Páginas

sábado, 30 de junio de 2018

Lo que tienes que saber para votar este 1 de julio en México

En unas horas millones de mexicanos saldrán a votar para elegir a la persona que gobernará durante el próximo sexenio. Algunos han votado desde hace años, otros aún no han decidido su voto y millones votarán por primera vez.

Si es la primera vez que votarás, seguro has sido bombardeado desde hace meses por decenas de spots y propaganda electoral de los candidatos que quieren tu voto. Y también por la publicidad del Instituto Nacional Electoral (INE) que te invita a asistir a las casillas. Pero los mensajes son tantos que quizá no sepas bien algunas cosas.

¿Cómo votar? ¿Dónde hacerlo? ¿Qué tengo que hacer para ejercer ese derecho ciudadano?

Antes que nada, debes de saber que tu credencial de elector es el instrumento más importante en todo el proceso. Ahora, si nunca has votado, renovaste tu credencial o te cambiaste de domicilio, lo primero que debes de hacer es verificar que tu credencial sea vigente.

¿Cómo? Muy fácil: debes de ingresar a este link para checar que estés registrado en la Lista Nominal de Electores, o sea que puedes votar sin problemas. El sitio web te pedirá información que contiene tu credencial para validar su vigencia.

Una vez confirmado que estás registrado, deberás ubicar la casilla en la que votarás. Para eso ingresa a la página Ubica tu casilla y completa la información que te pide, con base en los datos que aparecen en tu credencial. Cuando lo hagas aparecerá la dirección de la casilla que te corresponde y su ubicación en Google Maps.

Podrás acudir a la casilla que te corresponde entre las 8 de la mañana y las 6 de la tarde, hora en que abren y cierran las casillas, respectivamente.

¿Qué debes de hacer al llegar?

Verás una mesa con varias personas sentadas: son el presidente de la casilla, el secretario y los escrutadores. También verás las casillas donde votarás y las urnas donde depositarás tus votos.

Lo primero que debes hacer es darle tu credencial al presidente de la casilla para que verifique que, efectivamente, estás inscrito en la Lista Nominal de Electores y puedas votar. Una vez que ubicó en las listas que estás registrado te entregará las boletas con los nombres de los candidatos de distintos cargos de elección popular.

Dependiendo de tu estado, te darán boletas con los aspirantes a la presidencia, gubernaturas, jefatura de gobierno, senadurías, diputaciones federales y locales, alcaldías y presidencias municipales.

Al recibir las boletas, te indicarán la casilla en la que votarás. Se trata de una cabina en la que encontrarás marcadores para que votes por cada uno de los cargos. Recuerda que a esa cabina, sólo puedes entrar tú y nadie puede acompañarte a menos que tengas alguna discapacidad.

¿Cómo votar por el candidato de tu preferencia?

Deberás marcar con una equis el nombre del candidato o candidata de tu preferencia sin salirte del recuadro. Sí tu candidato aparece en más de una opción, podrás votar por él o ella tachando cada una de las opciones. Eso le dará votos a todos los partidos que representa, pero si sólo quieres votar por un solo partido, sólo tacha un recuadro.

De acuerdo con el INE, si te equivocas y escoges a un candidato que no quieres, podrás señalar tu equivocación en el mismo recuadro con la palabra “No” o “Este siempre no” y tachar la opción que realmente querías.

Si, por el contrario, decides anular tu voto, puedes hacerlo escogiendo a dos partidos que no formen parte de la misma coalición, rayando toda la boleta, tachando el nombre de Margarita Zavala —la candidata independiente que renunció a la candidatura— o de alguna persona no registrada, o escribiendo alguna frase que no se relacione con algún candidato o partido. Pero recuerda, que si haces eso, tu voto no se contará.

Una vez que hayas escogido las opciones de tu preferencia deberás de doblar cada una de las boletas en cuatro y depositarlas en las urnas que correspondan a cada cargo.

Al finalizar deberás regresar a la mesa donde se te pintará el dedo con tinta indeleble y tu credencial de elector será marcada para que no votes dos veces. Luego te entregarán tu credencial y podrás retirarte a tu casa.

A pesar de que distintos medios de comunicación emitirán resultados electorales desde las 6 de la tarde, el resultado oficial se dará a las 11 de la noche, cuando Lorenzo Córdova, consejero presidente del INE, emita un mensaje con las cifras oficiales de los conteos rápidos del Instituto.

¿Qué pasa si no estás cerca de tu casilla el día de la elección?

Si por alguna razón no estás en tu estado para votar, podrás hacerlo en cualquiera de las 1,500 casillas especiales que a dispuesto el INE para que las personas que no puedan a acudir a su casilla, voten.

Para ubicar las casillas especiales, deberás ingresar a la página Ubica tu casilla y seleccionar la opción “casilla especial”. Incluso en algunos hospitales del país tendrán casillas especiales para que las personas hospitalizadas no se queden sin votar.

¿Que te impide votar?

Una de las razones es que no estés registrado en la Lista Nominal. Otra es que llegues después de las seis de la tarde, aunque si llegaste poco antes de las seis y aún hay gente formada cuando el reloj marque esa hora, podrás votar. Ten presente que no puedes llevar una copia de tu credencial, deberá de ser el documento original para que puedas votar.

Recuerda que la tinta en tu dedo se borra regularmente en 12 horas, pero puede permanecer más tiempo en tu piel.

Sigue las redes sociales del INE, donde se actualizará la información de la jornada electoral y se resolverán las dudas ciudadanas.

No olvides que la decisión que se tome este 1 de julio será determinante para el rumbo del país en los próximos seis años.

Rogelio Velázquez https://ift.tt/eA8V8J

Fotos del cierre de la Marcha del Orgullo en CDMX

Un poema de central al ataque

Artículo publicado por VICE Colombia.

Escritores de Latinoamérica arrancan en VICE la serie “Correspondencia Mundial”, un cruce de correos literarios para comentar los pormenores del encuentro en Rusia 2018. Hoy, desde Colombia, Juan Álvarez.

Un poema de central al ataque.

Un poema que ocurre en la diagonal limpia en el área y ocurre en el lanzamiento de esquina de zurda y en la curva de la pelota cerrándose y un poema que ocurre en el parietal izquierdo que la encuentra exactamente después de que la gravedad ha empezado a vencerla.

Un cabezazo cañón.

Un testazo pleno parecido a la fundación de una tierra prometida.

¡Arriba el Cauca Guachené!

***

Yerry Mina llegó al mundial como cuarto central de la Selección Colombia y ya juega de ahoraquéhacemoscontigo en las carpetas y llamadas de negociación de los directivos del Fútbol Club Barcelona. Pensaron que deshacerse de él sería sencillo. Pero nunca es sencillo deshacerse de un atleta colombiano con talento.

Claro que sufrimos el ancho del castigo físico senegales en los primeros 45 minutos. Lo recuerdo en la estrujada al costillar de Falcao por parte de sus dos centrales de noventa kilos en la primera pelota que trató de controlar al minuto 7.

Y sin embargo, sufrimos menos por los lances al costillar y más por los sistemas de
justicia en disputa: el VAR ha venido a ser, para esta Copa del Mundo, lo que en parte la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) para los colombianos: una propuesta alternativa de arbitraje que los espectadores discuten y tachan y fuertean y mutilan pero apenas parecen dispuestos a experimentar con honradez; una opción de justicia ante el reino de la impunidad, apertura cognitiva imposible cuando impera la experiencia estrecha de la venganza y de la inmediatez.

Releo y de inmediato siento la obligación moral de retirar la comparación: la fundo en la metáfora manida según la cual elfútbolescomolavida, pero no siempre es así. No en este caso. El fútbol está muy lejos de la vida cuando la dimensión de la vida en juego son los derechos despojados de nueve millones de víctimas de una guerra prolongada y actuada por múltiples ejércitos. Un país roto entero y traumado es el que en realidad alienta desde aquí.

***

Simpatizamos o no con el VAR en función de la justicia que imparte en relación a los equipos, no en relación a los árbitros. Pero quizá ––aparte seguro del puñado de sinvergüenzas que metieron la mano en mundiales como Argentina 78 o Corea del Sur / Japón 2002–– la víctima velada en el pasado futbolístico de este planeta hayan sido los propios jueces centrales, obligados a ver, en la velocidad del baile vivo de músculos y huesos, cierres temerarios e impecables como el que Davinson Sánchez ofreció el jueves en la cancha de la ciudad de Samara. (¡Arriba el Cauca Caloto!)

Es la era del árbitro como equipo. Ahora contamos nueve uniformes, y es raro ver a cuatro de ellos encerrados en un cuarto de pantallas ubicado en Moscú, es cierto, pero raro debió ser también descubrir que la primera regla de fuera de lugar podía ser replanteada.

***

Silvina Giaganti, mi colega argentina de cartaje, ofreció en su introspección roja del 83 una imagen preciosa: “el fútbol es un elástico que estira hacia el futuro”.

Me hace pensar en la salida de James al minuto 30: la impotencia del puño golpeando el césped; la maldita punzada recurrente en el sóleo izquierdo que lo envía al camerino quince minutos antes de que allí vaya a haber alguien.

Un camerino al que aún no ha llegado nadie es un espacio en el futuro.

James tuvo que pisar el futuro antes porque su mundial aún ni empieza ni termina: es el jugador en el limbo; suspendido entre la zozobra de la incógnita y la sanación de un músculo remoto.

***

Tal como Pablo Duarte vio la derrota clasificatoria de México en el Zócalo, flanqueado por un predicador, nosotros vimos el juego al lado de gitanas a quienes pedimos nos cantaran la aventura. ¿Qué ven, gitanas, allí adelante en la cancha que es el tiempo?

“El ascenso de ángeles negros”, dijeron, y fue un escalofrío que nos duró 73 minutos, cuando al fin entendimos.

¡Arriba el Cauca Guachené!

***

Existe un texto precioso de Albert Camus titulado “Lo que debo al fútbol”. Allí el argelino cuenta su relación de juventud con la práctica de la pelota porque se trató del universo que le enseñó “acerca de la moral y de las obligaciones de los hombres”.

