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viernes, 31 de julio de 2020

Hablamos con personas LGBT que fueron sometidas a terapias de conversión

A partir de este 31 de julio entra en vigor en la Ciudad de México un decreto mediante el cual se impondrán de dos a cinco años de prisión, y de 50 a 100 horas de trabajo comunitario, a quien imparta y obligue a otrx a recibir terapias de conversión, o ECOSIG (Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género de las personas LGBT). Una terapia de conversión intenta disuadir a alguien de su preferencia sexual, o bien de su libre elección de género. Para ello, se recurre a diversas prácticas violentas, que van desde la violencia psicológica hasta la tortura o la ingesta de medicamentos. Hablamos con algunas personas que han sido sometidas a este “tratamiento” para saber cómo fue su experiencia.

Jacob, 26, Tepatitlán, Jalisco

Tenía 18 años en ese tiempo, era octubre del 2012. Me llevaron mis padres por recomendación de un sacerdote. El grupo se llamaba COURAGE, era una organización católica. Yo recién había salido del clóset. Me lo plantearon como una oportunidad para que conociera a otras personas con la condición A. M. S. (atracción al mismo sexo, así le decían).

El primer día completo del retiro nos hicieron arreglarnos como para un carnaval, estábamos divididos en tres grupos y cada uno escogía a una reina para representarlo.  Al final ganaba una. El premio para la reina y el grupo eran cadenas y sufrimiento. Otra dinámica fue un ejercicio de confianza, donde nos vendaban los ojos y algunos de los líderes nos guiaban caminando hasta llegar a una persona que tenía una caja dorada con adornos. Te decían: "Así como esta caja, Dios te hizo hermoso tal y como eres, el problema es lo que llevas dentro”. Abrían la caja y había mierda de vaca. Intentaban generarnos mucha culpa, como si ser homosexual fuera una adicción de la que necesitábamos curarnos para ser felices.

El miedo que sentí con las historias de otras personas y la culpa me hicieron pensar que realmente tenía que cambiar eso de mí. Prácticamente regresé al clóset hasta que pude independizarme. Lo único bueno fue que por fin pude estar con otras personas LGBT. Mantuve comunicación con algunos durante un tiempo.  La experiencia me ayudó a ser más fuerte, a confirmar mi decisión de no seguir ninguna religión. Me tomó algunos años. Meses después de eso me mudé a California, donde vivo ahora y tengo amigxs que me apoyan.

Julieta, 24, Monterrey

Tenía trece años. Mi mamá leyó mi diario: "Se cayó la libreta abierta en esa página cuando estaba limpiando", me dijo. Se enojó muchísimo, dijo que me iba a llevar a un tratamiento psicológico. Llamó a la iglesia. Yo pensé que era una psicóloga real. Me quitaron el acceso a internet. Ahí comenzó todo. La “terapeuta” me dijo que tenía una “herida del alma”. Decía que si creía en Dios tenía que creer en todo lo que tenía que ver con Dios. Todas las semanas iba por aproximadamente dos horas a escucharla hablar. Mis papás me esperaban afuera, en la plaza.

La escena que más me indigna de todas es una vez que oramos para que Dios me quitara la homosexualidad. Me hicieron cerrar los ojos, me pidieron que repitiera después de ellos: "Señor, te pido perdón por el pecado de perversión sexual, te lo entrego y espero que me digas lo que me vas a dar a cambio". Nos quedamos en silencio esperando a que Dios me dijera qué me iba a dar a cambio de dejar de ser gay (¿?). No escuché nada. No sentí nada. Sólo vergüenza.

Me costó mucho trabajo nombrarlo como lo que fue: terapia de conversión. No sabía que algo así existía, no sabía la variedad de tratamientos a los que nos someten. Sé de alguien más en la misma iglesia, un poco mayor que yo, que también tenía esta "confusión", como la llaman, y ahora está casada y con un hijo. Me duele ver lo que nos hacen. Lo que nos hicieron. De repente todavía me pregunto: ¿y si me quedo sola para siempre?, ¿y si no me gustan las mujeres realmente? A veces tengo mucho miedo y mucha culpa. Ahora menos que antes, ya pasaron nueve años. Pero aún lo siento. Aprendí que puedo ser muy complaciente. En su momento también me di cuenta de lo capaz que era de querer morirme y realmente planear todo el tiempo cómo hacerlo. No sé por qué no lo hice, pero ahora lo agradezco mucho. Durante ese periodo tuve algunas amigas lesbianas y amigos gays y comencé a perder el miedo, pero no me atrevía a decirlo en voz alta. Lo logré hasta la universidad. Ahora casi todas las personas cercanas a mí son parte de la comunidad. Soy muy feliz. Feliz de ver hasta dónde hemos llegado.

Osmin, 34 años, Querétaro

Salí del clóset dos semanas antes de cumplir diecisiete. Mi mamá me dijo que no me preocupara, que todo iba a estar bien. Y le habló al pastor de la iglesia bautista. Me llevaron a Exodus Latinoamérica. Fui a varias iglesias, participé más de un año. Asistí a congresos, leí material, escuché muchas grabaciones… Nunca fue por voluntad propia. Yo decía: sí, quiero cambiar. Hacíamos ayuno, que debilita la mente, y mucha oración en posición de manos.

En un congreso internacional de Exodus hubo también una especie de exorcismo: una imposición de manos en la que oran por ti para que el demonio no pase por ti. Nos decían que de todos los pecados que puedes encontrar a lo largo de la biblia, solo por la sodomía Dios destruyó una ciudad. Muchos decían que tenían problemas con la homosexualidad a raíz de la pornografía y la masturbación. Yo ni vi pornografía ni me masturbaba siendo menor de edad, así que no entendía nada. Sentí culpa mucho tiempo. Yo ya había decidido ser homosexual, pero pasé casi un año sin relacionarme con ningún otro homosexual. Iba de la casa al trabajo a la casa, aun en el trabajo no me relacionaba con otras personas. Conforme empecé a tener relaciones sexuales con otros hombres sentía culpa, me sentía sucio, me ponía a llorar y prefería dejar de ver a esas personas con las que había cogido.

Fui fuerte. Tengo diagnóstico clínico de depresión y tuve pensamientos suicidas: un intento con pastillas que vomité. Si hubiese sido un poco más débil no estaría contando esto. Estuve mucho tiempo solo y mucho tiempo sin entender. Después tuve una pareja que falleció por VIH y eso me motivó a informarme. Aprendí que no estoy solo, incluso en la lucha conmigo mismo, que es una de las más difíciles, y que hay una serie de luchas en las que es necesario participar.

Ahora entiendo que cuando alguien va a las terapias no lo hace porque quiere sino porque su contexto le obliga, primero porque casi siempre eres menor de edad y no puedes decir que no. Mis papás me dijeron que iba o me corrían de la casa. Cuando uno es adulto, ha padecido tanto la homolesbobitransfobia que eso te obliga a querer insertarte en la sociedad como heterosexual. Si una persona vive en un contexto en el que su homosexualidad es aceptada, no quiere cambiar porque no hay razones para hacerlo.

Rita, 30 años, San Luis Potosí

Tenía 16 años. Trabajaba y convivía mucho con la familia de mi mamá. Empezaron a estar en un grupo religioso y de terapia que seguía la línea de los doce pasos para tratar a personas adictas, neuróticas o desviadas, como nos decían. Nos lo vendieron como un espacio al que ibas a pasártela bien, una hacienda con alberca, bosque, caballos y río.

Me subieron a un camión, con los ojos vendados, me pidieron que dejara de hablar. Me hicieron un registro de las cosas que llevaba y me las quitaron, me llevaron a una ubicación desconocida de madrugada. Básicamente me secuestraron. Mis tías daban las pláticas introductorias.

Me di cuenta de que iba a tener que ocultar todo lo que yo era. Me diagnosticaron como neurótica con tendencias depravadas porque yo no había tenido padre, decían que por eso era lesbiana. Una perversión. Desde que llegabas estabas sola con mucha gente desconocida de todas las edades, en una carpa. Drogadictos, violadores, personas esquizofrénicas. Te sentabas ahí con luz de media vela a escuchar los testimonios que te contaban con repetidos ejemplos de por qué ellos eran una mierda y tú eras una mierda. No podías dormir y no podías comer. Si eras lesbiana, venían comentarios de asco. Fui dos veces, en una me llevaron y en otra fui como acompañante. Regresé porque sí me cocowashearon, la impunidad hizo que sintiera que no había problema.

Yo ni siquiera había salido del clóset, ellos me sacaron a partir de lo que vieron de mí, en función de eso me torturaron: me dejaban sin comer, sin dormir. Me gritaban groserías e insultos. No podías ni cagar sin que te estuvieran observando. Te obligaban a hacer rituales mientras te gritaban. Podías salir si decidías que Cristo entrara en ti y que te dejaran de gustar las mujeres. Terminé como seda, convencida de ser heterosexual.

Mis tías no lo vieron como terapia de conversión, sino como algo que no funcionó porque tengo odio y temor en mi corazón. Se pasó por debajo de la alfombra. Me alejé durante años. Lo hemos vivido muchas personas y no lo hablamos, sobre todo porque te lo hace tu familia, y eso duele mucho. Recién ahora estoy intentando reconciliarme. Ahora mi bisexualidad por lo menos es aceptada. Tengo que hacer una gran labor de soltar el resentimiento, soltar el pasado, pero también reconocer que es necesario terminar con esos procesos, que se normalizan igual que muchas otras violencias.

Después de eso aprendí que necesitaba defenderme, ser firme, que necesitaba mi dignidad. Que necesitaba recordar a las mujeres de mi familia. Por toda esa privación tuve muchas experiencias ancestrales y mágicas que me conectaron con mis abuelas. Me hizo surgir, despertar por primera vez. Fue un golpe de adrenalina para defender quién soy, sin que nadie me volviera a juzgar ni a tratar de curar. Gracias a encontrarme con otras bisexualas pude hablar desde mí y desde la honestidad.

*

Desde 1973 (qué cerca y qué lejos queda esa fecha) la homosexualidad fue sacada de la lista de trastornos mentales de la OMS. Y aún hoy, en pleno 2020, cuesta trabajo creer que hay quienes piensan todavía que es una enfermedad.

Es de esperarse que, cuando un cuerpo se sale de la norma, instituciones como la familia, la iglesia y el estado salten para devolverlo a su sitio.

Afortunadamente, en la Ciudad de México se dio un primer paso importante. Por supuesto, las terapias de conversión no son el único mecanismo que existe para atentar contra la libertad de las personas LGBT, pero convertirlo en delito significa avanzar hacia la libertad.

Falta mucho camino por recorrer hasta que esta práctica sea erradicada y penalizada en toda América Latina y en todo el mundo, pero afortunadamente ya existen proyectos de ley en países como Australia, Canadá, Chile, Francia, Alemania, Irlanda, Nueva Zelandia, Polonia, España, Reino Unido y Estados Unidos.

Si una familia, por ley, ya no puede llevar a su hijx a uno de estos lugares asquerosos, quizá sea más fácil comenzar a trabajar en aceptarlx.

Yolanda Segura https://ift.tt/eA8V8J

Lo nuevo de Javiera Mena busca los rincones del placer

Una exploración al placer femenino. Una mujer encadenada que busca salir de la prisión. Mujer morena, mirada sincera, mujer prisionera, te quito las penas, canta Javiera Mena en Corazón Astral, el single que lanzó en junio como adelanto de su próximo disco.

