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viernes, 10 de mayo de 2019

Las avispas son capaces de un razonamiento lógico básico, según estudio

Las avispas son los primeros insectos conocidos que demuestran "inferencia transitiva", una forma sofisticada de razonamiento lógico, según un estudio publicado el martes en Biology Letters.

La inferencia transitiva es la capacidad de suponer una relación entre objetos sin una comparación directa. Los humanos desarrollan esta capacidad en la infancia, a menudo a través de experimentos mentales como este: Jane es más alta que Sally, y Sally es más alta que Ben, así que Jane debe ser más alta que Ben. A pesar de que Jane y Ben nunca compararon directamente sus alturas, hay suficiente información para inferir qué tan altos son de manera relativa entre uno y otro.

Los científicos dirigidos por Elizabeth Tibbetts, una bióloga evolutiva de la Universidad de Michigan, querían averiguar si las avispas del papel podían hacer deducciones igualmente complejas. Para hacer esto, el equipo entrenó a miembros silvestres de dos especies de avispas del papel: Polistes dominula y Polistes metricus, para distinguir entre cinco colores con las etiquetas A, B, C, D y E.

Cada avispa se colocó en el centro de una arena rectangular que mostraba un color diferente en cada extremo. Un lado de la arena se electrificó a 0.4 voltios, mientras que el otro era una "zona de seguridad" que no administraba choques eléctricos a las avispas.

"Es un choque muy leve", dijo Tibbetts a Motherboard en un correo electrónico. "Queremos que las avispas aprendan, así que mantenemos el impacto lo suficientemente bajo como para que no las lastime ni las distraiga. El choque es un poco incómodo para las avispas".


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En las pruebas con el par de colores A/B, el lado A era seguro y el lado B electrificado. En las pruebas que involucraron al par B/C, el lado B era seguro y el lado C electrificado, y así sucesivamente. Como resultado, el color A siempre era seguro, el color E siempre electrificado y los colores B, C y D eran seguros en la mitad de las pruebas y electrificados en la otra mitad.

La pregunta era si las avispas descubrirían la jerarquía subyacente de los colores: A era la más segura, E la menos segura y B, C y D se situaban entre éstas en ese orden exacto. Para volver a verificar que las avispas recibieron el mensaje, un grupo aprendió los conjuntos comenzando con el par A/B primero, mientras que el otro grupo los aprendió al revés comenzando con el par D/E.

Una vez que fueron entrenadas para reconocer los pares, las avispas realizaron pruebas con combinaciones que no habían visto antes: A/E y B/D, por ejemplo. Estas pruebas con combinaciones de pares nuevos no tenían un lado electrificado, pero incluso sin la amenaza de una descarga eléctrica, los insectos seleccionaran más los extremos A y B de la arena.

La preferencia de las avispas por A sobre E tiene sentido, considerando que A era el único color que siempre era seguro y E era el único color que siempre estaba electrificado. Pero el hecho de que también prefirieran B sobre D sugiere que las avispas descubrieron que la jerarquía más amplia de los colores estaba ordenada de la manera A, B, C, D, E.

Es la primera evidencia de inferencia transitiva en invertebrados, según los autores. Un experimento similar se llevó a cabo con abejas en 2004, pero encontró que las abejas no podían recordar la jerarquía de los pares de colores. Aunque las abejas pueden entender conceptos avanzados como la suma, la resta e incluso el número cero, hasta ahora no han sido capaces de realizar habilidades de inferencia transitiva.

Las avispas y las abejas tienen cerebros que contienen aproximadamente un millón de neuronas (en comparación, los humanos tienen aproximadamente 86 mil millones). Esto significa que la diferencia en sus capacidades cognitivas debe tener una explicación que trasciende el mero tamaño del cerebro.

Tibbetts y sus colegas sugieren que la complejidad social de las avispas del papel podría ser la razón del contraste entre las pruebas con los dos insectos. Mientras que las abejas tienen una reina y trabajadoras del mismo rango, las avispas del papel tienen rangos jerárquicos de "fundadoras" femeninas que deben competir por los alimentos, las oportunidades reproductivas y el estatus. La capacidad de usar la inferencia transitiva podría ayudar a estas avispas a sacar conclusiones abstractas sobre fundadoras rivales: básicamente, evaluar la competencia.

"Las avispas podrían averiguar si es probable o no derrotar a un rival sin luchar realmente con él", dijo Tibbetts. "Por ejemplo, si una avispa vio a Jane ganar una pelea contra Lisa y esa avispa había ganado previamente una pelea con Jane, la avispa podría inferir que ella probablemente podría vencer a Lisa".

"Sabemos que otros animales usan la inferencia transitiva de esta manera durante las interacciones sociales, pero aún no hemos probado a las avispas en un contexto social", agregó.

Según los autores, el estudio "contribuye a la creciente evidencia de que el sistema nervioso miniatura de los insectos no limita los comportamientos sofisticados".

En otras palabras, no juzgues a las abejas y avispas solo por el tamaño de sus cerebros, porque pueden hacer mucho con un millón de neuronas.

Becky Ferreira https://ift.tt/eA8V8J

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