El nacimiento del Shibari como experiencia estético-erótica se puede trazar a la obra de Ito Seiyu, artista de inicios del siglo XX. Con grabados, fotografías y pinturas basadas en el estilo clásico de la modernidad japonesa Ukiyo-e —con exponentes como Hokusai o Kitagawa Utamaro—, Ito Seiyu toma una tradición extraña pero aún presente en su época y la convierte en un hito que después sería retomado por el mundo occidental. Dentro de la práctica del BDSM, el Shibari es un estilo específico que no debe de ser comprendido únicamente como una práctica sexual atípica.
El Shibari, si bien en práctica nace a través de las fotos y pinturas de Seiyu, tiene una íntima conexión con el medievo japonés. Los nudos y amarres cumplían una función de guerra sobre los mismos prisioneros y la manera de identificarlos, práctica llamada en aquél entonces como Hojojutsu. Según me cuenta Erick El Criminal Decente, profesional de Shibari, antes de comenzar a hacer un recorrido por nudos sencillos para practicar con cuidado en casa, dependiendo de la posición social del prisionero o importancia para los conflictos bélicos entre poderosos señores feudales, se les asignaba un nudo y un color con la exclusiva función de que no puedan escapar.
A diferencia de la práctica clásica o incluso con el BDSM occidental, la finalidad del Shibari no se supone exclusivamente a partir de la inmovilización o sumisión del sujeto amarrado, sino que se fija en la funcionalidad estética y vivencial tanto del amarrador, o rigger, y el amarrado. “No es exclusivo ni necesario que alguno de los sujetos se erotice a partir de la experiencia del Shibari. Claro que es algo común y mucha gente entra a esto por eso, más no siempre tiene que ser así”, me dice Erick, quien también es fotógrafo enfocado en la estetica del Shibari.
Estos nudos pueden servir diversas funciones: desde generar dolor hasta una ornamentación estética, todos son aplicables por amateurs o primerizos en el mundo de las cuerdas.
Nudo que se pone sobre el sobre el cuerpo del amarrado, con la función de generar dolor e incomodidad. La ubicación del nudo es irrelevante mientras éste pueda generar presión contra el sujeto.
Nudo llamado "pretzel" o "double coin knot", de origen occidental con fines estéticos. Es cómodo y difícil de deshacer cuando se sitúa pegado al cuerpo.
La finalidad de este nudo es inmovilizar por completo las manos sin cortar circulación sanguínea en el amarrado. Se puede finalizar atando el cabo suelto de la cuerda a un lugar rígido, por ejemplo, la cama.
De manera similar al primero, este nudo puede generar dolor si se presiona en contra de un sujeto. Sin embargo, también puede funcionar para unir cuerdas.
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