Vivir en internet paga mi renta. Mi chamba depende absolutamente de todo lo que suceda dentro de mi teléfono y laptop. Tengo la mala (o buena) costumbre de comenzar viendo algún video de un artista que me guste en Youtube para terminar escuchando cualquier teoría conspirativa bastante extraña. Y eso es lo mágico del internet. Siguiendo con Youtube, una de las cosas más hermosas que he visto ahí son los videos how to: los tutoriales. Hay todo: desde cómo maquillarte, aprender a tocar algún instrumento, o mezclar tragos y volverte loco. Los tutoriales hacen que no sea necesario pagarle a algún profesor para aprender una habilidad. Son mágicos y los puedes repetir cuantas veces quieras. Cambiaron mi vida.
Hace días, un video llevó al otro, y terminé en uno que hablaba de la hipnosis y regresión a vidas pasadas. Jamás la he probado, pero realmente es algo que me atrae y seduce como hamburguesa de puesto callejero. Nunca me he atrevido, quizás por miedo a realmente ver cosas que no quería ver, enterarme que era un asesino o que me gustaba la cebolla en alguna vida pasada. Según Wikipedia, la regresión a vidas pasadas “es una técnica utilizada para recuperar el contenido del inconsciente haciéndolo consciente y evitando que siga interfiriendo en la conducta de la persona”. Las técnicas más comunes son la hipnosis, relajación o técnicas de respiración para alcanzar estados alterados de la conciencia.
Hace tiempo hice algo parecido, el experimento Ganzfeld con el que logré alucinar con pelotas de ping pong. Tengo experiencia con esto de encontrar maneras en internet de alterar mi consciencia. Así que decidí probar este nuevo video de Youtube para ver si realmente lograba conectar con alguna especie de vida pasada o algo así. Realmente no tenía expectativa alguna, solo ver qué tan real puede ser este video, que tiene casi tres millones de views en menos de cinco meses.
¿Qué puedes esperar de un video de Youtube? La gran mayoría funcionan. Los tutoriales lograron que yo pudiese tocar el piano por ejemplo. ¿Pero cuántos videos de estos serán una estafa? Muchísimos. Por matemática simple lo son. Le di play al video. Obviamente era una voz con acento español. Casi siempre es así con este tipo de videos y no sé por qué. La voz realmente relaja. Te hace sentir cómodo. Dividiré esta experiencia en tres: del minuto 0 al 10, 10 al 20 y 20 al 30.
Estas eran las advertencias del video: “No tengas miedo. Estarás siempre consciente durante la práctica de este ejercicio. Al 80% de la gente le funciona, si no es tu caso, puedes volver a intentarlo las veces que haga falta”.
PRIMEROS DIEZ MINUTOS
La voz empieza a guiarte por todo el proceso. Yo estaba sentado. La voz empezó a decirme que cerrara los ojos, soltara todo músculo tenso y hablaba de mi consciencia como si realmente fuese una parte de mi cuerpo: “Relaja la consciencia, dirígela a tus manos. A tus pies. Hazte consciente de la cantidad de pequeños músculos y huesos de tus manos”. Y así iba por todo el cuerpo: pecho, piernas. La idea era que “no sintiera” ninguna parte de mi cuerpo. Ningún nervio. Ninguna glándula. Nada. Que el cuerpo entrara en un estado de relajación total y que pudiese solamente sentir mi cara y cabeza. A medida que esto avanzaba, la voz se empezaba a poner más y más sensual.
“Repite la palabra relax tres veces”, decía la voz del narrador de repente. Y sí, juro que me relajé de una forma que no había logrado. Soy una persona muy ansiosa y no me relajo nunca. Siempre estoy tenso. Pero vamos: lo que estaba haciendo era una "técnica normal de relajación", pensé. Nunca he asistido a una clase de yoga, pero imagino que así se sienten todos los asistentes.
Además, el narrador dijo: “Si alguien te llama por emergencia, solo tienes que abrir los ojos”. Y pues claro, aún estaba bien consciente, pero demasiado relajado. Diría que nunca antes había estado más relajado en el mundo. “En esta experiencia de regresión podrás traer todo lo que te sirva al plano terrenal”. Cuando escuché esto realmente sentí mi corazón latir un poco más rápido.
“Ignora tus pies, no estás. Tus pies no están en tu cuerpo”, decía la voz. Para este entonces realmente no sentía mi cuerpo como siempre lo había sentido, pero quizás era sueño. Mi cabeza dudaba entre si estaba sintiendo algo o era solamente sueño.
