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viernes, 1 de junio de 2018

¿'Return of the Jedi' es una mala película?

Artículo publicado originalmente en VICE Canadá. Leer en inglés.

Solo: A Star Wars Story salió el fin de semana pasado y es posiblemente el primer fracaso financiero en la historia de las películas de Star Wars.

A pesar de la interpretación "pansexual" de Donald Glover de Lando Calrissian, parece que la problemática producción de la película y las reseñas mixtas tuvieron un gran peso. Han sido unos seis meses duros para la franquicia.

A pesar de haber recaudado 1,300 millones de dólares y haber recibido comentarios muy positivos por parte de la crítica, The Last Jedi fue una película (innecesariamente) controvertida para los fanáticos incondicionales: más de 100,000 personas firmaron una petición instando a Disney a eliminarla del canon oficial. Un idiota incluso hizo una edición de la película en la que no sale ninguna mujer.

Pero muchos críticos elogiaron a The Last Jedi, con un tono similar a lo escrito en The Atlantic, donde dijeron que era "posiblemente la mejor entrega que la franquicia ha ofrecido desde The Empire Strikes Back".

Esa última descripción ha estado zumbando en mi cabeza desde que la leí por primera vez a mediados de diciembre. ¿La mejor película desde Empire?

Sí, las precuelas son una mierda, The Force Awakens fue un deslumbrante reboot de A New Hope, y Rogue One fue una aportación un tanto fallida pero interesante al universo, pero en nuestro afán por enaltecer a The Empire Strikes Back como una pieza de cine casi perfecta y comparar todas las películas posteriores a ésta, creo que Return of the Jedi (1983) ha generado pocos comentarios entre los fans de Star Wars.

Muchas de las "mejores listas" la ubican entre la cuarta y séptima posición en la franquicia, y si bien Empire tiene un lugar asegurado en la cima, ¿es acaso Jedi —la conclusión de la trilogía original— realmente tan mala como lo señala su reputación? Teniendo en cuenta a Solo, la trilogía de las precuelas y las nuevas películas, creo que Return of the Jedi (1983) debe considerarse una de las películas más fuertes de toda la franquicia.

Mi primera incursión en el universo de Star Wars no fue en realidad a través de las películas, sino gracias al popular simulador de batalla espacial X-Wing, lanzado en 1993. Mi yo de siete años estaba obsesionado con —no, más bien adicto a— este juego. Te permitía tomar los controles de los cazas estelares de los Rebeldes y destruir Tie Fighters e Imperial Star Destroyers. Era tan adicto que mis padres escondieron el libro de códigos necesario para iniciar sesión en el juego (pero había memorizado muchos de los códigos, así que eso no me detuvo). También descompuse dos joysticks cuando lo jugaba.

No fue sino hasta dos años después que vi mi primera película de la trilogía original. Mi amigo estaba sorprendido de que yo no hubiera visto ninguna, y de inmediato tomó su caja THX de 1995 y metió Empire en el reproductor VHS. "Esta es la mejor", me aseguró.

Unos meses más tarde, mi propia colección de películas llegó como un regalo de cumpleaños de mis padres, y finalmente vi el resto de la trilogía.

A New Hope recibe elogios casi universales por haber revolucionado el género de la ciencia ficción y por presentar personajes icónicos en uno de los mejores ejercicios de construcción de escenarios de su época, cuando se estrenó en 1977. ¿Quiénes eran los Jedi místicos y qué era el Lado Luminoso y el Oscuro? ¿Quién era Darth Vader? ¿Y Obi-Wan Kenobi? ¿Y qué pasa con esas espadas láser?

Pero es fácil olvidar que la película tiene diálogos bastante torpes y un Luke Skywalker que se la vive quejándose, que nos recuerda al Anakin de las precuelas. Y para los espectadores de 2018, es bastante lenta para una superproducción.

Luego, en 1980, Empire le dio la vuelta a la historia; metió a su personaje principal dentro de las entrañas de un camello del hielo, obligó a los buenos a retirarse y dispersarse por el universo, traicionó a nuestros héroes, atrapó a uno en carbonita, transformó al personaje principal en un amputado, y tiene el giro de trama más famoso jamás filmado en una película convencional. Es ampliamente vista como una de las mejores secuelas de todos los tiempos, y en muchos sentidos es similar a la subversión que se presenta en Last Jedi.


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Sin embargo, si vuelves a leer las reseñas originales encontrarás que, al igual que The Last Jedi, Empire divide a los críticos. Vincent Canby escribió en el New York Times que "no es una película verdaderamente terrible. Es una buena película. Pero no es, de ninguna manera, tan buena como Star Wars".

