Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
Gatos, esas criaturas inescrutables. Recuerdo claramente cuando Emmett, el gato de mi amigo, me mordió. Yo tenía 10 años y me confundí sus gruñidos con ronroneos de satisfacción cuando lo estaba acariciando. Más tarde supe que tenía una lesión en la espalda, realmente no tenía idea de que me estaba avisando que me detuviera hasta que fue demasiado tarde.
A pesar de este trauma de la infancia, me gustan mucho los gatos. Simplemente no los entiendo. Pero según un nuevo estudio, algunas personas lo hacen; de hecho, algunas personas son expertas en interpretar las expresiones faciales de los gatos, incluso si no son dueños o no les gustan los gatos. Comprender en qué rasgos se fijan estas raras superestrellas puede ayudarnos a nosotros los mortales a apreciar mejor a los gatos y evitar enfurecerlos por accidente.
En el estudio, cuyos resultados se publicaron el mes pasado en la revista Animal Welfare, más de 6.000 participantes tuvieron la tarea de identificar si una serie de felinos tenían sentimientos positivos o negativos con base en videos cortos de sus expresiones faciales, sin contexto. En promedio, las personas identificaron el sentimiento correcto en solo 11.85 de los 20 videos; si adivinabas la respuesta al azar, se esperaba que obtuvieras un puntaje de 10.
Sin embargo, hubo excepciones a este rendimiento abismal. El 15 por ciento de los participantes obtuvo 15 o más respuestas correctas, lo que llevó a los investigadores a creer que los gatos realmente están tratando de comunicarse con el rostro, pero la mayoría de nosotros no logramos captar los indicios correctos.
"Cualquiera que califique a los gatos como malhumorados o distantes probablemente los esté subestimando", dijo Georgia Mason, autora principal del estudio. "El punto es que nos están dando señales, solo que son sutiles y necesitas experiencia y tal vez intuición para verlas".
Los llamados susurradores de gatos que pasaron exitosamente la prueba tenían más probabilidades de tener experiencia veterinaria. Entonces el hecho de poseer y amar a los gatos no influía en el rendimiento. Para Mason, esto sugiere que los gatos individuales pueden tener sus propias señales faciales que los propietarios reconocen, pero las personas que interactúan con muchos gatos pueden captar las señales generales de la especie. Las mujeres también obtuvieron puntajes ligeramente más altos que los hombres, y las personas más jóvenes obtuvieron mejores resultados que las personas de mediana edad.
En nombre de la ciencia y el periodismo de investigación, realicé una prueba con ocho videos usados en el estudio (la prueba no era parte de la investigación, solo la hice por diversión). Adiviné 7 de 8 emociones de gato correctamente. ¿Acaso soy una susurradora de gatos? Luego realicé una prueba más difícil basada en el estudio y obtuve un puntaje de 3 sobre 8, lo cual es peor que la posibilidad aleatoria y significa que probablemente no soy una susurradora de gatos. "¡Muy pocos lo son!", respondió Mason cuando se lo conté por correo electrónico.
Los gatos son notoriamente poco estudiados en comparación con los perros. Según el artículo de Mason, al menos 16 estudios han analizado los estados emocionales de los perros, pero solo cuatro han investigado los sentimientos de los gatos, más allá de las señales negativas obvias como los bufidos y el pelo erizado.
Luke y Sylvie, los dos gatos de Mason, también sirvieron de inspiración para el estudio. Cuando ella y su esposo reciben fotos de los gatos, a menudo adivinan de manera similar cómo se sienten los felinos. La mayoría de los videos de gatos utilizados en el estudio fueron obtenidos de YouTube o enviados por veterinarios, pero Luke y Sylvie también tuvieron apariciones especiales.
Mason dijo que eventualmente quiere convertir la investigación en una herramienta para ayudar a las personas a formar mejores vínculos con sus gatos. Mason alegó que existen datos de que los dueños de gatos están menos unidos a sus mascotas que los dueños de perros. Agregó que es más probable que abandonen a los gatos en los refugios, un síntoma de ese bajo apego.
"Con una mayor investigación, esperamos desarrollar herramientas para ayudar a las personas a leer mejor a sus gatos, lo cual haría que vivir con un gato sea más gratificante", dijo Mason.
Maddie Bender https://ift.tt/eA8V8J
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