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martes, 14 de abril de 2020

Las nuevas reglas de las redes sociales en la era del distanciamiento social

Artículo publicado originalmente por VICE Reino Unido.

Hemos llegado al punto en que publicar en redes sociales una selfie en la que estés al aire libre es una de las cosas más incendiarias que puedes hacer. ¿Ahí donde estás tomando el sol es tu jardín? Si estás en el parque — apenas puedo creer lo que veo—, ¿te atreviste a sentarte ahí? ¿Por qué le harías eso a nuestros Servicios Nacionales de Salud? ¿Por qué les escupirías a la cara de esa manera a los trabajadores de la salud? ¡¡¡El virus eres tú!!! LÁRGATE A TU CASA, EGOÍSTA DE MIERDA. ¿CÓMO...

Dependiendo exactamente del momento en que te hayas dado cuenta de cuán serio era todo esto, estás en la tercera o cuarta semana del momento más extraño de tu vida. Ahora todo es diferente, incluida la forma en que las redes sociales reflejan nuestra nueva realidad. Antes, las actualizaciones de Instagram, o Facebook (si eres mayor y/o medio raro) eran un rico tapiz de fiestas en casa, videos de conciertos, citas encantadoras, bares.

Ahora, el paisaje es irreconocible. Solo hay mosaicos de videollamadas con la aplicación Zoom; imágenes del único rincón fotogénico de los departamentos de la gente; de sus mascotas, muchas mascotas; de pan, por supuesto, de pan de plátano preferiblemente, pero sirve cualquier cosa hecha de harina a la que se le tome una foto mientras se enfría sobre una rejilla. Mientras tanto, los padres están luchando en el frente de los memes, enviando material de hace más de una década en grupos de WhatsApp en todo el país, a un ritmo que resulta aterrador si recuerdas que lo hacen todo con el dedo índice.

Si bien ya antes de la pandemia todos encontrábamos el tiempo para perder una triste cantidad de horas en las redes sociales, ahora realmente podemos dedicar la vida a eso. Estoy hablando de cada publicación, cada historia de 20 partes de un proyecto de manualidades de Pinterest o la revisión ociosa de las actualizaciones de cualquiera que se haya encontrado a dos grados de separación de ti en cualquier momento de los últimos 15 años. El cerebro de la mayoría de las personas en este momento es como un huevo frito y pueden concentrarse casi durante la misma cantidad de tiempo que puedan contener su respiración, pero ¿y qué hay de actualizaciones? Mirar las infinitas actualizaciones es algo que siempre pueden hacer. Las viejas reglas se fueron por la borda: ya ningún contenido es demasiado mundano. Ahora, anhelo activamente ver las fotos de los almuerzos de otras personas, de un gato apático, la selfie en el sofá. Lo que solía ser aburrido ahora es reconfortante en un grado que habría parecido ridículo hace dos meses.

Pero hay un nuevo elemento en las publicaciones de las redes sociales que se ha destacado de manera particular: las aclaraciones. Si vas a publicar una imagen de tus breves expediciones en el mundo exterior, y Dios sabe que no hay nada más que hacer, ahora al parecer debe llevar algún tipo de etiqueta para demostrar que estás siguiendo las reglas. "En mi caminata aprobada por el gobierno", o "aprovechando mi correspondiente hora de ejercicio", o incluso "en la playa, ¡sin nadie más!". O puedes usar una etiqueta de ubicación; "Cuarentena" es una ciudad en Carolina del Sur bastante útil en estos días. Si deseas publicar un recuerdo de tiempos más felices, es mejor que lo etiquetes claramente con un "tiempos más felices". Ponerle una fecha, o el siempre popular y horrible "de regreso a" funciona bien aquí.

Al principio, la gente lo hacía, supuestamente, para alentar a las personas a quedarse en casa en el tiempo en que solo era un "consejo" enérgico y severo. Pero ahora que ya es una regla, la etiqueta de "quédate en casa" en Instagram se ha convertido en la forma en que la gente publica recordatorios para que sus amigos políticamente activos les den su aprobación todos los días. Todos escuchamos el mensaje fuerte y claro.

Hay, por una vez en la vida, demasiado en juego al no presentar tu vida de la manera correcta en línea. Siempre hemos sido un mundo de entrometidos, demasiado ansiosos por responder al llamado para delatar a nuestros vecinos. Los grupos de WhatsApp de ayuda mutua vecinal están llenos de vigilantes que publican imágenes ampliadas acompañadas de mensajes como "acabo de ver al vecino de junto regresar de la tienda con lo que parece ser una nada esencial hamaca, por favor confírmame la información".

Incluso es posible que la propia policía se encargue de comentar tus publicaciones. El hijo de Neil Kinnock, Stephen, publicó una foto suya en Twitter el otro día, entregándole un pastel de cumpleaños a su padre para llevar a cabo una "celebración conservando el distanciamiento social", a la cual la Policía de Gales del Sur respondió instándolo a "cumplir con las restricciones impuestas or el gobierno". Parece que ninguna precaución es demasiado. Vi un TikTok de una playa llena de gente en bikini en un muy cálido día de verano en Guernsey, en el video alguien había comentado "¡¡¡¡más vale que esto haya sido antes del aislamiento!!!!!".

No creo que todos estemos activamente preocupados porque la policía pudiera derribar nuestras puertas debido a una historia de Instagram mal etiquetada, y por supuesto, las referencias al distanciamiento social también son, en parte, una forma de sentir que todos estamos en algo juntos, especialmente en un momento en que, físicamente, no podemos estarlo. Es una manera sencilla de confirmar que estamos bien, que lo estamos sobrellevando de la mejor manera posible, sin la brusquedad de simplemente publicar una selfie todos los días con la leyenda "¡aún no estoy gravemente enfermo!".

Pero asegurar a nuestros seguidores que nuestras actividades en este momento son socialmente responsables nos habla de una ansiedad que siempre ha sido parte de las redes sociales y que ahora es, simplemente, más visible: la ansiedad de ser juzgados. Hay mucho más en juego que el hecho de que alguien piense que tu publicación de "Viernes de cocteles" es un poco básica. Las redes sociales se convierten fácilmente en un panóptico y, justo por esa misma razón, ese sentimiento se intensifica cuando todos nos observamos unos a otros.

Sospecho que toda esas publicaciones sobre el "distanciamiento social" también expresan una ansiedad aun más sombría con respecto a lo que podría avecinarse. Llenar las actualizaciones con árboles y flores responde a un temor a que, pronto, ni siquiera eso sea posible. Nuestros mundos, y lo que se puede publicar responsablemente sobre ellos, pueden volverse aún más reducido en cualquier momento.

@ImogenWK

Imogen West-Knights https://ift.tt/eA8V8J

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