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viernes, 22 de febrero de 2019

Cómo grabar una escena de sexo de forma segura, respetuosa y relajada

Artículo publicado originalmente por Broadly Estados Unidos.

En un vídeo de una mesa redonda de Hollywood Reporter en 2015, Ellie Kemper de The Unbreakable Kimmy Schmidt fue una de las seis actrices que se juntaron para hablar de sus carreras en la comedia. La discusión avanzó hacia los problemas de los límites profesionales, impulsada por la anécdota de Amy Schumer con un actor anónimo que le preguntó si quería que tuvieran su primer beso fuera de cámara. "Esto va a sonar completamente simplista", dijo Kemper, "pero cuando uno mata a alguien en una película o en televisión, no lo mata de verdad". La insinuación implícita es: ¿Por qué la intimidad dentro del set debería ser diferente?

"De alguna manera, todo el mundo puede entender la actuación de un actor en todos los otros reinos de la expresión humana, menos en las escenas de sexo", coincide la directora de movimiento y coordinadora de intimidad Ita O'Brien. "Es una cosa de 'Oh, ¿cómo puede verse sexy si lo están actuando?' Pero las escenas de sexo siguen siendo actuación—no es la vida real". O'Brien ha estado desarrollando formas para mantener a los actores seguros en estos escenarios desde 2015. Al gestionar en un principio su propio drama, escribiendo una pieza teatral sobre el abuso, comenzó a examinar la dinámica entre el perpetrador y la víctima, que llevó a una reflexión más amplia sobre el punto ciego para el potencial abuso dentro de la industria.

Como explica vía telefónica, "yo era consciente de que necesitaba instalar una práctica y un proceso transparentes para ayudar a los actores a que permanecieran seguros". Las Normas para la Intimidad en el Set —que varían de excluir escenas de sexo en las pruebas de pantalla, hasta identificar las partes específicas del cuerpo que pueden ser tocadas— nacieron de este impulso inicial, acompañado del trabajo de una colega en el School of Speech and Drama: Vanessa Ewan, una tutora de movimiento sénior quien se dio cuenta de la cantidad de tiempo y espacio que invertían los directores de peleas para crear sus secuencias y sugirió que las escenas de sexo y las que tenían contenido íntimo deberían hacerse de la misma manera.

Empleando estas directrices sigilosamente en talleres educativos y en el teatro, el cine, y la televisión durante los últimos cinco años, el trabajo de O'Brien está disfrutando de una importancia más amplia como resultado del último gran hit de Netflix, Sex Education. La serie, que recientemente anunció su segunda temporada, sitúa a Otis interpretado por Asa Butterfield, como un terapeuta de sexo principiante en una escuela secundaria e incluye las escenas correspondientes: primeros besos, masturbación, y sexo en fiestas en casas. Los miembros del elenco han hablado de la forma en que cada escena de este tipo fue interpretada como un baile, coreografiada hasta un punto en el que aseguraba que todos se sintieran cómodos.

En Estados Unidos, la serie de HBO The Deuce llamó a la coordinadora de intimidad Alicia Rodis —como resultado de una solicitud hecha por la actriz Emily Meade— para su segunda temporada, que comenzó a filmarse a comienzos del 2018. Ambientada en la Nueva York de los 70, la serie sigue el auge de la industria pornográfica; Meade interpreta a una trabajadora sexual joven llamada Lori Madison. En octubre, la cadena anunció que contrataría coordinadores de intimidad para trabajar en todos sus shows con contenido sexual. (Como contexto, el catálogo de HBO incluye a Game of Thrones, Westworld, e Insecure).

"HBO ha sido líder en el mundo de las cadenas televisivas", dice Claire Warden, una directora de intimidad e intermediaria de Intimacy Directors International, una organización sin ánimo de lucro estadounidense co-fundada por Rodis en 2016. La compañía ha desarrollado un documento de recomendaciones titulado Pilares para la Intimidad Segura como un estándar de lo que describe como "intimidad simulada". Warden agregó: "Están modelando la forma en que avanzamos, y lo que está pasando es que los actores y directores se están volviendo conscientes de este recurso que existe para ellos y por lo tanto ahora saben que pueden pedir un coordinador cuando tienen una escena como esa. Espero que esté poniendo un ejemplo de cómo queremos avanzar en esta industria y que otras cadenas se unan, y lo están haciendo".

