Según el primer reporte exhaustivo de las Naciones Unidas sobre la biodiversidad mundial, las actividades humanas han puesto a un millón de especies en peligro de extinción.
El reporte, cuyo resumen fue publicado el lunes, destaca el impacto devastador de la humanidad en el mundo natural, que está acelerando las extinciones a un ritmo sin precedentes en la historia de la humanidad. Las personas han alterado o destruido tres cuartas partes de los entornos terrestres, dos tercios de los hábitats marinos y el 85 por ciento de las regiones de humedales más importantes. Esto deja pocas áreas no afectadas por actividades humanas como la agricultura, la pesca comercial, la contaminación industrial y la urbanización, según el reporte.
Mientras tanto, el efecto ambiental de estas actividades —el cambio climático impulsado por el hombre— ha alterado los hábitats del 47 por ciento de los mamíferos terrestres que no vuelan y del 23 por ciento de las aves amenazadas. Los ecosistemas que son particularmente sensibles a las temperaturas más cálidas, como los arrecifes de coral, podrían desaparecer prácticamente en todo el mundo en las próximas décadas.
Este evento de extinción en curso es una tragedia obvia para la exuberante variedad de vida en la Tierra. Pero también es una tendencia ominosa para la civilización humana, que depende en gran medida de la biodiversidad mundial para el sustento y la supervivencia.
"La pérdida de especies, ecosistemas y diversidad genética ya es una amenaza mundial y generacional para el bienestar humano", declaró Sir Robert Watson, un destacado científico atmosférico y director del reporte.
"Proteger las valiosas contribuciones de la naturaleza a las personas será el desafío definitivo de las próximas décadas", agregó Watson.
Producido por la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política de la ONU sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés), el reporte supera las 1,500 páginas y recopila los resultados de 15,000 estudios científicos y de gobiernos internacionales.
El reporte completo será publicado a finales de este año. Mientras tanto, representantes de 109 países aprobaron un resumen de las conclusiones en una reunión plenaria de la IPBES que tuvo lugar la semana pasada en París, Francia.
Además de los aportes de más de 450 investigadores, el reporte incorpora perspectivas valiosas de los pueblos indígenas y las comunidades locales.
"El reconocimiento de las innovaciones y las prácticas, del conocimiento, de las instituciones y los valores de los pueblos indígenas y las comunidades locales y su inclusión y participación en la gobernanza ambiental a menudo mejoran su calidad de vida, así como la conservación de la naturaleza, su restauración y su uso sostenible", señaló el reporte.
Si bien los resultados del reporte son alarmantes, el equipo de la IPBES presentó posibles soluciones para mitigar la pérdida rápida de especies y medios de sustento en todo el mundo, como reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, diseñar mejores sistemas de eliminación de desechos y la transición a una dieta más respetuosa con el medio ambiente.
"Ya hemos visto los primeros movimientos de acciones e iniciativas para un cambio transformador, como las políticas innovadoras creadas por muchos países, autoridades locales y empresas, pero especialmente por los jóvenes de todo el mundo", dijo Watson.
Los movimientos juveniles, como la Rebelión de la Extinción o las recientes huelgas escolares que protestan la inacción ante el cambio climático, han ayudado a crear conciencia sobre los colosales problemas ambientales causados por los seres humanos y la amenaza que representan para las generaciones futuras.
Ya sea que tengas ocho u 80 años, el informe de la ONU debe ser un llamado de atención sobre el peligro real e inmediato que enfrenta la vida en la Tierra.
Becky Ferreira https://ift.tt/eA8V8J
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