Pienso en eso y pienso también en “la hermanada de dolor o de derrota basal” que señala el colega uruguayo Agustín Acevedo como elemento latinoamericano articulador de “nuestras similitudes y diferencias”.

Lo oigo todo y me detengo: qué grueso es el fútbol; cuánto esperamos de él: desde lecciones en la operatividad de la justicia hasta prismas para devorar la geografía.

Es extraño demandarle tanto, porque en rigor, el fútbol solo ha probado enseñarnos un escarmiento incontestable: la pelota nunca viene por donde uno espera que venga.

Juan Álvarez https://ift.tt/eA8V8J

Maricas sin plumas. Lesbianas, pero no machorras: otra cara de la homofobia

Artículo publicado por VICE Colombia.

Adentro, luces rojas y azules cruzan el escenario de un extremo a otro. La fiesta revienta en su mejor momento y cientos de manos se levantan entre gritos para saludar a la falsa Lady Gaga. Un hombre besa a otro, una mujer abraza a su novia por la cintura. Alguien se monta en la barra pidiendo más vodka. Gaga se contorsiona y una docena de bailarines en tacones de quince centímetros se mueve a sus espaldas. Más gritos, más baile, más vodka. La falsa Lady Gaga es una mujer trans.

Afuera, Andrea y sus amigas hacen fila para entrar a Theatron, una de las discotecas gais más famosas de Bogotá. Se han puesto vestidos cortos, zapatos altos y se han maquillado los ojos. Apagan con el tacón lo queda de un cigarrillo compartido y alistan sus cédulas para presentarlas en la entrada.

—Hoy sólo clientes con start card —les anuncia el hombre de la puerta.

—¿Cómo así, no podemos pasar?

—Es un fiesta privada. Circule, por favor.

Se hacen a un lado sin entender del todo y, uno a uno, van entrando los demás clientes de la fila. Sin tarjetas, dice Andrea, sin preguntas, sin cédula. Andrea también es una mujer trans. La ironía se cuenta sola.

Las acusaciones por discriminación a Theatron de Película, ubicado en la carrera 13 con calle 59, vienen sonando desde hace varios años. En 2014, Camilo Romero demandó el establecimiento por discriminación racial. Un año antes, a Marcela Tovar le negaron el ingreso sin dar muchas explicaciones y hace unas pocas semanas, a Marian Rodríguez, una mujer trans de 27 años, le volvieron pedir la supuesta start card. “Es un eufemismo”, dice, “la tal tarjeta es un eufemismo para decirte: aquí no entran negros, transexuales ni pobres”.

Aunque la denuncia existe y sigue vigente, no ha pasado nunca de ser un simple ruido. Edison Ramírez, uno de los propietarios del bar, sigue negando con vehemencia los casos de discriminación. Según él, no existe tal sesgo y se trata sólo de cumplir con ciertos requerimientos que responden al sentido común: personas armadas, ebrias, con comportamientos agresivos o zapatos con los que puedan cortarse. El suyo es un bar incluyente y la gente busca sacar provecho económico de la ley antidiscriminación, dice.

Pero las voces insisten y cada vez son más. A #BastaDiscriminaciónTheatron, una campaña creada en junio del 2017, se suman ya más de 300 denuncias y cada cierto tiempo la historia vuelve a aparecer en medios con diferentes protagonistas: negros, transexuales, mujeres tatuadas y hombres con rastas.

—Yo tomé la decisión de no volver a trabajar con ningún bar o establecimiento que tuviera manifestaciones transfóbicas, por eso me desvinculé totalmente de Theatron de Película —dice Jessica Useche, conocida como Totoya, una artista transformista que actualmente es presentadora de eventos en El perro y la Calandria— para mí ha significado disminuir mi fuente de ingreso. No tengo ya la misma plata que tienen otras artistas que han sido indiferentes con la situación, pero puedo dormir tranquila.

***

Que no, mi amor, que nosotras somos mujeres, le dijo una novia a Gustaff Garzón. Que tienes que maquillarte y dejar de usar esas camisas leñadoras. Para entonces, Gustaff vivía como una mujer lesbiana y no tenía claro aún que iba a convertirse en un hombre trans. Había ido ganando rasgos masculinos sin decirle a nadie: el pelo cada vez más corto, la ropa cada vez más ancha. Cuando era una niña, prefería las pantalonetas a los vestidos, los camiones de juguete a la Barbies y las canicas a las peluquerías de muñecas. A los 20 años dijo en su casa que era lesbiana y a los 25 ya había descubierto que no.

Que si vas a ser el hombre de esta relación, entonces tienes que volverte más macho: aportar más económicamente y ser más recio, le dijo otra de sus parejas cuando ya era Gustaff. Ella, una mujer lesbiana, pero católica y de roles tradicionales, seguía sin entender como su novio no seguía la receta de masculinidad que le habían enseñado siempre.

—Eso es transfobia —dice Gustaff—. Una pareja que cuestiona tus expresiones de género cuando no corresponden con tu sexo. Que te acepta sólo si te acomodas en los roles culturales que nos han vendido con la heterosexualidad. Desde ahí también llegan las violencias, desde adentro.

No es secreto: los homosexuales también discriminan. Calcan el machismo, el racismo y los sesgos de clase. Se castiga la masculinidad en las mujeres y la feminidad en los hombres. Lesbianas, pero no machorras. Maricas, pero que no boten plumas. Transexuales, pero que no muestren, que se vistan bien y que no se les note la barba. Ni hablar de los bisexuales, gais de clóset que no acaban de definirse. “Todo viene del desconocimiento de las identidades de género”, dice Lina Cuéllar Wills, directora de Sentiido. “Se puede ser hombre o mujer, pero por ningún motivo estar en la mitad. El problema de base es que las personas LGBTIQ creen que para ser aceptados en la sociedad tienen que camuflarse entre los heterosexuales como si esa fuera la única identidad correcta”.

El machismo sigue estando a la cabeza de todo con sus jerarquías y roles obsoletos. Lo masculino son la barba y los músculos y lo femenino son los tacones y el pelo largo. Cualquier intención de límites difusos se cuestiona y se señala. Las preferencias sexuales son libres, decimos, pero mucho mejor si caben en el molde que ya conocemos. “No se trata sólo de decir que soy gay o lesbiana, se trata de entender que hay muchas formas de diversidad”, dice Lina.

***

Y así como en las tragedias de la Antigua Grecia, hay un coro que repite:

—No marcho. No salgo a la calle porque ese carnaval de maricas en tanga no me representa. Esa no es la imagen que quiero dar de mi lucha. Esa no es la forma de convencer al godo de que todas las formas de vivir son válidas. No marcho porque es de mal gusto, un exhibicionismo barato de mamarrachos de circo que refuerza estereotipos. Que nos muestra promiscuos haciendo alarde de lo rico que la pasamos viviendo sin reglas. No marcho porque no creo que salir empelotos y disfrazados vuelva más serias nuestras exigencias ni que besuquearnos por las calles y cantar nuestra homosexualidad con tambores sirva de algo. Tampoco voy por ahí diciéndoles a todos que soy gay porque no conozco el primer heterosexual que tenga que hacer lo mismo. No marcho el día del orgullo porque no entiendo cuál es el orgullo de que me gusten las mujeres, los hombres o los barcos.

“Esa es una visión moralista”, dice Alejandro Lanz, director ejecutivo de Temblores ONG. “Marchar en el día del orgullo es un ejercicio político y no existe nada más político que el cuerpo, que ponerlo en un espacio público y apropiarse de las calles”.

Es también un homenaje: a los homosexuales que en 1969 se levantaron en contra de la homofobia rampante de la época y se resistieron a los abusos de la policía durante una redada en el bar Stonewall de Estados Unidos. Una celebración: por el cambio de sexo en la cédula, por el matrimonio igualitario, por la adopción, por las garantías en el sistema de salud y por las leyes vigentes que protegen contra cualquier tipo de discriminación. Y es un grito de protesta: por lo que falta, por las transexuales que matan a golpes todos los días, por la doble moral que sólo acepta la diversidad de dientes para afuera, por el ejercicio pleno de la igualdad, por los derechos ciudadanos y sobre todo, porque nada se quede en el papel.

En todos los escenarios, el cuerpo es protagonista. Es el que incomoda al intolerante y el que desafía los estereotipos culturales. El que pone en manifiesto y de manera tangible la libre expresión de la sexualidad y la muestra con orgullo. Es el cuerpo el que celebra, grita y se hace visible. “A mi me salieron tetas cuando era adolescente, a la mujeres trans no. Para ellas esa ha sido una lucha, un proceso de reconocimiento y de aceptación. Un orgullo”, dice Lina Cuéllar. “Ahora, si soy un hombre gay que no se siente cómodo saliendo en calzoncillos, no significa está mal hacerlo. Significa que salgo en pantalón y camiseta y reconozco la diversidad sin tratar de homogeneizar el mundo”.

Laura Galindo M. https://ift.tt/eA8V8J

Por qué tomamos decisiones de las que nos vamos a arrepentir

Artículo publicado originalmente por VICE Australia.

Todos tomamos malas decisiones: gastarnos los ahorros, procrastinar, salir con la gente “equivocada”. Y fumar. Generalmente, la satisfacción inmediata de prender un cigarro en seguida se ve reemplazada por un sentimiento de repugnancia y arrepentimiento. Todos sabemos que fumar es malo y nos hace sentir mal. Entonces, ¿por qué lo hacemos? En primer lugar, debemos entender cómo funciona el cerebro cuando se le presenta una elección. El cerebro recoge información (A), la procesa (B) y produce una respuesta (C). A+B=C. Fácil, ¿no? Sin embargo, debido a la tremenda complejidad del cerebro humano, hay un montón de cosas que pueden salir mal en lo que parece una ecuación simple.

Algunas malas decisiones son producto de la falta de información o de la desinformación. Nuestro cerebro no solo se sirve de hechos objetivos para tomar decisiones, sino también de información personal y basada en la experiencia: qué hemos aprendido de decisiones, circunstancias y relaciones anteriores, así como de otras personas. Básicamente, todo lo que hemos vivido influye en las decisiones que tomamos. Por lo tanto, no importa lo fiable que sea la información de que dispones o la cantidad de la misma: en la práctica puedes ser un desastre al usarla.



