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viernes, 3 de julio de 2020

"La gente se está dando cuenta de que los números no son sinónimo de calidad musical o artística", Residente

El aporte que ha tenido René Pérez Joglar en el rap en español y el reggaetón, entregándole su obra a millones de oídos en Latinoamérica y fuera de ella es algo que merece un análisis y discusión que rebasa los 42:05 segundos de esta entrevista vía el malquerido y explotado Zoom. Señales de los tiempos.

Residente tiene huella y mano en la razón por la que el rap pudo adentrarse y contar con aceptación en el pueblo latinoamericano, más allá de si estuviese detrás de algún discurso social o no. El discurso mismo de sus letras logró que todos tuviésemos que voltear a escucharlo. La forma en la que torció el idioma y logró barras que tenían, por donde se les mirase, calidad métrica, poética y técnica, le dio un espacio en la escena que además venía con un elemento agregado: éxito comercial. René es un plano y mapa para entender cómo un producto puede lograr esa extraña valoración artística y masiva a la vez. Algo que muy pocas veces es logrado y genera muchísima discusión y debate.

Y claro, también tuvo impacto directo en la historia del reggaetón. Todxs conocemos "Atrévete". Hit global antes de que la música en español estuviese de moda en el planeta entero. Su antiguo proyecto, Calle 13, tomaba cosas prestadas de cualquier género o ruido que tuviesen a mano, si se quiere con una actitud cercana al punk o a cualquier escena antisistema, antinormas y antitodo.

Hoy Residente es un artista establecido, que se observa, desde lejos; mucho más consciente de su legado o discurso que de cuántos views o plays van a tener sus canciones. Con motivo del estreno de su nuevo sencillo y video, "Hoy", charlamos con el nacido en San Juan, Puerto Rico sobre su obra, los números, las etiquetas en los géneros, el reggaetón, el pop, y cualquier cosa que esta nueva realidad virtual nos permitiese.

VICE: René, tienes un legado importante y clave, ¿cómo mides tu obra? ¿Con más streams, más gente que te escucha, legado cultural? ¿Cómo mides el impacto que has tenido durante tu carrera?
Residente: No es algo en lo que yo me la pase pensando. Yo solo hago la música y le llega a la gente y me doy cuenta de cómo he conectado con con el público, pues mirando los conciertos o cuando estás en Europa y te entregan una tesis doctoral de tu trabajo y dices: “¡Guau, mi trabajo trascendió!”. Pero sí, hoy en día, los números obviamente tienen una importancia, pero no es prioritario para mí, nunca lo ha sido. La importancia que tienen quizás está en tratar de entender en qué país te escuchan más.

Yo pienso que es algo bien pasajero, esta cuestión del amor que siente, no solo la industria de la música, sino todas las industrias, en torno a los números. Se van a dar cuenta y van a decir: “Pero qué pendejos fuimos hace 10 o 15 años cuando pensábamos que todo lo que tenía números era lo que valía”, porque se les está dando un valor exagerado. Pasa con el cine, que no son los mejores actores, pero como tienen unos números brutales, los meten en una serie y tú dices: “¿Por qué usaron a esa persona para esta serie?”, pues por los números. Creo que es algo pasajero y cada vez más la gente se está dando cuenta de que los números no son sinónimo de creatividad, ni de la calidad musical o la calidad en el arte que hagas. Los números son sinónimo de que hay un equipo detrás haciendo lo que sea para conseguir esos números. A veces sí, orgánicamente llegan los números. Eso pasó en el tema de "René", que orgánicamente hizo números, pero se notó que fue algo súper natural.

Los servicios de streaming, en teoría, crearon una democratización de oportunidades, o sea: ahora todo el mundo tiene posibilidades de sacar música en la misma plataforma que artistas como tú. ¿Crees que la música o la situación de la industria musical ha mejorado gracias a esto?
Yo pienso que esto de los números no es algo nuevo, obviamente existen desde el comienzo de todo y antes en la música existían ya. Entonces pienso que no solo ahora sino antes también, cuando tú estás pensando en hacer números únicamente, pues claro, te va a afectar lo que hagas porque no sale con esa misma energía de tratar de decir algo creativo, distinto, nuevo, esto sale con más miedo que otra cosa. Miedo de no llegar al top 20, miedo de que no te van a sonar, miedo de que tiene que estar bien y que esos miedos existan en el arte… Está bueno tú proyectar tus miedos dentro del arte, pero en el arte no debería existir miedo, debería ser totalmente libre. Creo que estar pensando en eso te priva un poco de todo.