La artista chilena es una de las joyas del electropop dentro y fuera de Latinoamérica. Con un recorrido de casi veinte años de carrera musical, Javiera mezcla sonidos de los ochenta con estilos electrónicos más actuales. En marzo lanzó “Flashback”, un viaje entre la nostalgia y el futurismo. Este videoclip se convirtió en un presagio del nuevo single, que es un canto erótico de una mujer a otra.

Javiera quiere enviar un mensaje al universo, juega con el cosmos y la astrología sin olvidarse de otra gran pasión: el animé. Muchos de sus videos dejan entrever su afición por Akira, Sailor Moon o Los Caballeros del Zodiaco. Cuenta que desde que vive en Madrid, hace poco más de un año, se refugió en el universo de la magia esotérica. Y más aún durante la cuarentena, en la que tuvo tiempo de crear con mayor introspección.

Hace unas semanas pudo salir de la ciudad para tomarse unas minivacaciones, pero volvió para grabar el  disco que planea lanzar en marzo de 2021. También anda trabajando la producción de un concierto en vivo que hará junto a otros artistas el 8 de agosto en Barcelona. Como en Latinoamérica nos quedaremos con ganas de verla en los escenarios al menos por un buen tiempo, la buscamos para no perder pista de su trabajo.

VICE: El video de Corazón Astral está en 3D, además vos aparecés duplicada. Contanos sobre este concepto.

Javiera Mena: La idea de hacer el video 3D se dio en relación al contexto en el que estamos. No podíamos grabar afuera, así que sentí que podíamos hacerlo de una manera distinta, más orgánico. Por otra parte lo veo como una continuidad de mi video anterior (“Flashback”), el cual tenía algo futurista con algunos cascos. Mi pregunta fue: ¿qué pasa si en este video que viene exteriorizo lo que veo a través de los cascos futuristas?

Por otro lado, con los artistas con los que trabajé —Tomás Aciego, Slurptv y Boldtron— hablamos sobre la dualidad,  sobre verme a mí doblada, aludiendo a la idea de géminis. Aparte, Slurptv y Boldtron son gemelos y ayudaron con esta idea de ver a dos personas que son iguales pero que al mismo tiempo se quieren y tienen una relación. Por último también tiene que ver con los amantes de las cartas del tarot, con el erotismo y el hedonismo.

En el video hay mucho simbolismo: están el fruto femenino, la papaya, la noche, la aurora boreal. También me gustó trabajar con la referencia a Utena, a Sailor Moon, al anime que nos encanta de toda la vida.

En el single noto un dejo popero de los 80 que me recuerda a los primeros trabajos de Madona, a Mecano en España.

Es que estoy superapegada a los 80, creo que no me los voy a sacar nunca de encima. Totalmente, hace las referencias que mencionas: esos primeros discos de Madona, Mecano, Virus en Argentina; ese tipo de sintetizadores, el DX7, el Roland Juno... son sonidos que me llegan al alma, es mi niñez. Creo que es un gran momento para valorar los 80 una vez más, me siento superalienada reversionando ese estilo con un toque de sonidos actuales.

En este single exploras la relación eroticoafectiva entre dos mujeres.  ¿Cómo te sentiste?

Me siento cómoda haciendo por fin una canción abiertamente lésbica. Ya es muy evidente y estamos en épocas de hacer, ¿no? Por suerte nunca me he sentido sin la libertad de hacerlo, nunca me he sentido dentro del clóset, pero esta canción ya es explícita: es una mujer cantando mujer morena… Creo que si esta frase la hubiese dicho un hombre no pasaría nada, pero la dice una mujer con erotismo y romanticismo. Eso para mí es super normal, pero todavía no lo es para algunas personas y es interesante ver cómo reacciona la gente. La diferencia está en que para mí es una canción más y para el resto no, para el resto es _la canción lésbica_**.**

Ahí hablas de “romper las cadenas”... No deja de ser necesario hablar de esto, ¿no?

Claro que sí, sigue siéndolo. Al igual que sigue siendo necesario hablar sobre el espacio que se nos da a las mujeres en la industria musical. A mí personalmente no me gusta distinguir entre géneros, pero por otro lado seguimos siendo minoría, el ambiente de la música es un ambiente masculino. Aunque también veo que las cosas están cambiando; de hecho, en Chile a la gente le gusta tocar con músicas mujeres porque las mujeres tocamos diferente, tenemos otra sensibilidad, y ahora escucho que algunos varones se quejan de esto, es gracioso y es curioso. De hecho también me sorprendió ver a más mujeres músicas en Chile que en España.

¿Con qué nos vamos a encontrar cuando salga el disco completo?

Con mi evolución. Ahí está el desafío, seguir haciendo música sin esperar que las canciones aparezcan de la nada. Ya tengo una carrera larga, entonces es un desafío, pero sigo con mi estilo electro tirando al dance; este disco es un poco más oscuro también. Siento que me fui por ese lado: la oscuridad, la sensualidad, el hedonismo, el erotismo, las sensaciones ocultas.

¿Son sensaciones que descubriste durante el encierro en cuarentena?

Creo que con el encierro me conecté desde las sombras, me apasionan las cosas de las que nadie se da cuenta, lo oculto, lo misterioso. Creo que es superinspirador el buscar esos espacios, siempre y cuando también sea liviano. Tampoco me interesa hacer letras supercomplejas y densas, creo que está bueno encontrar esa chispa de divinidad en el pop dentro de la oscuridad. Es como escuchar Siouxsie para seguirla y  hacer cosas diferentes.

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Paloma Navarro Nicoletti https://ift.tt/eA8V8J

La portada de 'folklore' de Taylor Swift es lo más black metal del mundo

Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.

La semana pasada, Taylor Swift conmocionó al mundo entero con el anuncio del lanzamiento de folklore, un álbum que hizo mientras el resto de nosotros dejábamos manchas de pepperoni en los muebles de nuestra oficina/dormitorio y publicábamos memes vergonzosos de Tiger King. Swift grabó el álbum en su casa de Los Ángeles y coescribió o coprodujo 11 de sus 16 tracks con el eternamente lúgubre Aaron Dessner de The National.

"Antes de este año probablemente hubiera pensado demasiado en cuándo lanzar esta música en el momento ‘perfecto’, pero los tiempos que vivimos ahora me recuerdan que nada está garantizado", explicó en Instagram. "Mi instinto me dice que si haces algo que amas, deberías mostrarlo al mundo".

Pero antes de que folklore vendiera 1,3 millones de copias en un solo día, y antes de que se reprodujera casi 115 millones de veces en Spotify y Apple Music, los usuarios de las redes sociales deconstruyeron su foto de portada en blanco y negro: una imagen borrosa de Swift parada sola en un bosque. El arte del álbum fue creado por la fotógrafa radicada en Texas Beth Garrabrant, pero eso no impidió que algunos nerds de la música sugirieran que T-Swift había tomado prestada la vibra del black metal escandinavo.

Una persona que observó el parecido fue David Thiérrée, un artista francés que diseña portadas de álbumes y que ha proporcionado material gráfico para decenas de bandas de black metal, incluyendo Behemoth, Gift of Gods de Nocturno Culto, Satanic Warmaster y Warloghe. A principios de este año, Thiérrée creó la portada de Telemark, el primero de una serie de EPs lanzados por Ihsahn, el guitarrista y vocalista de Emperor. Rápidamente notó la similitud entre su ilustración y la foto de Swift.

"Bueno, amigos, no soy el único que piensa que la nueva imagen de Taylor Swift es muy Metal", escribió Thiérrée en Instagram. "Incluso muy parecida al arte que hice para Ihsahn. Yo podría haberle hecho el trabajo, probablemente por un precio menor de lo que pagó". (No todos se mostraron convencidos: "¡Estudiantes de fotografía de primer año, tengan cuidado!", escribió un usuario. "¡Cualquier imagen en blanco y negro de un bosque es una copia!").

Cuando las portadas de folklore y Telemark se colocan una al lado de la otra, son semejantes... pero existe un límite para las maneras en que podemos diferenciar imágenes de árboles deliberadamente atmosféricos. De todos modos, Ihsahn compartió la publicación de Thiérrée y escribió: "Entonces, ¿alguien ya echó un vistazo al nuevo [álbum de] @taylorswift? Personalmente, me gusta el diseño". Cerró su comentario con un emoji de risa, porque claramente no se lo está tomando tan en serio. (Quiero decir... no lo está haciendo, ¿o sí?).

Sin embargo, Ihsahn no es el único que se unió a la conversación. Otros usuarios de Twitter dijeron que el álbum de Swift les recordó la portada de las versiones de PlayStation 2 y Wii de Resident Evil 4. Otros piensan que podría haberse inspirado en For Emma, Forever Ago, el disco debut de Bon Iver, una de las bandas con las que Swift colabora en folklore. Otro individuo (quizás solo este individuo) lo comparó con Storm and Grace, el tercer álbum de Lisa Marie Presley.

Es una imagen en blanco y negro de un bosque. Puede ser lo que uno quiera, excepto quizás un meme de Tiger King. No más de esos, por favor.

Jelisa Castrodale https://ift.tt/eA8V8J

Si no puedo tocar a otro humano, al menos puedo ver cómo se tocan otras personas en la pantalla

Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.

El mes pasado, mi colega Meredith Balkus planteó una pregunta difícil, pero necesaria, para darle respuesta a aquellas personas solteras que están intentando sobrevivir a la soledad durante esta pandemia: ¿Cómo podemos besarnos de manera segura durante la pandemia? Esta pregunta me ha atormentado desde que la posibilidad de salir con otras personas en la era COVID se hizo realidad después de mi ruptura durante la pandemia. Lo único que quiero es ser una de las estatuillas Oscar que recibió Bong Joon-ho, y besar a otra estatuilla caliente y libre de coronavirus. ¿Alguna vez volveré a sentir los labios de otro ser humano?

A falta de la calidez de otro cuerpo humano, recurrí a un método confiable, aunque algo vergonzoso y con suerte temporal, para reemplazar el contacto físico: ver películas románticas y series para sentir de manera indirecta una conexión física con otro humano.

Después de mi ruptura, pasé de estar en cuarentena con mi pareja, a estar sola en mi departamento. No me arrepiento de nada, y ahora estoy mucho más feliz, pero es difícil no sentir la sacudida de una repentina pérdida de contacto. Desde entonces, lo más cerca que he estado de cualquier tipo de contacto sexual o afectivo es que mi quiropráctico me truena el cuello dos veces a la semana y un sonograma que me hice para revisar si mi útero no tenía fibromas – no exactamente el tipo de contacto que te pone la piel de gallina.

Sin un final a la vista de nuestra pesadilla global, es imposible no encontrarme mirando al espacio, fantaseando con un beso de borrachos afuera de un bar, abrazando a alguien o volviendo a tener sexo. Esto se ve agravado por el hecho de que cada cita que he tenido requiere distanciamiento social (es decir, nos sentamos a un metro de distancia y conversamos mientras tomamos algo) y, por lo tanto, un nivel de castidad al que francamente no estoy acostumbrada, especialmente porque en las primeras citas siempre digo: "Deberíamos besarnos y ver si nos gusta, ¿no?" (Esta táctica de ligue nunca me ha fallado... hasta ahora.) Ahora lo único que escucho en mi cabeza es un grito de "¡no tocar!" muy al estilo de Arrested Development.

