Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
Esta historia aparece en el número Truth and Lies de VICE Magazine.
En el verano de 2017, mi amiga me invitó a un viaje a Laos con su familia. Mientras que ella vuelve con frecuencia al país, para su esposa era la primera vez ahí, ya que, de niño, huyó con su familia, cruzando el río Mekong y escapando así de la persecución del Estado.
Desde el momento en que llegué, pensé incesantemente en la presencia de mi propio país en el paisaje del lugar. Durante la guerra de Vietnam hubo otra guerra no reconocida en Laos, por lo regular llamada la Guerra Secreta, una lucha dirigida por la CIA contra el movimiento procomunista soviético en los años sesenta y principios de los setenta. Con la ayuda de la embajada de los EE. UU. en Laos, la CIA y la Fuerza Aérea estadounidense llevaron a cabo la guerra por aire, dejando la guerra en tierra al Gobierno Real de Laos, quienes reclutaron a muchos Hmong (una minoría étnica en Laos) para luchar y morir en nombre de Occidente. En esta guerra de poderes entre las dos superpotencias de la Guerra Fría, más de 2 millones de toneladas de bombas fueron lanzadas en Laos, dejando graves cicatrices físicas y psicológicas. Al día de hoy, el paisaje de este país es considerado el más bombardeado del mundo.
No estaba segura de si debía tomar fotografías en una cultura tan lejana a la mía, pero a medida que sabía más sobre la Guerra Secreta, comencé a pensar en la experiencia de ser un turista estadounidense en un lugar devastado por bombas estadounidenses. El resultado de ese viaje es el proyecto que presento aquí. El título, Operation Palace Dog, fue el nombre de una serie de misiones encubiertas que la Fuerza Aérea de EE. UU. dirigió en el país.
Mis imágenes —que han sido alteradas, algunas mínimamente y otras más drásticamente utilizando la manipulación física o digital— representan a Laos no como se ve en realidad, sino más bien son una representación de la experiencia psicológica de ser una turista estadounidense en un lugar con el que Estados Unidos pasó muchos años en guerra. Veo a Laos como un paisaje acosado por la violencia de mi propio país, y busco diversas maneras de capturar el impacto oculto del poder estadounidense: para encontrar instancias en las que el pasado y el presente chocan, creando un paisaje en el que el miedo penetra en la belleza.
En un momento en el que nuestras fronteras están siendo reforzadas, la crisis mundial de refugiados se ha intensificando y la xenofobia es rampante, mi objetivo es representar empáticamente la experiencia de vivir a merced del poder militar estadounidense (y huir de sus consecuencias), y al mismo tiempo documento mi confusión ética, compulsión visual y conciencia en evolución a medida que aprendo más sobre mi propia responsabilidad cultural.
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