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viernes, 5 de abril de 2019

Invertir, una acción que no es solo para ricos

Artículo presentado por Bancolombia.

Desde lejos, el mundo de las inversiones se ve como impenetrable, emocionante y miedoso a la vez: una mezcla entre Narnia, El Lobo de Wall Street y el mundo paralelo de Stanger Things. Como generación lo hemos dejado de lado; porque no lo conocemos y, porque en cierta forma le tememos. Pensamos que solo puede ser para gente con plata (o sea, no nosotros9. Además, los medios que hablan de inversión parece que lo hicieran en una jerga extraña, inentendible para los de a pie. En fin, la inversión no se siente como un mundo al que podamos entrar.

Pero no podemos dejarle el tema de las inversiones y las finanzas solo a los bancos ni a nuestros padres. Así sea con poco presupuesto, es posible invertir para mejorar nuestras finanzas personales, y así convertir un miedo en una herramienta más. No podemos castrarnos financieramente como generación: ante nosotros está la posibilidad de invertir en nuestros términos y según nuestras necesidades.

Antes de empezar: ahorro y crédito

Si toma la decisión de coger una parte de sus ahorros e invertirla, de sumergirse en el mar de las finanzas, es mejor tomarse un momento para reflexionar sobre las motivaciones e implicaciones de esta decisión, y que no sea la inercia la que lo empuje. Como si fuera una maratón, hay que prepararse antes de que la carrera empiece. Así como alguien que jamás ha hecho ejercicio no tendría el mejor tiempo en una carrera, alguien que no tiene experiencia en inversión probablemente no tendría los mejores resultados a la hora de invertir. ¡Pero eso puede cambiar!

Es sabio, pues, tener una cuenta de ahorros y ahorrar – así sea de a poco, lo importante es el hábito y la disciplina – y una tarjeta de crédito, que ayuda aún más a consolidar la vida financiera. De esta forma se logran dos puntos esenciales: a) en la interacción con el sistema financiero se va entendiendo mejor cómo funciona este, antes de invertir y b) consolidar buenos hábitos de planeación y una vida financiera ordenada, son necesarios a la hora de entender cuál es la mejor forma de invertir.

¿Es para ti?

Quizás sus amigos que estudiaron economía o administración están invirtiendo en trading y acciones y lo pintan como un mundo interesante, tal vez quiere hacer plata de la manera más rápida (y legal) o, posiblemente las partidas interminables de Monopolio con la familia de su novia lo han influenciado demasiado: en todo caso, usted quiere invertir en el mundo financiero. Sin embargo, asegúrese primero de que está preparado para hacerlo revisando sus finanzas personales y decidiendo hacia dónde debe dirigir su plata. Piense en qué opción puede ajustarse mejor a lo que necesita. Acá le damos un par de ideas a considerar antes de entrar de lleno en el mundo de la inversión.

Pague sus deudas. Es posible tener deudas y a la vez invertir, pero, en todo caso, considere si la plata que invertiría estaría mejor usada en aliviar sus obligaciones de deuda, sobre todo si la plata a invertir es una pequeña cantidad. La idea es fortalecer las finanzas personales y requiere de una base sólida y estable, que solo se puede construir cuidando la deuda y evitando que se extienda indefinidamente. El proceso de alivianar las deudas, podría retrasar su inversión, pero podría asegurar que cuando invierta lo haga desde una posición de más seguridad.

Invierta en usted mismo. Aprender un nuevo idioma, hacer un curso, o comprar una nueva herramienta de trabajo pueden ser formas de invertir directamente en uno mismo, y, según el caso, pueden resultar más útiles. Nuevas habilidades pueden ayudarlo a obtener un ascenso o a llevar su empresa a otro nivel. Esto, además, podría ser una inversión a largo plazo que generaría ganancias extras que a su vez le permitirían invertir en productos financieros.

Tres tipos de inversiones a las que puedes acceder con poco presupuesto: CDT, Cartera Colectiva y acciones

Bueno, hace poco se graduó, empezó a trabajar y decidió invertir con el poco presupuesto que tiene. Invertir implica considerar variables sobre el riesgo a asumir, los plazos temporales y si el producto es de renta fija o variable. Para explicarles lo de renta fija o variable hablamos con Catherine Pereira, decana de la Escuela Internacional de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de la Sabana.

La diferencia es que en la renta fija hay unas condiciones establecidas y una rentabilidad acordada (por eso es fija), el riesgo es controlado. Mientras tanto, la renta variable puede traer mayores beneficios y rentabilidad, pero también implica que el inversor asuma más riesgos. La renta fija, entonces, es más estable y tiene un riesgo controlado, con una rentabilidad que no cambia; la renta variable es volátil, pero existe la posibilidad de ganar más. Acá el camino es más incierto, lleno de niebla, es estrecho, si se descuida podría caer por el precipicio, y el destino puede ser una playa paradisiaca espectacular o, precisamente, el precipicio.