Este deseo de afecto físico me ha llevado a involucrarme en lo que yo llamo "pornografía de contacto", es decir, veo películas o series donde los personajes tienen un contacto especialmente romántico. No es una cuestión sexual porque no me masturbo viendo Outlander (aunque bien por quien lo haga, porque hay episodios súper candentes). Es más como para sentir la pasión y el anhelo de estas expresiones de intimidad que en la actualidad no son seguras.

¿Alguna vez has visto el episodio de New Girl titulado "The Cooler", donde Nick agarra a Jess en el pasillo de su apartamento y le planta un beso sumamente apasionado –su primer beso– que la deja temblando, y has repetido la escena una y otra vez mientras sientes que te quedas sin aliento y se te hace agua la boca imaginando cómo sería que te besaran así otra vez? YO TAMPOCO, ja, ja, ja…

Excepto que sí. Claro que lo he hecho, y es trágico. Cuando veo a dos personajes tomarse de las manos, besarse o tener relaciones sexuales, de repente, me encuentro jugando tiernamente con mi cabello para sentir el calor que veo en la pantalla.

Estoy feliz de estar soltera, pero estar soltera en una pandemia, sin saber cuándo te volverán a acariciar la cara es absolutamente horrible.

"Mis condolencias", bromeó Linda Weiner, una terapeuta sexual con sede en St. Louis que se especializa en cómo el contacto físico puede ayudar a combatir la ansiedad sexual, la frustración y el placer.

"El contacto es absolutamente primordial", explicó Weiner, quien se formó con los famosos sexólogos y sujetos de la serie Masters of Sex, William H. Masters y Virginia E. Johnson. "Lo necesitamos para el bienestar físico, mental y emocional. Sin él, no somos tan buenos... Anhelas algo. Es una conexión humana. Tú has recurrido a películas relacionadas con eso, que despierten ese recuerdo". (Si bien Masters y Johnson fueron pioneros en el campo de la terapia sexual, otros han criticado a la pareja por centrar su investigación solo en individuos heterosexuales cisgénero blancos y observar el comportamiento sexual en un laboratorio en lugar de dentro de una construcción social y cultural real).

En mis momentos de mayor frustración sexual, he visto las escenas de sexo entre Connell y Marianne en Normal People, la adaptación televisiva de la novela de Sally Rooney que algunos han llamado cariñosamente el "show de adolescentes irlandeses cachondos". Esas escenas son tan intensas que alguien las subió a PornHub hasta que fueron eliminadas.

Con cada rewind y rewatch, he estudiado la forma en que Connell le toca la cara a Marianne o cómo su cadena de oro cae sobre su pecho. La manera en que incluso con un pequeño roce de Connell la habitación se carga de una energía sexual, me llevó a frotarme suavemente el brazo, como un niño dibujando vaginas en forma de pájaros en la escuela.

"Acariciar tu brazo, mucha gente hace esto sin darse cuenta", dijo Weiner. "Es normal. La mayoría de nosotros nos tocamos, ya sea consciente o inconscientemente, o para satisfacernos sexualmente. Pero necesitamos contacto. Punto".

La energía sexual que se ve en Normal People simplemente no está presente en mi apartamento de Brooklyn, donde me siento a verla revolcándome en mi propio sudor como si estuviera en un jacuzzi en el culo de Satanás. Gracias a la investigación de mi colega, sé que hay formas de tener una cita segura en estos tiempos de COVID, pero pensar en todo lo que conlleva es desalentador. Aunque, por otra parte, la idea de abstenerme de poner mi boca sobre otra persona hasta 2021, es horrible.

La ausencia de contacto físico puede tener efectos palpables en la salud mental y física de una persona, según Weiner. El tacto, explicó, libera las "hormonas para sentirse bien", es decir, oxitocina, serotonina y dopamina, las cuales ayudan a las personas a lidiar con la ansiedad, el estrés y la depresión, y mejora el estado de ánimo, la nutrición y la inmunidad. El contacto te hace sentir seguro y tranquilo", explicó. "De lo contrario, te sientes muy ansioso, puedes sentirte deprimido y experimentar más dolor".

Tocarte mientras, por ejemplo, ves a Peggy y Stan besarse después de declarar su amor en el final de la serie de Mad Men, es una forma de "autoconsuelo, según Weiner.

"Otra cosa que puede ayudar durante la pandemia es tocarse de manera no sexual, y también para aquellos que quieran de manera sexual porque tener un orgasmo libera dopamina", dijo Weiner. "Es una de las sustancias químicas que necesitamos".

Hace poco, me acosté en la cama, lista para ver Netflix y dedicarme a este nuevo pasatiempo retorcido. Revisé las opciones y me detuve en seco cuando llegué a lo último en pornografía de contacto: la adaptación de 2005 de Pride & Prejudice, comúnmente conocida como "En la que sale Keira Knightley". Los dramas de época y las historias de amor de las adaptaciones de novelas de Jane Austen, especialmente, son el paraíso del porno de contacto. Las expectativas sociales y los estándares de cortejo del Período Regencia daban a entender que el contacto físico estaba prohibido para que no tacharan a las jóvenes de desenfrenadas; un suave roce de mano incendiaba el corsé de una mujer británica reprimida de clase alta.

Esta versión de Pride & Prejudice, tiene el tipo de romance delicadamente apasionado que hace que los nerds de época cachondos suelten un profundo suspiro, olvidando momentáneamente que todos en esa época probablemente tenían un aliento desagradable. Decidí ver una escena en particular: Elizabeth Bennet se va de la mansión del Sr. Bingley después de visitar a su hermana Jane, que estaba resfriada, cuando el arrogante, extremadamente guapo y convenientemente millonario, Sr. Darcy inesperadamente toma su mano para ayudarla a subir a su carruaje. Elizabeth se sobresalta al sentir su mano sobre la de ella, y claramente se siente atraída por él, a pesar de que cree que es un completo idiota.

El Sr. Darcy también sintió algo con la caricia, porque, mientras se aleja, se miran rápidamente, y la cámara se acerca a su mano mientras él la estira, aparentemente para sacudirse la electricidad que fluye a través de ella. Vi esa escena no menos de cinco veces. Puse mi mano izquierda en mi otra mano por unos segundos. Sorprendentemente, no fue lo mismo, pero aún así se sentía bien. Inmediatamente me avergoncé, aunque estaba sola en mi habitación, me dio la misma sensación que cuando mi tía me sorprendió mirando mi vagina con un espejo en el baño cuando tenía 11 años. Todo es normal y parte de la curiosidad natural de la condición humana, pero esa vulnerabilidad hizo que me estremeciera, en ambos casos.

"Estás experimentando el placer de la memoria, lo cual es bueno", explicó Weiner, validando la sensación de pérdida que sientes cuando extrañas a la gente o el contacto físico en estos tiempos difíciles.

Cada vez que veo escenas donde la gente se toca, me pateo por todas las veces que no disfruté el calor de tomarle la mano alguien. O que estúpidamente rechacé una noche de sexo porque quería ver a She's the Man por enésima vez sola en mi casa. ¡Me arrepiento! Al anhelar tener a otra persona que te toque, es difícil no extrañar la posibilidad de tocar. Abrazar, besar y tener relaciones sexuales con alguien que conociste en la era post-COVID de forma segura no es imposible, pero parece tan complicado que es difícil mantener la esperanza. Y saber que la emoción de un primer beso inevitablemente vendrá acompañada de miedo de infectarte, también se suma a esa sensación de pérdida. Todo es muy abrumador y un poco desalentador. Aun así, no estoy dispuesta a renunciar a esa esperanza porque de por sí ya todo está de la mierda. Hasta entonces, seguiré con mi pasatiempo estúpido y esperaré.

Alex Zaragoza es escritora senior en VICE.

Alex Zaragoza https://ift.tt/eA8V8J

Guía para mujeres "heterosexuales" que quieren empezar a explorar sus sentimientos queer

Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.

Hasta hace año y medio que comencé a salir con una mujer, a los 33 años, solo había salido y dormido con hombres. Incluso estuve casada con uno. No se me había ocurrido de ninguna manera consciente que me podía interesar algo más.

Luego, un año después de mi divorcio, empecé a trabajar en un gran proyecto con una compañera de trabajo, y me descubrí esperando fervientemente a que llegaran nuestras juntas laboral y toda la diversión que tenía con ella a través de Slack. Después de algunas semanas de sentirme realmente emocionada por verla en el trabajo todos los días (y un incidente en el que me puse inexplicablemente nerviosa al preguntarle si quería que fuéramos a almorzar juntas), pensé, ¿no es extraño que piense tanto en esta colega fuera del trabajo, y que quiera estar hablar con ella todo el tiempo? Parece algo… extraño, ¿no? Antes de saber lo que realmente estaba sucediendo, respondí mi propia pregunta: Ay, esto es un enamoramiento.

No tenía idea de qué hacer con esta información. Parte de mi confusión tenía que ver con lo que este enamoramiento significaba incluso acerca de mí misma. Darte cuenta de que tienes sentimientos queer o bisexuales, especialmente si ya eres todo un adulto, alguien mayor de, digamos, 20 años, puede llevarte a quedar atrapada en un ciclo del tipo: quiero explorar estos sentimientos para poder descubrir qué soy, pero necesito saber qué soy para salir con/besar a/tener sexo con una persona real de acuerdo con las reglas de la etiqueta que me corresponda.

Ese fue definitivamente mi caso: pensaba en etiquetas como "queer" y "bi" (¿cómo atreverme a decir que pertenecía a un grupo marginado cuando nunca había vivido ninguna experiencia al respecto que lo respaldara?). También odiaba la idea de usar a otra persona para "experimentar". Me preocupaba la posibilidad de que todo esto avanzara. Si nos besábamos y no me gustaba, luego me sentiría terrible... pero si nos besábamos y me gustaba, en uno u otro momento tendría que confesarle que nunca antes había tenido relaciones sexuales con una mujer y que no tenía idea de lo que estaba haciendo.

Finalmente me desmoroné y le conté lo que estaba sucediendo a mi amiga íntima Sally, quien es gay. Ella me reconfortó infinitamente: tenía el nivel exacto de emoción; me confirmó que todo parecía indicar que mi colega quería, por lo menos, besarme; y me animó a no pensar demasiado en las etiquetas.

Aún así, tenía muchas preguntas que me daba vergüenza hacerle (me refiero a todas las que tienen que ver con sexo). Incluso cuando finalmente acepté lo que sucedía y escribí "chicas heterosexuales" en la barra de búsqueda del sitio para mujeres Autostraddle y leí todos los resultados, no pude encontrar exactamente lo que estaba buscando. Por eso, 18 meses después —el tiempo que mi antigua colega/ahora novia y yo llevamos juntas—, he decidido simplemente crear el contenido que deseaba encontrar en el mundo y escribir esta guía, para explorar todo lo que significa descubrir tu lado queer de forma relativamente tardía.

