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miércoles, 18 de diciembre de 2019

Por qué incurrimos en mora

Este contenido fue co-creado con Bancolombia

Mi primo luchó hasta más no poder para conseguir su tarjeta de crédito: cuando estaba en el colegio buscó una y se la negaron; cuando estaba en la universidad nunca dio con una propuesta que satisficiera lo que buscaba; una vez se graduó, y ya sabía cuál quería, se la negaron por su falta de vida crediticia. Hasta que, al fin, luego de trabajar unos años, la consiguió. Y luego de un par de años, estaba feliz por lo que había podido comprar a plazos con el crédito que la tarjeta le había otorgado. Pero había un problema: se había descuidado en los pagos de la tarjeta, había caído en la temida mora. Con ayuda –y presión– del banco y consejos de gente que había pasado por ese camino, logró organizar sus cuentas y salir de la mora. Aún así, la lección perduró: por nada del mundo podía volver a atrasarse en los pagos de su tarjeta de crédito, tenía que dejar la mora atrás.

Claro, no es simplemente cuestión de voluntad. Manejar bien una tarjeta de crédito – como todos los créditos y la vida financiera, en general – requiere disciplina y orden. Y estos retos pueden ser novedosos y difíciles de abarcar para gente que recién se gradúa de la universidad o está empezando a trabajar. Pero las deudas tempranas que se quedan sin pagar pueden manchar la vida financiera para toda la vida, por eso hay que saber cómo tratarlas desde el inicio Para empezar, es fundamental tener un registro claro de lo que se debe y priorizar el pago de las cuotas y deudas cada vez que es pagada la quincena. Para esto ayuda mucho tener un presupuesto que disponga la información de ganancias, gastos y deudas.

Y es que empiezas tu primer trabajo, y con él, el inicio de la vida crediticia, indispensable no solo para empezar a alcanzar tus metas y objetivos, también para ir creando un respaldo y un buen historial financiero que en el futuro te hará adquirir, por ejemplo, tu propia casa o carro.

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Recibir la primera tarjeta de crédito u obtener el primer crédito bancario no es tan difícil como parece. Pero así como llega la responsabilidad de entrar al mundo laboral, también llega la de cumplir las obligaciones financieras, y esto significa que tal vez tendrás que hacer con menos frecuencia los planes que te gustan, pero los beneficios a ese esfuerzo serán recompensados a corto plazo.

De acuerdo con Daniel Vélez, experto en finanzas personales, la mora alta en jóvenes ha ido incrementando por la inestabilidad laboral, el estilo de vida y falta de planeación. “Cuando se obtiene dinero a la mano, la inexperiencia de algunos en el manejo hace que se les salga de las manos las deudas. Muchas veces los jóvenes empiezan a gastar y a gastar sin tener un presupuesto de sus ingresos y cuando deben pagar, simplemente no les alcanza, lo que se va convirtiendo en una bola de nieve”.

Según el experto, a esto se suma un estilo de vida caro donde se busca el placer de ir a buenos restaurantes, viajar, estar a la moda y tener lo último en tecnología, entre otros. “Lo que más incide es la falta de saber organizar sus finanzas y controlar sus gastos. No tener una buena asesoría y planeación previa lleva a que los jóvenes dejen de pagar sus obligaciones”, señaló Vélez.

Para Alfredo Barragán, especialista en finanzas personales de la Universidad de los Andes, esta exhortación de la cuota de pago es una buena opción para no caer en mora ni ser reportado en centrales de riesgo. Barragán añade que otra razón por la que los jóvenes deben cuidar sus finanzas y el pago de sus cuotas de tarjetas de crédito es porque esta es la carta de presentación comercial, una suerte de cédula en el mundo financiero. Por eso es tan importante cuidarla: así como puede abrir oportunidades, una mala historia de crédito puede cercenar posibilidades.