Luego, el cerebro debe procesar y clasificar toda esa información, tanto subjetiva como objetiva. según unas prioridades. Esto es lo que se conoce como capacidad cognitiva, y sobre ella también influyen infinidad de factores. Aunque algunos son bastante obvios, como el cansancio o el estado de embriaguez, hay otro factor más sutil: el sesgo cognitivo. Se trata básicamente de atajos que nuestro cerebro ha creado y que nos ayudan a resolver problemas y a interpretar rápidamente la información a partir de patrones que hemos vivido anteriormente y que se han ido reforzando con el tiempo. Sin embargo, todo lo que ganamos en eficacia lo pagamos con un criterio deficiente. La comunidad neurocientífica ha identificado cientos de sesgos cognitivos y todavía se siguen descubriendo más.

“Sé que fumar me hace daño a la salud”, señala Ian. “Ahora que estoy a punto de cumplir los 30, he conseguido reducir un poco el consumo y casi no fumo durante el día. Pero cuando llega el viernes, vamos al bar y un amigo prende un cigarro, no puedo evitar hacerlo también”. Al igual que Ian, hay mucha gente que, a pesar de contar con información objetiva sobre las consecuencias negativas del tabaquismo, continúa fumando.

La adicción desempeña un papel complejo, ya que altera el cerebro a nivel neurológico y merma nuestra capacidad de tomar decisiones complejas o racionales. Pero eso no es todo. Los sesgos cognitivos pueden reforzar la decisión de seguir fumando de muchas formas, a pesar de las evidencias de lo dañino que es. Estos pensamientos en apariencia sencillos se fundamentan en distorsiones de la información. Si, por ejemplo, vemos un anuncio contra el tabaquismo y pensamos, Yo nunca acabaré así, ahí está entrando en juego el sesgo del optimismo; cuando señalamos a gente mayor que fuma y parece saludable para justificar nuestro comportamiento, estamos aplicando un sesgo de confirmación; y si nos ponemos más contentos por encontrarnos un billete de 200 pesos en la calle que por ahorrar 200 pesos al no comprar tabaco, se está activando el efecto marco.

Si nuestro cerebro se ve influido por todos esos sesgos, ¿entonces es posible cambiar nuestra forma de pensar o las decisiones que tomamos? Sí, aunque puede ser muy complicado. Los sesgos son patrones que se pueden haber formado en tu subconsciente durante años. “El cambio de comportamiento es difícil porque, con el tiempo, la conducta acaba estando vinculada a gran número de señales y contextos personales y del entorno que actúan como refuerzo. El simple hecho de encontrarse en un entorno determinado puede bastar para recordar a alguien un comportamiento específico”, señala el profesor Andrew Lawrence, jefe de Neurociencia conductual en el Instituto Florey de Neurciencia y Salud Mental. En el caso de Ian, por ejemplo, su hábito de fumar se veía reforzado con las visitas al bar los viernes por la noche.

Reconocer y entender por qué tomamos determinadas decisiones nos puede ayudar a retomar el control y desconectar el piloto automático de nuestro cerebro. El profesor Lawrence señala que es importante reconocer los sesgos cognitivos en el momento en que se producen para que el cambio sea efectivo. A veces puede resultar perturbador, pero es preciso desafiar al cerebro, cuestionarlo, y preguntarse a uno mismo: ¿En realidad es cierto o se trata de algo que he terminado creyendo debido al hábito o porque me hace sentir mejor? Si eres capaz de cambiar tu forma de pensar, podrás cambiar tu forma de actuar.

Ingrid Kesa https://ift.tt/eA8V8J

Se encontraron moléculas orgánicas en estelas expulsadas de la luna de Saturno

Artículo publicado originalmente por Motherboard Estados Unidos.

Encélado, la luna en forma de nuez de Saturno, contiene moléculas orgánicas complejas dentro de sus océanos, según una investigación publicada el miércoles en Nature, que además distingue a la entidad celestial como uno de los mundos más probables para albergar vida alienígena en el sistema solar.

El estudio, dirigido por Frank Postberg y Nozair Khawaja de la Universidad de Heidelberg, se basa en datos recopilados por la nave Cassini de la NASA antes de sumergirse en Saturno en septiembre de 2017 (RIP).

Las "macromoléculas" ricas en carbono identificadas por el estudio son un ingrediente esencial en la vida tal como la conocemos en la Tierra. Estos son los tipos de bases químicas versátiles que permitieron que las criaturas vivientes evolucionaran en la Tierra.

Durante sus últimos años, Cassini pudo tomar muestras directamente del océano de Encélado recogiendo granos de hielo que la luna roció en el espacio con estelas tipo géiser. El orbitador usó su Analizador de Polvo Cósmico (CDA) y el Espectrómetro de Masas Neutras (INMS) para medir la composición química del material y transmitir esa información a la Tierra.

El análisis inicial de estos datos recogió moléculas orgánicas simples, y también detectó una gran cantidad de hidrógeno molecular. Estas lecturas sugieren que el suelo rocoso del océano subsuperficial de Encelado puede presentar reacciones hidrotermales, similares a las observadas en los respiraderos de aguas profundas de la Tierra.

Estos hábitats pueden albergar exuberantes ecosistemas sustentados por "metanógenos", formas de vida que convierten el dióxido de carbono y el hidrógeno molecular en metano, y organismos similares existen potencialmente en Encélado. En el último análisis de los datos de Cassini, Postberg y el equipo de Khawaja identificaron macromoléculas de este océano alienígena que superan las 200 unidades de masa atómica, diez veces más pesadas que el metano.

Sin embargo, no hay que cantar victoria. Tendremos que lanzar otra nave espacial a Saturno para saber con certeza si Encélado está lleno de pequeñas bestias alienígenas, ya que Cassini no estaba equipada para detectar vida de manera explícita. Varias misiones conceptuales, como el llamado Encélado Life Finder (ELF), han sido planteadas para este propósito, pero ninguna ha sido aprobada todavía.



Es por eso que este documento tiene "gran importancia para la próxima generación de exploración", según el coautor Christopher Glein, científico espacial del Southwest Research Institute.

"Una futura nave espacial podría volar a través de la estela de Encélado, y analizar esas complejas moléculas orgánicas utilizando un espectrómetro de masas de alta resolución para ayudarnos a determinar cómo se hicieron", dijo. "Debemos ser cautelosos, pero es emocionante saber que este hallazgo indica que la síntesis biológica de moléculas orgánicas en Encélado es posible".

Becky Ferreira https://ift.tt/eA8V8J

Le preguntamos a un experto por qué nos repugna el canibalismo

Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.

Si estás leyendo esto, es probable que pienses que el canibalismo es asqueroso. Lo sabemos porque te lo hemos preguntado después de nuestra entrevista con un usuario de Reddit que se volvió viral por ofrecer a sus amigos tacos hechos con su propio pie amputado. ¿Qué es lo que odiamos exactamente de la idea de comer carne humana? En este caso, era técnicamente ético, pero, aun así, la noticia generó un pánico colectivo.

Hicimos una encuesta en Instagram, Twitter y Snapchat: “¿Probarías carne humana si fuera ético y estuviera socialmente aceptado?”. Contando las más de 500.000 respuestas entre las tres redes sociales, la proporción era más o menos la misma: alrededor de una de cada cuatro personas dijo que “por supuesto”, mientras que las tres restantes dijeron que “ni de broma (sí: 114.625; no: 424.761). Si la razón por la que el canibalismo es repulsivo no es la implicación moral que tiene el hecho de hacer daño a otro ser humano (el terror principal en los clásicos sobre canibalismo, como en El silencio de los corderos), ¿cuál es entonces?

Contactamos a Bill Schutt, autor de Cannibalism: A Perfectly Natural History (“Canibalismo: Una historia totalmente natural”), para que nos explique qué pasa por la mente de las personas que eligieron la opción “no”.

VICE: ¿Por qué hay tanta gente que parecer sentir una repulsión innata a comer carne humana?
Bill Schutt: No estoy tan seguro de que sea innata, ya que está profundamente arraigada en la cultura occidental. Llevamos con este tema desde los tiempos de la Grecia clásica, con Homero y Heródoto, hasta Shakespeare, Daniel Dafoe y Sigmund Freud, pasando por los romanos: más de dos mil años. Para estos escritores, el canibalismo era el peor de los tabúes, razón por la que, sumado al cristianismo y al judaísmo, religiones para las que es importante mantener el cuerpo intacto, actualmente, reaccionamos como reaccionamos solo con el simple hecho de oír la palabra.

Históricamente, censurar el canibalismo le ha caído bien a la sociedad occidental. Si eres Colón y puedes acusar a las personas de ser caníbales, tienes vía libre para tratarlos como alimañas porque piensas que no son humanos, lo cual te da derecho a arrasar con su civilización. Sin embargo, hay otras civilizaciones, como los Wari’ (situada al oeste de Brasil y descubierta en tiempos más recientes), a las que les daría tanta vergüenza enterarse de que nosotros enterramos a nuestros muertos como a nosotros saber que ellos se comen a sus seres queridos.

La cultura manda, y la nuestra dicta que el canibalismo es un tabú terrible.

¿Cómo es capaz de gestionar la ética de los diferentes tipos de canibalismo la gente que piensa en este tipo de cosas?
Antes de escribir mi libro, tuve que definir qué era el canibalismo. Existen varios tipos: el canibalismo como ritual, el canibalismo medicinal, el canibalismo relacionado con los derechos de los difuntos, el canibalismo que infunde terror, el canibalismo por estar al borde de la inanición y, por supuesto, el canibalismo criminal.

Hasta hace relativamente poco en China, el canibalismo no era un tema tan tabú como lo es en Occidente, ha sido la occidentalización progresiva del país la que lo ha hecho desaparecer. Lo mismo sucede con otras culturas, especialmente las más aisladas y pequeñas de América del Sur y África, donde probablemente no se siga haciendo y, en caso contrario, se hace en secreto, para que no se enojen los occidentales. Nuestra cultura se ha generalizado tanto que el canibalismo se ha extinguido en lugares en los que se estaba practicando hasta hace muy poco.

