Artículo publicado originalmente por VICE Brasil.
Estás enviando un correo electrónico, regando las plantas, terminando una hoja de cálculo o lavando tu ropa cuando, de repente, así de la nada, comienzas a sentir: angustia, el corazón acelerado, sudoración de manos, miedo, opresión en el pecho. Solo aquellos que sufren ansiedad conocen el peso de cada uno de estos síntomas. Llegan sin aviso, con o sin disparadores, y desatan una paranoia incontenible con una creatividad impresionante. Y ahora, sufras ansiedad o no, ha llegado el período de cuarentena. Debido a la epidemia de coronavirus en el mundo, muchas empresas enviaron a sus empleados a trabajar desde casa hasta nuevo aviso. El sentido común nos indica que evitemos ir a fiestas, eventos, restaurantes, todo tipo de aglomeraciones y caer en la tonta tendencia de almacenar papel higiénico. La vida social ha terminado. Es hora de quedarse en casa y detener el contagio. ¿Pero cómo detener a nuestro propio cerebro?
Sí, en las redes sociales se argumenta que poder trabajar desde casa es un gran privilegio, ya que los trabajadores informales y los comerciantes, por ejemplo, no pueden simplemente detener sus actividades y, además, debido a la cuarentena enfrentarán una temporada difícil en los próximos días —lo cual, en realidad, es responsabilidad del Estado—. Por otro lado, el confinamiento puede afectar de manera negativa a algunas personas por diversas razones.
"Conversé con algunos amigos y muchos se pusieron a platicar conmigo para mantenerme alejada de las noticias", dice la estudiante de publicidad Duda Schiavo, de 22 años. "Pero lo que me pone ansiosa es no tener el control de mi rutina, no tener clara una situación y no tener la más mínima noción de cuándo esto puede o no cambiar. ¿Cuándo terminará? ¿Cuál es el pronóstico?", pregunta.
A menudo, las personas que padecen ansiedad no tiene una razón para ella. En otras palabras: el término "paranoia incontenible", usado en el primer párrafo, desafortunadamente, sí corresponde con la realidad. Para algunos, tener ansiedad es imaginar todo el tiempo las peores y más grandes locuras, las cuales por lo regular no tiene el más mínimo sentido.
En los primeros días de trabajar desde casa, los síntomas de incertidumbre ya habían salido a relucir. "Empecé a sentir mucha angustia, el corazón acelerado, ansias, falta de aliento", dice. Para evitar este tipo de crisis, ella trata de adaptar a las nuevas circunstancias la rutina que solía llevar. "Despertar temprano, ducharme, tomar café y trabajar en un espacio que no me permita sentirme demasiado 'en casa'", me cuenta.
No saber el plazo que durará algo puede ser absolutamente enloquecedor para una persona ansiosa. Alejarse abruptamente de cualquier remanente de la vida social también, a pesar del hecho de que muchas de las personas que sufren ansiedad, pánico y depresión tienen la tendencia a salir poco de casa.
"Soy extremadamente sociable y necesito estímulos y conversaciones para no volverme loca", explica la publicista Andressa Depieri, de 32 años. A partir de 2016 empezó a tratar su trastorno de ansiedad con un psiquiatra, terapia y medicamentos, la famosa tríada. "Fui dada de alta, ya no tomo medicamentos y llamo al psicólogo solo cuando realmente lo necesito". Esta semana, Andressa ha comenzado a trabajar desde casa y ya estableció un férreo plan para combatir la ansiedad. Se puso de acuerdo con su vecino y también le aviso a su ex novio, quien vive a 300 metros y ahora es un buen amigo. "Estoy en comunicación constante con ellos para que nos apoyemos, hablemos y nos veamos cuando sea posible. También estoy haciendo arreglos con mis amigos para que hagamos videollamadas, incluso los fines de semana, para que nadie se sienta solo".
Para el psicólogo y psicoanalista Valdeli Vieira, maestro en ciencias de la salud en la Universidad Federal de São Paulo, el primer paso es la aceptación. "La cuarentena no es opcional, es la única alternativa que tenemos en este momento", señala. "Por lo general, digo que cada momento de crisis puede ser una oportunidad de encontrar soluciones creativas, de encontrar nuevas formas de vivir, de relacionarnos". O también formas no tan nuevas. "Las personas pueden rescatar prácticas abandonadas, como el cuidado personal, la lectura, el desarrollo personal. Además, muchos psicólogos están ofreciendo su atención en línea. Buscar a estos profesionales puede hacer una gran diferencia".
La publicista Andressa eligió mantenerse al margen de las noticias la mayor parte del tiempo. "Ya decidí que estableceré varias horas al día en que no leeré noticias para así no ponerme más ansiosa, porque cuando la ansiedad llega con ella viene una sensación de soledad muy fuerte". El psicólogo Valdeli confía en esa estrategia y dice que "mantenerse conectado todo el tiempo, ya sea en los grupos de WhatsApp o en las redes sociales, puede aumentar la ansiedad".
El tema de la ansiedad y la cuarentena ya se ha discutido ampliamente, incluso en las redes sociales. Mucha gente ha publicado listas de libros, películas y series para ver en general y no sufrir tanto el distanciamiento social. Incluso hay una lista de sitios porno divulgándose vía WhatsApp.
Siempre es bueno tener en mente que: si tienes síntomas de ansiedad, pánico o depresión, debes acudir a un profesional.
Débora Lopes https://ift.tt/eA8V8J
No hay comentarios:
Publicar un comentario