Si eres una mujer que se cuestiona la sexualidad que siempre ha conocido, o estás empezando a sentir que es hora de finalmente contestar ese llamado que silenciosamente ha estado en tu mente durante años, y no tienes idea de por dónde empezar, has venido al lugar correcto. Con la ayuda de algunos expertos y el aporte de otras personas queer (¡más las preguntas de personas reales que tienen una curiosidad genuina!), estoy aquí para responder algunas de las preguntas que quizás tengas. (Aparte: si actualmente estás en una relación heterosexual que no quieres que se termine, puede resultarte útil leer: "Cómo explorar tu lado queer cuando tienes una pareja heterosexual").

Parte I: Acepta tu sexualidad

Entonces, ¡esto es algo que no podía predecir! ¿Siempre fui gay y simplemente no me di cuenta, o realmente podemos desarrollar sentimientos queer en etapas avanzadas de nuestra vida?

Es algo extremadamente real, y no invalida todas las relaciones heterosexuales que has tenido, o que tendrás. (Para empezar, ¡la bisexualidad simplemente... existe!). "Darte cuenta de tu identidad queer en una etapa avanzada de la vida es completamente normal y común", dijo Rae McDaniel, una terapeuta sexual certificada de Chicago que trabaja con personas que se sienten ansiosas debido a alguna transición que experimentan ya sea en cuestión sexual, de género y/o en sus relaciones. “Crecemos en una cultura que no apoya la exploración de la identidad queer de la misma manera en que apoya la exploración de la identidad heterosexual, [por lo que] es difícil identificar las 'pistas' que pueden apuntar a atracciones hacia cualquier persona que no sea un hombre cisgénero. Ya sabes, como en el caso de esa mejor e inseparable amiga con la que te acurrucabas durante toda la preparatoria y con la que empezaste a actuar raro cuando empezó a tener novio? Pistas como esa.

La heterosexualidad obligatoria, es decir, la idea de que somos heterosexuales hasta que se demuestre lo contrario, también tiene un papel preponderante en todo esto. La mayoría de las personas no se animan a comenzar a pensar en la atracción desde la perspectiva de: ¿Cómo se siente el enamoramiento para mí? ¿Estoy enamorada de él? ¿Estoy enamorada de ella? A las chicas simplemente se les pregunta: "¿De qué chico estás enamorada?". Si eres bi, ¡puedes enamorarte auténticamente de los chicos! Todo esto, junto con los estereotipos ampliamente difundidos sobre cómo se ven o actúan las mujeres queer (y cómo no se ven ni actúan) y las narrativas predominantes sobre las "amistades femeninas intensas" (¡definitivamente jamás homosexuales!) pueden hacer que sea fácil perder de vista la identidad queer.

McDaniel dijo que la forma en que la sociedad discute la atracción sexual tiene mucho que ver con eso. "Nuestra cultura no aborda ni prioriza la enseñanza acerca de cómo se siente la excitación y el placer para las personas con vulvas", dijo. "Las personas que fueron designadas como mujeres al nacer podrían no estar muy sintonizadas con la forma en que sus cuerpos responden a las atracciones potenciales".

Heather Corinna, fundadora y directora del sitio web de educación sexual Scarleteen, le dijo a VICE que asumir que las atracciones que sienten las personas se mantendrán estáticas durante toda su vida es como pensar que el trabajo que querías cuando tenías cinco años es el mismo trabajo que querrás desempeñar siempre. Sí, eso podría suceder... pero, en general, cambia con el tiempo.

"Es posible que ni siquiera pierdas de vista algunas pistas y que tu sexualidad simplemente evolucione", dijo McDaniel. "Es cierto, y está respaldado por investigaciones, que la sexualidad puede ser fluida".

"Es muy común que te des cuenta de que eres queer en una etapa tardía de la vida", le dijo a VICE Lindsay King-Miller, autora del libro Ask a Queer Chick: A Guide to Sex, Love, and Life for Girls Who Dig Girls [Pregúntale a una chica queer: una guía de sexo, amor y vida para las chicas a las que les gustan las chicas]. Pero si te preocupa mucho ser "demasiado vieja" para descubrir algo nuevo sobre tu sexualidad, podría valer la pena que consideres si esa creencia de que ya no estás en edad de explorar tal vez esté enraizada en algunas creencias equivocadas sobre el envejecimiento y quién tiene "permitido" tener buen sexo, o en la idea errónea de que ser de la comunidad LGBTQ solo es aceptable si estás en tu etapa universitaria.

Si a lo largo del tiempo te has hecho recurrentemente la pregunta, "¿seré gay/queer/bi?", ese solo hecho merece tu atención. No tiene que tomar medidas al respecto; puedes simplemente... reconocerlo. Incluso si estás leyendo esto y piensas: Bueno, es un hermoso día soleado aquí en… ¡la Ciudad Creo Que Soy Bisexual!, aun así no tienes que hacer nada con esa información, al menos, no aún.

Tomar conciencia de tu sexualidad o nombrarla es un poco diferente para todos. No puedo decir cómo será para ti, pero puedo decir cómo podría no ser: no será necesariamente algo de lo que "acabas de enterarte" por el resto de tu vida, o algo que te sorprenderá como si de pronto te golpeara un rayo, para mí fue algo más parecido a una luz que se iba encendiendo muy, muy gradualmente a través de un regulador de intensidad.

McDaniel dijo que si te sientes súper estresada por la posibilidad de ser queer, deberías analizarlo mejor y considerar si tienes algún prejuicio que pueda estar influyendo en tu pensamiento. "¿Tienes algún tipo de homofobia? ¿Tienes miedo al cambio? ¿Estás nerviosa porque ahora deberás comprarte unas botas Dr. Marten, un overol y un camión? ¿En qué otros estereotipos piensas? Además, los overoles son muy cómodos. Deberías probarlos”.

Está bien, admito que muchas mujeres me resultan sexys pero, ¿no les pasa a todos? ¿Cómo puedo saber si lo que siento es atracción real, o si es solo... apreciación?

Como me dijo mi amiga Sally durante nuestra conversación inicial, creer que todas las mujeres heterosexuales piensan que muchas mujeres son hermosas o que el porno lésbico es sexy es muy común entre las mujeres que más tarde se dan cuenta de que son queer. (Esta forma de pensar incluso fue inmortalizada en el clásico cinematográfico queer de 1999 But I'm a Cheerleader).

Debido a la intensa objetivización de las mujeres en nuestra cultura, puede ser muy difícil diferenciar si lo que sientes es verdadera atracción o si eres solo una mujer heterosexual a la que la sociedad le ha enseñado a notar la belleza femenina (quizás en comparación con tu propia belleza).

"Que una persona de tu mismo género te parezca sexy no necesariamente significa que quieras tener sexo con ella", le dijo a VICE Allison Moon, autora del libro Girl Sex 101 y de la próxima guía sexual informal Getting It. "El sexo implica mucho más que solo lo que es visualmente atractivo, y hay muchas razones por las cuales una persona puede disfrutar del porno lésbico además de querer tener sexo con una mujer".

"Si te preguntas si te gustan las mujeres, considera fantasear sobre los detalles que implica el sexo con una mujer", dijo. “Imagina tocar su cuerpo y tocar o probar sus genitales. Imagina su olor. Imagina cómo se ve encima o debajo de ti. Simplemente imaginarte a ti misma en el escenario específico del acto sexual, por lo regular, puede darte información muy certera sobre si de verdad te gustan o no las mujeres".

Además hay mucho más que solo el aspecto sexual. "Cuando hablamos de orientación sexual, estamos hablando de sentimientos sexuales y románticos o afectuosos combinados", escribió Corinna en el encantador ensayo "¿Cómo se le llama a cuando a una chica heterosexual le parecen hermosas otras mujeres?", "Invertir mucho tiempo tratando de descubrir, sin lugar a dudas, por quién tenemos sentimientos sexuales y románticos, y por quién no, dejando fuera todos los demás sentimientos, es algo muy difícil, y puede que incluso sea un ejercicio inútil".

"Si ves a otra mujer y piensas, Wow, desearía que mi cabello se viera así, eso es una cosa", dijo King-Miller. "Pero si la ves y piensas, Wow, realmente quiero besarla, eso probablemente es, ya sabes, algo que vale la pena investigar".

Parte II: Experimentación & citas

Sé que estoy sintiendo algo —para ser honesta, quiero besarla—, así que probablemente debería aceptarlo. Entonces, ¿qué significa "explorar" o "experimentar"?

"Explorar tu sexualidad significa abrir una investigación sobre el funcionamiento de tu propia mente y abordar tus deseos con curiosidad y flexibilidad", dijo Moon. “Hay muchas maneras prácticas de embarcarte en tu propia exploración sexual, incluida la literatura erótica; las guías de educación sexual; la pornografía; explorar fantasías; coquetear; cuestionar tus suposiciones sobre ti misma y sobre otras personas; ir a eventos sexualmente positivos, como fiestas y talleres sexuales; involucrarte sexualmente con una variedad de parejas, y muchas más".

"No es necesario que todas las exploraciones de la identidad queer involucren la exploración física", dijo McDaniel. "Tu orientación sexual no se reduce al sexo".

Como VICE ha señalado en otros artículos, es muy importante hablar e interactuar con otras personas de la comunidad LGBTQ cuando comienzas a explorar tu sexualidad: “Ve a eventos LGBTQ, leé libros sobre sexualidad o escritos por autores queer, apoya a artistas y músicos bisexuales, o únete a grupos queer. En línea, el subreddit r/bisexual de Reddit es un espacio divertido e informativo para que las personas bisexuales puedan hacer preguntas o simplemente discutir sus experiencias, también puedes buscar grupos en tu localidad que estén tratando de construir comunidad en la vida real”.

Yo recomiendo ampliamente tener una fase de exploración completamente “pasiva”; sigue a comediantes queer en Twitter, visita las publicaciones humorísticas de Tumblr sobre ser bisexual y échale un vistazo a las cuentas de parejas y de memes de lesbianas/bisexuales en Instagram. Entra a los TikTok de lesbianas. Hacer esto es un poco como estudiar obsesivamente el anuario de tu hermana/o mayor el verano previo a que inicies la preparatoria; saber a dónde te diriges hace que sea más fácil adaptarte una vez que llegas allí, y ver los aspectos divertidas/livianos puede ayudarte a emocionarte si te sientes intimidada. Si te preocupa ser la chica nueva de la escuela o no conocer ninguno de los chistes locales, pensar en la comunidad LGBTQ como una parte virtual del proceso de exploración realmente puede ayudar a aliviar esos temores.

"Si eres nuevo en un grupo social, siempre habrá una especie de período de adaptación, un tiempo en el que tratas de conocer gente y establecerte, de encontrar tu lugar y hacer amigos", dijo King-Miller. "Para las personas que acaban de descubrir su identidad queer, hacer amigos es aún más importante que tener citas".

También trata de buscar ejemplos de personas queer que se parezcan a ti, que tengan un origen étnico o religioso similar o una apariencia de género parecida a la tuya. Y leé las historias de mujeres que han descubierto su identidad bisexual o queer de manera tardía en la vida, después de haber salido exclusivamente con hombres. (¡Somos muchas!)

Creo que me gustaría explorar el salir con mujeres un poco menos en teoría y un poco más en la práctica. ¿Cómo empiezo?