Si analizamos el canibalismo por supervivencia, como los casos de la expedición de Donner y el equipo de rugby que tuvo un accidente de avión en los Andes en los años 70, llegamos a la conclusión de que esas personas no estaban pensando en cuestiones éticas, sino en sobrevivir. Cuando llega un punto en el que tu cuerpo se está consumiendo literalmente, puede pasar de todo: tienes que decidir entre vivir o morir para que vivan tus hijos, pero una de las formas de sobrevivir es comerte los cadáveres que haya alrededor.

Es un caso muy diferente al de aquellas personas que se comen su placenta después de dar a luz porque están convencidas de que van a recuperar las hormonas que han perdido durante el proceso y les va a curar la depresión postparto. Esa personas tienen una perspectiva diferente acerca del canibalismo, en caso de que consideren que esto lo sea.

Según tu estudio, en caso de que el canibalismo fuera ético y legal, ¿cuál sería la mejor parte del cuerpo en cuanto a sabor?
Dependiendo de lo que comieras, el sabor y la forma de cocinarla sería diferente. Los tejidos musculares se pueden cortar como los filetes de la vaca. No estoy seguro de que las personas a las que les gusta la carne orgánica sean capaces de diferenciar entre el sabor de un hígado o un riñón humanos y el del hígado de una vaca o el del riñón de una oveja, ya que todo depende de la parte que se coma y de cómo se cocine. En ese sentido, no hay mucha diferencia: no es más que un mamífero con distintos tipos de tejidos que, si decidieras comértelos (algo que no defiendo), tendrían sabores diferentes.

Hace tiempo probé la placenta y me supo igual que la carne orgánica. No sabía ni a pollo, ni a filete ni a cerdo, era simplemente carne orgánica. Si hubiera sido un trozo de bíceps (no lo hubiera probado porque no era lo que buscaba), hubiera sabido diferente, ya que todo depende de la parte del cuerpo de la que procede. Además, habría pasado lo mismo si el tipo que hizo tacos de su propia pierna amputada se hubiera cortado el hígado y se lo hubiera comido: habría tenido un sabor diferente al de su pie, que describió como “intenso”.

Si te hubieran invitado a comer esos tacos, ¿hubieras aceptado?
No, ni de broma. De ninguna manera. Ya lo hice una vez. La placenta que probé era de una mujer que se ganaba la vida cocinándolas para sus clientes. Hacía tinturas con ellas, las pintaba y las convertía en cuadros de globos, pero también las preparaba para que se las comieran sus clientes. Cuando me enteré de esto, me invitó a su casa para que comiera placenta y pensé que diez años después me arrepentiría en caso de no atreverme en aquel momento, por lo que tardé diez minutos en reservar un boleto de avión para ir. Aquel viaje fue un aventura y todo funcionó de manera espectacular, pero no lo volvería hacer. Eso sí, me gustó mucho y el chef la cocinó al estilo ossobuco. No dejé nada en el plato. Sin embargo, no veo la necesidad de repetirlo.

¿Qué riesgos se corren al comer carne humana?
Existe la posibilidad de que el tejido pueda estar contaminado. No es por asustar al tipo de los tacos, pero hay enfermedades que se pueden transmitir a través de la ingesta de carne humana. Había grupos culturales en lugares como Papúa Nueva Guinea que estuvieron a punto de extinguirse por comerse a los muertos. Los Fore, situados en las zonas montañosas de Nueva Guinea, se estaban muriendo de una terrible enfermedad neurológica llamada Kuru, causada por la contaminación de la carne humana. No quiero decir con esto que el tipo de los tacos pudiera tenerla, pero existen patógenos que podrían haberse contagiado por consumir esa carne.

Probablemente sea el mismo tipo de patógenos que se pueden encontrar en un ciervo que acabas de matar o también pueden ser bacterias, como el E. Coli. Es una decisión personal. El tipo de los tacos y sus amigos decidieron hacerlo y la probabilidad de que estén perfectamente es muy alta, pero yo no lo haría. El kuru deteriora el cerebro de manera parecida al alzhéimer y es incurable: si te da, te mueres. Es una enfermedad nerviosa degenerativa terrible que convierte tu cerebro en un queso suizo. Solamente con pensar en esa posibilidad es suficiente para no querer comer carne humana.

¿Qué es lo que más te ha sorprendido de tu estudio sobre el canibalismo?
Una cosa que me sorprendió fue lo mucho que predominaba el canibalismo en el reino animal por motivos distintos a la escasez de comida. Eso me impresionó. En cuanto a los humanos, lo que me sorprendió fue lo habitual que era el canibalismo medicinal en Europa, a pesar del estigma existente ya desde la Grecia clásica. Se destrozaban completamente partes del cuerpo y las convertían en tinturas. Durante cientos de años, se cocinaban y se comían crudas para curar todo tipo de enfermedades. Además, bebían sangre para curar la epilepsia y comían grasa para resolver los problemas estomacales. No daba crédito. De hecho, no he encontrado ni un solo informe de personas que se hayan enfermado por haber seguido el método del canibalismo medicinal.

Comenzó en la Edad Media y pasó por el Renacimiento y la Edad Moderna. En el siglo XX, el Índice Merck incluyó el término inglés mummia (“momia”, en español), pero se trataba de un error de traducción de una palabra árabe que significa “betún”, la pez se usaba para preparar a las momias y vendar las heridas. Los europeos, al observar ese término, pensaron que le daba nombre a la “momia” entendida como “cadáver vendado”, por lo que hubo una gran demanda de momias porque se pensaba que tenían un gran valor medicinal. Sin embargo, se quedaron sin momias y empezaron a producir momias de imitación para simular a las egipcias. Las hacían polvo y se las comían. En pleno siglo XX. Increíble. Los últimos rastros de aquello es la idea de comer tu propia placenta tiene beneficios médicos.

¿Cómo es el canibalismo moderno?
El canibalismo sigue existiendo. No hay más que mirar a los lugares donde se pasa hambre. Por ejemplo, hay informes que indican que en Corea del Norte se practica el canibalismo. Hoy en día, el canibalismo se puede encontrar en cualquier lugar en el que la gente pobre se haya quedado sin comida de repente.

La mayoría de las culturas en las que el canibalismo era una práctica habitual en el pasado ya no lo tienen, debido a la gente con camiseta y zapatillas. El predominio de la cultura occidental ha reducido considerablemente el número de rituales de muchas poblaciones indígenas consideradas sagradas en los últimos cientos o miles de años. Es complicado encontrarse con gente que siga practicándolo.

¿Crees que llegará el día en el que el canibalismo ético se acepte culturalmente?
He trabajado mucho en este tema durante los últimos dos años para poder incluirlo en el libro y mi respuesta es que no, básicamente porque sigue siendo un tabú demasiado arraigado.

Sigue Beckett Mufson en Twitter y Instagram.

Beckett Mufson https://ift.tt/eA8V8J

Yo compro votos. Este es el testimonio de un avezado 'mapache'

"Es una sola persona dirigiendo el dinero pero atrás de ellas hay más, (lo que ofrecemos) son 500 pesos, mil, mil 500, o te ofrecen una despensa, te ofrecen un apoyo, cualquier cosa para vender tu voto, a veces te amenazan, te dicen que si les haces una mamada ya saben donde vives, quien es tu familia y si te pasa algo no preguntes". Agustín describe como funciona la compra de votos, una actividad que conoce muy bien, porque ha "trabajado" en ello para varios partidos.

Hablar de compra de votos durante las elecciones se ha vuelto tan común como hablar de encuestas, intención de voto y debates. Aunque se trata de un delito electoral, muchos candidatos políticos han basado el éxito de sus campañas en el acarreo masivo de sufragios comprados, apoyados por una red de operadores preparados para actuar únicamente el día de las elecciones a favor del candidato que les pague.

Aunque el Instituto Nacional Electoral (INE), encabezado por Lorenzo Córdova, enfatice que el promedio de mil 600 denuncias por compra de votos y uso de programas sociales con fines electorales que ha recibido la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) son menores a las 2 mil 500 de antaño, no cabe duda de que este delito está presente en las elecciones como parte de una estrategia electoral enquistada como tumor en el sistema político mexicano.


Piden pruebas

Aunque joven, Agustín tiene experiencia como "mapache", como se les llama coloquialmente a ciertos delincuentes electorales. "Los obligan (a los ciudadanos) a tomarse fotos en las casillas y con la boleta marcada, mucha gente les hace revisiones a la gente que le va a comprar el voto, para asegurarse que no traigan el tache marcado", comenta.

Para amarrar el voto ofrecen dinero, el promedio es de 500 pesos, aunque la oferta puede subir a mil 500 o hasta 5 mil. Acción Ciudadana Frente a la Pobreza reportó que en Jalisco y la Ciudad de México se ha intentado comprar un voto hasta en 10 mil pesos.

Agustín "trabaja" actualmente con el Frente integrado por PAN, PRD y MC, en la Ciudad de México, pero prefiere ocultar su nombre real. Nos comentó que en las casas de campaña los compradores reciben en promedio mil pesos por voto, y de ellos depende lo que ofrezcan a los electores, pueden ser sólo 100 pesos.

Sin embargo, la oferta es amplia y los movilizadores prometen despensas, alardean con favores que pueden hacer, dicen que consiguen puestos de trabajo en oficinas de gobierno o los extorsionan con incluirlos o sacarlos de programas sociales.

Incluso hay quienes amenazan con dañar a sus familiares si no votan como les dicen.
El pago por vender un voto se realiza en cuanto terminan los comicios, y los operadores piden a sus acarreados fotos o videos de sus boletas tachadas para asegurarse de que realmente votaron por su candidato, de otra forma no hay dinero. Durante este proceso las amenazas veladas son constantes pues como comentan es un “albur” y es posible que los estén engañando.


Millones de ofertas

La Ley General en Materia de Delitos Electorales castiga la compra de voto con penas que van de los 6 meses hasta los 15 años de prisión, dependiendo la magnitud de delitos y si el imputado es un ciudadano común, funcionario público, funcionario electoral, o candidato político, además de multas por hasta 5 mil días de salario mínimo.