Para ser buen artista, tú no dependes de nadie. O sea, el que se haga buena música o no, no es culpa de una disquera. La disquera proyecta lo que quiera proyectar, pero tú eres el artista, al final tú dictas lo que quieres hacer. Es algo que depende de cada artista y de cómo asuma su carrera y lo que quiere decir y lo que quiera hacer con el arte. Eso de la democratización es un arma de doble filo: por un lado sí, los chamaquitos tienen acceso a poner su música, a exponerla, y por otro lado, sabemos que hay toda una industria detrás de cada tema y a veces, como ya todo el mundo lo puede hacer, es difícil sobresalir entre todo lo que está pasando. Y hay, como te digo, una máquina detrás que mueve las cosas. Es difícil. Por un lado, está bien que te pueden escuchar, por otro lado, pues con esta cuestión de los números controlan un montón de cosas, controlan unos algoritmos que no hacen sentido. Yo puedo tener un montón de seguidores que escuchan mi música, pero si esta persona tiene más listeners, de mis diez pesos –la gente que pagó por escuchar mi música– le van a dar nueve al que tiene más llisteners y a mí me dan un peso, por ejemplo. Eso es súper injusto para la gente que está haciendo música, porque la gente pagó para escuchar mi música, pagó para escucharme a mí no para escuchar al otro. Entonces hay unas cosas ahí que son medio raras dentro de lo que está pasando.

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Hace tiempo dijiste que no te gustaba o no te interesaba tanto que te pusieran dentro de la etiqueta de "artista social". Que por eso te interesaba hacer canciones como "Sexo", "Atrévete" o tu nuevo sencillo "Hoy".
No, no me gustan las etiquetas en general porque la idea de Calle 13, en principio, y ahora con Residente es que sea difícil ponerle una etiqueta. Yo sé que la gente necesita ponerle un sello a las cosas, pero pues la propuesta ha sido bien elástica y no es únicamente algo social lo que estoy haciendo y no es algo en específico, son muchas cosas a la vez. Es lo mismo que me pasaba con el reggaetón o con cualquier tipo de música. No es que yo haga cumbias nada más, no hago reggaetón o hip hop nada más. Cualquier etiqueta es básica, yo no creo que definan lo que hago, cuando dicen: “No, este es un rapero”, yo digo "sí soy rapero, eso está claro". Pero eso no define bien para un gringo que no entiende lo que yo hago, que no ha escuchado nada de mi música y si dicen, “él es un rapero”, pues ya me trata de encasillar dentro de algo que no me define tampoco. Entonces para mí no es que sea difícil definirme, pero hay que buscar una palabra que incluya todo, pero lo social no define todo lo que hago, define parte de lo que es.

Eso de encasillar artistas, géneros era algo clásico en la industria. Yo también opino que esto de definirte por géneros ya pasó, porque al final si haces 20 canciones y son 20 géneros distintos pues al final vienen de ti mismo, ¿no?
Yo creo que el nombre de uno termina siendo el propio género, quizás. Por lo menos con Calle 13 se implementó y con Residente sigue pasando; tú los oyes y pues ya se establece una marca y representa muchas cosas, pones el nombre de Residente y alrededor salen las cosas que representa y no es una sola cosa, o sea que sería injusto con lo que yo hago decir que es social; es todas esas cosas.

Una vez vi tu show en vivo y tuve esta conclusión: es difícil definir qué tipo de show había visto, pero sabía que era uno que huía del encasillamiento y podía pasar cualquier cosa, género, instrumento en él.
Eso está bueno. Pienso que es algo que se gana el artista. No es tampoco como que cualquier artista viene y dice: “Ay, no me encasillen”, y la verdad es que él está totalmente encasillado haciendo una misma cosa. Es algo que los artistas se ganan con el tiempo y demostrando la versatilidad dentro de la música o su arte. Todo mundo tiene identidad propia, pero pues mucha gente hace un tipo de música y eso no está mal, hacer salsa o hacer rock alternativo no está mal. En mi caso, me pasa que hago diferentes cosas todo el tiempo y la carrera se ha basado en eso, en no hacer un género musical específico, sino mezclar diferentes géneros musicales y eso se merece que no me encasillen en un género; hay que buscarle un nombre para eso, el cual no tengo.

¿Por qué crees que a canciones bailables como "Hoy", tu nuevo sencillo, la gente tienda a restarle el valor artístico que pueda tener? Porque históricamente eso pasa nada más con las canciones bailables. Si llegan a ser canciones contemplativas o más lentas, estilan a darles otro tipo de tratamiento o análisis.
Todo el mundo entiende la música de diferente forma. Hay un grupo de gente que aunque siente que entiende la música de una manera, no entiende las letras del todo. Cuando salió Tego Calderón con su primer disco, yo entendía la habilidad de él a la hora de escribir, y había gente que como no soportaba el reggaetón, no podía escucharlo al principio, y yo decía: “¿Pero que no te das cuenta de que el tipo está escribiendo algo que está bueno, que está mucho mejor que el rock alternativo que estás escuchando, está mucho mejor que tal canción que te gusta porque es “cool”? Esto está bueno, está bien escrito”. Pero hay gente que no entiende, a veces a mí me comparan con otros artistas y dicen: “Ah, tú eres como este”, y yo siento que no entienden las letras de la misma manera que yo. Y me comparan, a veces, con artistas que son totalmente distintos y que no escriben de la misma forma y que son otra cosa.