¡Hay muchas opciones! (Por supuesto, no todas serán buena idea en este momento debido a la pandemia, pero esto no durará por siempre). Si ya usas aplicaciones como Tinder o Hinge, podrías cambiar tus preferencias para incluir a mujeres, o puedes probar una aplicación que sea específicamente queer como Lex o HER. También podrías ir a bares queer; conocer gente en eventos locales que tengan como eje a artistas, autores, libros o películas queer, o en eventos y fiestas organizados por miembros de la comunidad LGBTQ.

También puedes simplemente... ¡flirtear con chicas! Por supuesto, no hay que actuar de forma extraña, pero es completamente válido, tanto en espacios "heterosexuales” como queer, acercarte a conversar con alguien, pedirle una cita, pedirle su número, decirle: "Oye, ¿quieres salir de aquí?", etc.

¿Qué pasa si todos piensan que soy heterosexual y me gustaría que no pensaran eso... pero tampoco quiero adjudicarme una etiqueta que tal vez no me corresponda?

Depende en cierta medida de cómo abordes las citas/el sexo. Si eres una mujer que usa aplicaciones para conocer mujeres, las personas no van a asumir que eres heterosexual. Si estás interesada en una persona específica, como pasó conmigo, o si estás hablando con alguien en una fiesta, es posible que debas hacer un esfuerzo mayor para comunicar un: estoy coqueteando contigo. Así que piensa en tus maneras favoritas de coquetear y ponlas en práctica. Róbales el sombrero, etc.

Si te sigue preocupando que la gente piense que eres heterosexual, podrías dejar que las referencias culturales queer hagan parte del trabajo. Usa una camiseta de Shamir o Hayley Kiyoko cuando vayas de paseo por la ciudad; publica historias en Instagram de los libros queer que estás leyendo; pon la calcomanía de un arcoíris en tu computadora portátil; menciona casualmente en la conversación que has visto sin parar la serie Feel Good... o ¡haz lo que sea que te parezca natural! Confía en mí, la gente queer se da cuenta de estas cosas. Combina esto con el coqueteo antes mencionado, y estarás en el camino adecuado.

Y, de nuevo —como siempre—, ¡intenta no preocuparte demasiado por las etiquetas! "La gente piensa que salir en una cita con una mujer, o incluso expresar interés en ella, requiere algún tipo de 'papeleo gay oficial'", como me dijo recientemente mi novia. “Como si actualmente tuvieras una licencia de conducir regular, pero sintieras que ahora necesitas la licencia especial para conducir motocicleta. Sin embargo, nadie espera que le muestres tus credenciales en una cita. El hecho de que hayas establecido como preferencia a las mujeres en una aplicación o que estés en una cita con una mujer o que estés en un espacio queer buscando conocer mujeres es lo que te avala”.

"Cuando te olvidas un poco de las etiquetas, te das cuenta de que hay una expectativa injusta de que las personas que no son heterosexuales experimenten... el no ser heterosexuales en alguna forma física para que realmente puedan ser 'suficientemente queer'. Esto es una tontería”, dijo McDaniel.

"Si quieres tener sexo con una mujer, es probable que… simplemente debas hacerlo", dijo King-Miller. "No es gran cosa, ya sea que te consideres homosexual, bisexual, queer o lo que sea. Aunque, yo siempre defiendo la etiqueta de la bisexualidad, porque es fantástica y hay mucha aceptación, y me encanta".

En última instancia, las etiquetas no son tan importantes como pueden parecerte en este momento. "Yo considero las etiquetas como una forma de organización: estas son las personas con las que me identifico y esta es la comunidad de la que formo parte y la gente a la que apoyo", dijo King-Miller. “En lo que respecta a salir, tener citas y sexo con alguien, siento que las etiquetas son algo secundario. El objetivo de cualquier tipo de etiqueta de identidad es describir la forma en que te sientes y piensas, y las cosas que haces... pero tener una palabra para designar todas esas cosas es secundario en comparación con realmente sentirlas, pensarlas y hacerlas".

No quiero desperdiciar el tiempo de nadie, o hacerla sentir que es solo un experimento, pero también me preocupa que nadie quiera salir con alguien que tiene dudas o es inexperta, ¿algún consejo?

Primero, sé honesta contigo misma acerca de tus intenciones. Si sacas el género de la ecuación, ¿qué está buscando en general? ¿Quieres una amiga con beneficios? ¿Estás buscando una pareja? Saber lo que estás buscando no solo hará que sea más fácil saber si ya lo encontraste, sino que también te permitirá actuar con integridad.

En general, es una buena idea mencionar en algún momento que eres nueva en lo de tener citas con mujeres, para que la persona con la que estás pueda decidir por sí misma si quiere seguir hablando contigo. "Muchas personas queer tienden a rehuir a las personas que dicen que están explorando o experimentando con su sexualidad porque ya han tenido malas experiencias con los experimentos en el pasado", dijo McDaniel. "Eso es súper real".

"Sugiero un modelo de consentimiento informado", añadió. “Antes de involucrarte con alguien mientras exploras tu sexualidad, déjale saber dónde estás en tu desarrollo de identidad, qué estás buscando y qué tan emocionalmente disponible estás. Permíteles tomar una decisión informada sobre si esa es o no una relación/dinámica sexual en la que están interesadas".

Para que quede claro, no tienes que poner "¡¡¡POR CIERTO, NUNCA HE HECHO ESTO ANTES !!!!" en tu biografía de Tinder. Las experiencias pasadas y lo que estás buscando son temas que tienden a surgir durante las conversaciones que tienen para empezar a conocerse, y ese es un buen momento para compartir que te estás cuestionando tu sexualidad, o que nunca has hecho eso antes, o lo que sea que te sientas cómoda diciendo. Si eso significa que la otra persona ya no se interese tanto, en última instancia está bien.

"Sé honesta. Sé directa. Trata a las personas como personas. Algunas mujeres estarán dispuestas a ser las primeras en tu vida; algunas no”, dijo Moon. “Ocultar quién eres o tus intereses para llevar a alguien a la cama es manipulador y repugnante. Si quieres averiguar algo, ¡dilo! Si te gusta mucho una chica pero te preocupa que te rechace por ser honesta, es mejor decirlo y arriesgarte a ser rechazada que lograr un acostón a través de mentiras. Mereces tener tu primera vez con alguien a quien le encantes por quien eres. Quizás hasta te sorprenda darte cuenta quién tiene experiencia y quién no.

"¿Te estás divirtiendo? ¿Ella se está divirtiendo?", preguntó Moon. “Entonces no te preocupes demasiado por los matices en la ideología y la membresía de equipo. Solo disfruta".

Recuerda que todas las citas son un experimento. La mayoría de las citas o los encuentros sexuales no "llegarán a ningún lado" y nadie piensa demasiado en ello o lo considera una pérdida de tiempo. No te concentres tanto en la pregunta de "¿Me gustará?" que termines olvidando que puede ser que no le gustes a ella. No lo digo para estresarte aún más, sino para que recuerdes ver a la otra persona como un ser humano con sus propias necesidades y deseos.

Genial. ¿Algún otro consejo para mis primeras incursiones en el campo de salir con mujeres?

Sí, trata de no operar desde la mentalidad de que con una sola experiencia sexual queer podrás responder de forma definitiva la pregunta de, "¿Qué está pasando con mi sexualidad?". No soy científica, pero estoy bastante segura de que la mayoría de los experimentos no son algo que se realice una sola vez, bajo un solo conjunto de condiciones, y luego se abandoné por completo si no funciona como se esperaba. Eso no quiere decir que debas seguir adelante si simplemente no te gusta, pero es muy fácil sentir que toda tu identidad depende del disfrute que obtengas a partir de una primera experiencia, lo cual es poner la vara bastante alta, y no es el mismo estándar que aplicamos típicamente a las citas heterosexuales.

Probablemente, en tu adolescencia, tuviste más de un beso torpe o una experiencia sexual poco satisfactoria, pero no por eso pensaste, Vaya, esto no me gustó, así que supongo que será así por el resto de vida, ¡¡¡jamás va a gustarme con ningún hombre!!!!

Hablando de experiencias sexuales, es posible que pienses que este "experimento" se trata principalmente de sexo (y llegaremos a ese punto en un momento), pero en realidad hay más que considerar que, ¿sí me gustará el sexo con los dedos? Este proceso se trata, en parte, de averiguar si realmente quieres tener una relación con una mujer.

"Parece que existe la convención de que si vas a experimentar, primero debes hacerlo sexualmente y luego emocionalmente", dijo Corinna, "cuando, de hecho, una mejor manera de hacerlo podría ser, tendremos tres o cuatro citas y no habrá sexo. Averigua cómo te siente al estar en la calle con otra mujer en una cita, al ir a un restaurante o salir con tus amigos".

Intenta no pensar en los hombres con los que has estado como tu grupo de control para este proceso. "Muy a menudo, es una comparación", dijo Corinna. "Es como decir: si he tenido estos sentimientos sexuales hacia los hombres, la forma en que voy a descubrir mis sentimientos sexuales hacia todos los demás es viendo si se parecen a esos que tuve con los hombres", lo que podría ser útil, pero también podría no serlo".

Es difícil comparar algo con lo que no tienes experiencia con algo con lo que has tenido años de experiencia. Y si eres una mujer que ha salido estrictamente con hombres en una cultura que prioriza el placer y el poder masculino, es realmente difícil evitar que tus deseos, expectativas y comportamiento se vean afectados por esa dinámica.

No hay ninguna razón real para pensar que el mejor sexo que tuviste con un hombre es el mejor sexo que puedes tener en toda tu vida. Usa esto como una oportunidad para alejarte de la heterosexualidad compulsiva y redefinir cómo se siente para ti la atracción, el romance, la intimidad y el "buen sexo" en este momento de tu vida. Lo que me lleva a...

Parte III: Sexo

En realidad, no sé cómo satisfacer o tener sexo con una mujer, y estoy preocupada por hacer el ridículo.

Yo también estaba extremadamente estresada por el sexo una vez que me di cuenta de que mi colega de trabajo podía estar interesada en mí. Sabía que tal vez podría encontrar las respuestas que necesitaba en línea, pero aún no estaba lista para buscarles en Google. Decidí esperar e improvisar, ¡lo cual salió perfectamente bien! No necesitas memorizar toda una lista de movimientos antes de tu primera interacción sexual.

Tu falta de experiencia, de hecho, puede hacer que el sexo sea mejor. "Ser nuevo en el sexo puede ser refrescante y estimulante", dijo Moon. “Procura abordar el sexo con la mentalidad de un principiante, incluso si conoces bien el terreno. Escucha atentamente las palabras y los sonidos de tu pareja. Presta atención a su cuerpo. Haz preguntas e intenta realmente escuchar la respuesta. Está 100 por ciento bien pedir consejos u orientación. En serio, ¿no es refrescante cuando estás en la cama con una nueva persona y te pide cierta retroalimentación?

Algunas preguntas a tener en cuenta:

  • “¿Qué te gustaría hacer?”.
  • “¿Qué te gusta?”.
  • “¿Esto está bien para ti?”.
  • “¿Esto se siente bien?”.
  • “¿Te gusta [algo en específico]?”.
  • Preguntas con dos opciones, como: “¿Más fuerte o no?” o, “¿Más rápido o más lento?”.
  • “¿Qué es lo que te excita?”.
  • Para después de terminar: “¿Cómo se sintió [algo en específico]?”.

