Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos. Leer en inglés.
Desde que el Fiscal General Jeff Sessions anunció la política de inmigración de "cero tolerancia", que ha separado a unos 2.000 niños inmigrantes de sus padres en las últimas seis semanas, el público en general se ha preguntado qué está sucediendo dentro de las instalaciones que albergan a menores no acompañados. Incluso a los miembros del Congreso se les impidió entrar –al menos en algunos casos– mientras que los abogados y defensores de los detenidos ofrecían retratos desgarradores de la vida dentro de un sistema roto. Sin embargo, el lunes, ProPublica publicó una pieza de audio desgarradora que al parecer fue tomada desde el interior de uno de estos centros de detención. La grabación refleja el caos y la confusión que se produjo cuando los niños empezaron a sentirse completa y absolutamente solos.
Según los informes, el audio fue entregado a la abogada de derechos civiles Jennifer Harbury por uno de sus clientes, que pidió permanecer en el anonimato, la semana pasada. Durante aproximadamente ocho insoportables minutos, se puede escuchar el llanto de los niños pequeños clamando por sus padres, a los trabajadores consulares confundidos tratando de hacer un registro de todos los niños, y al menos una voz masculina, identificada como un oficial de la Patrulla Fronteriza, que por alguna razón decide bromear acerca de todo el asunto.
"Bueno, tenemos una orquesta aquí", dice el hombre al comienzo del audio. "Lo que falta es un director de orquesta".
En algún punto, una voz identificada como Alison Jimena Valencia Madrid, de seis años, pregunta si puede llamar a su tía. Según ProPublica, la niña salvadoreña logró contactar a su pariente, pero la mujer dijo que tenía demasiado miedo de poner en peligro su propio estatus migratorio para intervenir. Se las arregló para mantenerse en contacto con su sobrina y la madre de la niña, pero se dio cuenta de que no habían podido hablar desde que se separaron.
"Fue el momento más difícil de mi vida", le dijo la tía a ProPublica. "Imagina recibir una llamada de tu sobrina de seis años, llorando y pidiendo que vaya a buscarla. Me dice: 'Prometo que me portaré bien, pero por favor sácame de aquí. Estoy sola'".
El audio proporciona una visión desgarradora dentro de las docenas de refugios que albergan al menos a 10.000 menores no acompañados en todo el país. E incluso después de que el sonido se detiene, es casi imposible sacarte de la cabeza los gritos interminables de niños invisibles, muchos de los cuales no tienen forma de saber si algún día volverán a reunirse con sus familias.
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