Entonces, es normal que cuando escuchan un tema bailable lo generalicen y metan en un pote, que crean que es la misma cosa y es como: “No, escucha bien la letra”. Tú puedes hacer un tema para bailar que esté nítido y que esté bien escrito y que tenga punchline, pasó con "Bellacoso". Ese tema que hice con Benito tiene punchline desde que empieza, y Benito también le metió sus punchlines y sacamos 30/36 barras cada uno, es un montón y es entretenido. Y pasa con el tema también tiene los punchlines, es creativo, a mí me gusta mucho la pista, ¿entiendes?. A mí siempre me han gustado los temas para bailar también, me gusta el reggaetón, lo que pasa es que me gusta cuando tienes buena letra, cuando es creativo, cuando tiene videos creativos, lamentablemente no es todo el tiempo, es más limitado lo que me gusta; hay cosas que me gustan con menos letra, pero por otras razones.

Hay veces que yo también siento que si voy a escuchar una canción para bailar, la verdad ni le voy a hacer caso a la letra porque yo solo quiero bailar y ya. O sea, si quiero escuchar una canción para analizar más la letra o me va a llevar a otro lugar emocional pues la busco. Pero de a ratos lo que quiero es “bailar para soltar los males”, como dicen.
A mí me parece que si tú haces las dos, si haces algo que se pueda bailar, que se pueda escuchar y cantar… A mí me encantaba cuando yo ponía el tema de Tego, "Cosa buena", que fue emblemático, está cabrón porque la letra estaba buena y también se podía bailar entonces cuando la ponían la gente cantaba, pero con una motivación extra. Cuando tú puedes bailar el tema y cantarlo es porque está cabrón la letra. Lo que pasa es que hay gente que no identifica, te lo juro, no identifica entre una letra que está bien escrita y otra que no está bien escrita y cuando te comparan lo hacen como un halago, dicen: “Te pareces a esto” y yo en mi mente: “No se parece ni tres carajos, en nada se parece, es otra cosa, hay una diferencia del cielo a la tierra”, entonces no identifican y la gente la repite y la canta.

Pero lo que tú dices es cierto, hay veces que uno quiere bailar y ya. Lo que pasa es que yo cuando, por ejemplo, voy un lugar y ponen música para bailar tengo que estar bien borracho si es una letra que no me gusta nada, ¿entiendes? Pero para motivarme a mí yo siempre pongo canciones que tengan letra y que se puedan bailar y me gusta más; o pongo dancehall que no entiendo lo que dicen y pues me imagino que están diciendo algo cool, pero pues no, no te sale igual.

¿En qué estado crees que está hoy la música popular?
Por un lado han pasado cosas interesantes con la música popular latinoamericana, ha abierto unas puertas que no estaban abiertas y ha sido como escalonada, esas puestas se han ido abriendo. Lo único malo de eso es que la visión quizás o la versión de lo que es el mundo latino para el mundo anglosajón está distorsionada. Quizás en porcentaje o es el cliché de lo que nos define a nosotros que son las palmas con coco, la piña colada…

El famoso prejuicio del latin lover.
Sí, todas esas cosas que no nos definen, en realidad nos definen un montón de otras cosas. Entonces sí ha servido para abrir unas puertas, pero va a ser difícil hacerle entender al público anglo que tenemos cosas espectaculares, no estoy diciendo que eso no sea, pero tenemos otras cosas muy buenas a las que deberían prestarle atención. Pasó conmigo, cuando yo saqué "Atrévete", la gente pensaba que yo era solamente reggaetón y salir de esa imagen, del juego de un tema como ese, la gente lo que quería era más y más "Atrévete" y yo tuve que ser bastante duro y ser bastante violento en cada una de las cosas que iba sacando para dejar claro que eso no es lo único que nos define a nosotros ni a mí como artista. Entonces eso va a pasar con la música latina, van a necesitar artistas que saquen duro otras cosas y que lleguen afuera, por eso yo hice el documental de Residente para que no lo hiciera antes un europeo, sino lo hiciera yo; hacer una prueba de ADN e ir por el mundo haciendo y que eso estuviese documentado.