Piensa en lo que te gusta a ti. "Estar familiarizada con tu propio cuerpo y tus propias fantasías, y sentirte cómoda expresándolo es mucho más importante que conocer cualquier técnica particular de... masturbación con los dedos, o lo que sea", dijo King-Miller. "Mi mejor consejo para las personas que están preocupadas por su experiencia sexual es que deberían masturbarse".

Lo que desearía haber recordado antes, cuando estaba muy estresada, es que los cuerpos son solo... cuerpos. Es fácil convencerse de que hay un gran secreto cuando se trata de comprender las diversas partes del cuerpo de las mujeres, que a menudo se consideran misteriosas, complicadas y difíciles de explorar, ¡pero probar cosas sexualmente nuevas es solo probar cosas sexualmente nuevas! Ya antes has probado cosas nuevas sexualmente hablando, ¿no? Si es así, es probable que sepas que a veces es algo intuitivo, y que a veces es incómodo, pero que mientras todos los involucrados sean adultos que han otorgado su consentimiento y estén dispuestos a comunicar lo que quieren o desean intentar, los momentos incómodos probablemente no serán gran cosa, o durarán poco.

En última instancia, no te preocupes tanto por ser "mala" en algo por un tiempo que termines por perderte de experiencias de vida emocionantes, divertidas y enriquecedoras.

Creo que estoy ansiosa porque descubrí cómo hacer que los hombres eyaculen hace años, pero no tengo idea de qué hacer con las mujeres.

Esta es, creo, una actitud bastante común entre las mujeres heterosexuales, y no es la mejor. No se puede dominar el sexo heterosexual, en términos generales, y si crees que lo has logrado —en lugar de ver a cada hombre con el que te has acostado como un individuo único con gustos y necesidades específicos y diferentes-, lamento decirte que probablemente no eres muy buena en el sexo con hombres.

"Gran parte de ese sentimiento de 'no quiero ser nueva en esto', en realidad significa 'no quiero tener que preguntarle a la gente qué hacer'", dijo Corinna. “Pero todos necesitan preguntarle a la gente qué hacer. Es decir, desde el punto de vista del consentimiento, obviamente, ése es el punto de partida: tenemos que preguntar. Y desde el punto de vista del placer, también es el punto de partida".

No importa con quién estés teniendo sexo, cualquiera que quiera ser "buena en la cama" debe sentirse cómoda con la comunicación durante el sexo y con preguntarle a su pareja qué le gusta y qué no le gusta.

Además, los clítoris y los penes son homólogos, es decir, se desarrollan a partir de los mismos tejidos embrionarios y tienen una estructura similar, y, de hecho, no son tan diferentes como podrías pensar. No importa qué tenga la mujer que te gusta: estarás bien.

¿Qué pasa si hipotéticamente quiero investigar un poco antes de desnudarme con una mujer?

Si estás lista y cuando estés lista para investigar, ¡hay excelentes recursos disponibles! (Una nota rápida: algunos de ellos están dirigidos específicamente a personas con vulva, pero la mayoría son aplicables a las mujeres, en general). Aquí hay algunos con los que podrías comenzar:

Me preocupa, ya sabes, que no me guste el sexo con mujeres.

¡Puede ser que no te guste! Eso es cierto con relación a cualquier cosa que tenga que ver con sexo, y cualquier persona nueva con la que tengas sexo.

También es buena idea considerar si tus temores de que tal vez no te guste el sexo con mujeres en la práctica tengan su origen en ideas ampliamente difundidas sobre que hay algo desagradable en la manera en que los genitales de las mujeres saben, huelen y se sienten, o en el hecho de que tienes una visión bastante negativa de tus propios genitales.

Moon dijo que la necesidad de descubrir tu propia sexualidad "surge como resultado de seguir el impulso interior de buscar lo que es correcto para ti".

"Generalmente, cuando esto ocurre se siente como uno de esos momentos en que dices, 'OH, SÍÍÍÍÍÍ. GENIAL'", dijo Moon. “La primera vez que tuve sexo con una mujer, me asusté muchísimo. Simplemente no estaba preparada para la manera en que se sentía y sabía una vulva. Pero a pesar de toda mi inquietud, mi cerebro gritaba '¡OH, SÍÍÍÍÍÍ. GENIAL!'. Así que seguí adelante. Cuando estás dispuesta a escuchar esa voz (que, para muchas de nosotras, puede ser la parte más difícil), puede que te sorprendan los lugares a los que puede llevarte”.

Pero está perfectamente bien si finalmente concluyes que el sexo con mujeres no es para ti. (Por cierto, si finalmente no te gusta el sexo con una mujer, no necesitas causarle una decepción con un mensaje de 500 palabras que diga algo como: "Cuando comencé este viaje para explorar mi sexualidad no estaba segura de a dónde me llevaría...". No te gusta, y eso es todo lo que importa. Solo... sé gentil).

Parte IV: Qué sigue a partir de aquí

¿Salir con mujeres es mucho mejor que salir con hombres?

Es decir... las mujeres también pueden ser muy malas como pareja, así que salir con mujeres no va a resolver todos tus problemas de citas, o será inherentemente más fácil. (Puede ser incluso más difícil, según lo que estés buscando y dónde vivas).

Salir con mujeres no es indiscutiblemente maravilloso, pero salir con alguien que te gusta y con quien quieres estar realmente es genial, así que, en ese sentido, salir con una mujer es realmente genial para mí, y también podría serlo para ti.

¿Algo más que quieras que sepa?

Solo esto: "La identidad queer es un regalo para la sociedad, el cual le permite a las personas darse cuenta de cuántas suposiciones erróneas hacemos sobre el sexo", dijo Moon. "La identidad queer nos enseña que no necesitamos estar enamorados para tener sexo o tener sexo para enamorarnos, ni necesitamos tener sexo con penetración o tocarnos mutuamente para ser sexuales o para disfrutar del contacto genital, tampoco necesitamos ser monógamos, o tener un género u orientación en absoluto, y miles de cosas más".

"La identidad queer se trata de expansión", añadió. “Se trata de borrar el límite y los requisitos de lo que 'cuenta'. Se trata de la exploración interminable del gozo, el sexo y el placer que todos somos capaces de experimentar por nosotros mismos, en el grado que queramos”.

Darte cuenta de que las personas (¡incluida tú!) son fluidas y que el mundo no siempre es lo que parece es algo hermoso; te permite ser más flexible, más curiosa, más creativa: notar el amor y la belleza donde quizás no lo habías visto antes. Lo que estoy diciendo es que soy afortunada de ser queer; espero que tú también llegues a ver tu identidad queer de esa manera, sin importar cómo la llames, o lo que elijas hacer al respecto, y mientras te diviertas con quien sea que conozcas en el camino.

Rachel Miller https://ift.tt/30Gej1X

"Creo que soy de los últimos soldados del reggae que quedan". Farruko

“Cuando saco una canción trato de asegurarme que me guste a mí y que yo me sienta complacido con el trabajo y el arte que hice, porque eso es lo que va a hacer que dure años”; me cuenta Carlos Efrén Reyes Rosado, AKA Farruko, ganador del Grammy Latino a Mejor Fusión/Interpretación Urbana en 2019 por “Calma (Remix)”; en medio de una conversación con motivo del estreno de su nuevo sencillo “La Tóxica”. Una canción ambiciosa, con un video de muchas luces, neones y momentos donde la gente la pasa bien en una discoteca. Un club. Una casa con tus amigxs. Algo que extrañamos a más no poder.

Farruko ha sido uno de los militantes fieles a las raíces y bases del reggae. Ha cultivado su personaje y obra tomando elementos prestados clásicos de este género para masificarlos en canciones pop. Una tarea noble para seguir llevando a lugares mainstream al reggae. Una voz y manera de cantar que en cualquier radio donde suene alguna de sus canciones o colaboraciones reconoces. Y Carlos Efrén puede considerarse un artista que tiene esta estética dominadísima: si quieres una canción que esté más cercana a momentos divertidos y relajados, cosas alejadas a cualquier situación pesada, probablemente debas incluirlo en alguna de tus canciones. Tracks como “La Cartera” Ft Bad Bunny, “Fantasías” Ft Rauw Alejandro, que samplea maravillosamente al clásico jamaiquino “Hold You” de Gyptian, o el mega hit “Calma (Remix)” son un grandísimo ejemplo de esto.

El pasado 23 de julio Farruko estrenó “La tóxica”; su primer sencillo de su próximo disco larga duración y tuvimos una videollamada con él para hablar de esto, su vida post el éxito enorme de “Calma” y más.

Hace poco vi un reporte que decía que el consumo de música pop o de fiesta había bajado, ¿cómo has visto el consumo de tu música en la cuarentena?

Sí, sí lo he visto. Acuérdate que ya no hay discotecas, no es el mismo flujo, hay gente que está pasando necesidades, hay gente que su humor no es el mismo. Es notable.

Pero también la música tiene la magia de transportarte a donde tú quieras y es motivadora. Yo, créeme, que tuve ese pensamiento de hacer o no hacer música en la cuarentena, sentía que la gente no está pensando en rumbear o en pasarla bien, está dentro de esta situación del Covid - 19. Ahora, al mismo tiempo uno tiene que buscar la manera de entretenimiento y de recordarle momentos buenos o dónde buscar ese espacio donde ellos puedan desintoxicarse de todo lo malo que está sucediendo.

Yo veía a varixs artistas sacando música, al comienzo de la cuarentena, pensando que quizás, estar encerrados escuchando canciones haría que nos escapáramos un poquito de todo este problema

Por ejemplo, me pasó que cuando hice “Calma” no pudimos hacer un lanzamiento en pleno verano, tuvimos que lanzarla casi en Navidad; y ese era un momento en el que todo mundo estaba trabajando, también estaba nevando y no era el momento de vacacionar realmente. Y funcionó por eso mismo: porque hacía escapar a la gente, le traía recuerdos de cosas buenas, de cosas positivas y esa fue la magia de “Calma”, y creo que esa es la magia de mi música, que no importa el momento por el que estés pasando te transporta a donde tú quieras estar.

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Hablando de “Calma”, luego de todo lo que te pasó con esa canción, un éxito global masivo, premiada en los Latin Grammy, y por consecuencia el éxito de tu disco _Gangalee_**, ¿qué es lo que planteas para tu carrera después de tener ese tipo de éxito? No todo puede ser así de gigante**

Claro, estás 100% en lo correcto. Es bien difícil tratar de superar algo que ya tuvo su espacio y que logró demasiado éxito, o sea, no vas a poder reemplazar eso. Entonces uno lo que tiene que hacer es tratar de dar lo mejor y cambiar la fórmula, venir con algo refrescante, pues quizás puede funcionar como quizás no, te puedes equivocar también. Es normal. Lo importante es hacerlo con amor, darle pasión y hacerlo con esa misma fórmula que te funcionó: no te estoy hablando de hacer la misma canción parecida o de hacer lo mismo, sino de ponerle el mismo empeño que le pusiste a esa que te funcionó. Y de eso se trata, brother, yo creo que ya el público es el que tiene la última palabra, pero siempre hay que dar lo mejor de uno.

¿Dejas que el éxito que tuvo Gangalee y “Calma” dicte hacia dónde va tu carrera?

