Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
Una nueva tendencia de cuarentena ha surgido recientemente en línea: fotos de "paseos donde se mantiene el distanciamiento social". En ellas se puede ver, primero, un rostro muy cerca de la cámara y, luego, otra persona en un tamaño más pequeño, pues se supone que están manteniendo una distancia de 1.5 m entre ellos. Mis actualizaciones de Instagram el fin de semana pasado estuvieron plagadas de este tipo de publicaciones. Tal vez las personas se sienten solas, o sienten una falsa sensación de seguridad de que ya sobrevivieron al COVID-19, o tal vez fue solo el increíblemente hermoso y cruel buen clima lo que provocó que las personas salieran de sus bunkers de cuarentena. Cualquiera que sea la razón, las personas están interpretando erróneamente la indicación de mantener una distancia de "1.5 metros entre las personas" como un permiso para hacer todo lo que normalmente harían, siempre y cuando mantengan una burbuja de 1.5 metros de distancia con todo a su alrededor en todo momento.
Las pautas de los Centros de Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) para evitar contagiarse son extremadamente claras sobre permanecer en casa tanto como sea posible. En Nueva York, epicentro del brote de Estados Unidos, el lema de prevención del coronavirus es simplemente, "Quédate en casa para detener la propagación del coronavirus", no "Quédate en casa, a menos que desees fervientemente ver a tus amigos o salir en una cita con alguien de Tinder, en cuyo caso juega con fuego y trata de no cruzar el límite de 1.5 m de distancia, y, si te apetece, hasta puedes pedir un abrazo".
Los CDC y la mayoría de los gobiernos locales ahora también recomiendan usar un cubrebocas aunque no sea de grado médico y mantener una distancia de al menos 1.5 m al estar en público, una indicación que algunas personas parecen haber malinterpretado como una situación en que se puede elegir entre "uno u otro". Al igual que el uso de un cubrebocas en público no reemplaza el distanciamiento social, salir para ver a tus amigos, incluso con una distancia "segura" de por medio, no reemplaza el consejo más importante de quedarse en casa tanto como sea posible. Una combinación entre una malinterpretación y la ignorancia absoluta de estas pautas, cuya única intensión es mantenernos saludables a todos, es lo que ha llevado a que los lugares públicos se llenaran de gente en los últimos días.
No se trata de un número mágico que te mantiene absolutamente a salvo de enfermarte. Al igual que todas las demás indicaciones para detener la propagación, el distanciamiento de mínimo 1.5 m es una precaución basada en lo que los científicos saben sobre el coronavirus y cómo se transmiten las enfermedades respiratorias, en general. Ninguna de estas pautas son garantías de que tú, personalmente, no te enfermarás. Hay persona que aseguran haber seguido todas las directivas al pie de la letra y aún así llegaron a presentar algún caso de coronavirus "leve" pero debilitante. Todas estas reglas son básicamente lo mejor que tenemos ante la falta de una vacuna para el COVID-19.
La cifra de "1.5 m" se deriva de qué tan lejos pueden viajar en el aire las microgoticulas respiratorias, que es la forma en que los científicos creen que el coronavirus se propaga más comúnmente. Se cree que cualquier persona que tenga el virus y tosa, estornude o simplemente hable a menos de 1.5 metros de otras personas puede contagiar a esas personas. Pero como todo en el campo de la ciencia, no es una verdad fáctica. Un artículo reciente publicado en la revista médica JAMA por un profesor asistente del Instituto Tecnológico de Massachusetts señala que la ciencia detrás de la regla de 1.5 m de distancia proviene de un modelo de transmisión de enfermedades desarrollado en la década de 1930, el cual tal vez resulta demasiado simple para los estándares actuales. El artículo de JAMA sugiere en última instancia que incluso, según un nuevo modelo de cómo viajan las microgoticulas, mantener una distancia de 1.5 m podría ser muy poco.
Los profesionales médicos también son muy claros cuando dicen que debemos tomar todas las precauciones posibles. "No se trata solo de mantener una distancia de 1.5 metros entre nosotros, sino de quedarnos en casa", le dijo al Philadelphia Inquirer Suzanne Willard, decana asociada de salud global en la Escuela de Enfermería de Rutgers. Pensemos en permanecer a 1.5 metros de distancia de otras personas como una segunda línea de defensa, después de quedarnos en casa tanto como sea posible. Cuando tengamos que salir en público, al supermercado o la farmacia, o para caminar a solas bajo el sol, es útil que nos mantengamos alejados de las demás personas (incluso si llevamos un tapabocas).
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