Fuiste una pieza importante para que el rap en español se empezara a consumir internamente y globalmente, también con el reggaetón, ¿cómo ves que tantos artistas hoy quieran subirse a esta ola? Artistas que no siempre han hecho este género sino que se montan para tratar de seguir siendo relevantes. ¿Tú crees que esto pueda ser dañino para el mismo género en sí? Eso está pasando desde hace años y va a seguir pasando. Ya el género tiene una posición en el mundo popular sólida y está ahí, va a ser como todos los demás géneros que de momento viene otro género musical y baja un poco el reggaetón pero es un género tan sólido como lo han sido los demás en el pasado. Entonces va a pasar, eso pasó con el rock, empezaron a hacer más pop rock y más cosas así y otros artistas que no hacían rock están haciendo rock de momento, es lo mismo con el reggaetón, no creo que sea algo que se va a dañar. La imagen del reggaetón está sólida y pues representa también al mundo pop.

El que se tiene que preocupar es el artista en cómo su imagen se ve afectada, no porque le guste el reggaetón, porque quizás honestamente le gusta; pero cuando la gente identifica que lo estás haciendo por otros intereses económicos o por mantenerte relevante porque ya no te escuchan, cuando identifican eso ya se jodió su carrera. Por eso tienes que ser bien honesto con eso. Algo que tienen los reggaetoneros es que son honestos en que les gusta ese género, tú no ves a muchos de ellos, no sé, metiéndose al rock.

Por último, René; llevo rato pensando en esto: siento que puede ser más difícil hacer arte para un público mainstream, para masas, más que para un nicho. Siento que puede ser más difícil que tu obra o tu mensaje sea consumido por un público mainstream y millones de personas, (sin perder su calidad, obvio) que quizás un nicho especializado que aceptaría más ese producto. Tú te has mantenido relevante de los dos lados, has hecho música más comercial que otra, y otra que es claramente para un nicho más especializado, ¿cómo te mantienes relevante en los dos lados y cómo haces para que esa línea no se borre?
El secreto es la honestidad. También los artistas y la música proyectan tu personalidad y eso es con lo que gente conecta.Tu arte es el reflejo de tu personalidad y la gente conecta con esa personalidad y cuando alguien es cool y chévere y es abierto y es sociable, va a conectar con más gente porque es mucho más abierta, entiende diferentes cosas y puede hablar con los raperos y con los reggaetoneros y con los rockeros y con los salseros. Yo voy a una fiesta y hablo con todo el mundo, esa es mi personalidad, siendo honesto con lo que soy, voy a proyectar eso y por ende la música va a ser diversa y va a conectar con ambos lados. A mí me dijeron: "René" está bueno, pero ¿cómo vas a sacarlo después de un hit bailable ['Bellacoso']?”, y yo dije: “Hermano, siento que lo tengo que sacar ahora porque es mi cumpleaños y yo quiero decir esto ahora”, y todo el mundo me respetó y lo sacamos y partió, por encima de que todo el mundo estaba preocupado de que salía Lady Gaga y salía el otro y se fue número 1 en Youtube y es un tema de 8 minutos.

Entonces, yo pienso que ese tipo de gesto que yo hago con ser honesto, con lo que quiero por encima de todo, la gente también se identifica, ven que yo saqué este tema y de momento ahora voy a sacar algo para bailar porque quiero bailar y porque tengo ese ánimo y antes de que el mundo se acabe, lo saqué porque me sentía así. Entonces, yo creo que la honestidad es la clave de todo a nivel artístico, de tú ser honesto con lo que tú sientes y mantener la calidad obviamente. Tienes que ser, no quiero decir la palabra perfeccionista, pero no conformarte con lo primero que escribes, ni con lo segundo ni con lo tercero, tienes que dedicarle tiempo a lo que escribes. Hasta temas así triviales como "Bellacoso" yo le dediqué tiempo. Es complejo, a veces, mantener una rima consonante en cada dos barras tirando punchlines y que mantengas una narrativa y que tenga lógica. Hay temas que yo oigo, que no tienen lógica y la gente los canta, pero yo los míos quiero que todos tengan una lógica y que cada oración conecte con la siguiente.

Entonces pienso que esa honestidad la gente la identifica y pues he tenido la, no sé si llamarlo habilidad, pero algo que me caracteriza es el poder estar en ambos mundos; yo puedo estar con Silvio Rodríguez y con Joaquín Sabina y con Joan Manuel Serrat en una mesa y de momento ir a la otra a hablar con Daddy Yankee de momento y hablar con el hip hop más real que hay, ¿entiendes? Eso yo pienso que me lo he ganado con el tiempo, me ayudó también, por ejemplo, con el hip hop tirar rap duro, las tiraderas, como que la gente no sabía que yo podía tirar de la manera que yo tiro. Y todavía hay dos o tres raperos tratando de competir y yo como que, cabrón, no te voy a hacer famoso tirándote, ya lo hice, ya la gente sabe lo que yo doy rimando y rapeando y saben que me los puedo clavar si me lo propongo. Hacer temas con Silvio con Mercedes Sosa, poder hacer un dembow con Benito, todo eso te da esa elasticidad.

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