Bueno, a la hora de crear, siento que tu primer pensamiento debe ser “no puedo bajarle de donde ya le dí, tengo que hacer algo o de la misma calidad o más”. Pero tampoco estoy en ese momento donde quisiera siempre ser el número, simplemente ya lo hago como arte. Cada pieza, cada canción mía tiene su propia historia y tiene su tiempo y tiene su destino hasta dónde va a llegar, por ese lado no me presiono.

Háblame de “La tóxica”, tu nuevo sencillo. Cuando escuché esa canción me di cuenta de que tiene este cambio a dembow en medio de la canción, que no sé si está en boga pero siento que es una tendencia bastante notable

Mira, es que el dembow siempre ha estado, lo que pasa es que el reggaetón lo puso un poquito más lindo, más melódico, pero sigue siendo dembow. Cuando tú metes algún dembow, estás trayendo la raíz sin tanto maquillaje y sin tanto cover y cuando lo pones, pues te vuelves loco porque venimos de una década casi escuchando reggaetón, como digo yo, “maquillado”. Y está bonito pero cuando vuelves y le traes la esencia dices: “Guau, esto se escucha fuerte”. Y te hace bailar porque lo estás escuchando como es, de la mata, de la esencia.

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¿Sientes que antes se tenía que maquillar o blanquear para que el mundo lo volteara a ver?

Sí, creo que sí porque el género no solo fue un género que luchó contra muchos prejuicios, fue un género que se bloqueó en muchas partes, no lo dejaban sonar porque venía de calle, porque la letra era explícita, era muy pesado el ritmo. Entonces, estábamos luchando contra el pop y otros géneros; la balada, la salsa que eran los géneros que estaban. Cuando empezamos a fusionar y se dieron cuenta de que nuestro género lo podíamos fusionar con cualquier otro, que era un género que se mezcla con cualquiera, que cabe en cualquier ritmo, pues fue empezando a ser aceptado, a ser digerido. Cuando vieron colaboraciones con salseros, con gente de pop, el género creció al punto que hoy es el nuevo pop. El reggaetón es el género popular ahora mismo que está matando en todos lados, y que la gente quiere. Yo creo que tuvo su cometido al punto que ya eso es lo que la gente quiere consumir.

También creo que las colaboraciones enormes con artistas anglosajones o de cualquier parte del mundo son una situación importante que antes no pasaba con tanta regularidad al menos

100%, al punto de que los gringos, el mercado anglo, quiere trabajar con los latinos. Antes ni nos miraban, antes pedías una colaboración con un artista americano anglo y eras totalmente ignorado o quizás te daban precio para que no lo hicieras, era estúpido. Y ahora son ellos los que llaman, “Necesitamos un latino en tal canción”.

Luego de lanzar una canción como “La tóxica”, una que se siente ambiciosa, ¿qué es lo que esperas de ella?

Cuando saco una canción trato de asegurarme que me guste a mí y que yo me sienta complacido con el trabajo y el arte que yo hice, porque eso es lo que va a hacer que dure años. Quizá en el momento alguna canción no fue la más popular pero quizás el día que yo no esté físicamente en este mundo, la gente la escuche y diga, “coño, qué duro era ese tipo, qué buena canción”. En eso se basa mi arte y mi música. Y lastimosamente en los tiempos que estamos viviendo, la gente mide el éxito con números, no por calidad. Mi música yo la mido por calidad.

Por ejemplo, ahora puede salir una canción que quizás es una mierda, pero la promocionaron bien, tuvo un buen lanzamiento, la promovieron y la persona que está cantando la canción está trending en las redes sociales y hace que coja muchos números, ¿me entiendes? Pero no por eso puedes menospreciar lo que es una buena canción. Y quizás porque no tuvo la misma exposición que la canción de la persona que está trending, quiere decir que es una mierda de canción.

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Eres un artista que claramente toma cosas del reggae: desde adlibs, forma de cantar, estéticas, y vas y fusionas todo esto. ¿Tú te consideras un artista más cercano al reggae o que está tomando cosas prestadas del reggae para llevarlo a un lugar mainstream?

Creo que soy de los últimos soldados del reggae que quedan. Y pude evolucionar y colarme, de cierta manera, puedo navegar en todo los géneros montado bajo mi estructura de reggae. Yo te canto un trap pero te rapeo. Te canto una canción de pop pero te rapeo como si fuera reggae. Y en mis canciones de reggaetón siempre le meto un ad-lib de reggae, o una melodía o una percusión de reggae.

Entonces, podemos concluir que quieres seguir llevando la bandera del reggae, te quieres quedar con eso.

No es que me quiera quedar sino que está en mí. Está en mi DNA y me siento cómodo con eso y dondequiera que pongo el sello, se nota que soy yo, ya es parte de mi esencia.

Puedes seguir a Diego en Instagram.

Diego Urdaneta https://ift.tt/39MrbYt

Cocinamos brochetas de pollo a la parrilla con el chef Jorge García

El origen de la palabra brocheta proviene del francés. Una brochette es la barra metálica, o en nuestro caso un palito de madera lo suficientemente largo, que se utiliza para atravesar un animal y asarlo al fuego.

El Chef Jorge García nos enseña en esta receta, cómo preparar unas Brochetas de fajitas de pollo a la parrilla, acompañadas de nopales y una ensalada de elote.

Ingredientes:

  • Muslos de pollo
  • Jugo Maggi ®
  • Tomate
  • Jalapeño
  • Cebollín
  • Elote
  • Chile morrón
  • Limón
  • Nopal
  • Pimienta
  • Sal
  • Cilantro
  • Salsa Tipo Inglesa Crosse & Blackwell ®
  • Chiles
  • Aceite de oliva
  • Refresco de cola
  • Salsa de Soya Maggi ®

Instrucciones:

Marinado

  • Marina el pollo con Salsa de Soya Maggi ®, pimienta, sal, aceite de olivo, un puño de chiles, refresco de cola y Jugo Maggi ®
  • Coloca este marinado en una bolsa de plástico
  • Paso siguiente: deposita esta bolsa en un bowl con hielos o mételo en tu refrigedor

Nopales

  • Cortamos los nopales en cuadritos
  • Le agregamos sal fina

Ensalada de elote

  • Desgrana el elote
  • Corta la cebolla, chile morrón, jalapeño y tomate en cuadritos
  • En un bowl mezcla: elote, chile morrón, jalapeño, tomate
  • Agrega cilantro picado
  • Añade unas gotas de limón, aceite de olivo y sal
  • Agregas los nopales que previamente ya estaban encurtidos
  • Revuelves todos los ingredientes

Brochetas

  • Corta el pollo en tiras y colócalas en los palos de madera
  • Coloca las brochetas sobre la parrilla
  • Agrega Jugo Maggi ® sobre las brochetas

Emplatado

  • Haz una línea de ensalada de elote sobre el plato
  • Acomoda las brochetas de fajitas de pollo arriba de la ensalada de elote
  • Adorna con hojas de cilantro y láminas de cebolla
  • Agrega unas gotas de limón y Salsa de Soya Maggi ®
Staff de VICE https://ift.tt/eA8V8J

jueves, 30 de julio de 2020

¿Te han mentido para conquistarte? Tal vez has sido objeto del “wokefishing”

Artículo publicado originalmente por VICE Reino Unido.

Cuando tenía unos 17 años, decidí volverme vegana (estaba probando muchas cosas en ese momento, incluso perforarme la nariz, lo que consideré un serio acto de rebelión). De cualquier modo, le mencioné mi nuevo veganismo al chico con el que salía en ese momento, y para mi sorpresa, pareció molestarle bastante. Respondió con un discurso ininterrumpido sobre la importancia de apoyar a los agricultores del país. Todavía puedo recordar uno de sus consternados y condescendientes textos: "Ay, Dios, ¿no te irás a convertir en una de esas feministas veganas, o sí?".

Me sentí confundida. Nunca me había dado la impresión de que fuera alguien que odiara a las "feministas veganas", entonces, ¿de dónde había salido eso?

Poco después de eso, terminé mi relación con él, lo que provocó que me enviara una lluvia de textos empleando una gran cantidad de palabras despectivas. Esto confirmó lo que ya había empezado a sospechar: por mucho que me hubiera engañado presentándose como una persona "consciente" en apariencia, en realidad, nunca estaríamos de acuerdo en nada. Me había aplicado la técnica del wokefishing.

En pocas palabras, el “wokefishing” es cuando la gente finge tener opiniones políticas progresistas para ligar a potenciales parejas. Las personas que usan esta técnica, al principio, pueden presentarse como feministas interseccionales, sexualmente positivas, antirracistas y militantes de las causas sociales en generala, pueden decir que beben leche de avena de origen ético y han leído toda la obra de la escritora afroamericana, lesbiana y activista Audre Lorde dos veces. Pero en realidad, todo eso les importan una mierda. O, como suele ser el caso, activamente son justo lo opuesto en sus vidas personales. Es una especie de catfishing, pero se enfoca específicamente en posturas políticas.

Muchos de nosotros hemos sido engañados de esta manera. Quizás más ahora que nunca. Crisis como el trágico asesinato de George Floyd y la pandemia del coronavirus han llevado a que las injusticias sociales estén hoy más que nunca en la mira de todos, y como resultado, ha habido un énfasis mucho mayor en las acciones individuales con relación al desmantelamiento urgente de los sistemas opresivos. Por lo anterior, no resulta una sorpresa que los solteros ahora elijan conscientemente a parejas que estén en la misma sintonía que ellos, al igual que no resulta una sorpresa que otros se estén adaptando para sacar ventaja de las nuevas circunstancias.

Tom *, de 23 años, es de Bristol y tiene mucho que decir acerca de ser engañado con la técnica del wokefishing. “Recuerdo que en mi primera cita con este chico, hablamos sobre racismo en el Reino Unido. En las siguientes semanas hablamos mucho sobre la diversificación de la enseñanza y los problemas relacionados con la monarquía. ¡Todo era genial! Pero luego, dejamos atrás la fase de la luna de miel y, ¡ay, Dios!, el tipo resultó ser otra cosa por completo”.

El chico que Tom estaba viendo definitivamente no estaba poniendo en práctica sus palabras. “Por mucho que hablara de ser progresista, le causaban gracia los insultos raciales. Era como si usará la imagen de "guerrero por la justicia social" como un rasgo de personalidad, pero sus actos reflejaran todo lo contrario".

Las relaciones que se terminan debido a discrepancias en las creencias no son raras. Por ejemplo, según algunos estudios en el Reino Unido, en 2016 más de 1.6 millones de relaciones se terminaron debido a diferencias de opinión sobre el Brexit. Un estudio más reciente, de 2018, descubrió que las personas tienen menos probabilidades de tener interés romántico en aquellos con creencias políticas opuestas a las suyas. Está claro que las creencias políticas son un factor extremadamente válido a tener en cuenta al considerar a una pareja potencial: y si pagas por una versión premium de Bumble o Bisagra, puedes incluso incluir filtros sobre ciertos puntos de vista políticos para los perfiles que buscas. Pero, ¿qué pasa si te das cuenta de que te han mentido semanas, o incluso meses, después del hecho?

El wokefishing puede ser particularmente perturbador y perjudicial cuando las personas que son objeto de este tipo de engaño pertenecen a grupos marginados. Hannah, de 19 años, estuvo en una relación con su ex novio durante seis meses. Al igual que Tom, ella pensó que ella y su pareja, para empezar, compartían puntos de vista en común. "Cuando comenzamos a hablar, él me dijo lo horrible que le parecía el sesgo de 'hombre blanco' que había tenido su educación, y cuánto deseaba que hubiera más diversidad en su entorno".

