Artículo publicado originalmente por VICE Estados Unidos.
Los científicos han reconstruido la tumultuosa historia de un continente perdido escondido bajo el sur de Europa, que ha sido formalmente llamado “Adria Mayor” en un nuevo estudio.
Esta antigua masa de tierra se liberó del supercontinente Gondwana hace más de 200 millones de años y vagó por otros 100 millones de años antes de hundirse gradualmente bajo la cuenca del norte del Mediterráneo.
Los investigadores dirigidos por Douwe van Hinsbergen, profesor de tectónica global y paleogeografía de la Universidad de Utrecht, han reconstruido el pasado de Adria Mayor durante una década. El equipo recolectó muestras de rocas desde España hasta Irán, buscando los últimos restos materiales del continente que son accesibles a los científicos.
Los resultados se publicaron este mes en la revista Gondwana Research e incluyen un resumen animado del nacimiento, vida y muerte del continente perdido.
A menos que vivas en una zona de terremotos, puede ser fácil olvidar que nuestro planeta está constantemente canibalizando sus propias masas de tierra. El mapa de nuestro mundo se transforma con el paso de los eones, a medida que las placas continentales se mueven, chocan entre sí y se someten a subducción, que ocurre cuando una placa se desliza debajo de otra.
Adria Mayor era del tamaño de Groenlandia cuando se estrelló contra Europa a mediados del Cretácico. En aquella época, la mayor parte del continente estaba cubierta por un mar poco profundo que sostenía un próspero ecosistema construido alrededor de arrecifes tropicales.
Cuando la placa del Adriático descendió hacia el manto de la Tierra, la zona debajo de la corteza del planeta, esta capa superior de sedimentos y formas de vida fue arrancada de inmediato. Los remanentes ayudaron a formar la columna vertebral de montañas como los Alpes, los Apeninos y los Montes Tauro.
“Gran parte de las cadenas montañosas del sur de Europa se derivan de Adria Mayor”, dijo van Hinsbergen en un correo electrónico. Señaló que los Alpes occidentales y septentrionales, y los Cárpatos, son excepciones.
Al recolectar y analizar rocas de estos lugares alpinos, el equipo pudo identificar los últimos vestigios de la superficie de Adria Mayor, que se extienden desde Turín hasta Salento, en Italia. Los restos de la parte subducida del continente, que tenía aproximadamente 96.5 kilómetros de espesor, también son detectables con sismómetros. Esta parte del continente se encuentra actualmente a unas 1.610 kilómetros bajo el sur de Europa.
El equipo pudo recrear los cambios geológicos que sufrió Adria Mayor al analizar sus datos de campo con un software llamado GPlates. El proceso fue como pelar virtualmente el área moderna capa por capa, mostrando su evolución desde el período Triásico, explicó van Hinsbergen.
“Ahora que hemos vuelto a armar el rompecabezas del Mediterráneo, podemos restaurar otras características geológicas —como volcanes y depósitos de minerales— en la configuración en la que se formaron”, dijo a VICE.
“A partir de eso, podemos aprender sobre los motores fundamentales de tales características, y también ayudar a nuevas estrategias de exploración de minerales, mediante la correlación de las fronteras políticas y los mares modernos”.
Becky Ferreira https://ift.tt/eA8V8J
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