a miles de años. En el año 500 a. C., el poeta griego Hesoido escribió en su poema Opera et Dies [Los trabajos y los día], "alrededor de tus pies, ata tus sandalias hechas de piel de bueyes cazados brutalmente y, debajo, usa piloi". En ese entonces, los Piloi eran unos calcetines hechos de pelo de animal, los cuales probablemente fungían como una capa de protección durante las actividades diarias en el antiguo imperio griego.
En 2010, un artículo del Telegraph reportó que gracias a una excavación arqueológica habían descubierto una antigua sandalia romana, y el óxido de uno de sus clavos sugería que los romanos podrían haber usado una prenda similar a los calcetines modernos hace unos 2000 años. Un par de calcetines egipcios de punto en color naranja fueron encontrados en una excavación en el siglo XIX y en 1900 fueron entregados al museo Victoria & Albert Museum. Al parecer fueron hechos entre los años 250 y 420 d. C., y su forma incluye una división en medio de los dedos, la cual el museo afirma que indica que fueron diseñados para usarse con sandalias.
En la República Checa, se dice que esta combinación, en su mayoría, es usada por hombres de más de 50 años y que se la considera bastante impopular (dato curioso: un estudio de Fashion Report en 2015 encontró que 1 de cada 10 hombres checos usa calcetines con sus sandalias mientras está de vacaciones). En 2014, Brian Shea de The Evening Sun afirmó que ese look era típico sobre todo en las generaciones mayores y los alemanes.
En Rusia, Bakhshiev afirma que el uso de calcetines y sandalias probablemente se deriva de la era postsoviética, cuando los hombres tenían ciertos prejuicios con respecto a las piernas. "En primer lugar, usar zapatos con los pies descalzos no es higiénico. En segundo lugar, usar sandalias con los pies descalzos te obliga a darle un mantenimiento cuidadoso a tus pies, y ese no siempre es el caso de todas las personas", me dijo por mensaje directo. Según él, esta "antitendencia" está arraigada en lo que ahora se considera como de mal gusto en el mundo moderno, algo que la marca con sede en San Petersburgo ha convertido en un aspecto divertido al combinarla con su gama de prendas masculinas.
"Usar calcetines con sandalias se considera un tabú en Rusia, por lo que los diseñadores jóvenes lo usan como una forma de llamar la atención e ir en contra de la corriente, convirtiendo aquello que antes era un tabú en una tendencia cool", dijo Stephan Rabimov, crítico de moda y periodista estadounidense que lleva diez años asistiendo a la Mercedes-Benz Fashion Week Russia.
En los últimos años, esta cuestionable moda ha sido debatida desde todos los ángulos posibles. En 2018, el Telegraph la denominó "el último tabú del vestuario" después de que David Beckham apareciera usando calcetines rojos con unas sandalias tipo las Birkenstock en la revista Vogue británica; pero ¿quién lo hizo primero? ¿Fueron los grandes atletas antes/después de practicar su correspondiente deporte? ¿Los hombres afroamericanos que no se sienten cómodos al tener expuestos los dedos de los pies? ¿Toda la población del noroeste pacífico? O, tal vez se deba al término normcore utilizado por primera vez por el grupo de pronosticadores de tendencias K-Hole para describir una actitud antimoda, que en última instancia provocó un movimiento masivo de estilo minimalista que evocaba el look de los padres de familia de los 90, el cual cambió las reglas de una industria que alguna vez dependiera de ropa, calzado y accesorios suntuosos.
Hoy en día, la combinación de calcetines con sandalias se ha convertido en algo bastante común y ya no es tan ridícula. De hecho, Justin Bieber y Tyler, the Creador, son grandes fans de ella. Además de que en los últimos años, ese look ha estado presente en varias pasarelas de marcas de diseñadores como Bottega Veneta y Louis Vuitton. Según Bakhshiev, "Todos quieren usar calcetines y calzado abierto. Y todo lo que antes era un tabú, ahora está permitido".
Sara Radin http://bit.ly/2Dn9uQn
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