Pero las cosas rápidamente se fueron en picada y de la manera más extrema posible. "Me presentó a sus amigos como 'su novia árabe sucia' y lo hizo pasar como una broma", recuerda Hannah. “Luego, un día, me pidió que me sentara, comenzó a llorar y me dijo que solía ser parte de grupos nazis. Dijo que antes de conocerme jamás hubiera deseado casarse con una persona que no fuera blanca, porque siempre había pensado, y lo cito, "que los niños de raza mixta eran impuros". Hannah rompió con él poco después.

Zara, de 23 años, también fue engañada de manera similar. Después de estar en una relación con su ex durante un año, se dio cuenta de que algunos de sus puntos de vista parecían ser realmente opuestos, en una forma muy distinta a cuando inició su relación. “[Al principio], él parecía muy filosófico, artístico y letrado. Le apasionaba el medio ambiente y se oponía firmemente a personas como el psicólogo conservador Jordan Peterson”, recuerda Zara.

“Sin embargo, él quería debatir todos los argumento y jugar al abogado del diablo siempre. No aceptaba que algunas cosas son fundamentales para la identidad de las personas y no deben ser cuestionadas ”, explica Zara, señalando los momentos en que sus verdaderas opiniones empezaron a salir a flote. “Una vez trató de discutir con mi mejor amigo queer alegando que las personas heterosexuales están tan oprimidas como las personas gay. Su necesidad incesante de debatir terminó por resultarme agotadora y molesta, y nunca reconoció su propio privilegio”.

Zara finalmente terminó su relación con e´l después de darse cuenta de que "en realidad no tenían suficientes cosas en común".

Layla, una calificada educadora sexual y experta en relaciones que administra la cuenta de Instagram Lalalaletmeexplain, cree que las relaciones entre personas verdaderamente afines tienen muchas más probabilidades de tener éxito a largo plazo. En esencia: no tiene sentido tratar de comprometerse con alguien que finge lo que no es. "Para las personas que entendemos que las creencias políticas afectan los derechos humanos, es poco probable que logremos mantener una relación saludable con alguien cuyos valores no se alinean con los nuestros", explica. “Muchos movimientos políticos recientes se basan en valores morales. Estas son cosas en las que no puedes 'aceptar estar en desacuerdo', porque tienen un impacto directo en el bienestar de otros seres humanos”.

Layla dice que un engaño como este puede ser muy dañino para quienes son objeto de él. "Darte cuenta de que has sido engañado por una pareja romántica puede tener efectos devastadores y duraderos", dice ella. "La persona que fue engañada puede ser llevada a cuestionar toda su realidad y sentirse insegura sobre su capacidad para juzgar a las personas correctamente".

Cualquier relación es esencialmente un proceso continuo de aprender más y más sobre tu pareja, hasta que lo sepas todo: desde con cuánta leche le gusta el té, hasta el sabor específico de su saliva y su profundo miedo a los gatos. Es normal amplificar o atenuar ciertas facetas de tu personalidad en las primeras etapas de una relación (¿por qué hablarle alguien en una primera cita sobre tu amor secreto y obsesivo por Simply Red?). Sin embargo, fingir creer en ciertos valores cuando realmente no es así, es un comportamiento completamente aberrante.

Por otra parte, si eres de esas personas que fingen creer en cosas que no creen, realmente vale la pena que te preguntes: ¿por qué sigo manteniendo puntos de vista que me da vergüenza expresar públicamente?

*Los nombres han sido cambiados

@serenathesmith

Serena Smith https://ift.tt/eA8V8J

miércoles, 29 de julio de 2020

La camiseta se transpira dentro y fuera de la cancha

En 1987 mi viejo le pidió a mi abuela que tejiera un conjunto azul y oro para cuando naciera su primer hijo. Ese año nací yo, pequeñísima y con bajo peso. El body de hilo holgado en todos mis extremos fue una de las primeras prendas (o camisetas) con las que me sacaron una foto: mi viejo me sostiene con un brazo mientras le sonríe a la cámara. Años más tarde tendría dos hermanos varones hinchas de Boca; ninguno contaría con una prueba que acredite la adhesión al club desde su nacimiento.

En el 2000 llegó a casa una revista que tenía la foto del plantel que ganó la Intercontinental contra el Real Madrid. Descaradamente arranqué ese pequeño poster de dos hojas A4 y las pegué en una de las paredes de mi habitación. Hasta ese momento todavía no había visto un partido entero por televisión. Mi parentesco con Boca continuaba siendo poco racional, pero no por eso menos comprometido.

En esa época los partidos no se transmitían gratuitamente por televisión, y como los resúmenes los pasaban después de la media noche yo solo los escuchaba en la radio. El hacerme hincha tuvo que ver más con una formación sentimental: amagaba con adivinar algunas reglas del juego, no sabía todos los nombres de los integrantes del equipo y hasta puedo confesar que solo usaba la camiseta mientras transcurrían los noventa minutos de nervios e incertidumbre. Mis hermanos decían que la camiseta se transpira dentro y fuera de la cancha, y es por eso que valoro mi afición.

Bomboneras. Foto por Pancho Monti.

El folclore en casa era escuchar los partidos de fondo mientras mi vieja merodeaba por los pasillos cantando La gallina turuleca a modo de chiste. Ella es de Huracán y como no tenía demasiados festejos futbolísticos encima se vengaba con risas silenciosas cuando Boca perdía contra River. Ese pequeño gesto innecesario de su parte podía generar horas de discusión. Sentíamos que nuestra vida era eso, sabiendo aún que luego de eso en realidad nada se modificaría en nuestro entorno. Por lo menos hasta mudarnos a Buenos Aires; ahí fue cuando el rumbo de la locura, el padecimiento y la enfermedad se potenciaron.

Mi primera visita a La Bombonera fue a los diecisiete años con mi padrino. Y diecisiete años después nació su primer hijo. Ese día fui al hospital y le regalé su primera camiseta de Boca. Ese año escuché a Alejandro Dolina decir que la verdadera patria es el club de fútbol que nos pertenece. La primera foto que le sacaron a mi primo fue con la azul y oro al lado de la cuna.

Hoy hablo como la xeneize que tiene la nostalgia de volver a vivir la adrenalina de un partido en vivo. Y en medio de la melancolía me topé con Pancho Monti, un fotógrafo que tiene un proyecto llamado Bomboneras, en el que retrata la mística de una camiseta de su infancia con hinchas mujeres del club de distintas edades y estilos.

Luego de la publicación del libro en 2019, Pancho decidió continuar sacando fotos de mujeres que llevan su propia camiseta encima, y las publica en Instagram. Recientemente conversamos y me retrató a mí con persianas azules de fondo y unas ganas inaguantables de ver a Boca jugar.

Bomboneras. Foto por Pancho Monti.

VICE: Contame cómo empezó tu fanatismo por Boca.

Pancho Monti: En la mayoría de los casos el amor por un equipo de fútbol viene por herencia. Casi siempre viene por parte del padre o del abuelo, pero eso va a cambiar; en unos años cualquiera, niño o niña, va a decir “soy de Boca por mi vieja”, y me encanta.

En mi caso, mi viejo era fanático aunque de chico no fui tanto a la cancha porque les parecía peligroso. Él estuvo  en el episodio de Puerta 12, en el estadio de River, donde murió mucha gente. Fue por eso que comencé a ir más de grande.

¿Cómo era tu relación con el equipo?

Yo de chiquito era un enfermo, tenía muchas camisetas. Cuando me operaron del apéndice el médico me regaló figuritas de Boca para convencerme de que me tenía que quedar en el hospital. Claramente yo no me iba a ir a ningún lado, pero él encontró la manera de que esté quieto y fue nombrando a Boca.

¿Cómo surgió el proyecto _Bomboneras_**?**

Uní dos pasiones: la fotografía y mi amor por Boca. La primera foto fue en el 2014. Yo tenía una camiseta de cuando tenía ocho o nueve años, una de Parmalat Adidas, retro, muy gastada, ya con los colores desaturados. Me gustaba mucho la verdad, y quería que vuelva a cobrar vida, pero no sabía cómo. En esa época me había entusiasmado por la fotografía, así que decidí que la camiseta sería un símbolo que tenía que renacer. Por otra parte, había un lado de pasión femenina que en esa época no se reflejaba, así que empecé a dársela a todas las mujeres que conocía como hinchas, de distintas edades, estilos, buscaba la diversidad dentro del género y ver cómo a cada una le queda totalmente distinta, más grande, más chica, más suelta o más ajustada. De todas maneras lo importante era el amor que esa persona tenía por la camiseta; pasaba algo maravilloso, todas se sentían muy cómodas con el proyecto, aparte después me recomendaban más hinchas para retratar.

Bomboneras. Foto por Pancho Monti.

¿En qué momento pasaste de las fotos al libro?

Nunca pasó de un lado a otro, yo sabía desde el día uno que haría un libro con esos retratos. Las redes sociales me gustan, pero lo veía efímero: ¿cuánto podía durar una buena foto online? Un minuto, un segundo, y yo quería que perdure en el tiempo. Estuve cuatro años haciendo el proyecto en las tinieblas, sin publicar nada, ni siquiera en redes. De hecho, cuando hacía las fotos, pedía que el proyecto no se divulgue hasta que no fuese publicado en su totalidad; me desvelaba el hecho de pensar que podía haber un fanático de River haciendo lo mismo y lo saque antes que yo.

¿Cuánto tiempo tardaste entre que lo empezaste y se publicó?

Fueron cinco años en total. Siempre descubría más: la abuela de alguien, la tía, la hermana... Tuve que ponerme un plazo; aunque después continuara con las fotos, el libro tenía que tener un límite: llegó a casi 130 fotos.

¿Cuál es la diferencia entre las fotos que sacaste para el libro y las que sacas ahora?

La camiseta. Esa camiseta de Parmalat se quedó con el libro: lo publiqué, la enmarqué y se volvió a dormir. Ahora ya saco otro tipo de fotos para darle diversidad. Me gusta ir a la cancha y hacer fotos con las que tienen las hinchas en ese momento. También me gustaría hacer algo audiovisual; a veces siento que me quedo corto con las Bomboneras sin dar a conocer un poco más de su historia.

¿Cómo reaccionó la gente de Boca cuando salió el libro?

Cuando lo publiqué no conocía a nadie del mundo Boca como tal y la verdad es que tenía miedo de que me hagan quilombo; en ese momento el sponsor era Nike y el libro fue hecho con una camiseta de Adidas, no sé… pensé que podría causar algún problema, pero a los tres meses me escribieron desde del club diciéndome que se habían enterado del proyecto y me invitaron a hacer una muestra en La Bombonera.

Ese día me pidieron que fotografiara a todas las empleadas del club y a las jugadoras del equipo femenino. Yo estaba realmente feliz, se armó un gran evento donde llegaron tres mil socias para el Día de la Mujer. Más adelante me invitaron a participar en el stand de Boca en la feria del libro y después me llamó Nike para la campaña de fotos de la camiseta. Fue una locura.

Conoce más del proyecto de Pancho aquí. A Paloma la encuentras en Instagram por acá.

Paloma Navarro Nicoletti https://ift.tt/2CTwf1w