Cerca de la famosa ciudad vinícola de Burdeos, el pequeño viñedo francés Château Le Pin produce aproximadamente 500 cajas de vino al año. Las botellas cuestan hasta 6,000 dólares cada una y son tan deseadas que el crítico de vinos James Suckling calificó la experiencia de probar cada cosecha como "un sueño cumplido". Para la gran mayoría de las personas, una botella de Le Pin significaría una seria pérdida financiera y probablemente querrían beberla con toda la intención del mundo.
Por desgracia, en un restaurante británico de cortes de carne, la costosa inversión en un Le Pin Pomerol 2001 se vio afectada porque una gerente leyó mal las etiquetas. De acuerdo con el menú del restaurante Hawksmoor en Manchester, la botella, que tiene una calificación crítica promedio de 93 sobre 100, debería costar aproximadamente 5,760 dólares, lo que la convierte en la "rareza" más costosa del restaurante. Sin embargo, la semana pasada un afortunado comensal tuvo la oportunidad de beberla por solo una pequeña fracción del exorbitante precio.
Al comensal a quien le servimos anoche una botella de Chateau le Pin Pomerol 2001, que cuesta 4,500 libras esterlinas en nuestro menú, ¡deseamos que hayas disfrutado tu velada! Al miembro del personal que se equivocó por accidente, ¡ánimo! Los errores ocurren y te apreciamos de cualquier modo.
El comensal había ordenado un Chateau Pichon Longueville Contesse de Lalande 2001, un vino excelente en sí mismo, aunque el precio es mucho más accesible en comparación, ya que cuesta solo 333 dólares. En una declaración, un portavoz de Hawksmoor señaló que "fue una noche muy ocupada en el restaurante y un error muy simple. Un miembro del personal tomó la botella equivocada, confundiéndola con otro Bordeaux de la misma cosecha... El cliente no sabía y pasó un tiempo antes de que uno de los gerentes se hubiera dado cuenta de lo sucedido".
El restaurante reconoció que las dos botellas son un poco similares. Y a pesar del error, el cliente pagó por la botella más barata, aunque parece que no le informaron en persona el precio real de lo que estaba bebiendo.
El restaurante ha perdonado públicamente a la gerente responsable de la confusión en un tuit, pero ella está "evidentemente mortificada", reveló a The Guardian el cofundador de Hawksmoor, Will Beckett. "Estoy bastante seguro de que no lo volverá a hacer".
Suena como un buen momento para usar uno de esos días pagados por enfermedad.
Bettina Makalintal https://ift.tt/eA8V8J
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