Artículo publicado por VICE España.
Si eres una víctima habitual de los mosquitos hambrientos, seguramente te habrán dicho millones de veces que “tienes la sangre dulce y por eso te pican” o bien “será que tienes la piel muy tersa y por eso les gustas”. Incluso hay quienes aseguran de que estos bichitos alados huyen de la gente que no se ducha.
La sabiduría popular se ha encargado a lo largo del tiempo de formular varias teorías sobre qué es lo que hace que un mosquito pique a determinadas personas y a otras en cambio no.
"Cuando era pequeña pensaba que me picaban a mí porque soy de piel clara, pero a mí siempre me han dicho que es por el sabor de la sangre”, me dice Ariadna, de 23 años. Por su parte, Javier, de 28 dice que cree que le pican a él más que a su novio porque “sudo menos y huelo mejor. Siempre he oído que los mosquitos rechazan los olores fuertes. Pero es que es muy duro… Yo me levanto lleno de picaduras y él como si nada”.
Otros como Aina, de 21 años, piensan que quizás es cosa de familia: “Sobre todo me pican en los tobillos. En verano es horrible. Creo que eso viene de familia. Mi padre también va lleno de picaduras siempre”. Y otros, como Gerard, tienen teorías más prosaicas: “Estoy convencido de que van a por el pringado de turno, que en este caso soy yo. Tienen como una especie radar y lo detectan”.
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Después de escuchar todas esas especulaciones hemos hablado con una experta que se ha encargado de desmentir o corroborar todos esos mitos.
Vamos por partes: en primer lugar no son los mosquitos machos los que pican, son las hembras, nos asegura Alicia Gómez Barrio, experta en parasitología de la Universidad Complutense de Madrid. “Aunque hay mosquitos machos que también pican dependiendo de la especie, la mayoría son hembras. Necesitan la sangre para que maduren los huevos”.
Una vez más el lenguaje juega en contra de las hembras y quizás debemos plantearnos seriamente feminizar el nombre y llamarlas “mosquitas”. En este sentido son ellas las que cuando están embarazadas o están a punto de reproducirse chupan sangre para alimentar a sus futuras crías.
“El veneno es el mismo entre los distintos mosquitos, lo que cambia es la respuesta inflamatoria de cada individuo” — Alicia Gómez Barrio, parasitóloga
“Que piquen a los que tienen la sangre más dulce es una leyenda urbana", explica Gómez Barrio, "Al igual que hay otras falacias como que piquen cuanto más CO2 expulse un cuerpo”. La doctora me cuenta que en España hay dos tipos de mosquito: mosquitos culícidos o trompeteros, y los que comúnmente denominamos beatilles. “Este año se notará mucho la proliferación de los primeros debido a las lluvias”, dice.
Las hembras ponen sus larvas (entre 100 y 200 en el caso del mosquito urbano), en agua estancada, ya sea en reductos de agua, jarras o platillos. El ciclo de vida del mosquito común puede ser de 15 días en verano. Los mosquitos tigre, a diferencia del común, tiene tendencias diurnas, vuela más bajo y suele quedarse en los jardines y plantas bajas.
“El veneno es el mismo entre los distintos mosquitos, lo que cambia es la respuesta inflamatoria de cada individuo”, nos dice. Así pues, según la experta en parasitología, a todos nos pican las mosquitas, lo que pasa es que nuestro cuerpo reacciona de forma distinta.
Aun así existen varias teorías que relacionan el consumo de cerveza o el olor próximo al del queso con un incremento de las picaduras. Según el profesor de la Universidad de Florida Philip G. Koehler el 20 por ciento de la población resulta más atractiva para estos insectos por la química segregada por su metabolismo. Koehler asegura que las mujeres embarazadas o aquellas personas que visten con ropa oscura resultan más apetecibles que las que visten con colores llamativos.
Un estudio del científico Bart Knols garantiza que el aroma de pies sucios es embriagador para los mosquitos. El entomólogo hizo una serie de pruebas a una muestra y descubrió que el 75 por ciento de las picaduras se producían en la zona de los tobillos o los pies, pero que una vez lavadas las extremidades inferiores se reducía considerablemente el número de picaduras. De hecho otros estudios especifican la variedad de queso a la que los mosquitos serían devotos. En concreto, a la variedad Anopheles gambiae les gusta el queso limburger, que se elabora con leche de vaca y con una bacteria que también se encuentra en la piel humana.
Existen teorías a patadas, pero lo que está claro es que mantener una buena higiene es básico para prevenir las picaduras. Hemos preguntado a Marián García, doctora en Farmacia, cómo podemos evitar que los mosquitos nos piquen.
Evitar el agua estancada, lavarse los pies antes de ir a la cama o bien utilizar alguna prenda para cubrirse bien son algunos de los hábitos que nos recomienda. “Como repelente natural el citrodiol sería el más efectivo”. Explica Marián que no hay que confundirlo con la citronela, que también es natural pero es menos efectivo.
“Lo que realmente recomienda la OMS es utilizar repelentes con DEET y IR3535, y no todos llevan”; nos dice. Las míticas pulseritas de colores también pueden utilizarse pero son mucho menos efectivas y no sustituyen los repelentes.
Si eres de los que los mosquitos encuentran en ti un menú digno de estrella Michelín, ahora ya sabes qué tienes que hacer.
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Alba Carreres https://ift.tt/eA8V8J
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