Artículo publicado originalmente por Noisey Estados Unidos.
El salón principal del bar donde nos encontramos en Brooklyn, está iluminado por el resplandor de la puesta de sol. Sentada a unas mesas, acorralada involuntariamente por un equipo de gerentes y publicistas, Karol G mira el menú con detenimiento y discute con ellos las opciones de postre. Luego, considerando que ya tenía planes para cenar, se conforma con pedir solo un vaso de agua.
Nadie la molesta, pero llegar a tal anonimato no sería posible en otras partes del mundo. Después de todo, la artista colombiana de 28 años, Carolina Giraldo Navarro, es una de las estrellas más importantes de la música urbana, la escena musical que sigue creciendo y que incluye el reggaetón, el latin trap y otros híbridos de hip-hop con pop en español.
"Me emociona poder sentarme aquí y contarles mi historia", dice, mientras hace un movimiento que me deja ver su muñeca izquierda envuelta en una venda negra. A pesar de este día de prensa tan ajetreado en la ciudad de Nueva York, logró hacerse un tatuaje durante una entrevista grabada. Cuando le preguntamos sobre el diseño, ella sonríe más orgullosa que educada y responde: "El oceano".
A primera vista, el tatuaje de Navarro podría parecer un performance artístico o un truco publicitario para promocionar su nuevo álbum Ocean, lanzado a principios de este mes. Sin embargo, la perspectiva cambia, si sabes que el disco fue grabado en varios lugares del Caribe. Me cuenta que las playas y los mares le brindan mucha paz, "Fui a las islas Turcas y Caicos, a San Martín, para encontrar esa vibra", dice. "Estaba motivando a mi alma y a mi corazón para que el álbum fuera realista [y] natural".
En medio de un torbellino de actividades promoviendo Unstoppable –su destacado sencillo "Ahora Me Llama" con el entonces emergente artista de trap latino, Bad Bunny, y la llegada al Billboard de su éxito "Mi Cama"–, Navarro tuvo una epifanía. Esto ocurrió durante su gira europea, en la isla española de Tenerife, mientras contemplaba el Océano Atlántico. En ese momento, sintió la serenidad de la playa, y lo supo: su próximo proyecto tenía que tener ese ritmo relajado. "Solo estando cerca del mar, encuentro ese silencio y esa conexión, no con el océano, sino conmigo misma", dice. Después de más de una década de arduo trabajo, las motivaciones de Navarro –a diferencia de las de sus colegas–, parecen honestas y sin pretensiones.
Si bien su relación romántica con el trapero Anuel AA ha dado resultados creativos, incluidos sus dos éxitos "Culpables" y "Secreto", ella sigue teniendo su propia esencia. Después de todo, en Colombia y en otros lugares ya empezaba a ser famosa antes de que se juntaran. Tanto "Ahora Me Llama" como "Mi Cama" han arrasado en YouTube, con casi 1,3 mil millones de reproducciones en sus videos musicales. A lo largo de los clips, exuda una positividad sexual que refleja una poderosa imagen de diva protagónica, en lugar de la imagen visual provocativa que muchas veces encontramos en los videos de música urbana.
La conversación actual sobre la música urbana se enfoca demasiado en los artistas masculinos. Desde antes de que el reggaetón tuviera un nombre, las mujeres –sobre todo en este ámbito musical–, han tenido que enfrentar problemas de visibilidad. Acorraladas por el machismo, la misoginia y la negligencia, las mujeres, incluida Jenny La Sexy Voz, han tenido que soportar que omitan sus créditos de las canciones, o que las critiquen de manera sexista. "Antes las letras, eran sobre drogas y sexo. Muy agresivas", dice.
Navarro habla con cierta vacilación sobre el período inicial de su carrera, durante el cual señala que hubo instancias de sexismo institucionalizado que suprimieron sus ambiciones artísticas. No se sentía identificada con el tema predominante del reggaetón, y su participación en esa escena la expuso al abuso. "Fue súper súper difícil. Y como mujer recibí...", Navarro no sabía cómo expresarlo pero el término que está buscando era "propuestas indecorosas", las cuales rechazó hasta el punto de la exasperación. Sin embargo, en retrospectiva, expresa un amor genuino por el camino al que esta música la ha llevado. "No pensábamos que iba a ser un gran movimiento", dice. "Pero a lo largo de los años se hizo más y más fuerte".
Aunque es difícil encontrar gran parte del repertorio inicial de Navarro en las plataformas de streaming, YouTube ofrece una variedad de videos oficiales y extraoficiales para canciones como "En La Playa", que se remonta a 2006, y "Dime Que Si" de 2009. El material suena mucho a lo que se escuchaba en ese entonces, ni excepcional ni terrible, pero definitivamente carece de la individualidad que está presente en su trabajo actual. En "Amor De Dos" de 2013, se juntó con Nicky Jam, que se había mudado a Medellín para reagruparse y revivir su carrera musical. Con diez años más que Navarro, su presencia en el video la hace ver infantil y esa percepción se acentúa mientras canta en una cama llena de osos de peluche. Esta imagen parece reflejar su impotencia para darle una dirección propia a su carrera, algo que la afectó personalmente.
"Odiaba ser niña", revela Navarro. "Me sentía avergonzada de mí misma cuando preguntaba '¿debería cantar eso?, ¿debería decir eso en mis canciones?'". Sin embargo, incluso en estas canciones antiguas podemos vislumbrar su potencial, un sentido vago del tipo de artista en el que se podría convertir y en el que se convirtió. En la canción antes mencionada "Amor de Dios", da una mejor impresión que su compañero con más experiencia, su timidez es un factor primordial.