O'Brien coincide: "envía un mensaje muy importante a toda la industria. HBO se ha dado cuenta de que una vez una escena de sexo está coreografiada, el actor puede en verdad liberarse en la escena. Van a decir 'sí, vemos el valor que tiene esto'. Es magnífico, pero sigue siendo lento, todavía necesitamos más producciones para entender realmente el proceso y contemplarlo como posibilidad".

Ita O'Brien
Ita O'Brien con dos actores. Foto cortesía de Ita O'Brien.

La llegada tanto de Intimacy Directors International como de la práctica de O'Brien ocurrieron antes del Time’s Up y del movimiento del #MeToo, pero la trayectoria del último ha sido el catalizador para que la industria adopte sus procedimientos. Como Ewan y otros reconocieron anteriormente, las escenas físicas que incluyen peleas han estado protegidas desde hace mucho tiempo. El Registro Británico de Dobles de Riesgo, por ejemplo, que asegura "el estándar más alto tanto en las actuaciones de riesgo como para la seguridad", fue establecido en 1973, mientras que la Asociación de Dobles de Riesgo de Películas y la Asociación de Dobles de Riesgo Femeninas de Películas fueron creadas en 1961 y 1967 respectivamente.

"La razón por la que esto no ha sucedido antes es por el entendimiento de la herida psicológica que sucede cuando alguien no es tratado bien", le dice O'Brien a Broadly, "cuando se le pide a alguien que 'simplemente se quite los pantalones y haga la escena' cuando no ha sido discutida; hay una vergüenza y horror que proviene de eso. Después de lo ocurrido con Weinstein, el hecho de que las personas estén diciendo 'realmente he resultado afectado por la forma en que he sido tratado', ahora está siendo reconocido y los productores están diciendo, '¿cómo instalamos la mejor práctica?'. El cambio más grande es que la industria reconozca cómo ha operado [y] cómo ha tolerado a las personas en posiciones de poder que han desvalorizado y han sido abusivos con alguien que consideran que es más vulnerable que ellos".

Quizás la más infame de estas situaciones es la película de Bernado Bertoucci de 1973, Last Tango in Paris, donde se reveló posteriormente que una escena violenta de abuso entre los actores Maria Schneider y Marlon Brando fue en parte improvisada sin el consentimiento de Schneider. "Estaba llorando con lágrimas reales", le dijo la fallecida actriz al Daily Mail en 2007, "me sentí humillada y, para ser honesta, me sentí un poco violada, tanto por Marlon como por Bertoucci". Más recientemente, Léa Seydoux usó un vocabulario similar para describir su experiencia de grabación con el director Abdellatif Kechiche para Blue is the Warmest Colour, que recibió la Palma de Oro en el Cannes en 2013.

Ita O'Brien
Ita O'Brien coreografiando una escena de sexo. Foto cortesía de O'Brien.

"En el pasado, un director podía hablar con claridad de la escena y asegurarse que tuvieran un set cerrado, pero no conocía la siguiente etapa sobre obtener consentimiento de las parte corporales. En cambio, decía 'sólo hazlo, improvisa' y en esa situación uno tiene actores que están haciendo su mejor esfuerzo, pero que no sabían lo que iba a estar en juego", dice O'Brien. "A eso es a lo que invitan las Normas para la Intimidad, a que uno hable sobre [el contenido íntimo] de frente, de una forma adulta y abierta, usando los términos reales para las partes del cuerpo. Están pidiendo comunicación abierta y transparencia para que uno no se encuentre en situaciones como la de Last Tango in Paris. Mientras alguien organice algo que no es compartido, es un abuso el que sucede".

De ahora en adelante, a O'Brien le gustaría que todos los productores reconocieran las normas como códigos inherentes para la conducta en el set, no solo como un complemento. Cualquier película que busque financiamiento, agrega, debería poner las normas como requisito para la financiación y mostrar evidencia de que han sido adheridas a eso. "La intención, de parte mía y de Alicia Rodis, es que en un periodo de cinco años, alguien no piense —como dice HBO— en hacer una escena de sexo sin las normas".

Warden, quien está a punto de comenzar a trabajar en Frankie and Johnny in the Clair de Lune como la primera directora principal de intimidad para un show de Broadway, resalta, "casi todos los actores con que he trabajado ahora me han dicho, 'ojalá te hubiera tenido la vez pasada' y 'nunca más voy a hacer esto otra vez sin un coordinador de intimidad'".

Zoe Whitfield https://ift.tt/2GCS5Gx

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