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miércoles, 8 de mayo de 2019

Bienvenidos al 'figging': el fetiche de poner jengibre en tu trasero

El figging es una forma de juego de sensaciones que en el pasado era una forma de crueldad animal, pero que ahora ha sido adoptada como un fetiche humano. Las maravillas del sexo nunca terminan.

A pesar de su nombre (fig, del inglés, significa higo), ningún higo real es dañado en el proceso del figging.

Entonces, ¿qué es el figging?

La definición clásica de figging, por así decirlo, implica colocar un pedazo de jengibre crudo y pelado en el ano de alguien, aunque desde entonces se ha expandido para incluir vaginas y, en algunos casos, uretras.

También llamado "gingering" (ginger, del inglés, significa jengibre), el figging crea una sensación de calor, hormigueo o ardor que algunas personas encuentran erótica, intensa, humillante o dolorosa de una manera emocionante. Si desean usar jengibre en sus traseros, pélenlo y tállenlo en la forma de un butt plug, es decir, más estrecho en el punto de inserción con una pestaña más ancha en el extremo para que no se quede atorado allí.

Aunque el jengibre es el alimento más común para el figging, pueden usar cualquier cosa que les produzca la misma sensación. Pueden emplear chile, canela, ajo, pimienta, salsa Tabasco o aceite de menta, dependiendo de su tolerancia al dolor y lo bien surtida que esté su despensa.

Espolvorear jengibre molido en las partes bajas de una persona también se ha descrito como figging.

¿Por qué se llama así?

Gran pregunta. El término "fig" probablemente proviene de "feague", que implica la práctica de poner jengibre (u otro irritante, ¡como anguilas vivas!) en el trasero de un caballo para que mantenga su cola erguida y que parezca "más animado". De acuerdo con The Dictionary of the Vulgar Tongue, escrito en 1811 por Francis Grose:

“Feague: poner jengibre en el trasero de un caballo, y antiguamente, como se cuenta, una anguila viva, para animarlo y que lleve la cola en alto; [...] feague se usa, en sentido figurado, para alentar o animar a alguien".

Pero, ¿por qué a la gente le gusta poner jengibre en sus orificios?

La tradición popular (sin fundamento) afirma que los victorianos usaban el figging para castigar a los alumnos desobedientes, pero vamos, estamos hablando de la época victoriana, así que si en verdad lo practicaban, seguramente lo hacían por pervertidos.

Hoy en día, la gente lo hace porque porque disfrutan la sensación de ardor. Pero cada cuerpo es diferente. Mientras que para algunos es insoportable la sensación del jengibre en sus partes bajas, otros lo consideran inofensivo y cosquilleante, como un enjuague bucal para el colon. A otros no les agrada del todo, pero ese es el punto, especialmente si eres masoquista o estás haciendo un intercambio de poder erótico con un sádico/dominante.

La sensación es gradual: a medida que los aceites del jengibre se mezclan con los delicados tejidos del recto (o vagina o uretra), el receptor sentirá calor, luego un cosquilleo y después una sensación cada vez más intensa de ardor. Para aumentar la intensidad, el receptor puede apretar los músculos del esfínter. O, como señala el blogger fetichista Franklin Veaux en este tutorial, se puede potenciar el efecto del jengibre al fermentarlo.

Las nalgadas y otros juegos de impacto (azotes, flagelación, cortes, etc.) pueden complementar al figging, ya que los golpes provocan que el receptor apriete el trasero, aumentando el ardor. Si no se aprieta, entonces el impacto del implemento dolerá más. Decisiones, decisiones...

¿Cuáles son los riesgos de hacer figging?

Si bien el jengibre es, por supuesto, un irritante, los riesgos del figging son más bien leves, ya que el jengibre es una raíz natural (¡no se asusten, es orgánico!) y la sensación de ardor solo dura entre 20 y 30 minutos.

Un riesgo posible es no hacer la base lo suficientemente ancha y que el jengibre se quede atorado, lo cual garantizaría un viaje a la sala de emergencias. O bien, uno podría olvidar lavarse las manos después de cortar el jengibre y luego tocarse el ojo, lo que provocaría un ardor menos sexy en el globo ocular.

Asegúrense de que el jengibre en cuestión sea suave, sin zonas o bordes ásperos, y que la penetración ocurra de manera lenta. Existe cierto debate acerca de si deben usar lubricante para el figging; algunos afirman que el jengibre es lo suficientemente resbaloso por sí solo y que el lubricante, de hecho, disminuye la sensación deseada. Pero otros afirman que en todo juego anal debe haber lubricante. Como en todos los asuntos del corazón y el recto, los exhortamos a experimentar y decidir por ustedes mismos.

En ninguno de los estudios revisados a los que recurrí se reportó daño en el tejido rectal o el colon debido a una lesión por jengibre, aunque aprendí que el jengibre (¡tomado por la vía oral!) puede reducir la inflamación del colon y el cáncer; bastante irónico.

Quienes están interesados en hacerle figging a su pareja pueden frotar un poco de jengibre en una pequeña área de su cuerpo para ver cómo reacciona. Y recuerden que la sensación tarda un poco en alcanzar su máximo potencial, así que no apliquen más hasta que haya pasado algo de tiempo. Si el receptor es alérgico al jengibre, ¡no lo hagan! Eso no es sado-masoquismo, solo es crueldad.

Anna Pulley https://ift.tt/eA8V8J

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