Artículo publicado originalmente por Free Estados Unidos.
Pasar todo un día sin gastar un peso es la antítesis de la cultura consumista de nuestra sociedad. Estamos tan programados para gastar unos pocos pesos aquí y más pesos allá que la mayoría de nosotros no nos damos cuenta de cómo y cuánto gastamos en un día. Pero si quieres descubrir por qué estás gastando tanto —y qué es lo que hace que derroches— no hay mejor manera de identificar tus debilidades financieras que tomar un descanso absoluto de gastar plata.
No es fácil. Uno de los principales obstáculos es que para muchos de nosotros es automático gastar dinero. Así sea pidiendo almuerzo por Rappi o tomando un Uber, puede parecer que no estás gastando nada. Nuestra plata a veces está tan automatizada gracias a las aplicaciones que ni siquiera tocas efectivo o las tarjetas de crédito. Pero, aún así, estás gastando.
Obvio, hay cosas en las que no tienes opción, hay que gastar, como el arriendo, el transporte y los pagos del Icetex. ¿Pero sabes a dónde va el resto de tu plata? Si no, es hora de un reinicio financiero. Una de las formas más efectivas de entender a dónde va tu plata es hacer un día de cero pesos, que quiere decir no gastar nada por un día entero.
Suena imposible si nunca lo has intentado. Y no voy a mentir: es complicado. Pero después de mi primer día de cero pesos, fue obvio para mí que tenía más plata de la que pensaba, pero también que estaba gastando más plata de la que me había dado cuenta. Había demasiadas tentaciones. Una parada para tomar un café yendo al trabajo, seguida por una empanada con un compañero antes de almorzar. Todo va sumando. Si estás listo para ver a dónde va tu plata realmente, así es como te puedes preparar para un día de cero pesos.
Define tu cero
No hay una única forma de hacer un día de cero pesos. Para algunas personas, esto puede significar no gastar nada de plata. No pagar cuentas, no hacer mercado, nada. No habrá transacciones con tu tarjeta de débito o crédito, y no gastarás nada de efectivo.
Otros se concentrarán en eliminar los gastos discrecionales. Estos son los que no son indispensables para que tu vida funcione y siga adelante, sino que se realizan para satisfacer deseos. Son los gastos que se pueden cortar, a diferencia de los gastos fijos, que son los necesarios para sobrevivir. Puedes pagar el arriendo, pero no comprarás café ni pedirás domicilios, no comprarás ropa ni irás a la barbería o a hacerte las uñas. Sin extras.
Cómo prepararse para un día de cero pesos
Prepárate el día anterior pensando en lo que gastas en un día normal. Esto puede ser revisar los gastos de tus tarjetas en las semanas o meses pasados, o simplemente reflexionar sobre tu rutina diaria ¿Compras café por las mañanas? ¿Llevas tu almuerzo al trabajo en una coca? ¿Sales con tus amigos a tomar cocteles en happy hour? Planea con antelación para que sepas cómo vas a tener que ajustar tu día.
Mientras vas planeando cada parte de tu día, date cuenta de lo que puedes hacer para que el día de cero pesos sea más fácil. Esto puede ser tan sencillo como desempolvar tu cafetera, preparar tu almuerzo por la noche o pagar las cuentas que tengas pendientes para que no te preocupes por ellas. Quizás también puedas preparar planes distintos con tus amigos que no incluyan plata, como montar bicicleta o intercambiar ropa.
También es importante que elijas el día ideal de la semana. Si te pasas todo el domingo en pijama descansando, pasando la resaca de la fiesta del día anterior y no te alejas de tu sofá, mucho menos de tu apartamento, entonces no es un buen día. Lo que debes buscar es un día que te rete a ser más consciente de cómo, cuándo y por qué gastas.
Finalmente, descubre cómo hacer para cumplir con tu propósito. Puede ser invitando a un amigo para que hagan el día de cero pesos juntos, o registrando tu día en redes sociales. Puede ser también tan simple como entrar a tu cuenta de banco por la mañana y por la tarde para reflexionar. No importa lo que hagas, tienes que lograr ser responsable con tu meta.
¿Qué hacer en un día de cero pesos?
