Uno de los casos de desaparición forzada más significativos en México es Tierra Blanca, Veracruz. Aquel que ocurrió en enero de 2016 cuando policías estatales detuvieron a cinco jóvenes: José Benítez, Bernardo Benítez, José Alfredo González, Mario Arturo Orozco y Susana Tapia fueron entregados a supuestos integrantes de una banda delictiva, desaparecidos, torturados y ejecutados.
El pasado 4 de marzo, es decir, tres años y dos meses más tarde, desde el Museo de la Memoria y Tolerancia en la Ciudad de México, Cuitláhuac García, actual gobernador de Veracruz ha pedido disculpas a los familiares por este hecho.
“Todos deben saber que policías detuvieron arbitrariamente y desaparecieron de manera forzada a sus hijos… Reconocemos públicamente la responsabilidad del Estado y su gobierno y les ofrecemos una disculpa”, les dijo.
También se disculpó por la falta de respuesta adecuada y pronta; por la falla en los procesos para acercar a los familiares con la justicia; por criminalizar a los jóvenes asesinados. Por lo que no ha hecho su administración y tampoco hizo la priísta de Duarte (2010–2016); la panista de Yunes (2016 –2018) o las acciones de Jorge Winckler, Fiscal General, 15 colectivos de familiares de desaparecidos piden su destitución por omisión y rezago de investigaciones.
En Veracruz no existe una cifra oficial de desaparecidos. Lucía Díaz es la fundadora del colectivo Solecito, y en diversas entrevistas ha hablado de un aproximado de 10 mil personas extraviadas. El hijo de Lucía también desapareció en 2013 y es la razón que la motivó a empezar un grupo con ocho mujeres para buscar a sus hijos, a sus familiares.
Desde el 3 de agosto de 2016, colectivo Solecito con decenas de integrantes se dedica a la búsqueda de cuerpos en fosas clandestinas por todo el estado. Para Lucía que vive entre esperas bimestrales de pruebas de ADN y horas en filas para identificar ropa de personas muertas, ¿qué representa una disculpa como la pronunciada por el gobernador? En entrevista para Vice nos dice.
VICE: ¿De qué manera ha avanzado el trabajo de Solecito en la búsqueda de desaparecidos?
Lucía: Cuando a mi hijo lo secuestraron en 2013 estaba desesperada, llevé el caso a todos lados y no avanzaba. Era una locura. En el puerto de Veracruz no había colectivos de apoyo pero con otras ocho compañeras iniciamos un grupo de WhatsApp en el que hicimos una reunión y comenzamos a trabajar.
En un principio me di cuenta que no puedes hacer nada sin dinero. Así que empecé a meter agendas, iba a talleres y organizaciones. Hicimos demostraciones, manifestaciones, tomamos la fiscalía.
En 2014, con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, las madres de Iguala salieron a los montes a buscar a sus hijos. Fui con una compañera a aprender cómo lo hacían, conocimos a buscadores y ellos aceptaron hacer una búsqueda forense con nosotras.
Tomamos un taller todo el mes de abril de ese año, todo el grupo. En la marcha del 10 de mayo nos dieron unas copias, con un mapa de Colina Santa Fe. Al otro día yo decidí que por allí íbamos a empezar. Con nuestros propios recursos trajimos a la gente de Iguala. Comenzamos el 3 de agosto de 2016 y encontramos 298 cuerpos. Todavía estamos trabajando allí.
¿Cómo defines el vivir la búsqueda por tus propios medios?
Es una pesadilla. Te preguntas cómo llegué hasta acá, pero al final no dudas demasiado en ese pensamiento, te sacudes la cabeza. Lo tienes que hacer.
Recuerdo que hace unos meses estaban exhibiendo ropa en servicios periciales, eran filas muy largas. Filas y filas enteras. Esperé cuatro horas para entrar y me puse a pensar “yo antes me formaba por tantas horas para un concierto, una película de estreno, pero nunca había hecho una para ver restos y ropa de personas desaparecidas”.
Después del gobierno de Javier Duarte y los dos años de Miguel Ángel Yunes, ¿cómo es la acción política de Cuitláhuac García ante la desaparición en Veracruz?
Durante el gobierno de Yunes fue terrible, igual que con Duarte. Nos recetaron lo mismo: negligencia, omisión, simulación. Incluso malos tratos.
Actualmente la política está interviniendo con la justicia en el estado. Tenemos un fiscal (Jorge Winckler) que es “yunista” del anterior régimen, nunca autónomo, siempre del gobernador. Y ahora hay un choque con el gobierno morenista (intentos de juicio político por no cumplir sus funciones). Eso está causando muchos problemas porque la fiscalía se niega a responder a los colectivos. Mientras esa fiscalía esté continúa el problema.
¿Qué representa para ti la disculpa del gobernador de Veracruz a los padres de los jóvenes desaparecidos en Tierra Blanca?
Un poco de optimismo porque ya comienza el gobierno a reconocer su participación. Esto es benéfico para restablecer la dignidad de los jóvenes que perdieron la vida en esta situación terrible en Tierra Blanca, poder limpiar sus nombres aunque sabemos que no es suficiente, pero es un paso.
¿Cuáles son las medidas que se deben tomar en el estado para una mejora en la problemática de desaparición?
La solución es que quiten al fiscal. El partido actual que es Morena no tiene mucha experiencia aún y el fiscal de Yunes se aprovecha. Se ha mantenido por encima de todo.
Sobre la acción de gobierno, notamos que de verdad tienen la voluntad de hacer cosas. Por ejemplo, ya asignaron presupuesto puntual para búsqueda de víctimas. Con esta gente nueva hacemos mesas de trabajo cada mes donde nos recibe el gobernador, pero tenemos el muro que es la Fiscalía. Mientras se mantenga no habrá solución.
Patricia Ramírez https://ift.tt/eA8V8J
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