Mientras tanto, Cinefantastique etiquetó a Empire como "una copia sin vida de Star Wars que se aprovechó del impulso de la película anterior". ¿Dónde hemos escuchado eso antes?

Cuando Return of the Jedi llegó a los cines en 1983, también recibió críticas similares, y hoy es considerada como una reescritura perezosa de A New Hope que se valió del mismo dispositivo de trama (la Death Star) para conducir la acción, sufrió del regreso de los diálogos forzados de George Lucas, usó osos de peluche Ewok para vender juguetes descaradamente, y empleó la cansada moralización de "naturaleza versus tecnología".

Pero para mí, Return of the Jedi es la película que ha evocado mi vínculo emocional más fuerte con el universo de Star Wars desde que la vi por primera vez hace más de 20 años.

Comencemos con la conclusión del viaje de Luke Skywalker. A lo largo de Empire, Luke (y el espectador) aprende repetidamente que el odio, el miedo y la ira conducen al Lado Oscuro. Y en Return of the Jedi, Obi-Wan le advierte a Luke que debe enterrar sus sentimientos en lo más profundo, o podrían ser usados para servir al Emperador.

Es este conocimiento y temor de lo que podría llevar a Luke al Lado Oscuro lo que hace que la batalla de sables de luz en la sala del trono entre Luke y Vader sea tan atractiva. Vemos a Luke luchando contra sus emociones, pero una vez que Vader detecta la presencia de la hermana de Luke y amenaza con llevarla al Lado Oscuro, Luke no puede contenerse más.

Utiliza su enojo y rabia para dominar a Vader, pero después de cortarle la mano a su padre y ver solo cables y circuitos (luego mira su propia mano robótica que perdió en Empire) da un paso atrás desde el precipicio del Lado Oscuro y arroja su arma.

Él hizo lo aparentemente imposible; tocó la línea entre la Luz y la Oscuridad, pero no cayó. Es un arco de personaje fantástico y ha llevado a algunos a creer que es un "Jedi Gris".

Es cierto que la película sí sufre en algunas áreas. El acto de apertura para rescatar a Han Solo de Jabba the Hutt es demasiado largo y ningún ejecutivo de Hollywood aprobaría poner a la princesa Leia en ese bikini dorado en la actualidad, pero donde realmente sobresale esta película es en la forma en que teje tres tramas diferentes (la sala del trono, la batalla de Endor, y la batalla espacial en la Death Star) para contar una conclusión llena de emoción y cohesión.

No busquen más allá de Empire para ver una película que lucha con múltiples tramas simultáneas; una de las mayores críticas de la película es cómo el director Irvin Kershner maneja la línea temporal del entrenamiento de Luke con Yoda y las actividades en Cloud City. ¿El entrenamiento de Luke solo duró unos días o estuvieron en la ciudad flotante durante semanas?

Jedi también presenta la mejor batalla espacial en toda la serie (y con un nombre como Star Wars voy a poner un gran énfasis en la lucha estelar) mientras la Rebelión intenta desesperadamente destruir la segunda Death Star. Hay una creciente tensión mientras el equipo lucha por acabar con los escudos de Endor y el temor que nubla la cara de Lando cuando se da cuenta de que el escudo aún está en funcionamiento cuando llega la flota, que se presenta con la infame frase: "¡Es una trampa!" de Admiral Ackbar.

"¡Pero los Ewoks!", escuché que alguien vociferaba en internet. Sí, está bien, los Ewoks. Originalmente, George Lucas quería tener a los wookiees en el acto final, e incluso consideró usar una especie de reptiles, pero los inevitables cambios de guión nos dieron a los tiernos ositos de peluche que amamos o detestamos.

Pero no parecían fuera de lugar cuando era niño, dada la inmensidad del universo de Star Wars, y sus fortificaciones en las casas de los árboles y sus ingeniosas trampas hechas nos dieron momentos divertidos. Incluso de adulto puedo apreciar su papel en la película. Además, fue muy divertido ver dos enormes troncos aplastando un AT-ST como un huevo (¿y quién no derramó una lágrima cuando uno de los Ewok se lamentó por la muerte de su compañero?).

Además, la infame canción de celebración Ewok "Yub Nub" es una de las mayores contribuciones de John Williams a la cultura popular, a pesar de que fue trágicamente modificada para la edición especial de 1997.

Empire es la mejor película, sin dudas, pero para mí Return of the Jedi es la película que tal vez encarna el espíritu de Star Wars: una gran y brillante ópera espacial donde los buenos triunfan sobre el mal usando espadas láser, las X-Wings son las naves más rudas de la galaxia, y hay osos de peluche carnívoros que se alimentan de la carne de sus enemigos vencidos.

James Jackson https://ift.tt/eA8V8J

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