Según Acción Ciudadana, las principales denuncias por compra de voto son contra la coalición "Todos por México", encabezada por el PRI, y luego el Frente, con 5.3 y 4.9 millones de reportes, mientras que la coalición "Juntos haremos historia", liderada por Morena, acumula 600 mil.

Hasta el 28 de junio uno de cada tres ciudadanos estuvo expuesto a la compra de votos, según la organización, lo que se traduce en 30 millones de votantes de los más de 88 que podrán votar el próximo 1 de julio. La encuesta realizada por Acción Ciudadana también apunta que 5.3 millones de votantes elegibles aceptaron alguna promesa a cambio de su voto, y todavía no les cumplen, mientras que 15.5 millones rechazaron cualquier ofrecimiento.

En estas elecciones, consideradas las más grande de la historia de México por la cantidad de votantes y los 3 mil 400 cargos públicos que estarán en juego a nivel local, estatal y federal, se han denunciado compras de voto en 30 de los 32 estados de la república.

De acuerdo con Santiago Nieto, otrora Fiscal Especializado para la Atención de Delitos Federales, durante las campañas electorales hay estados donde el flujo de efectivo se incrementa hasta seis veces. Este dinero, ocultado al INE, sería utilizado por los partidos políticos para ejecutar la compra de votos, especialmente a nivel local.

"Llega gente del PRI, te dice que los apoyes, que si los apoyas te van a dar una plaza en la delegación, un puesto, te van a dar dinero, lo que sea pero que los apoyes, hacen todo lo posible porque los apoyes aunque sea a la fuerza", cuenta Agustín.

Sigue a Enrique Alvarado en Twitter: @kikin_agz

Sigue a VICE News En Español en Twitter: @VICENewsEs

Enrique Alvarado https://ift.tt/eA8V8J

“Quiero un Presidente”: el poema que debes leer antes de votar

Fotos de reflejos de desnudos que la gente vende en Ebay

viernes, 29 de junio de 2018

De Moscú a Samara: treinta y cuatro horas para noventa minutos

Todos los Tacos: Mariscos

De los 71 años que duró el PRI en el poder, hay un logro que celebramos: el día en que el candidato a la gobernación de Sinaloa, Francisco Labastida, inventó el taco gobernador: camarón, chile serrano y quesillo en una tortilla de maíz. En este episodio, nuestro host Francisco Gómez viaja a Mazatlán, en Sinaloa, para conocer todo sobre los productos de mar envueltos en deliciosas tortillas de harina y maíz.

Staff de VICE https://ift.tt/eA8V8J

Mira el primer trailer de la nueva serie de Matt Groening, 'Disenchantment'

Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.

Netflix finalmente lanzó el jueves el trailer de su próxima serie, Disenchantment, el primer nuevo proyecto de Matt Groening en casi 20 años. La producción creativa de Groening ha sido bastante accidentada últimamente. The Simpsons debió haber acabado hace años, pero esta nueva caricatura parece contar con un equipo de súper estrellas, incluidos Abbi Jacobson y el ex escritor de The Simpsons, Josh Weinstein.

La nueva serie, dirigida por Groening y Weinstein, está ambientada en un reino medieval llamado Dreamland y protagonizada por Abbi Jacobson como una "joven princesa bebedora llamada Bean", según Netflix. La serie se centrará en Bean y sus dos amigos, un elfo llamado Elfo (Nat Faxon) y un demonio, interpretado por Eric Andre, mientras conviven con "ogros, duendes, arpías, diablillos, trolls, morsas y otros humanos tontos."

En su declaración, Groening señaló que "Disenchantment tratará sobre la vida y la muerte, el amor y el sexo, y cómo seguir riendo en un mundo lleno de sufrimiento y gente idiota, a pesar de lo que te digan los ancianos y magos y otros imbéciles".

El tropo del reino mágico no es exactamente un terreno nuevo e inexplorado, ¿pero Jacobson como una princesa borracha? ¿Eric Andre como su compañero satánico? ¿La colaboración de uno de los mejores escritores de The Simpsons de todos los tiempos? ¿Qué más podrías pedir de una serie?

"Han visto el futuro en Futurama, han visto el presente en Springfield, entonces ¿cuál es la tercera opción obvia? El pasado, por supuesto", dice el narrador del trailer mientras recorremos Dreamland y conocemos a Bean.

Desafortunadamente, el clip de 45 segundos no nos muestra mucho sobre la trama, sólo le da a Jacobson una línea y mantiene al personaje de Eric Andre bajo una capucha todo el tiempo. Sin embargo, la animación se parece al estilo clásico de Groening. La primera temporada de Disenchantment llegará a Netflix en agosto, y ya está en marcha la planeación de una segunda temporada. Échenle un vistazo al trailer.

River Donaghey https://ift.tt/eA8V8J

Terry Holiday: la figura trans más emblemática de la vida nocturna de CDMX

Sexo, sueño y adicción: 15 mitos y realidades de la cafeína

Artículo publicado por VICE México.

La cafeína es vista como una de las sustancias más inofensivas que consumimos —si la comparamos con otro tipo de productos legales e ilegales—. Diariamente millones de personas en el mundo la ingieren en forma de refresco, bebida energizante, pero sobre todo como café.

Es común escuchar a amistades o colegas del trabajo decir que sin café no pueden iniciar el día. Otros, por el contrario, afirman que la sustancia les provoca malestar en su organismo y prefieren no ingerirla.

Pero, realmente ¿qué tan dañina es la cafeína? ¿Es una sustancia inofensiva? ¿Sirve para activarnos y alejar el sueño? ¿Qué consecuencias tiene su ingesta? Para responder esas dudas, consultamos al psicólogo Diego Moreno, especialista en adicciones por la UNAM y esto fue lo que nos contó.


Quita el sueño: Sí
La cafeína es una sustancia estimulante que actúa en los mecanismos neuropsicológicos del sueño por ello cuando tomas café te sientes más despierto. Aunque su efecto de “despertador” es distinto en cada organismo, es decir, funciona en diferentes niveles con cada persona.
Lección: consume café orgánico.

Reduce la mortalidad prematura: Sí
Un estudio realizado el año pasado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluyó que tomar tres o más tazas de café al día reduce 18 por ciento la mortalidad prematura en hombres y 8 por ciento en mujeres, por lo que la máxima autoridad en materia de salud en el mundo recomienda un consumo moderado de la sustancia.
Lección: conoce tu cuerpo y modera tu consumo.

Alivia el dolor de cabeza: Depende
En personas que padecen migraña o cefaleas muy intensas puede incrementar la molestia y el dolor, pero en personas que tienen un dolor moderado puede ayudar a disminuir el padecimiento debido a que mejora la circulación.
Lección: no bebas café si te duele la cabeza.

Te altera: Depende
La cafeína puede afectar a personas sensibles y generarles ansiedad, sudoración e incluso palpitaciones, pero estos efectos no se presentan a un nivel crítico o peligroso, depende bastante de cada organismo, pero esa reacción no es algo que sea común con los consumidores de cafeína.
Lección: conoce la sustancia.



Es bastante adictiva: No

Más allá de causar una adicción como ocurre con drogas ilegales, la cafeína puede producir una dependencia. Pero ésta se presenta más a un nivel psicológico entre los consumidores que creen que el café es necesario en su vida. Sin embargo, si dejan de tomarlo, el síndrome de abstinencia es bastante leve comparado con otras sustancias.
Lección: no te enganches a ninguna sustancia legal o ilegal.

Te relaja: No
A algunas personas les funciona sentarse a tomar un café para relajarse, pero no es algo propio de la cafeína, sino del ambiente que se crea alrededor de su consumo. Por el contrario, a algunas personas les puede causar ansiedad.
Lección: la cafeína no es un producto mágico contra el estrés.

Causa cáncer: Depende
Aunque en 1991, la OMS ubicó a la sustancia como posible agente cancerígeno, en 2016 quitó esa clasificación al no poderse comprobar que la cafeína causa cáncer. Incluso, la organización señaló que podría reducir el cáncer de hígado. También ha señalado que tomar café muy caliente podría provocar cáncer de esófago.
Lección: toma tu café a temperatura moderada.

Irrita el estómago: Sí
Además de irritar tu estómago, el café lo inflama. Sin embargo, no es algo que sea común en todas las personas; se presenta, sobre todo, en individuos con trastornos gástricos como colitis y gastritis. Todo depende de cada organismo y del nivel de ingesta que presenta.
Lección: si te inflama el café consulta a tu médico.

Disminuye riesgo de Parkinson y Alzheimer: Depende
Aunque algunos estudias afirman que la cafeína mejora la memoria a largo plazo y reduce las probabilidades de padecimientos como el Mal de Parkinson y el Alzheimer, no hay resultados concluyentes al respecto. Los beneficios de la sustancia aún se encuentran en fase de investigación.
Lección: si no retienes las cosas en tu memoria, consulta a tu médico.

Disminuye el alcohol en la sangre: No
No lo disminuye, sino que enmascara sus efectos. Esto se presenta regularmente cuando ingieres bebidas energizantes mezcladas con alcohol. Lo que sucede es que mientras una bebida te baja, la otra te sube y no logras percibir el nivel de embriaguez en tu cuerpo; es decir, no te das cuenta qué tan borracho estás y eso sí es bastante peligroso.
Lección: no mezcles sustancias.

Acelera el corazón: Sí
Aunque el nivel de cafeína en las bebidas energizantes es menor al que se encuentra en una taza de café, la mezcla con compuestos como la taurina potencializan su efecto y aceleran tu ritmo cardíaco, lo cual te puede generar problemas en el corazón.
Lección: la cafeína y la taurina no son buenas amigas.

Mejora el rendimiento deportivo: Sí
La cafeína es un estimulante que puede reducir la fatiga y el sueño, además de que aumenta la capacidad respiratoria y ayuda a la contracción muscular. Pero es más recomendable tomarla en una taza de café que en una bebida energizante, sobre todo 60 minutos antes de iniciar tu actividad física.
Lección: toma bastante agua.