Para tener un día de cero pesos exitoso, tienes que identificar alternativas para tus hábitos de consumo.
Comer y beber. Seguro, están los típicos recursos. Haz tu café y almuerzo en tu casa, echa snacks en tu maleta para cuando estés afuera y el hambre pegue. Pero acá hay un truco: hay una buena posibilidad de que tengas comida guardada en tu cocina, no importa qué tan pequeña. Busca en las profundidades de tu nevera, el fondo de tus cajones, el final de tu alacena. Seguro encuentras algo que puedas utilizar en vez de tener que comprar.
Haz que tu día sea divertido. Está permitido que tengas una vida en un día de cero pesos. Si eres alguien que normalmente pasa mucho tiempo afuera, descubre qué eventos gratuitos hay en la ciudad, desde exhibiciones en galerías de arte hasta shows de música. Puedes ir a la biblioteca Virgilio Barco, a la Luis Ángel Arango o a la Julio Mario Santo Domingo y leer un libro o ver una película, o asistir a los eventos que hayan allá. En vez de pagar una cuenta costosa en el bar, invita a tus amigos a tomar una botella de vino que ya tengas en tu casa.
Haz cosas. Cuando no estés gastando plata, hay todo tipo de cosas que puedes hacer, ya sea hacer arreglos pendientes en tu casa que aplazas constantemente o lavar tu ropa. También puedes buscar grupos locales dedicados a ayudar a que encuentres cosas nuevas o usadas que otras personas están regalando o intercambiando, como Trueque Colombia. Desde jeans y joyas hasta cosas de bebés y muebles, no hay mucho que no puedas encontrar en estos grupos.
Transporte. Aparte de utilizar bicicleta para ir al trabajo o a la universidad y así ahorrar, puedes compartir tu carro con compañeros y pedirles que te ayuden con la plata de la gasolina o del parqueadero. Así reduces tus gastos. También puedes decirle al primo que tiene moto y vive por tu casa que te lleve al trabajo.
Carga plata de emergencia. Este es un día de no gastar nada. Es un compromiso corto. Sí, podrías intentarlo por más tiempo, pero no hay necesidad de congelar tus tarjetas de crédito en un bloque de hielo o esconder todo tu efectivo para que este día funcione. De hecho, probablemente sea bueno que cargues un poco de plata contigo en caso de que tengas una emergencia. Una emergencia de verdad. Darte cuenta de que tu tienda favorita de ropa tiene 50% de descuento no es una emergencia. Pero tener que pasar tu tarjeta para un evento inesperado que necesita tu atención inmediata es una razón válida para gastar, y querrás estar preparado.
¿Qué te da un día de cero pesos?
Un día gastando cero pesos no es una competencia de quién puede estar más jodido en un día, el propósito no es que te retes a estar lo más incómodo posible. No es una etapa en la vida que consista en arroz y frijoles condimentados con salsas que sacaste de McDonald’s.
Después de completar un día de cero pesos, podrás tener una mejor idea de cómo tus necesidades y deseos individuales influencian tus finanzas. Es verdad que gran parte de tus ingresos pueden ir a pagar deudas, pero tu amor por los zapatos también puede estar reduciendo tu presupuesto. O este día te puede ayudar a darte cuenta de que no necesitas un tarro de helado cada vez que hay descuentos o que tienes una pelea en el trabajo o con un cliente; mejor busca en el fondo de tu congelador.
No te deshagas de todos tus deseos. Más bien, decide cuáles deseos te importan más. Después de no haber gastado nada en todo el día, tendrás una idea de cómo puedes cortar el gasto inconsciente que no te ayuda o te hace más feliz. También puedes descubrir mejores formas de ahorrar para alcanzar metas financieras más grandes y aprender cómo se siente hacer sacrificios a corto plazo para algo que realmente quieres. Así, cuando gastes en el futuro, tus gastos se alinearán mejor con tus prioridades. Ese es el primer paso en tu reinicio financiero.
Este ejercicio te ayudará a armar un presupuesto, identificar si lo que gastas día a día es realmente necesario, o puedes prescindir de ellos algunos días de la semana, lo que a final del mes se traducirá en un ahorro.
Amanda Bert https://ift.tt/eA8V8J
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