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lunes, 4 de marzo de 2019

Engañé a mi novio, quedé embarazada, y la culpa casi me destruye

Este artículo apareció originalmente en Broadly Estados Unidos.

De niña, siempre pensé que engañar a la pareja era algo esencialmente malo que la gente hacía cuando su relación no funcionaba. A mis 13 años, la mamá de mi mejor amiga tuvo un romance y recuerdo haber quedado impactada y escandalizada con eso. Sus padres se separaron y vi cómo eso fracturó su vida. A mis 18, mis propios padres se separaron porque mi papá tuvo una aventura con alguien más. Vi los efectos que el engaño había tenido en mi propia estructura familiar, y siempre me decía a mí misma: "si sientes que quieres engañar a tu pareja, deberías ser honesta y hablarle de tus sentimientos".

Ahora que soy mayor, me doy cuenta de que los padres también son humanos, y puedo entender por qué la gente lo hace. Cuando mi papá tuvo su aventura, pensé, ¿cómo me pudiste engañar así?Me sentí personalmente victimizada por su comportamiento. Pero ahora entiendo que él estaba en un matrimonio sin amor, y que no estaba feliz.

La primera vez que engañé a alguien, fue una cosa de una vez. En ese momento estaba en una relación relativamente nueva con mi pareja, con quien sigo saliendo. Como todavía no era algo oficial, yo me acostaba también con otra persona. No le había dicho; no sentí que necesitara decirle, pues no éramos exclusivos en ese punto. Pero después de unos tres meses, tuvimos la conversación y decidimos que íbamos a ser novios, y que entonces no íbamos a salir con nadie más. Más o menos un mes después, lo engañé por primera vez: me besé con alguien más en una noche de tragos. Creo que mi infidelidad estaba atada a mis emociones frente a estar en una nueva relación. Suena terrible, pero pensé, esta podría ser la última vez que haga esto.

Egoistamente pensé que si le contaba, él pensaría, bueno, ella estaba muy borracha, y no hemos salido por mucho tiempo, así que no es tan grave. Pero, de hecho, sí se molestó. Lo tomó bien, pero definitivamente empezó nuestra relación con el pie izquierdo.

Me pregunto, en retrospectiva, si de pronto estaba saboteándome en mi relación porque todo parecía estar yendo tan bien, y yo estaba muy asustada. Me sentí como si no mereciera estar con alguien así de amoroso y gentil, así que me propuse a arruinarlo. Mi última relación había coincidido con el divorcio de mis padres, así que pasé por muchas pérdidas al mismo tiempo. Cuando conocí a este tipo, que me trataba tan bien, pensé, ¿acaso quiero comprometerme otra vez con alguien que me pueda herir o abandonar? Mi autoestima era tan baja que pensaba que si saboteaba la relación, le estaría haciendo un favor a mi nuevo novio: él debería estar con alguien mejor que yo, no con alguien que se acostaba con tanta gente como yo, y que estaba tan dañada y tan infeliz. No quería teñir su vida con toda mi oscuridad.

Después de la primera vez que fui infiel, decidí que quería arriesgarme y zambullirme, enfrentar mis inseguridades y comprometerme en una relación seria con alguien. Quería reaprender de intimidad y lo que significaba tener sexo con una sola persona. Pero lo engañé otra vez seis semanas después con un tipo que conocí en un curso que estaba tomando. Nos conocíamos desde hacía mucho tiempo, y habíamos coqueteado, salido y tomado antes juntos. El curso se iba a terminar entonces decidimos ir con unos amigos a tomar una noche. En mi cabeza estaba la idea de que probablemente no vería a este tipo nuevamente, así que le dije que nos fuéramos a mi casa. Tuvimos sexo borrachos y no estuvo tan bueno. Él se fue e inmediatamente me sentí muy culpable. Nunca más hablé con él.

Me sentí más culpable por el hecho de haber tenido sexo otra vez con él en la mañana, porque ya no tenía la excusa de estar ebria. Pensé, soy la peor persona del mundo. Tuve sexo con él estando sobria. En esa segunda vez pensé, Esta bien, es una vez más y luego me comprometo a mi novio. Pero lo lamenté.

Más o menos un mes después, las cosas se complicaron con ese incidente cuando me di cuenta de que estaba embarazada. Me tomó un día o dos asimilar que la persona con la que me acosté podría haber sido el papá. Además de la culpa, tuve que lidiar con todas las emociones que acompañaban un embarazo no deseado. Mi novio fue muy comprensivo cuando le conté lo del embarazo, y cuando le dije que me iba a hacer un aborto, lo cual hizo que la culpa fuera cien veces peor. Lo único que podía pensar esa, wow, realmente la cagaste esta vez.

Unos dos años después le dije a mi novio sobre la infidelidad. Pensé en decirle antes muchas veces, pero mis amigos me recomendaron no hacerlo. Decían como, "nunca vas a volver a ver a ese tipo. No significó nada; es mejor para él no enterarse". Pero me sorprendió lo mucho que duró la culpa durante esos dos años. Simplemente no se iba.

Estábamos en una vacaciones cuando le dije. Estábamos en un restaurante y todo simplemente se me salió. Le dije lo mucho que lo lamentaba, y cómo eso me había estado afectando, y empecé a llorar. Él quedó pasmado porque solo estábamos comiendo. Luego me dijo, "me alegra que me hayas dicho". Sorprendentemente, él estuvo bien con eso. Dijo que sabía que yo había estado en una mentalidad extraña durante los primeros meses de la relación y que ahora nunca haría algo así.

Me alegra haberle contado. No podía más con la culpa. Al comienzo, me arrepentí de no haberle contado antes, porque todo lo tomó muy bien. Pero creo que le conté sobre mi infidelidad cuando me sentí lista para hacerlo, así que no me arrepiento de no haberle dicho antes. Necesitaba ese tiempo.

Nunca lo engañaría ahora. Quedé sorprendida por toda la culpa que cargué por una aventura de una noche. No puedo siquiera imaginar la cantidad de culpa que uno sentiría con un romance completo. No quiero cargar con eso nunca más en mi vida.

Charlie Stone https://ift.tt/eA8V8J

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