Mejora el rendimiento sexual: No
A pesar de que algunas personas atribuyen el éxito de sus relaciones sexuales a la cafeína, la sustancia no tiene un efecto directo en la líbido ni en el proceso de erotización. Sí te activa y estimula pero la cafeína no tiene un efecto directo sobre tu rendimiento sexual.
Lección: con café o sin él, usa condón.

Afecta el crecimiento infantil: No
No hay estudios concluyentes que señalen que la cafeína afecte el desarrollo infantil. Aunque no se recomienda su consumo en menores porque su cerebro aún no es maduro y la sustancia puede modificar su desarrollo cerebral. Recuerda que sus efectos son más dañinos en un niño que en un adulto debido a su peso y su talla.
Lección: no les des café o refresco a infantes.

Es la sustancia menos riesgosa: Sí
A pesar de que tiene efectos negativos en el organismo, no se comparan con los factores de riesgo que producen sustancias como la cocaína, el tabaco o alcohol.
Lección: no te confíes.

Rogelio Velázquez https://ift.tt/eA8V8J

South American blues

Artículo publicado por VICE México.

Escritores de Latinoamérica arrancan en VICE la serie “Correspondencia Mundial”, un cruce de correos literarios para comentar los pormenores del encuentro en Rusia 2018. Hoy, desde Uruguay, Agustín Acevedo Kanopa.


Siempre creí que la tristeza y neurosis era una cuestión más propia de los países del tango, pero gratamente me he dado cuenta de que la latinoamericanidad se extiende subterráneamente en una suerte de derrotismo compartido. Las copas del mundo tienen eso: son como un curso de geografía intensivo, sobre todo para una generación cuyas nociones de geopolítica son más vastas en los diversos reinos de Game of Thrones que en las más básicas relaciones regionales. En todo esto, el fútbol es una gran lupa y a la vez un gran prisma: a veces sirve para observar caleidoscópicamente nuestras similitudes o diferencias, pero si permanecemos demasiado tiempo bajo el mismo lente podemos achicharrarnos como una hormiga al sol.

Traigo esto a mención porque lo primero que me resonó al leer sus cartas fue una sensación hermanada de dolor o de derrota basal, algo que una amiga rusa llama la Latinoamerikanskaya pechal (algo así como la “tristeza latinoamericana”). Esto podría obedecer a cómo les venía yendo a la mayoría de las selecciones antes de la última fecha de la fase de grupos, pero también a algo más profundo de lo que es ser latinoamericano, y la manera en que el fútbol intenta responder a ello.

Casi siento que estoy haciendo trampa, escribiéndoles esta carta con los spoilers ya sobre la mesa, pero la cuestión es que, contra todos los pronósticos, cuatro de los cinco países de Sudamérica clasificamos, pese a los casi generales tropezones de la primera fecha.

Si nos ponemos a hilar fino, somos todos parte de una gran familia, en donde todas nuestras similitudes y diferencias se articulan alrededor de la forma en que nos relacionamos alrededor de la derrota.

Tomemos primero a Perú: tomando la posta de Carlos, realmente me cuesta recordar una selección que haya vivido tan intensamente un Mundial como la suya. Una y otra vez, me tocó ver videos y fotografías de peruanos en el estadio, y todo el tiempo se los veía llorando: llorando por el pitazo inicial, llorando por el gol recibido, llorando por el partido perdido, llorando por el gol convertido, llorando por el partido ganado. Me daban ganas de decirle a Esteban Bertarelli, mi mejor amigo peruano, que más que “la blanquirroja” debían llamarse la rosada, a fuerza de las lágrimas mezclando la pintura de sus rostros. En todo esto me es imposible no encontrar un vínculo extrañamente hermanado entre Perú y Uruguay, algo que nos convierte en medio-hermanos, la noción de un ADN que nos une, por más que hayamos sido criados en distintos lugares y por madres diferentes. En Uruguay la idea de la derrota se mantiene de forma perpetua, pero como un sistema de autorregulación que nos mantiene funcionando: entendemos lo que sucede con la soga en el cuello y el nudo de esa soga se nos enseña a hacerlo nosotros mismos desde chicos. La soga: la corbata uruguaya. Perú tiene una relación distinta con su derrotismo: más que performático o estratégico, es uno real, más intenso, histórico, pero con la capacidad de firmar un cheque en blanco con lo épico. Me hace acordar a la película Las malas intenciones, de Rosario García Montero. En un momento la niña del film hablaba con espíritus de antiguos próceres de la nación y les preguntaba por qué todas las fechas patrias celebraban derrotas. Ellos, naturalmente, no le podían dar una respuesta clara, pero si uno repasa la historia oficial, una y otra vez aparece lo mismo: Tupac Amaru desmembrado por las fuerzas españolas; José Quiñonez Gonzáles arrojándose en su avión contra las baterías aéreas ecuatorianas; Francisco Bolognesi perdiendo la vida la Guerra del Pacífico; la derrota naval de Gabriel Grau; José Olaya comiéndose las cartas que debía transportar antes de ser interceptado y torturado; y volviendo al fútbol, la victoria de Perú, anulada por el comité europeo en las Olimpíadas de Berlín (cediendo a presiones de Hitler), o el accidente aéreo del Alianza Lima en 1987, llevándose a la que muchos dicen habría sido una de las mejores generaciones de futbolistas del país. Uno repasa esos datos, y se da cuenta que más que lamentarse por el penal de Christian Cueva contra Dinamarca, se podría decir que Cueva le regaló a Perú cuatro años de pensar qué podría haber sucedido si el tiro hubiera entrado.

Si uruguayos y peruanos nos alimentamos del derrotismo –pero, de alguna forma, incorporándolo a nuestra dieta– los argentinos siempre viven aquel terror como si fuera la primera vez, con una intensidad que hace imposible cualquier atisbo de almacenamiento, como un borracho que mañana a mañana en su resaca dice que es la última vez que va a beber. Por la misma razón, la figura máxima del mundial no ha sido Messi, ni Cristiano, ni Modric ni Lukaku, sino el mismo Maradona, una especie de meme ambulante que se regenera constantemente borrando todo lo es y todo lo que fue, amigándose y desamigándose con todos, desafiando leyes físicas y clínicas, con momentos que pueden ser tan ridículos como epifánicos (la imagen del haz de luz iluminando exclusivamente su palco, mientras varios lo sostienen, convirtiendo todo en un perfecto cuadro de Delacroix, es la imagen más perdurable de lo que viene siendo el mundial). Argentina (aún con los fantasmas del 3 a 0 con Croacia), como siempre, puede ser campeona del mundo o perder en octavos, cuartos o semifinales, casi que con la misma prestancia. Pero para tan variables destinos, las lecturas parecen ser solo dos: o un holocausto futbolístico, o la confirmación del pueblo elegido. Desde la debacle de Bielsa en el 2002, Argentina ha vivido a través de esta bipolaridad, obsesionada en encontrar su Mes(s)ias, caníbal en su propia hambre, incapaz de bajar la pelota al piso y darse cuenta de que no san tan horribles como denuncian ni tan buenos como anhelan. Aún así, si algo ha dado pauta este mundial, es que con ellos puede pasar cualquier cosa.

De Colombia siempre me dio la impresión de que todo lo malo y lo bueno que les pasa obedece a un Trastorno de Déficit Atencional inherente. El mismo que hace que pierdan partidos o campeonatos casi que por atropello (recordar las últimas eliminatorias, en donde estuvieron a punto de quedar afuera por una seguidilla de malos partidos), el mismo que hace que en vez de concentrarse en cosas efímeras como ganar, a veces se preocupen por otras boludeces más importantes como la verdadera magia del fútbol.

Como un capítulo aparte tendría que estar México, que tuvo uno de sus mejores primeras fases en muchas ediciones (me arriesgo a decir, el mejor primer tiempo de cualquier equipo del mundial), pero que estuvo a pelos de quedar fuera de octavos por deficiencias propias. Aún así, México siempre parece vivir de una manera extrañamente diferente sus derrotas: llevan dentro suyo el derrotismo latinoamericanista, pero cuando se rompe la piñata igual hay caramelos y serpentinas. Es una manera de vivir el destino futbolístico de una manera menos trágica, con una mayor capacidad de reírse de ellos mismos, aún así cuando quizás se coman, una vez más, no pasar de octavos (enfrentándose esta vez a Brasil). Al principio joderá, pero en seguida se les olvida. Es casi algo lógico, para el país que más alegremente honra a sus muertos.

Más allá de todos está Brasil, con o sin samba, alegres o con saudade. Para el resto de nosotros es el “más allá hay dragones” de los mapas de antaño.

En fin, como buen uruguayo, mi opinión experta es: nada es cierto, todo está permitido.

Agustín Acevedo Kanopa https://ift.tt/eA8V8J

La violación en relaciones sentimentales

Hace unas semanas cayó en mis manos un artículo académico sobre la violación en el noviazgo. Decía que muchas veces las mujeres se ven "comprometidas" a tener sexo con su pareja, aun cuando no lo quieran, porque hemos crecido con la idea de que debemos complacer a los hombres. Aunado a esto, existe un ideal del amor romántico que nos dice que los hombres con los que estamos, los que nos quieren, nunca nos harán daño. Esto invisibiliza la violación en el noviazgo.

En una entrevista, una mujer me contó que se acostó con su primo. Conforme fue contando la historia, se dio cuenta que ella no se había acostado con él, sino que él la había violado. Más de cinco años después del suceso, a través de su propia narrativa, ella se dio cuenta que había sido violada. Algo así me sucedió a mí.

Salía con un hombre al que le llamaremos Alonso. Me gustaba mucho estar con él, platicábamos de todo, teníamos discusiones "intelectuales". Me hacía reír. Discutíamos de feminismo: debido a sus creencias, yo decía que él era feminista, a pesar de que él lo negara. Así estuvimos unos meses, entre risas, pláticas, besos y un encuentro sexual.

