Artículo publicado originalmente por VICE Australia.
A la gente le encanta hablar de Australia como esta hermoso país rodeado de mar y bañado por el sol, donde todo quiere matarte. En general, esa reputación no es del todo inmerecida: los tiburones, aves y medusas más peligrosos del planeta llaman a Australia su hogar. Pero cuando se trata de serpientes, uno de los depredadores más prominentes de la nación, el factor de su peligrosidad tal vez haya sido exagerado un poco, informa The Guardian.
La Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth (CSIRO, por sus siglas en inglés) quiere desmentir el mito de que Australia alberga las especies de serpientes más mortíferas del mundo, argumentando que tanto el riesgo de ser mordido como el de morir por una mordedura de serpiente es mucho mayor a todo lo largo de Asia, África y Sudamérica.
Ruchira Somaweera, un herpetólogo (alguien que estudia los anfibios y los reptiles) de la CSIRO, especula que esta popular creencia probablemente se arraigue en un estudio de hace varias décadas que descubrió que las serpientes australianas, como la serpiente de Mulga, tenían niveles de toxicidad relativamente altos. También está este documento de 1979 que afirma que 21 de las 25 serpientes más tóxicas del mundo provienen todas de Australia. Es posible que esto sea verdad, si tomamos en cuenta solo a las serpientes cuya letalidad ha sido probada en el laboratorio. Sin embargo, el problema es que este tipo de estudios no sopesan adecuadamente una serie de factores adicionales que influyen intrínsecamente en el verdadero "peligro" que las serpientes representan en el mundo real.
"Si observas la cantidad de personas que realmente mueren en Australia a causa de las serpientes cada año, es prácticamente nada, las tasas de encuentros con estos reptiles son muy bajas en comparación con otras partes del mundo", dijo Ruchira. "Factores como la calidad del antídoto, los servicios de paramédicos y el conocimiento de primeros auxilios son realmente buenos aquí en Australia, lo que contribuye a que haya un número insignificante de muertes humanas".
Ruchira señala partes de Asia, África y Sudamérica a modo de comparación, donde es relativamente común encontrarse con serpientes grandes y agresivas, como las víboras, especialmente en áreas agrícolas donde las personas no han recibido la instrucción adecuada con respecto al tipo apropiado de calzado que deben usar y a tener una formación en primeros auxilios. Cerca de 10.000 personas mueren cada año en India por mordeduras de serpiente, mientras que "en la isla vecina de Sri Lanka, unas 80.000 personas son mordidas por serpientes cada año, de las cuales unas 400 pierden la vida. Esto, claramente, es un problema masivo y una amenaza real en otras partes del mundo, especialmente en Asia, en comparación con Australia".
Hay alrededor de 3.000 mordeduras de serpiente en Australia cada año, lo que resulta en alrededor de 500 ingresos hospitalarios y, en promedio, dos muertes, según la Universidad de Sydney. Aproximadamente la mitad de esas muertes se deben a la mordedura de la serpiente de Mulga; pero si bien las muertes a veces ocurren poco después del encuentro, es poco común morir horas más tarde debido a la disponibilidad de antídoto en Australia.
Desde entonces, los científicos han revisado el concepto de serpientes peligrosas en Australia, clasificándolas según la amenaza real que representan para las vidas humanas, con la esperanza de hacer que su factor de "peligro" sea más relevante. En ese modelo, especies como la serpiente de Mulga y la serpiente tigre, las cuales son agresivas y bastante comunes en las áreas urbanas, encabezan la lista.
Gavin Butler https://ift.tt/eA8V8J
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