SEGUNDOS DIEZ MINUTOS
Acá el narrador dijo que imagináramos estar un túnel en el que veíamos una luz al final. Y que contara 20 segundos con él para entrar a esa luz y movernos hacia atrás en el tiempo. “Al contar el último segundo estarás en una vida que viviste antes que esta”. Yo verdaderamente estaba bastante emocionado. O sea: iba a lanzarme a un túnel mental en la comodidad de mi casa, bien relajado. Cuando el narrador llegó al último segundo, sonó como si me sumergiera en un río extraño. “Mira mentalmente hacia abajo. ¿Qué tienes puesto en los pies? ¿Qué ropa tienes puesta?”. Para ese entonces yo estaba imaginando todo lo que el narrador me decía, una especie de meditación bastante profunda pero me sentía aún en mi departamento. Todo estaba “normal”.
La voz dijo que imaginara un nombre: hombre, mujer. Que observara con atención todo lo que me rodeaba. Que me imaginara en las afueras de mi edificio. “¿De qué color es la fachada?” “¿En qué parte del mundo estás?” Me imaginé realmente como si esto fuese una de película de Jim Carrey y no sé por qué. Creo que la de God Almighty.
Justo en ese momento la voz me preguntó por mi madre y mi padre. Que si nos llevábamos bien. Que si tengo amigos íntimos. ¿Qué tiene que ver esto con conocer mis vidas pasadas? Lo más extraño de todo es que estas preguntas vinieron mientras estaba “parado” frente a mi edificio. La voz me preguntó por mi trabajo en esa “vida” que estaba viendo. Yo no veía nada, solo me imaginé vestido de blanco, con el cabello un poco más corto del que lo tengo afuera de mi edificio.
La voz me manda a adelantar cinco años. “Mira mentalmente por los ojos y oye por los oídos”, decía. Esto era mucho más un ejercicio de imaginación que otra cosa. Realmente estaba llegando a lugares con mi mente, pero siento que es lo mismo que podemos hacer en nuestra cama. Justo antes de dormirnos o algo así. “¿Estás casado o casada luego de estos cinco años? ¿Tienes hijos?” Acá me reí y sentí que la voz era una de mis tías que llevan años esperando que les diga que me voy a casar.
ÚLTIMOS DIEZ MINUTOS
Cada vez eran más largos los tiempos en los que la voz se tardaba en hablar. Cada vez más eran preguntas sobre mi cuerpo y que observara lo que tenía a mi alrededor. “Observa. Observa. Camina la calle”. Caminaba la calle alrededor de mi casa y veía imágenes u objetos que no están ahí en la realidad. Bicicletas que no existen, autos azules y una persona vendiendo helados. Caí en cuenta que estaba mezclando mi realidad actual con la calle en donde crecí. “¿Hay algo que quizás quieras hacer y que no has podido?”, dijo la voz. Pensé en que no he podido ahorrar mucho dinero, pero este pensamiento no me llevó a nada visual. Ya tenía los ojos casi 25 minutos cerrados. Silencios largos. Aburridos. Y aún seguía dando vueltas en la mezcla entre mi casa actual más mi casa de niño. Justo cuando realmente me estaba dando sueño y estaba entrando en un estado extraño, la voz empezó a hablar de mi muerte. “Mira tu muerte. Despídete de tu vida pasada. Despierta. Traerás contigo cualquier cosa que pueda beneficiarte. Cuando cuente hasta cinco abrirás los ojos y estarás en tu vida actual. Despejado y despierto”. La voz contó hasta cinco y abrí los ojos. Me sentí muy relajado, como si hubiese tenido un largo sueño.
El narrador me animó a volver a intentar el experimento si no me había funcionado. Yo siento que no. Solamente estuve dando vueltas alrededor de mi casa actual mezclada con la casa de mi infancia. Vi un señor vendiendo helados. Bicicletas que no existen. Autos azules. Todos. Estaba vestido de blanco. ¿Qué tiene que ver todo esto con mis vidas pasadas?
Entrar en este tipo de estados de relajación sí puede llevarte a pasajes que de tu cerebro que no tocas lúcidamente. Lo he vivido. Siempre trataré de llegar a lugares de mi cerebro que regularmente no llegamos en el día a día. Sí volvería a probar este tipo de videos. Aunque no sé si esto fue regresión. Es una voz que te va guiando en tu cabeza. Y sí: es como un videojuego. Cruzas a la derecha, a la izquierda. Claro que dibujas y ves imágenes que van saliendo. Ves tu cuerpo. Haces caso a todas las situaciones que van pasando en tu cabeza. Es como soñar despierto. ¿Pero es esto producto de mi imaginación o es la regresión en sí? Realmente no lo sé.
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