Un día lo invité al cumpleaños de una de mis amigas. Fuimos a la fiesta, conoció a mis amigas, tomamos, nos divertimos. Todo normal. Regresamos y, a pesar de las copas, tuvimos sexo. Después, yo me quedé dormida. En algún punto de la noche desperté porque él se movía. Algo me estaba diciendo, yo no comprendía. De repente, me di cuenta que no sólo estaba arriba de mí, sino que también estaba adentro. No había pasado mucho de esta revelación cuando, entre las copas y el hecho de que estaba dormida, algo me despertó. Fue un ruido, pero también sentía el cachete hirviendo. Mi mente, confusa, conectó los puntos: ¿me acababa de cachetear mientras teníamos sexo? Vaya cachetada. El ruido todavía retumbaba en mi cabeza. Después de esto, desperté por completo y colaboré esperando a que terminara.

Recuerdo que, cuando él terminó, porque claro que no tuve un orgasmo cuando mi mente pensaba "ya termina", me sentía confundida. No sabía qué había pasado. Me volví a dormir sin darle tanta importancia.

Al otro día nos despertamos tarde, platicamos como cualquier pareja. Pregunté por la cachetada, pero no hubo respuesta. En realidad yo quería saber si iba a ser una práctica recurrente, para estar preparada. Él contestó que de vez en cuando le daba por hacer cosas así, pero era evidente que le apenaba. Omití el incidente, poco después dejamos de salir por otras causas. Nunca volvimos a tener relaciones sexuales.

Meses después, platicando con una amiga, me di cuenta que había sufrido una violación. Sin embargo, había gastado tanta energía centrándome en la cachetada, y en si había estado bien o no, que había dejado pasar de lado que yo no había dicho que sí a tener sexo, ya fuera de manera verbal o física. Yo no estaba lubricada. No estaba del todo consciente. Yo había despertado con un pene dentro de mí.

Lo consulté con diversos amigos, hombres, todos dijeron que eso no se hace. Mi mayor argumento para defenderlo respecto a que no había sido una violación era que, al final, yo había cooperado. Uno de mis amigos, también periodista, me comentó que es algo normal en las víctimas de violación. Mi psicóloga lo confirmó: Muchas mujeres ceden para que el acto termine lo más rápido posible (recordé a la mujer que había entrevistado hace unos años). Fue en ese momento que acepté que había sido una violación.

Pasaron otras semanas y decidí escribir al respecto, porque no era algo que sólo me había pasado a mí, seguro muchas otras mujeres lo han vivido. Sin embargo,él merecía tener derecho de réplica, así que lo confronté. Cuando le dije que yo lo había considerado violación, él se rió. "Ay, Greta, considéralo como quieras. Escribe lo que quieras", me dijo con una sonrisa burlona.

Lo que más me costó de todo esto no fue el hecho en sí, sino que yo, como feminista, permití que sucediera y no me di cuenta de lo que había sucedido, no supe identificar violencia. Ahora me he perdonado, sé que las ideas machistas están insertas en nuestro inconsciente y, como diría una de mis profesoras de género, las traemos en la médula espinal. Sé que justifiqué todo con una idea de amor romántico, que en su momento lo permití porque no sabía qué estaba pasando, pero también por "satisfacerlo". Reforcé que a veces la violencia más sutil puede ser mucho más fuerte que la física.

Comprendí que un hombre jamás va a entender lo que implica para nosotras ser violentadas. No saben qué sentimos cuando somos acosadas o cuando nuestros cuerpos son tocados sin nuestro consentimiento. Nunca conocerán ese momento en el que algo dentro de ti se quiebra. Es necesario que las parejas hablen al respecto. Debemos revisar los "contratos" de pareja o noviazgo que llevan a este tipo de sucesos. Las mujeres debemos aprender a decir "no", no porque no lo sepamos en sí, sino en que muchas veces no sabemos cuándo decirlo. Pero lo más importante, los hombres deben aprender a respetar nuestros cuerpos y nuestras vidas. Deben entender que disfrutamos nuestra sexualidad cuando así lo queremos, siendo palabra clave nuestra. Ellos no tienen decisión sobre nuestros cuerpos. Ni la tendrán. Pero sobre todo, es importante hablar de la violación, para quitarle esa idea de que es ruidosa, con golpes, gritos y forcejeos, porque no es así. Es importante que la identifiquemos en el lugar más privado: las alcobas; es necesario que levantemos la voz para que otras mujeres conozcan la violencia más sutil, y por lo tanto, más fuerte que vivimos día con día; que deconstruyamos la idea de que las mujeres y nuestros cuerpos están para servir al hombre; que nos apropiemos de nuestra sexualidad.

Greta Díaz González Vázquez https://ift.tt/eA8V8J

Así descubrí que me gustan las mujeres

Entrenamos con la selección argentina gay de fútbol masculino

La parodia porno de Jurassic World plantea: ¿y si los dinosaurios fueran pornstars?

Artículo publicado originalmente por Motherboard Estados Unidos. Leer en inglés.

Jurassic Park es el chico cool de la historia cinematográfica: 25 años después de su lanzamiento en 1993, sigue siendo amada casi universalmente. Además de las impresionantes persecuciones de dinosaurios y la épica banda sonora, la película está llena de chistes y temas jugosos que ninguna de sus secuelas a podido igualar.

¿Pero qué es eso que le hace falta incluso a la Jurassic Park original? Un volcán en forma de pene. Este descuido obvio será remediado con el lanzamiento de Jurassic Wood: Swollen Dingdong, una parodia pornográfica de la franquicia hecha por la productora WoodRocket y Pornhub.

Lanzada el jueves en Pornhub, la película cuenta la historia de cómo el parque jurásico se convierte en un burdel jurásico cuando los científicos combinan "el ADN de dinosaurios con el de estrellas porno", según un comunicado de prensa. Las estrellas de Jurassic Wood, que se basan en los personajes de Jurassic World Owen (Chris Pratt) y Claire (Bryce Dallas Howard), "deben tratar de sacar a las sexys chicas dinosaurio de la isla antes de que el volcán con forma de dildo haga erupción y todos tengan un final viscoso y pegajoso".

Alerta de spoiler: este final viscoso y pegajoso NO podrá ser evitado. Al igual que el material original al que parodia, Jurassic Wood termina con algunas reflexiones sombrías sobre la arrogancia de hacer híbridos genéticos de dinosaurios con otros animales. Como una imitación, Jeff Goldblum señala en una escena final: "Sus científicos estaban tan preocupados por si podían o no coger con un dinosaurio, que no se detuvieron a pensar si debían coger con un dinosaurio". Palabras sabias para la posteridad.

Si bien Jurassic Wood está aprovechando la emoción por el inminente estreno de la más reciente entrega de Jurassic World, también es un indicador de cuán popular se ha vuelto el porno de dinosaurios en su propio subgénero. ¿Conoces esos trajes de T-rex que aparecen en todas partes, desde recitales de baile hasta videos de parkour? También inundaron el mundo de la pornografía, junto con muchas otras investigaciones serias sobre el ritual de apareamiento de los dinosaurios.

Mientras tanto, la erótica con dinosaurios está en auge, con títulos como Ravished by Triceratops, A Billionaire Dinosaur Forced Me Gay, y mi favorita, Space Raptor Butt Invasion. El porno con dinosaurios ha atraído incluso la atención de académicos como Clarissa Smith, profesora de estudios culturales y de medios en la Universidad de Sunderland.

"La idea de tener sexo con [un dinosaurio] está fuera del ámbito de las posibilidades", le dijo Smith a The Guardian. "Es un poco como la 'magia', donde todas las reglas se suspenden, y por esa razón se permite la imaginativa toma de riesgos imposibles en parejas más estándar".

Entonces, si eres el tipo de persona cuyos fetiches en torno a Jurassic Park no están relacionados con la conocida imagen de Jeff Goldblum con el torso desnudo, sino con la idea de encontrar sexys chicas dinosaurio, ten la seguridad de que no estás solo. Ojalá que todos tuviéramos el valor de hacer con nuestro culo lo que más nos plazca.

Becky Ferreira https://ift.tt/eA8V8J

"Quería romper mi TV": recordando el #NoEraPenal de Holanda vs México

Expertos nos cuentan si es posible que AMLO no gane

Faltan muy pocos días para la elección y la mayoría de las casas encuestadoras, independientes o privadas, parecen mostrar un consenso sobre cómo será el resultado de las elecciones presidenciales de México: Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición "Juntos haremos historia", será presidente. Los últimos datos arrojados por sitios de consenso de encuestas como Oraculus o Bloomberg, posicionan a López Obrador cómodo con más de veinte puntos de diferencia con el siguiente contendiente, dependiendo de ciertos resultados, Ricardo Anaya o José Antonio Meade. El electorado, no obstante, se presenta como volátil bajo el escenario de que la encuesta no sea favorable, posiblemente pertenezca a un medio “bajo nómina”, su metodología no parezca apropiada o, simplemente, se deseche por falta de interés.

A partir de que en Reino Unido, con la salida de la Unión Europea o “Brexit”, y en Estados Unidos con la victoria del actual presidente, Donald Trump, la desconfianza en los sistemas de estadística no está injustificada. Medios de renombre como New York Times, Reuters, CBS, CNN, todos predecían a partir de sus encuestas que la victoria de Hillary Clinton era un hecho. Por su parte, en Reino Unido, las encuestas eran más cerradas, pero aún así existía confianza de que el voto general se diera por quedarse en la Unión Europea. Los resultados no mienten; las encuestas, de repente, sí se equivocan.

Entonces, ¿podemos confiar en ellas? ¿se puede esperar una certeza nacida a partir de los sondeos hechos y el consenso de estos mismos? El Dr. Salvador Hernández, quien trabajó para el agregador de encuestas de Bloomberg, me cuenta sobre cómo funcionan este tipo de sistemas y partir de qué criterios pueden ser tomados en cuenta como una fiel interpretación de todas las encuestas que se han hecho alrededor de las elecciones. “Estos agregadores lo que hacen, Oraculus, Bloomberg y El País, me parece, es sumar los resultados de variadas encuestas según van entrando dependiendo de quién la ha realizado. Ahora, esto no se debe comprender como un simple promedio, sino que se introduce información de cómo se llevó a cabo la encuesta: si es por teléfono, quién la hizo, a cuánta gente se tomó en cuenta y demás factores”, me comenta. “Por ejemplo, en Bloomberg, también tomamos en cuenta si fueron telefónicas o de vivienda, donde las segundas normalmente son más precisas. Son tres factores: la encuestadora, el método y el tamaño de la encuesta”.

