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viernes, 22 de febrero de 2019

Esta mujer mató a cientos de elefantes por su marfil, y ya fue arrestada

Artículo publicado originalmente por VICE Asia.

Con la ayuda de dos hombres tanzanos, la red criminal de Yang Fenlan contrabandeó 860 piezas de marfil, con un valor de $5,6 millones de dólares, de África a Asia. Fenlan se mudó a Tanzania en la década de 1970 y logró armar una cartera impresionante como empresaria. Como hablante fluida de swahili, no solo era secretaria general del Consejo de Negocios China-África de Tanzania, sino que también era propietaria de un popular restaurante y una compañía de inversiones. Evidentemente, esto no fue suficiente para satisfacer su ambicioso apetito, ya que gracias a ella fueron cazados más de 350 elefantes, según Reuters.

Los documentos judiciales revelaron que Yang organizó, administró y financió una red criminal para recolectar y exportar marfil. Hacer esto a la edad de 69 años hace que Fenlan sea el Pablo Escobar del comercio de animales en peligro de extinción, solo que en este caso, el gobierno de Tanzania no tiene interés en hacer ningún trato.

Sus posibilidades de encontrar ayuda en su país de origen también parecen desalentadoras. El gobierno chino ha respaldado su arresto, alegando que no solapará las actividades ilegales de los ciudadanos chinos en el extranjero. Esto viene de la mano con un esfuerzo mayor por parte del gobierno chino para proteger la vida silvestre en peligro de extinción, gracias al cual implementaron una prohibición total de los productos de marfil el año pasado. De manera similar, Tanzania ha reflejado una postura firme para poner fin a la recurrencia de este tipo de casos, informa TIME. Tanzania encarceló a cuatro hombres chinos en 2015 y a dos hombres chinos en 2016 por contrabando de marfil y cuernos de rinoceronte, respectivamente.

Para algunos, las sentencias de Fenlan y sus socios podrían apuntar a un futuro más prometedor para la conservación de la vida silvestre, pero en realidad, su grupo era solo un eslabón en una cadena mundial más grande. La caza furtiva de animales no se convertirá en algo del pasado en un futuro cercano. Las altas demandas de marfil, particularmente en países asiáticos como China, han provocado un aumento en la tasa de la caza furtiva en África. El marfil se usa popularmente en adornos y joyas, y en ocasiones incluso en la medicina tradicional china. La población de elefantes de Tanzania se redujo en más del 50% solo entre los años 2009 y 2014, de 111,000 a 43,000 ejemplares, informa el Telegraph. Esto se debe en gran medida a las lagunas legales que hay en las leyes locales de países como Japón, Hong Kong y Singapur, los cuales aún alimentan el comercio internacional.

En cuanto Yang llegue a la prisión de Ukonga donde cumplirá su condena, el colapso de su imperio servirá de advertencia para los que aún cazan furtivamente. Su caso podría actuar como un elemento disuasorio, pero es poco probable que sea el último de su tipo hasta que Asia adopte una postura común contra el comercio de bienes en peligro de extinción.

Edoardo Liotta https://ift.tt/eA8V8J

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