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Por otro lado, si hubiera una máxima que resumiera cómo no entrar en mora respecto al pago de la tarjeta de crédito, Barragán la sintetiza en cuatro palabras concisas y directas: “Por ningún motivo atrasarse”. Atrasarse es abrir la puerta a todos los problemas que vienen después y, aunque tiene solución, es como una bola de nieve que va cogiendo impulso y cada vez es más difícil de detener. Por eso se debe hacer todo lo posible por no atrasarse: un sacrificio grande en ese momento puede detener una hemorragia aún más grande después. Tener claros los montos y las fechas de pago ayudan a que, con cada quincena, se pueda planear rápidamente la plata que se dispone para las deudas y la que es para el ahorro y los gastos.

Según el experto, el proceso de evitar caer en mora empieza desde antes de tener una tarjeta de crédito. Y en ese momento hay que preguntarse para qué se desea la tarjeta, cuáles necesidades la requieren. De esta forma, desde el minuto 0 ya está focalizado el uso de la tarjeta y no se amplía a la tentación y el antojo. En general, una buena vida financiera depende del orden y de saber planear. Así, planear el uso de la tarjeta – conforme con la condición particular de cada uno – ayuda a trazar por dónde ira su caudal, y que así no se desborde luego.

Y bueno, un consejo de Barragán que no sobra: no se debe prestar la tarjeta. Seguramente amigos y familiares querrán y necesitarán una tarjeta de crédito, y acudirán a la persona más cercana que tenga una. Pero, dice el experto, “es mejor pasar la pena que usarla y estar pendiente de que otro pague”. Si ya es lo suficientemente complejo hacerse cargo de las deudas propias, tener que vigilar el pago de las deudas de alguien más puede hacer de esta empresa un martirio. Por eso es importante enfatizar el nombre que está en la tarjeta de crédito: es para que la use esa persona, nadie más.

“Una tarjeta es una carta de presentación y también medio de pago tanto nacional como internacional. Por eso hay que mantener las puertas abiertas del mundo de crédito. En la medida que se madura y se escala a otras soluciones crediticias, producto del buen manejo de la tarjeta, no debería haber problemas”, sentencia Barragán.

Evita caer en mora

  • Evalúa tu presupuesto y obligaciones.
  • Acude al banco ante la primera señal de riesgo y cuenta tu situación para redefinir las condiciones del crédito con las que este fue tomado al comienzo.
  • Reduce los gastos hormiga.
  • Ten siempre presente tu cuota mensual, la cual debe estar adecuada según tus ingresos, y programa los pagos de acuerdo a tu presupuesto.
  • Revisa con frecuencia tu extracto en internet y banca móvil.
  • Si un mes te sobra dinero tras pagar los gastos, o recibes una bonificación extra, realiza abonos superiores a la cuota mínima de tu obligación financiera.

¿Qué hacer cuando estás en mora?

  • No accedas a más deudas hasta terminar de pagar el actual.
  • Evite algunos gastos adicionales en este periodo.
  • Negocia con la entidad financiera un acuerdo de pago que se ajuste a tu presupuesto y que te permita salir de la deuda.
  • Puedes acudir a la compra de cartera la cual consiste en unificar todas sus deudas con una misma entidad a más plazo y mejor tasa.

¡Recuerda!

Caer en mora dañará tu historial crediticio, lo que no solo afectará tus finanzas personales y te hará incurrir en más gastos, incrementos de intereses y cobranza, también evitará que puedas acceder a otro producto financiero en el futuro.

Gastar en fácil, aprender a ahorrar y evitar el sobreendeudamiento requiere de más disciplina, y aunque parece una tarea heroica, no lo es si sigues los pasos adecuados. Entre VICE y Bancolombia no solo queremos que te adentres al mundo financiero, también que hagas buen uso de los productos que lo componen y logres a través de estos alcanzas tus metas.

Santiago Cembrano https://ift.tt/38T1kgX

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