El modelo de agregador revisa los datos y busca encontrar una tendencia dentro de todos los datos que van recibiendo, esto con el fin de comprender cómo es el movimiento al poner todos los resultados e interpretarlos para producir una predicción final. “El sistema tiene que saber todos los modos y de quién viene. Oraculus pondera de manera diferente pero, al final, es más o menos un producto similar. Lo que estos subsistemas intentan hacer es una estimación de dónde está el ‘dato real’”, Salvador hace énfasis en las comillas ya que tal dato, como bien señala, no existe. “A diferencia de lo que arroja una única encuesta”.

Cuando le pregunto sobre qué podemos hacer como ciudadanos con el escepticismo que conlleva ver información que podría señalar una situación específica, por ejemplo, un titular que diga “El Bronco ya va en segundo lugar”, y al revisar se vea que se refiere al sector empresarial mayor de 40 años de San Pedro Garza García, Salvador comenta: “Es bueno el escepticismo. Es necesario. Tanto políticos como reporteros pueden tener una idea de algo que quieren presentar. Hay que saber identificar de dónde viene y quién lo dice. Lo que sucede con las encuestas es similar. Los encuestadores serios viven y dependen de su reputación, de su ‘fórmula’ de encuestar, por así decirlo. Una vez que sale un encuestador maquila números para alguien, su línea de trabajo no vuelve a ser la misma, todos intentan hacer un buen trabajo, independientemente de quién sea su empleador, si ellos no son fidedignos a los resultados finales, hay problemas”, recalcando que siempre es necesario ver precisamente qué medio o de dónde están saliendo los resultados.

“En Estados Unidos también existe esta institución llamada el colegio electoral, hay toda una serie de capas que diferencia los votos de la gente y quién termina ganando. El error de predicción de todas las encuestas es que en unos estados clave donde todo el mundo descontó a favor de Clinton, porque habían votado por Obama consistentemente, nadie se tomó la molestia de medirlos con precisión y de que se estaban yendo para Trump muy rápidamente y por grandes números. No hubo muchas encuestas ahí y esos votos terminaron escapando a la mayoría. Fue grave porque los dieron por descontado. También hubo muchos errores de predicción de quién iba a votar o no. Ese modelo es lejano de ser infalible, es muy difícil de medir, aquí en México al menos no hay mucho peso porque siempre es demasiado volátil. Existió un modelo que yo revisé después de las elecciones que efectivamente señalaba la victoria de Trump cercana a como se dió, pero también existe una cuestión de que cuando salen resultados demasiado diferentes a los demás deja de ser conveniente su publicación. Un último problema fue también que, en efecto predijeron que Clinton iba a ganar el voto popular, pero en cuanto a los puntos del colegio electoral el tema era diferente. Seguido el sistema, en estos estados que dieron por hecho sin hacer mediciones certeras, ‘puerta a puerta’, los investigadores no se dedicaron a investigar por completo cómo estaba cambiando el voto en zonas estratégicas, cosa que finalmente terminó por afectar fundamentalmente el resultado de la elección”.

“Para que nos sucediera lo que les pasó a ellos tendría que suceder un apocalipsis nacional que descalificara completamente a AMLO, el puntero actual”, continúa Salvador. “Los errores de medición de las encuestas son lo única que podrían propiciar un resultado diferente, pequeñas cosas como errores de encuestadores, sesgos demográficos y demás pero en realidad es de un margen de entre 2% y 3%. Esos son errores muestrales que siempre suceden, pero cuando ya se llevan más de 20 puntos de ventaja como en muchos casos se señala, se ve muy complicado. Aquí es muy diferente de Estados Unidos porque el voto es nacional y las encuestas se pueden llevar a cabo acorde a eso. Existe la probabilidad de que AMLO tenga considerablemente menos votos de lo que los encuestados han estado consistentemente diciendo y de que, por decir alguien, Anaya tenga muchos más, sí pero es muy pequeña”, afirma Salvador. No duda en también puntualizar que “la vida es una tómbola” y siempre puede suceder cualquier cosa, pero comparar nuestra situación con lo vivido en otros procesos electorales recientes no es completamente apropiado. Agrega que su intuición alrededor del proceso actual es que parece existir, en efecto, un sesgo a favor de López Obrador y que la gente podría hacer algo que no había dicho durante las encuestas por cualquier razón posible.

Platicando con el Dr. Fernando Galindo, profesor de la escuela de filosofía de la Universidad Panamericana, especializado en política y ética, me cuenta que la razón detrás del debacle de las encuestas estadounidenses se debe, principalmente, a tres razones: primero, la concentración en una “campaña de aire”, es decir, enfocada en los medios digitales prescindiendo de lo cualitativo y enfocándose en lo cuantitativo, cuando deben de ser ambas. A través de su sistema de redes se generaron esferas muy compactas donde el flujo de información generó la afamada “cámara de eco”, donde rara vez se escuchan posturas, posiciones y sondeos fuera de la posición del individuo; segundo, la gente por temor a ser encasillada o mal vista seguido respondió de manera diferente a como tenía planeado votar; tercero, un exceso de confianza en estadística sin periodismo de campo que pudiera asegurarla. “Yo creo que el caso aquí (en México es diferente)”, apunta Fernando. “No existe el ‘sobre-estadismo’ que afectó tanto en Estados Unidos, pero también creo que las encuestas son poco confiables”, contrastando con Salvador. “En México simplemente no se tiene el alcance ni la sistematización necesaria para cubrir lo gigantesco que es el país. Los sistemas de encuestas me parecen falibles y llenos de errores, además de que en muchos casos los medios más grandes del país parecen estar completamente comprados. Unos hablando de casos como el Partido Verde para que no pierdan el registro u omitir claramente cualquier información sobre un candidato, se vuelve evidente que existe una nómina de por medio. Honestamente, yo no confío en las encuestas”. Lo que él recomienda, en cambio, es participar activamente en la política a través de lo que se puede reconocer a voces o a través de editorialistas, sin importar su postura, que pueden conocer el panorama de manera más amplia, “la realidad es que nadie sabe que va a pasar”, me dice.

“Hay otras cuestiones que además se presentan poco o extrañamente en EU y aquí son el tema clásico de la vida electoral. Hablo de cosas como la compra de votos, que es inconmensurable el alcance de su impacto real y final sobre el voto de la gente, la antipatía o secciones de personas que simplemente no van a votar cuando habían dicho en las encuestas que sí o respuestas sin veracidad o relevancia”, comenta por el lado del electorado sin alejarse mucho de Salvador en tanto que se tienen también presentes estos temas, aunque con menor peso. “En cuanto a los encuestadores, mi escepticismo comienza desde el marco conceptual a partir del que se fijan las preguntas y se convierten en el estándar, las pequeñas palabras y gestos que terminan por determinar los resultados finales de las encuestas, incluyendo la capacidad de capacitación para cada uno de los encuestadores en el campo — si es que hay suficientes — y el uso de herramientas nuevas en contraste con el periodismo tradicional que hace falta, ir por muestras que puedan ser una muestra real del sentimiento del país”.

Dando su veredicto final, Fernando me dice que ve muy complicado decir que la elección ya está decidida, ni de que gane López Obrador o de que lo haga por un gran margen. A su vez, ambos coincidieron que la estrategia del llamado al “voto útil” no sólo es inverosímil sino prácticamente ridícula. Salvador me comenta que lo más probable que pase es que ese tipo de votos se terminen cancelando entre sí pues no hay un discernimiento real entre quién va mejor o peor de manera definitiva. Además, señaló, no es una fuerza política tremendamente fuerte que llegue a rebasar tan sólo unos cuantos miles de votantes, sin llegar a los millones. Fernando, por su lado, lo tilda como una “traición a la patria” y un signo de hipocresía hacia el legado que han formado los gobiernos de los últimos 18 años. “Creo que al final será más poderoso el voto de castigo que el voto útil”, declara al terminar.

Sergio Pérez Gavilán https://ift.tt/eA8V8J

Mira a este perro darle RCP a su amigo humano

Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.

¿Alguna vez has sentido que las cosas van terriblemente mal? ¿Que tu país es un desastre, que en internet hay pura basura? Pues claro, hay un diluvio interminable de ejemplos para quejarnos de este mundo, pero aquí te demostramos que todavía queda algo bueno en este planeta.

Mira:

Sí, es un perro. Sí, le está dando RCP a ese policía. Y sí, los perros son dulces y amables y, posiblemente, la cosa más pura que queda en este mundo cruel.

El video fue publicado en Twitter el viernes pasado por la policía de Madrid, que al parecer decidió enseñarle a su unidad K-9 cómo resucitar a una persona y llenar nuestros fríos corazones de alegría. Cuando un oficial cae al suelo, el perro, Poncho, inmediatamente salta al rescate. Empieza haciendo compresiones en el pecho del oficial y escuchando su respiración como si hubiera tomado notas cuidadosas de The Office. Todo es adorable y, de hecho, es bastante increíble ver que un perro lo hace, aunque podría ser muy molesto si solo estás tratando de dormir junto a él.

"Un perro es lo único en la Tierra que te ama más de lo que te amas a ti mismo", escribió la policía española en su tuit junto al video, citando al humorista del siglo XIX Josh Billings. Y es cierto: ¿alguno de los perros robot de MIT podría realizar RCP de esa manera? Tal vez, sí. Pero, ¿les gustaría hacerlo? No. Estarían demasiado ocupados desgarrando nuestra insignificante carne humana y recargando sus baterías en las corrientes eléctricas de nuestro cuerpo moribundo o algo así.

Hasta que eso suceda, te invito a acariciar a cualquier perro que veas en la calle hoy. No arreglará todo, pero es un comienzo.

Sigue a VICE en Twitter.

River Donaghey https://ift.tt/eA8V8J