Artículo publicado originalmente por VICE Asia.
En un pequeño pueblo de Filipinas, a unas tres horas al norte de la capital de Manila, los chismes se están convirtiendo en un delito punible. Los residentes de al menos siete vecindarios diferentes en Binalonan, provincia de Pangasinan, enfrentan la amenaza de ser multados y sancionados si los encuentran difundiendo rumores en público, informa el Wall Street Journal. En Moreno, el primer vecindario que implementó las leyes en 2017, los primeros infractores fueron multados por 500 pesos y los obligaron a pasar una tarde recolectando basura como castigo por su delito.
"Todavía no hemos tenido que multar a nadie", dijo la líder del consejo local Jovelyn Manaois. "Nadie quiere ser visto como un chismoso".
La represión es parte de un intento del alcalde de Binalonan, Ramon Guico III, de aumentar la productividad y mejorar la calidad de vida en el área. Ramon sugirió que el peor momento para chismear o "chismis", como lo llaman ahí, es en verano, cuando el calor obliga a los lugareños a reunirse en la sombra y discutir los diversos acontecimientos en la ciudad: quién engaña a quién, principalmente, o qué miembro de la comunidad local está acumulando deudas. "Es una pérdida de tiempo", dijo. "Uno pensaría que la gente tendría algo mejor que hacer".
Si bien la perspectiva de censurar y castigar a los ciudadanos por algo tan trivial como chismear en las calles puede parecer un movimiento algo draconiano, los líderes locales insisten en que las leyes no infringen la libertad de expresión. En su lugar, afirman que la legislación tiene como objetivo proteger a los miembros de la comunidad de la difamación y aclarar cualquier problema entre los involucrados en la propagación maliciosa de rumores.
"Por lo general, los casos de chismes son sobre algún conflicto por dinero o propiedad", dijo Prudencio Esquillo, el jefe del consejo en el vecindario San Felipe Sur de Binalonan. “Si podemos unir a las dos partes y resolverlo antes de que vayan a la policía o los tribunales, es algo bueno. "No queremos tener la reputación de ser un lugar con muchos chismes".
Las leyes se están implementando en el período previo a las elecciones locales, que verán a muchos de los líderes de la comunidad de la ciudad postularse para el cargo el próximo mes. Ramon, por su parte, también impuso una prohibición de las sesiones de karaoke después de las 10 pm como parte de su propuesta por mejorar la calidad de vida en Binalonan.
"Tenemos que asumir la responsabilidad nosotros mismos", dijo.
Gavin Butler https://ift.tt/eA8V8J
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