La frustración provocada por el estancamiento de su carrera en Colombia, la llevó a la ciudad de Nueva York hace cinco años. Poco después de mudarse, Navarro se encontró con un póster que anunciaba cursos sobre negocios de la música. Esos cursos no solo le brindaron una gran cantidad de información, sino que le dieron la motivación para mantener su rumbo como artista, pero con un mayor control de la dirección que quería tomar y una mayor comprensión de la industria. "Aprendí ese punto de vista diferente sobre la música y regresé a Medellín y comencé a trabajar", dice. "Me di cuenta de que esto era lo que amaba hacer".
"Hace diez o 15 años, la industria latina recurría a imitar la música anglosajona, en un intento de conquistar al público angloparlante", dice Karol G. "Todo cambió, y ahora todo el mundo escucha nuestra música latina".
Navarro se ha más que ganado su lugar como una de las principales luces contemporáneas de la música urbana. Desde su punto de vista, la fusión natural, aunque inesperada, de un formato arraigado al dancehall jamaiquino con estilos más latinos, incluido el pop regional, le abrió las puertas a su carrera. "Hace diez o 15 años, la industria latina recurría a imitar la música anglosajona, en un intento de conquistar al público angloparlante", dice Karol G. "Todo cambió, y ahora todo el mundo escucha nuestra música latina
Sin lugar a dudas, las contribuciones propias de Navarro a esa nueva situación desempeñaron un papel importante. Desde 2016, ha demostrado ser exitosa en EE. UU., Colombia y en toda América Latina, incluidas las colaboraciones con Mau Y Ricky y Ozuna. Un factor decisivo para su visibilidad, fue el éxito ya mencionado "Ahora Me Llama" con Bad Bunny que alcanzó el estatus diamante RIAA, en reconocimiento de 600,000 unidades certificadas en ventas y equivalentes de streaming específicamente en Estados Unidos. Antes del lanzamiento de Ocean, que llegó al número dos en la lista de los mejores álbumes latinos de Billboard, Navarro ya había logrado hacer lo mismo con "Culpables", "Mi cama" y "Secreto". "Este es el mejor momento para que mi música pueda explotar", dice.
Con todo ese éxito no faltan los intrusos y oportunistas."Estoy tratando de ser súper estratégica", dice Navarro sobre las opciones que se le han presentado para hacer colaboraciones dentro y fuera del ecosistema de la música latina. "Si hago algo, quiero hacerlo en grande". Me cuenta que es sumamente cautelosa con los artistas que hacen una colaboración tras otra, claramente dejando ver su desinterés en hacer otro sencillo al aire en colaboración con algún artista demasiado ambicioso o, lo que es peor, convertirse en el token latino de alguien.
Si bien pocos se sorprendieron cuando Navarro anunció una gira por Latinoamérica con Anuel, la noticia de que en otoño estará abriendo los conciertos de la cantante mexicana Gloria Trevi en Estados Unidos nos dejó boquiabiertos. Esa colaboración la pondrá frente a un público posiblemente menos familiarizado y menos en sintonía con la situación de la música urbana. Es un movimiento inteligente, y el mismo que las llevó a hacer el éxito inesperado "Hijoeput* #", un dúo que une sus respectivos estilos musicales. "Crecí escuchando su música gracias a mis padres", dice de Trevi, quien lanzó su debut ¿Qué Hago Aquí? dos años antes de que Navarro naciera. "Todo el tiempo, estoy tratando de mostrarle a la gente que las mujeres pueden ser súper fuertes, y eso fue lo que encontré en sus movimientos, en sus canciones, en su actitud".
Para Ocean, Navarro aplicó la misma inteligencia con los invitados que eligió. Aunque Anuel aparece en dos canciones, incluida la balada (para él) "Dices Que Te Vas", no recargó el disco de colaboraciones con artistas urbanos. En "La Vida Continuó", está presente el dúo brasileño Simone & Simaria para un toque de su música nativa sertaneja. Casi al final del disco, nos regala una impresionante y fiel interpretación de "Yo Aprendí" en dúo con la cantante de origen cubano Danay Suárez, nominada al Grammy Latino.
Tal vez el giro más gratificante del álbum es "Love With A Quality", un dúo con Damian "Jr. Gong" Marley, hijo de Bob Marley y una gran estrella del reggae. Con un ritmo de Ovy On The Drums estéticamente más cercano al de "One Dance" de Drake o un corte al estilo de Major Lazer, el sencillo refleja el potencial expansivo del pop moderno. "Eso fue importante para mí", dice, citando la positividad de su mensaje. De acuerdo con ese espíritu, se alejó de la brillante y pulida portada de Unstoppable para acercarse a la estética de Ocean. "En la foto salgo sin maquillaje, muy natural", dice sobre la portada. "Porque así es como quiero que la gente escuche mi música ahora".
Navarro no quiere ser encasillada por el género ni por la geografía. Acompañadas de un talento evidente, sus aspiraciones van más allá de las limitaciones de lo urbano, ya que cita favorablemente a artistas innovadoras como Rihanna y Shakira como sus ejemplos, inspiraciones y posibles modelos para impulsarse artísticamente. "Shakira canta a la perfección una canción pop, de reggaetón o un tango", dice. "Si queremos llegar al siguiente nivel, arriesguémonos e intentemos algo diferente".
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