“La renta fija protegerá la mayoría del capital y la rentabilidad será más baja dependiendo del riesgo del título, mientras que la renta variable, como las acciones, puede ser atractiva en un ambiente cuando las tasas de interés sean bajas, como en este momento, y en ese sentido, las posibilidades de ganancia son mayores con un producto como las acciones”, explica Pereira. La tasa de interés, como por seguir ahondando en terminologías que quizás no nos son tan cercana, es, como lo explica el Banco de la República, el precio del dinero en el mercado financiero: “Al igual que el precio de cualquier producto, cuando hay más dinero la tasa baja y cuando hay escasez sube”.

A esta ecuación se le debe sumar la consideración del nivel de riesgo y el plazo de la inversión (si necesita esos recursos a la mano o está dispuesto a dejarlos amarrados un buen rato). “Si una opción para invertir está muy descabellada en el equilibrio entre riesgo y rentabilidad, entonces no es recomendable”, añade Pereira.

En general, dice Pereira, cualquier inversionista puede acertar o equivocarse, con los costos que eso significa. Pero lo importante es aprender del proceso de toma de decisiones. Hay dos opciones que presentaremos a continuación, que resaltan por ser sencillas y permitir inversiones de pequeñas cantidades, y una que presenta un mayor nivel de riesgo. En todos los casos, es importante hacer todas las preguntas en el banco, hasta tener claridad respecto al proceso. Cuando usted les da su plata, los bancos trabajan para usted.

CDT. Estos certificados de depósito a término permiten dejar la plata en un banco por un periodo determinado, para luego recibirlo de vuelta junto con una suma adicional. Hay tres factores a tener en cuenta: el monto mínimo de apertura (depende de cada banco), el tiempo de la inversión (suelen ser de 30, 60 o 90 días, pero puede ser mayor) y la rentabilidad (que suele depender del tiempo de inversión, pero también si la tasa de interés es fija, que permanece igual durante el tiempo que esté activo el CDT, o variable, la cual cambia según la tasa preferencial del mercado). Varios bancos tienen simuladores de CDT en sus páginas web, [DBG1] así puede entender las distintas posibilidades para decidir cuál banco le ofrece la mejor inversión.

Cartera Colectiva. Este mecanismo, también conocido como fondo de inversión, busca administrar el dinero de distintas personas, una de ellas sería usted. Sumando todas las inversiones personales se pueden hacer inversiones más grandes, y luego repartir los dividendos, con la ventaja de que estas carteras cuentan con el asesoramiento de expertos en temas de inversión. Las hay abiertas (usted puede retirar su plata en cualquier momento) o cerradas (recibirá su plata una vez finalice el plazo estipulado). En la página web de la Superintendencia Financiera de Colombia se pueden comparar los beneficios y costos de las distintas carteras colectivas (www.superfinanciera.gov.co).

Inversión en Acciones. Pereira es enfática: “Cualquiera que quiera puede invertir, esto no requiere un mercado específico el acudir a los mercados financieros y de capitales”. Lo importante, dice, es prepararse, y elegir una de la multiplicidad de plataformas transaccionales donde las personas pueden transar aprovechando las diferencias en precios entre un mercado y otro. En Colombia los mercados todavía tienen una baja penetración de personas, señala, lo que muestra que todavía se puede crecer mucho más. “Por eso es interesante invertir en renta variable en un mercado como el colombiano”, dice. Toda inversión de este tipo tiene la pérdida como posibilidad – aunque la experta resalta que los pequeños montos aseguran que la pérdida sea baja en términos comparativos – pero hay formas de proyectar si una inversión puede ser rentable o no. “Hay que tener en cuenta si la empresa en la que invierte está creciendo con base en deuda. Si sí, tiene menos capacidad para crear valor en el tiempo, y generará dividendos menores”, dice Pereira.

Invertir es, también, pensar en el futuro. Eso fue lo que hicieron VICE y Bancolombia cuando decidieron crear juntos este proyecto: pensar en el futuro y buscar las formas de hacer preguntas relevantes financiera y culturalmente, para responderlas entre todos. Con la información que surge de esta actividad, de esta curiosidad por el universo económico y financiero, temas como el de la inversión pueden dejar de ser oscuros y ajenos para ser una herramienta más para que los jóvenes colombianos puedan hacerse cargo de sus finanzas personales.

Santiago Cembrano https://ift.tt/eA8V8J

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