Artículo publicado originalmente por VICE Australia.
Para muchos, las festividades del Año Nuevo Lunar son una oportunidad para pasar tiempo con la familia, disfrutar de fiestas decadentes e intercambiar algunos regalos sinceros. Esos regalos pueden ser desde sobres rojos llenos de efectivo hasta té, ropa o carne enlatada. Pero para la gente en Corea del Norte, el reglo ideal es la metanfetamina.
Los ciudadanos norcoreanos se han estado dando como regalo metanfetamina de cristal, como parte de una costumbre que se está volviendo cada vez más popular, según The New York Times. La "pingdu", como se la conoce entre los lugareños —la versión coreana de la palabra china que significa "droga de hielo"—, aparentemente es un regalo popular en lo que se refiere a cumpleaños, graduaciones y "festividades como el Año Nuevo Lunar". A pesar de que la droga es ilegal en la República Popular Democrática de Corea (RPDC), los expertos afirman que el que las personas se regalen mutuamente metanfetamina de forma casual es un secreto más o menos a voces.
"Hasta hace poco, en Corea del Norte, la metanfetamina ha sido vista en su mayoría como una especie de droga energética muy poderosa, algo así como un Red Bull amplificado", le dijo a The New York Times Andrei Lankov, un experto en RPDC en la Universidad de Kookmin en Seúl. Andrei afirma que las historias de personas que se regalan metanfetamina entre sí son comunes entre los desertores del Norte. Se dice que los usuarios de esta droga en el empobrecido país se inyectan o inhalan cristal tan casualmente como si se tratara de fumarse un cigarrillo, y muchas personas se automedican con opiáceos y estimulantes como una solución a la falta crónica de atención médica.
Los reportes de que la metanfetamina es un regalo popular de Año Nuevo Lunar en Corea del Norte surgieron por primera vez la semana pasada en Radio Free Asia, un medio de noticias financiado por el gobierno de los EE. UU. En ese informe, una fuente anónima de la RPDC le dijo al servicio coreano de la publicación que "El cristal se ha convertido en el regalo más vendido para estas festividades" y que "la mayoría de los compradores son jóvenes, algunos incluso son estudiantes de secundaria".
"Por lo general, compran cristal para aspirarlo juntos durante las festividades", explicó la fuente. "Quieren olvidar su dura realidad y divertirse... Los estigmas sociales en torno al uso de drogas han desaparecido, por lo que las personas ahora sienten que algo importante les falta si no tienen preparado cristal u opio como regalo para estas fiestas".
Ni VICE ni The New York Times pudieron verificar de manera independiente el reporte de Radio Free Asia, pero la información se ajusta fácilmente a las opiniones de varios expertos e investigadores. Justin Hastings, científico político de la Universidad de Sydney, dijo que la metanfetamina de cristal se ha legalizado efectivamente en Corea del Norte "porque los funcionarios aceptan sobornos para desviar su atención hacia otro lado, y porque el estado se beneficia indirectamente de una cadena alimenticia de sobornos que llega hasta los niveles más altos".
Greg Scarlatoiu, director ejecutivo del Comité de Derechos Humanos en Corea del Norte, señaló además que el uso y la distribución de cristal no son un gran motivo de preocupación para el régimen de Kim Jong-un. De hecho, el uso habitual de drogas recreativas podría potencialmente servirle al gobierno, pues ayuda a mantener a la gente tranquila y sometida.
"Mientras el consumo de drogas no represente una amenaza para el régimen, y más bien nuble la voluntad y la mente de los norcoreanos, el gobierno tácitamente permitirá que continúe", dice Greg. "A pesar de los tremendos problemas de salud física y mental que origina".
Mientras tanto, el gobierno norcoreano niega firmemente que sus ciudadanos utilicen o incluso produzcan cristal. En 2013, la agencia de noticias estatal del Norte declaró que "el uso, el tráfico y la producción ilegal de drogas que reducen la capacidad mental de los seres humanos es inexistente en la RPDC".
Pero en 2003, el Instituto Nautilus publicó un informe que revela que "el régimen de Corea del Norte ha estado involucrado en la producción y el tráfico de drogas ilegales desde la década de 1970" y que "estos esfuerzos se multiplicaron en la década de 1990, a medida que la situación económica del país empeoró... [y] la producción de heroína se complementó con la producción de metanfetamina".
Fairfax respaldó estas afirmaciones en 2014, y señaló que "el gobierno de Corea del Norte ya ha abandonado en gran medida el negocio de las drogas, de acuerdo con el Informe de la Estrategia Internacional para el Control de Narcóticos del 2013 del Departamento de Estado de los EE. UU.". Dado que la producción de metanfetamina patrocinada por el gobierno tuvo un declive, muchos de los cocineros de esta droga probablemente redirigieron sus habilidades y comenzaron a venderle al mercado local: alimentando la obsesión moderna de los ciudadanos con tal sustancia. En ese mismo artículo, Fairfax declaró que las personas en Corea del Norte comúnmente consumen metanfetamina de cristal para tratar los resfriados, aumentar su energía o mantenerse despiertos y así poder trabajar hasta tarde. Según informes, también ayuda a suprimir el hambre, una función útil en un país donde la comida es notoriamente escasa.
"Si vas de visita a la casa de alguien, una forma educada de recibirte es ofrecerte esta droga", le dijo al periódico Lee Saera, de la ciudad de Hoeryong. "Es como beber café cuando tienes sueño, pero el cristal es mucho mejor".
Gavin Butler https://ift.tt/eA8V8J
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